Evaluar los resultados clínicos, las complicaciones y la tasa de conversión a prótesis total de rodilla tras una osteotomía varizante de apertura femoral distal.
Material y métodosUn total de 36 pacientes, con media de edad de 49años, se valoraron según la escala del Hospital Special Surgery (HSS). Se consideró el fallo de la osteotomía cuando se requirió la conversión a una prótesis total de rodilla o cuando se obtuvo una valoración clínica por debajo de 70. En todos los casos se utilizó una placa Puddu de acero con aporte de aloinjerto de cresta ilíaca.
ResultadosEl seguimiento medio fue de 55 meses, con una alineación media inicial de 10,3° de valgo. La angulación final media fue de –0,3° (varo) y la corrección media fue de 9,97°. Un paciente requirió una prótesis total de rodilla. La sobrevida de las osteotomías fue del 100% a los 5años y del 83,3% a los 10años. EL HSS obtenido fue de 83,2. En 3 pacientes fue necesario retirar el material de osteosíntesis. Un caso falló requiriendo conversión a artroplastia total.
ConclusionesLa utilidad de esta técnica con respecto a la corrección de la desalineación, su baja tasa de complicaciones y sus buenos resultados clínicos hacen de la osteotomía varizante de apertura distal femoral un tratamiento efectivo para los pacientes con genu valgo sintomático.
To evaluate the clinical results, complications, and conversions to total knee replacement after distal femoral varus osteotomy.
Material and methodsA total of 36 patients with a mean age of 49 years were evaluated according to the Hospital Special Surgery (HSS) scale. Osteotomy failure was considered if conversion to total knee replacement was required, or when a clinical assessment below 70 was obtained. In all cases, a steel Puddu plate was used with iliac crest allograft support.
ResultsThe mean follow-up was 55 months, with an initial valgus alignment of 10.3o. The final mean angulation was –0.3o (varus), and the mean correction was 9.97o. One patient required a total knee replacement. The survival of the osteotomies was 100% at 5 years, and 83.3% at 10 years. A score of 83.2 was obtained on the HSS scale. The osteosynthesis material had to be removed in three patients. One case failed and required a conversion to total arthroplasty.
ConclusionsThe use of this technique for the correction of misalignments, its low rate of complications, and its good clinical outcomes makes distal femoral varus osteotomy an effective treatment for patients with symptomatic genu valgum.
La artrosis femorotibial lateral en pacientes menores de 60años representa un desafío de tratamiento para los cirujanos ortopédicos. Así como los resultados clínicos y la sobrevida de los implantes tras una prótesis total de rodilla (PTR) en pacientes mayores de 65años están ampliamente demostrados, el riesgo de revisión aumenta de 3 a 5 veces cuando la misma es realizada en pacientes menores de 55años1.
A pesar de los buenos resultados clínicos obtenidos mediante la colocación de una PTR, es lógico pensar en la necesidad de una alternativa quirúrgica de preservación en aquellos pacientes de menor edad con un genu valgo artrósico y una afectación de la rodilla predominantemente lateral. En estos casos, una osteotomía varizante permitiría disminuir el dolor y el progreso de los cambios degenerativos locales, favoreciendo a su vez el regreso a las actividades funcionales de mayor demanda2.
La deformidad en valgo de la rodilla asociada a la artrosis lateral es mucho menos frecuente que el genu varo y, como consecuencia, existe menor evidencia bibliográfica respecto a este tema. A pesar de esto, es sabido que una osteotomía varizante puede realizarse en el fémur distal o en la tibia proximal, aunque los resultados obtenidos son superiores cuando es realizada a nivel del fémur distal, especialmente si el genu valgo es mayor a 10-12 grados3.
Dentro de la bibliografía, diferentes series manifiestan graves problemas para lograr la corrección deseada, defectos con la osteosíntesis, una alta tasa de conversión a PTR, así como un elevado número de complicaciones. El objetivo de este trabajo fue evaluar los resultados funcionales a medio plazo, las complicaciones y la tasa de conversión a PTR luego de realizar una osteotomía varizante de apertura femoral distal.
Material y métodosTreinta y seis pacientes (17 hombres y 19 mujeres) con un genu valgo artrósico fueron operados de una osteotomía varizante de apertura femoral distal en el período 2005-2012. Este estudio contó con la aprobación del comité ético de la institución. La edad media de los pacientes en el momento de la intervención fue de 49años (mediana 49, DE 6,5, 34-59años [IC 95%: 46,8-51,2]). El 86% (31/36) de los pacientes presentaba algún antecedente quirúrgico o traumático a nivel femorotibial lateral, como meniscectomías artroscópicas (n=24), fracturas de meseta tibial (n=6) y un alargamiento femoral por un fémur corto congénito con una displasia del cóndilo femoral lateral (n=1). Se tomaron como criterios de inclusión el dolor severo en contexto de un genu valgo artrósico, donde la artroplastia de rodilla no era la primera elección debido a la corta edad de los pacientes. En 29 (86%) de los pacientes se realizó una artroscopia preosteotomía, donde el grado de osteoartritis del compartimento lateral fue registrado según la International Cartilage Research Society (ICRS)4. La valoración clínica incluyó el rango de movilidad articular pasivo, el peso y la altura para realizar la valoración del índice de masa muscular (IMC). La valoración funcional se llevó a cabo mediante la escala del Hospital Special Surgery (HSS)5.
La valoración radiológica fue realizada mediante radiografías telemétricas en carga, proyección de Rosenberg, perfil y axial de rótulas6. Estas fueron valoradas según la escala de Kellgren-Lawrence (grado 0-4)7. También se valoró el eje anatómico y, a partir de allí, la corrección deseada según Noyes8 para lograr que el eje mecánico pase a través del centro de la rodilla.
Se consideró un fallo de la osteotomía cuando se requirió la conversión a una PTR o un valor del HSS por debajo de 70.
Técnica quirúrgicaLos pacientes fueron operados en decúbito supino, con la rodilla en ligera flexión y con asistencia fluoroscópica. Se realizó un abordaje lateral en la parte distal del muslo de 10-12cm. Luego de colocar una aguja Kirschner como guía (fig. 1), se procedió a la realización de la osteotomía de apertura supracondílea manteniendo la cortical medial según la técnica descrita9 (fig. 2). Se utilizaron las placas Puddu de primera generación (Arthrex, Naples, EE.UU.), eligiéndose la placa correspondiente según el objetivo de corrección planeado preoperatoriamente (fig. 3a,b). El defecto óseo fue rellenado con aloinjerto de cresta ilíaca en todos los casos (fig. 4a,b). Se les permitió la inmediata carga propioceptiva y comenzaron con movilidad pasiva continua en el primer día postoperatorio. El aumento de la carga de peso se les permitió luego de la sexta semana de manera progresiva.
Los pacientes fueron controlados a las 6 semanas, 3 y 6 meses, y luego cuando llevaban 1, 2 y 5años desde la intervención. A los 3 meses se les realizó una radiografía telemétrica que se repitió al año. A los 6 meses se les realizó una radiografía de frente y perfil para evaluar la consolidación de la fractura. La escala HSS fue completada al final del seguimiento.
Análisis estadísticoSe realizó un análisis estadístico retrospectivo utilizando el software STATA 12.2®. Para el análisis descriptivo se utilizaron la media, mediana (percentil 50), desviación estándar (DE), rangos mínimo y máximo, e intervalos de confianza al 95% (IC). También se utilizaron descripciones porcentuales de las covariables. El análisis de la supervivencia se estimó mediante el método de Kaplan-Meier, considerando como fallo de la osteotomía el paso a artroplastia de rodilla o un valor HSS inferior a 70.
ResultadosLos pacientes tuvieron un seguimiento medio de 55 meses (mediana 49, DE 21, 30-118 meses [IC 95%: 47,97-62,42]), con una alineación media inicial en valgo de 10,3° (mediana 10, DE 2,1, 8-16° [IC 95%: 9,57-10,98]), el cual fue corregido, logrando una angulación residual media de 0,3° (mediana 0, DE 1,5, –3-4° [IC 95%: –0,19-0,8]) a los 3 meses postoperatorios. Se utilizaron placas de entre 5-15mm.
Durante todo el tiempo de seguimiento, solo hubo un paciente que tras 71 meses de evolución requirió una artroplastia total de rodilla. De acuerdo a la estimación de Kaplan-Meier, hubo una supervivencia de las osteotomías del 100% a los 5años, y del 83,3% a los 10años [IC 95%: 0,27-0,97] (fig. 5). Al final del seguimiento, los restantes 35 pacientes que no se habían convertido a PTR presentaron un HSS superior a 70. EL valor medio de la escala HSS para estos pacientes fue de 83,2 sobre un máximo de 100 puntos. Diecinueve pacientes (54%) obtuvieron un resultado excelente y 16 (46%) un resultado bueno. La media del índice de masa corporal fue de 26,8 (23,6-29,2).
Durante la artroscopia se valoraron las lesiones condrales encontradas según el score ICRS, siendo estas: ICRS 2: 7; ICRS 3: 23, e ICRS 4: 6.
El paciente que fue necesario convertir a PTR a los 6,1años postoperatorios presentaba un score ICRS de 4.
La clasificación preoperatoria de Kellgren-Lawrence varió entre 1 y 4, pero el 74% de las rodillas fueron clasificadas con una proceso artrósico grado 2 y 3. La valoración radiográfica al año de seguimiento no mostró aumentos significativos en el grado de desgaste.
La media de flexión máxima preoperatoria era de 115° (rango 100-135). Dicha flexión máxima ya fue recuperada en todos los casos a los 6 meses tras la cirugía. Sin embargo, en 2 casos fue necesaria una artrolisis para recuperar esta movilidad. Estos 2 pacientes presentaron un déficit de flexión a las 10-12 semanas postoperatorias, con dificultad para superar los 90° de flexión, por lo que fue necesario realizar una artrolisis artroscópica. Consiguieron recuperar su movilidad preoperatoria en ambos casos. Un paciente requirió un desbridamiento de la herida quirúrgica y antibioticoterapia por una infección superficial, donde no fue necesario retirar el material de osteosíntesis. En 3 pacientes se produjo una rotura de la cortical medial al momento de realizar la osteotomía, lo cual no repercutió en la alineación postoperatoria ni en el tiempo de consolidación de la osteotomía.
En 3 (8,3%) pacientes fue necesario retirar el material de osteosíntesis por un síndrome de fricción a nivel de la cintilla iliotibial. No se presentaron casos de retardo de consolidación ni infecciones profundas.
Un caso requirió la conversión a PTR a los 6años de la osteotomía. Se le había clasificado como un grado 3 dentro de la escala de Kellgren-Lawrence, y durante la artroscopia se había evidenciado un grado de lesión condral ICRS 4; tenía 52años en el momento de la osteotomía y su IMC era de 28,4.
DiscusiónLos hallazgos a destacar de este trabajo han sido que la osteotomía varizante de apertura distal de fémur es una opción eficaz de tratamiento en los casos de genu valgo sintomático, dado que los resultados en la escala de HHS así lo avalan. A su vez, el índice de complicaciones y la tasa de conversión a PTR fueron realmente bajos. La artroscopia realizada mostró que la mayoría de los pacientes presentaba algún grado de lesión condral, y la osteotomía fue realizada con el objetivo de prevenir o retrasar la necesidad de una PTR en un grupo de pacientes de edad media. Al final del seguimiento, solo uno de los 36 pacientes requirió la conversión a PTR, con una sobrevida de la osteotomía del 100% a los 5años y del 83% a los 10años. Estos resultados son similares10, o incluso superiores4,11,12, con respecto a los mostrados por otras series, principalmente al compararlos con aquellas series de osteotomías de cierre. Existe poca evidencia13,14 sobre los resultados a largo plazo, aunque estos tienden a mostrar una disminución luego de 10años, siendo entre el 45-48% el índice de fallo para las osteotomías de cierre tras 15años.
Nuestro caso que requirió convertir a PTR representaba un grado 3 dentro de la escala de Kellgren-Lawrence. Debido al bajo número de casos que fue necesario convertir a PTR, no se encontró correlación entre el número de casos que fallaron y el grado radiológico de osteoartritis.
La obesidad ha sido relacionada con pobres resultados luego de una osteotomía15, pero esto no se ha observado en este trabajo, ya que el IMC medio fue de 26,8 (rango 23,6-29,2).
En nuestro estudio, el 100% de las osteotomías habían consolidado al sexto mes. Jacobi et al.16 reportaron tiempos de consolidación superiores utilizando la placa TomoFix® sin injerto en el foco de la osteotomía. Esta placa es de mayor longitud que la placa Puddu, requiriendo mayor afectación de tejidos blandos y una potencial mayor necesidad de retirarse una vez la osteotomía haya consolidado. En nuestra serie, fue necesario quitar hasta el final del seguimiento menos del 10% de las placas. Por lo contrario, la placa TomoFix® aporta mayor estabilidad que la placa Puddu a la osteotomía, permitiendo cargar el peso con anterioridad.
La mayoría de los estudios relacionados con las osteotomías varizantes distales de fémur presentan un número escaso de pacientes y una media de seguimiento menor a 10años4,10,17,18. Comparando con las diferentes series publicadas, este estudio se encuentra entre los de mayor número de pacientes. Así mismo, es de resaltar que ninguno de los pacientes incluidos se perdió en el seguimiento.
Entre las limitaciones debemos mencionar las características retrospectivas del estudio, la duración relativamente corta de la media de seguimiento y que, debido a que solo un caso requirió de su conversión a PTR, no se pueden establecer conclusiones con respecto a los factores que llevaron a dicha necesidad.
La utilidad de esta técnica con respecto a la corrección de la desalineación, su baja tasa de complicaciones y sus buenos resultados clínicos hacen de la osteotomía varizante de apertura distal femoral un tratamiento efectivo para los pacientes con genu valgo sintomático.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Al doctor Juan José Valderrama, fellowship de nuestro equipo, por su participación en el apartado estadístico.