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Vol. 20.
Páginas 177-180 (enero - junio 2015)
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Reseñas bibliográficas
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Rubí Salazar, José Adán Ignacio Competitividad: bases para el diseño, ejecución y evaluación de políticas públicas México, Biblioteca Mexiquense del Bicentenario, Gobierno del Estado de México, 2007, 277 pp.
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Alfredo Sánchez-Castañeda*
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El libro Competitividad: bases para el diseño, ejecución y evaluación de políticas públicas de José Adán Ignacio Rubí Salazar tiene cinco virtudes dignas de resaltar. En primer lugar, se incrementa la bibliografía mexicana en materia de competitividad. Los estudiosos de la materia saben que es poca la literatura nacional en el tema. En segundo lugar, se estudia la competitividad desde una perspectiva estatal, ya que su estudio se enfoca en el Estado de México, en lo general, y en sus municipios, en lo particular. Nuevamente, la importancia de la obra resalta por este aspecto, ya que una de las grandes dificultades para estudiar la competitividad a nivel nacional es saber cuál es el estado del arte a nivel estatal y municipal. En ese sentido, la obra en comento nos entrega una radiografía estatal y municipal en materia de competitividad. En tercer lugar, la obra proporciona información en materia de competitividad y sobre las condiciones de vida en los municipios del Estado de México, para que los tomadores de decisiones puedan formular políticas públicas. En cuarto lugar, la obra propone una metodología para analizar las diferentes variables en materia de competitividad. En quinto lugar, la obra determina la elaboración de un Índice General de Competitividad.

El autor señala con claridad en la introducción las consecuencias naturales de que los municipios de una entidad federativa sean competitivos: les permite atraer y retener inversión en sus municipios; se genera un mayor nivel de bienestar de la población, y evidencia la necesidad de que el producto interno bruto municipal no se apoye solamente en el sector primario de la economía.

A partir de las anteriores cinco fortalezas, el autor organiza su estudio también en cinco capítulos, además de las conclusiones, la bibliografía consultada y una serie de anexos estadísticos que complementan adecuadamente la obra.

El primer capítulo, intitulado “Argumento teórico de la competitividad en el Estado de México”, está consagrado al aparato teórico y conceptual (desarrollo, nivel de desarrollo, contexto global de la competitividad, concepto de competitividad, la competitividad en el sector público, entre otros). Igualmente, se hace referencia a la metodología del Instituto Mexicano para la Competitividad y a la metodología del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo respecto al cálculo del índice de desarrollo humano.

Además, se realizan algunas consideraciones sobre competitividad en el Estado de México. Al respecto, se señala que el estado se caracteriza por su desarrollo industrial, pero también por las grandes desigualdades sociales y económicas. Si bien es cierto que la economía del estado se encuentra entre los primeros lugares nacionales, también se ha visto mermada su competitividad y, en ese sentido, su productividad.

Para el autor, el Estado de México debe reforzar la creación de cadenas industriales (clusters) en las ramas y sectores en donde es competitivo, fortalecer el nivel educativo para contar con mano de obra capacitada que le permita integrarse a los nuevos procesos productivos. Igualmente, el autor resalta la importancia de fortalecer el Estado de derecho, para robustecer aquellos aspectos competitivos en los que se encuentra rezagado: combate a la corrupción, policías confiables, cultura de la legalidad y fiscalización de la función pública.

En el segundo capítulo, “Caracterización de los municipios en el Estado de México”, el autor describe las características de los municipios y de las regiones del estado. Dicha entidad cuenta con 125 municipios y 16 regiones. Cabe destacar que la regionalización del estado ha tenido como finalidad impulsar el desarrollo municipal, lo que implica impulsar la generación de empresas y empleos de calidad a través de soluciones específicas para cada región. A su vez, las regiones están agrupadas en cinco macrorregiones para el mejor ejercicio de la planeación gubernamental. De cada macrorregión, el autor nos ofrece en su obra las características sociales, económicas, territoriales y administrativas, con el fin de conocer su nivel de desarrollo.

El tercer capítulo, “Metodología para la construcción de los índices de competitividad municipal”, presenta diversos enfoques metodológicos que han sido utilizados para medir la competitividad, para terminar explicando el método de análisis factorial, como el elegido en el presente estudio. Este método permite ubicar e identificar propiedades fundamentales de las variables, identificándose al respecto 31 variables (constructos), que permitirán hacer una jerarquía de los municipios del estado para medir su competitividad y bienestar social, gracias a siete factores que en su conjunto explican más del 70% del modelo planteado.

La explicación de los siete factores antes señalados se realiza en el capítulo cuarto, denominado “Competitividad de los 125 municipios del Estado de México”. En este apartado se señala que los siete factores que pueden explicar la competitividad de los municipios mexiquenses son: oportunidades de desarrollo económico; población económicamente rezagada; sociedad preparada y sana; crecimiento de la producción en el mediano plazo; población económicamente activa; red carretera y PIB por sector de actividad, y participación en la economía por género. Cada una de estos factores se compone de un conjunto de variables.

En el caso de las oportunidades de desarrollo económico, éstas se componen, a su vez, de los siguientes elementos: la producción bruta total, la deuda municipal, la población de más de 18 años con estudios de maestría y doctorado, la inversión pública, los ingresos de la población, la densidad poblacional, entre otras.

La población económicamente rezagada contempla como variables: la tasa de dependencia senil, el porcentaje de participación electoral, el índice de pobreza, la vivienda, la existencia de agua entubada, etcétera.

Por su parte, la sociedad preparada y sana contempla: la esperanza de vida, la tasa de mortandad infantil, la población que asiste a la escuela, el ingreso promedio per cápita anual, etcétera.

Respecto al crecimiento de la producción en el mediano plazo, se consideran al PIB per cápita a precios constantes, al valor agregado censal bruto por empleado, entre otros.

La población económicamente activa contempla a los siguientes elementos: el PIB a precios de mercado, el porcentaje de profesionistas y técnicos, el índice de empleo incorporado y la desigualdad entre hombres y mujeres.

Respecto a la red carretera y el PIB por sector de actividad, se contemplan a la longitud de la red carretera asfaltada y al PIB por sector de actividad.

Finalmente, en el caso de la participación en la economía por género, ésta se integra por una sola variable: el Índice de Potenciación de Género (IPG).

A partir de los anteriores factores, el lector podrá encontrar los municipios mejor posicionados en cada uno de ellos, así como los diez municipios más competitivos y la competitividad de cada una de las regiones y macrorregiones en que está dividido el Estado de México. De igual manera, el lector podrá encontrar los diez municipios menos competitivos.

El capítulo quinto, denominado “Simulación de competitividad de los municipios del Estado de México para sustentar políticas públicas”, realiza un interesante ejercicio de simulación a partir del modelo factorial que se propone en la obra en comento. El modelo factorial le permite al autor señalar los municipios que se encuentran en las primeras posiciones de competitividad.

Finalmente, en el apartado de conclusiones el autor señala que cuando un municipio capta y retiene una inversión, mejoran, a su vez, las condiciones de vida de la población, lo que le permite afirmar que a mayor nivel de competitividad de los municipios, mayor atracción y retención de inversión, y, en consecuencia, mayor bienestar social y menores índices de marginación.

Como ha sido señalado al inicio de la presente reseña, sin duda la obra Competitividad: bases para el diseño, ejecución y evaluación de políticas públicas, además de presentar una radiografía de los niveles de competitividad de los municipios del Estado de México, su estructura y su metodología podría ser replicada en otras entidades federativas para conocer su situación en materia de competitividad, y a partir de ahí diseñar políticas estatales y municipales que mejoren las condiciones de vida de la población involucrada.

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