La formación de profesionales socialmente responsables en la universidad se ha convertido en una misión reconocida por la UNESCO. El artículo realiza una revisión del estudio de la responsabilidad social universitaria desde la psicología, y desarrolla una propuesta novedosa de análisis para evaluar la incidencia de la educación superior en adquirir comportamientos de responsabilidad social, basada en un análisis de ecuaciones estructurales de múltiples indicadores y múltiples causas. Con base en un muestreo no probabilístico accidental y un diseño de investigación de encuesta de carácter transversal, se administraron tres escalas: de valores humanos, de empatía multidimensional y de autoatribución de comportamientos socialmente responsables a 860 estudiantes de universidades iberoamericanas. Resultados: los universitarios muestran gran frecuencia de comportamientos socialmente responsables pero no una intencionalidad más prosocial de los mismos. En relación con la frecuencia de los comportamientos socialmente responsables influyen las dimensiones de valor conservación y apertura al cambio, junto con las subescalas de empatía, toma de perspectiva y malestar personal. Respecto a la intencionalidad, las variables que contribuyen a la autoatribución de comportamientos socialmente responsables son las dimensiones de valor conservación y autotrascendencia, junto con las subescalas de empatía y fantasía. Conclusión: esta investigación aporta conocimientos acerca de las variables psicológicas que incidirían en ser socialmente responsable y permite, de esta forma, atender desde la universidad el impacto de la formación de profesionales cualificados y con alta consideración a su deber con la sociedad.
Training socially responsible professionals at university level has become a UNESCO-recognized mission. This paper reviews the study of Academic Social Responsibility from the Psychology standpoint, and develops a novel analysis approach for assessing the impact of higher education in acquiring social responsibility behaviors, based on a MIMIC analysis. Three scales were administered, based on an accidental non-probabilistic sampling and a transversal survey research: human values, multidimensional empathy and self-attribution of socially responsible behaviors. The sample included 860 students from Ibero-American Universities. The results show that university students display a high frequency of socially responsible behaviors but not a more prosocial intentionality in these behaviors. As regards frequency scale of socially responsible behavior, influence is evident of value dimensions, such as conservation and openness to change with the subscales of empathy perspective taking and personal distress. Regarding the intentionality scale, the variables that contribute to the self-attribution of socially responsible behavior are value dimensions: conservation and self-transcendence, along with the subscales of empathy appertaining to fantasy. Conclusion This research provides information on the psychological variables that have implications for humans to be socially responsible, which will allow the University to respond to the impact of training qualified professionals with great respect to their duty in the society.
Una de las funciones de la educación superior (ES) es habilitar a la ciudadanía para el ejercicio de cargos y responsabilidades en altas instancias de organismos de gestión en la Administración Pública, la empresa privada y el sector social. La UNESCO (1998, 2009) ha incidido en la importancia de prestar atención a principios éticos y valores en la formación de profesionales en la etapa universitaria; temática presente en el informe Desarrollo y Selección de Competencias (OECD, 2005) que recalca la necesidad de que la ES ponga énfasis en valores y competencias como la empatía y la madurez moral.
Bolívar (2005) considera la formación universitaria para el ejercicio profesional, por su naturaleza, como una actividad moral, donde los aspectos cognitivos, morales y habilidades prácticas se fusionan ineludiblemente. En este sentido, Martí y Martí-Vilar (2010b) realizaron un ensayo en el que aportaron una aproximación a modelos de una ciudadanía ética y responsable y cómo se puede desarrollar una responsabilidad social (RS) moral en la educación.
Según revisión de la literatura acerca de los estudios relativos a la RS universitaria desde la formación de RS en estudiantes, Martí-Vilar et al. (2011) detectaron que, desde la psicología, el estudio de la RS universitaria del estudiante universitario se ha abordado escasamente, con aportes de trabajos que analizan la influencia de los estudios universitarios en la formación y desarrollo de habilidades y competencias que posibiliten la formación de profesionales que ejerzan una ciudadanía responsable (De la Calle, 2009), y una línea de trabajos que relacionan constructos psicológicos que fundamentarían el comportamiento de RS (Navarro, 2003).
El presente trabajo se desarrolla a partir del modelo de Navarro (2006), quien propone que los comportamientos morales y la inteligencia social están asociados al desarrollo de comportamientos socialmente responsables (CSR), implicando factores cognitivos y emocionales. Navarro (2003) señaló la etapa de la adolescencia-juventud para la formación en valores prosociales, ya que la madurez de emociones y sentimientos hacia los demás favorece el grado de madurez psicológica y del razonamiento moral, siendo en la etapa universitaria cuando se alcanzan las bases necesarias para una autonomía socialmente responsable.
Posteriormente, Navarro afirmó que la RS se debe ejercer y concretar a través de conductas morales, que permitan estudiar de manera objetiva si se es socialmente responsable. Expresa que son “comportamientos socialmente responsables aquellas conductas, que pueden darse en diferentes ámbitos, que tienen a la base una intención orientada hacia el bienestar de todos y que se ejercen con una determinada frecuencia” (Navarro, 2006, p. 86).
Por otra parte, Martí y Martí-Vilar (2010a) y Martí, Martí-Vilar y Puerta (2011) proponen desde la psicología básica y la neuropsicología que los constructos de valores y la empatía subyacen como procesos psicológicos que conducen a ejercer una RS. Fundamentando la propuesta con base en la definición de Schwartz (2010), se entienden los valores como metas deseables y transituacionales, ligadas al afecto, que sirven como principios en la vida de una persona guiando la selección o evaluación de las acciones hacia los demás, determinando el autoconcepto. Al comprender que en los valores confluyen emociones y cogniciones que guían hacia un patrón de acción social, un constructo relevante es la empatía la cual, de acuerdo con el modelo multidimensional de Davis (2006), consiste en el conjunto de constructos que incluyen los procesos de ponerse en el lugar de otra persona y evaluaciones afectivas y cognitivas que inciden en dar una conducta prosocial.
Remitiendo a estudios anteriores que vinculan empatía y CSR, Gutiérrez, Escartí y Pascual (2011) encontraron en un estudio con escolares de centros educativos de la Comunidad Valenciana (España), que la conducta prosocial, la empatía y la autoeficacia predicen positivamente la responsabilidad personal y social.
Las relaciones de la empatía aparecen como el principal motivador de la prosocialidad, en sus componentes cognitivos y emocionales (Mestre, Pérez-Delgado, Samper, & Martí-Vilar, 1998; Shultz, Selman, & La Russo, 2003) para quienes la empatía juega un rol clave en el desarrollo de la comprensión social favoreciendo la prosocialidad y sirviendo de fundamento para las relaciones personales. El estudio de la influencia de la empatía en valores en universitarios ha recibido especial atención y se han encontrado relaciones entre las dimensiones de valores de autotrascendencia con subescalas de empatía cognitiva y emocional (Myyry, 2008; Myyry, Juujärvi, & Pesso, 2010; Silfver, Helkama, Lönnqvist, & Verkasalo, 2008).
Siendo la universidad un espacio donde aprender los valores de una profesión, Schön (1992) resaltó la importancia de tomar conciencia de los conflictos de valor que conllevan algunas de las actuaciones profesionales, orientadas hacia el propio interés o el bien común. Por ello, el CSR es objeto de estudio desde la psicología con respecto a los valores y la empatía multidimensional, contribuye a profundizar investigaciones que presentan la interacción de la relación entre la empatía y los valores como constructos necesarios para la prosocialidad (Mikulincer & Shaver, 2010).
Este artículo, de tipo exploratorio y predictivo (Ato, López, & Benavente, 2013), se sitúa dentro de una serie de estudios centrados en cómo los valores y la empatía influyen en la RS de los estudiantes universitarios, siguiendo la línea de Myyry et al. (2010) y Navarro, Boero, Jiménez, Tapia, Hollander, Escobar, Baeza y Espina (2010). En el presente estudio se analiza cómo las dimensiones de los valores básicos (Schwartz, 2006) y la empatía (Davis, 1980) influyen sobre la autoatribución de CSR (Davidovich, Espina, Navarro, & Salazar, 2005). De forma específica, los objetivos del estudio son:
- 1.
Analizar la influencia de las dimensiones de valores y de la empatía sobre la autoatribución de CSR en la escala de frecuencia.
- 2.
Analizar la influencia de las dimensiones de valores y de la empatía sobre la autoatribución de CSR en la escala de intencionalidad.
- 3.
Estudiar la influencia de las dimensiones de valores y de la empatía sobre la autoatribución de CSR, considerando tanto la escala de frecuencia como la de intencionalidad.
El estudio utilizó un diseño de investigación de encuesta, dado su carácter transversal y predictivo (Ato et al., 2013).
ParticipantesLa muestra está compuesta por 860 estudiantes de universidades públicas y privadas de España, Chile, Colombia y Perú, cuyas características principales se presentan en la tabla 1.
Descripción de las características de la muestra
Colombia | Chile | España | Perú | Total | |
---|---|---|---|---|---|
Edad media (desviación típica) | 20.7 (1.8) | 21.2 (1.7) | 21.8 (1.9) | 20.1 (1.9) | 20.9 (1.9) |
Sexo | |||||
Hombre | 45.8% | 44.6 | 12.9 | 22.4 | 30.9 |
Mujer | 54.2% | 55.4 | 87.1 | 77.6 | 69.1 |
Rama titulación | |||||
Empresariales | 43.4% | 2.7% | 10.2% | 15.2% | |
Ciencias sociales | 28.9% | 71.6% | 89.8% | 100% | 72.3% |
Ingeniería | 27.7% | 25.7 | 12.4% | ||
Total alumnos | 249 | 148 | 186 | 277 | 860 |
El tipo de muestreo utilizado es no probabilístico y accidental, dado que es de conveniencia. La participación en el estudio fue decidida por docentes o grupos de investigación en cada universidad en función de su interés en el mismo para permitir que además del estudio internacional cada universidad pueda trabajar de manera independiente los resultados en función de su interés en el ámbito.
InstrumentosLos estudiantes respondieron a un cuestionario de variables sociodemográficas (país de origen, universidad, sexo, edad, titulación, curso) y, posteriormente, a tres instrumentos validados en investigaciones internacionales:
Cuestionario de valores de SchwartzEl cuestionario de Schwartz (1992) consta de 57 ítems que corresponden a diez dominios de valor agrupados en dos dimensiones bipolares. A cada uno de los ítems se le asocia una escala asimétrica de -1 a 7 en la que el sujeto debe señalar la importancia de dicho valor como principio-guía en su vida. Los ítems se distribuyen en dos dimensiones bipolares: autopromoción versus autotrascendencia y apertura al cambio versus conservación. La fiabilidad, mediante el coeficiente α de Cronbach encontrada se encuentra entre .55 y .75, semejante a otros estudios (Gouveia, Clemente, & Vidal, 1998).
Interpersonal Reactivity IndexEl instrumento de Davis (1980) mide cuatro dimensiones de la empatía a través de 28 ítems, obteniéndose puntuaciones independientes para: (1) toma de perspectiva (TP); (2) preocupación empática (PE); (3) malestar personal (MP), y (4) fantasía empática (FS). Las subescalas toma de perspectiva y fantasía son clasificadas por el autor como cognitivas, mientras que las subescalas preocupación empática y malestar personal en la dimensión emocional. El coeficiente α de Cronbach varía entre .64 y .74, parecidos a los obtenidos en otros estudios (Mestre, Frías, & Samper, 2004).
Cuestionario de autoatribución de comportamientos socialmente responsablesEste instrumento de Davidovich et al. (2005) consta de dos escalas. La escala 1 (E1) mide la frecuencia de realizar CSR y la escala 2 (E2), la intención de tales comportamientos. Cada escala cuenta con diez dimensiones con 40 ítems cada una, presentadas en formato de una escala Likert de cinco categorías. Bustamante y Navarro (2007) indican que en la E1 el índice de fiabilidad α de Cronbach es de .75 y para la E2 de .74. En este estudio, la E1 presenta un coeficiente de fiabilidad de .85 y la E2 de .84.
ProcedimientoLa administración de los instrumentos fue realizada entre los meses de julio y octubre de 2010 mediante la plataforma virtual de la Universitat de València “Aula virtual”, en la cual se instalaron los instrumentos utilizados. De esta forma, se facilitaba un enlace de acceso a cada participante. Cada facultad que participaba contaba con un docente que ejercía de coordinador y explicaba la forma de cumplimentar los cuestionarios. El procedimiento fue estandarizado, aplicándose de igual manera vía acceso a computador conectado a Internet por cada estudiante con independencia del país.
Análisis de datosLos análisis de datos son estadísticos descriptivos y regresión lineal múltiple, obtenidos mediante el programa SPSS 22.0, y además, un modelo de ecuaciones estructurales, mediante el programa MPlus 7.0.
En cuanto a la construcción del modelo de ecuaciones estructurales, se ha utilizado un modelo de ecuaciones estructurales de múltiples indicadores y múltiples causas —(Joreskog & Goldberger, 1975; Muthén, 1989)—, que recoge la relación entre las cuatro dimensiones de valores y las cuatro de empatía sobre la autoatribución de CSR. Para la evaluación del ajuste del modelo, debido al procedimiento —máxima verosimilitud robusta a causa de los valores de la asimetría y de la curtosis (tabla 2)—, se ha utilizado la x2 ajustada. Además, diversos autores (Byrne, 2006; Mueller & Hancok, 2010) recomiendan la utilización de otros indicadores para la evaluación del ajuste, dadas las diversas características de la x2. En nuestro caso, a partir de las diversas recomendaciones, se ha seleccionado el error medio cuadrático de aproximación, en el que un buen ajuste es un valor < .05, junto con su intervalo de confianza al 90% y su probabilidad; el índice de ajuste comparativo, donde se consideran como un buen ajuste valores > .95; el residuo cuadrático medio, que con valores < .05 indica un buen ajuste del modelo.
Estadísticos descriptivos de los instrumentos
Cuestionario de autoatribución de comportamientos socialmente responsables | Media | Desviación típica | Asimetría | Curtosis |
---|---|---|---|---|
Escala 1 | 3.54 | 0.37 | -.05 | .429 |
Escala 2 | 3.24 | 0.51 | -.80 | 1.568 |
Valores básicos | ||||
Autopromoción | 4.94 | .84 | -.37 | .24 |
Autotrascendencia | 5.48 | .67 | -.73 | 1.33 |
Apertura cambio | 5.00 | .80 | -.27 | -.21 |
Conservación | 5.05 | .87 | -.57 | .39 |
Empatía | ||||
Toma de perspectiva | 18.85 | 4.12 | -.11 | -.33 |
Preocupación empática | 18.43 | 4.28 | -.29 | -.06 |
Malestar personal | 11.16 | 4.43 | .08 | -.16 |
Fantasía empática | 15.52 | 5.19 | .16 | -.41 |
Previamente a la utilización de estas técnicas de análisis de datos, dada las características de la muestra, se consideró pertinente si difieren entre sí los grupos de estudiantes participantes (Chile, Colombia, España y Perú) en los constructos objeto del estudio (autoatribución-frecuencia, autoatribución-intencionalidad, valores y empatía). Para ello, se configuraron grupos mediante la intersección de la procedencia del grupo (Chile, Colombia, España y Perú), sexo (hombre y mujer) y edad (≤ 21 años y > 21 años), pues como sugieren Meyers, Gamst y Guarino (2006), la adición de variables independientes a un estudio supone un incremento de la validez ecológica. Para tal propósito se ha utilizado el análisis de varianza (ANOVA) y el análisis multivariante de la varianza (MANOVA), pues como apuntan diversos autores tanto el MANOVA (Cole, Maxwell, Arvey, & Salas, 1993; Hair, Black, Babin, & Anderson, 2010; emspThompson & Green, 2006; Yuan & Bentler, 2006) como el ANOVA (Yuan & Bentler, 2006) son adecuados para el análisis multigrupo.
Para realizar los análisis, la pregunta se ha centrado en la interacción de las tres variables (Tabachnick & Fidell, 2001), no considerándose otras variables independientes por el problema del tamaño de las celdas (Hair et al., 2010; Tabachnick & Fidell, 2001). Asimismo, se consideraron los cuatro constructos por separado, siguiendo la sugerencia de Stevens (2009).
En concreto, en la frecuencia en autoatribución de CSR, a partir del ANOVA realizado no se encontraron diferencias en la interacción (F3=1.403, p=.373). Con el constructo intencionalidad en autoatribución de CSR, después de realizar el ANOVA no se determinaron diferencias en los grupos creados (F3= .157, p=.925). En relación con el constructo valores se llevó a cabo un MANOVA con las cuatro dimensiones y no se obtuvieron diferencias en la interacción (Lambda de Wilks, F, F12, .727= .990, p=.622). Asimismo, se realizó un MANOVA con las cuatro dimensiones de empatía, sin hallar diferencias significativas (Lambda de Wilks, F12, 2214,785= .606, p=.839). Por consiguiente, se puede considerar que los grupos no difieren en los constructos considerados, y siguiendo la estrategia analítica propuesta por Peugh (2010) se pueden utilizar las técnicas propuestas.
ResultadosDescripción de la autoatribución de comportamientos socialmente responsables, los valores básicos y la empatíaLa escala de frecuencia en el cuestionario de autoatribución de comportamientos socialmente responsables (CACSR) en los estudiantes se sitúa en una puntuación media-alta (tabla 2), entre las categorías a veces y casi siempre, con poca variabilidad en las respuestas de los estudiantes.
La escala de intencionalidad del CACSR presenta una puntuación media situada en la categoría de a veces, en un valor medio de la escala. Las respuestas de los estudiantes son homogéneas, como se puede apreciar en la tabla 2.
En cuanto a las cuatro dimensiones de valores básicos de la escala de Schwartz, en conjunto se concede mucha importancia a los cuatro valores del modelo considerado. La puntuación media en todas las dimensiones se sitúa en el valor 5, con una puntuación ligeramente superior en autotrascendencia, lo que señala la mucha importancia que dan los estudiantes a las dimensiones. La variabilidad de la muestra apunta homogeneidad en las cuatro dimensiones.
Referente a la empatía, la subescala de toma de perspectiva (PT) presenta una puntuación más alta, seguida de preocupación empática (EC), fantasía (FS) y malestar personal (PD). Las cuatro subescalas presentan una alta variabilidad, lo que apunta a una cierta heterogeneidad de las respuestas de los estudiantes.
Influencia de los valores y de la empatía en la frecuencia e intencionalidad de autoatribución de comportamientos socialmente responsablesEn este apartado se estudia la influencia sobre el CACSR de las dimensiones de valores y las escalas de empatía, tanto en la escala de frecuencia (E1) como en la escala de intencionalidad (E2). Para ello, se han realizado sendos modelos de regresión lineal múltiple completos o de introducción simultánea (Ato et al., 2013), en el cual se introducen todos los predictores a la vez.
Las variables criterio son las dos escalas de comportamientos responsables, una en cada modelo, y las variables predictoras en ambos modelos son las dimensiones de los valores básicos y las de la escala de empatía.
En referencia a la E1 del CACSR (tabla 3), el modelo de regresión ha resultado significativo (F8,844=8.822, p ≤ .001). Las dimensiones conservación, la subescala toma de perspectiva, la dimensión apertura al cambio y malestar personal son significativas, de mayor a menor influencia en frecuencia de CSR. Respecto a los valores, la dimensión conservación presenta una relación positiva con realizar comportamientos de responsabilidad, mientras que la apertura al cambio influye negativamente. Las correspondientes a las escalas de empatía presentan una relación positiva en la dimensión cognitiva (PT) mientras que negativa en la dimensión emocional (PD). El modelo explica un 6.8% de la varianza (R2 ajustada=0,068), con lo cual el tamaño del efecto se puede considerar mediano (Fritz, Morris, & Richler, 2012).
Modelo de regresión entre frecuencia de autoatribución de comportamientos socialmente responsables las dimensiones de valores básicos y empatía
B | Error típ. | Beta | T | Sig. | |
---|---|---|---|---|---|
Constante | 3.119 | .125 | 24.973 | .000 | |
Autopromoción | -.038 | .022 | -.086 | -1.764 | .078 |
Autotrascendencia | .052 | .029 | .095 | 1.809 | .071 |
Apertura cambio | -.040 | .020 | -.087 | -2.040 | .042 |
Conservación | .079 | .022 | .185 | 3.526 | .000 |
Toma de perspectiva | .009 | .003 | .097 | 2.539 | .011 |
Fantasía empática | -.004 | .003 | -.057 | -1.554 | .120 |
Preocupación empática | .006 | .003 | .067 | 1.681 | .093 |
Malestar personal | -.007 | .003 | -.083 | -2.313 | .021 |
En referencia a la E2 del CACSR (tabla 4), el modelo de regresión ha resultado significativo (F14,844= 8.865, p < .000). La dimensión de valor autotrascendencia, la subescala empática de fantasía (FS), las dimensiones de valor conservación y apertura al cambio significativas, de mayor a menor influencia. De las correspondientes a los valores, dos relaciones son en sentido positivo (autotrascendencia y conservación) y la otra en negativo (apertura al cambio). Referente a la subescala de la empatía (FS), la relación hallada es negativa. El modelo explica un 6.6% de la varianza (R2 ajustada=0.066), con lo cual el tamaño del efecto se puede considerar mediano (Fritz et al., 2012).
Modelo de regresión entre intencionalidad de autoatribución de comportamientos socialmente responsables y las dimensiones de valores básicos y empatía
B | Error típ. | Beta | T | Sig. | |
Constante | 2.607 | .171 | 15.216 | .000 | |
Autopromoción | -.022 | .030 | -.036 | -.737 | .461 |
Autotrascendencia | .116 | .039 | .153 | 2.933 | .003 |
Apertura cambio | -.058 | .027 | -.092 | -2.148 | .032 |
Conservación | .078 | .031 | .134 | 2.547 | .011 |
Toma de perspectiva | .008 | .005 | .063 | 1.643 | .101 |
Fantasía empática | -.014 | .004 | -.147 | -4.029 | .000 |
Preocupación empática | .003 | .005 | .028 | .701 | .484 |
Malestar personal | .001 | .004 | .011 | .294 | .769 |
En este apartado se presenta la relación de las dimensiones de valores y las escalas de empatía con el CACSR. Para ello, se ha construido un modelo de ecuaciones estructurales de múltiples indicadores y múltiples causas, con una variable latente —autoatribución de CSR— formada a partir de las escalas de frecuencia e intencionalidad. Como variables covariadas se han propuesto las cuatro dimensiones de valores y las cuatro subescalas de empatía.El modelo muestra un buen ajuste (tabla 5). De este modo, aunque la x2ajustada robusta es significativa, los demás indicadores considerados (error medio cuadrático de aproximación, índice de ajuste comparativo y SRMR) muestran un ajuste adecuado, lo que constituye un modelo satisfactorio.
Índices de ajuste del modelo: χ2 robusta, error medio cuadrático de aproximación, índice de ajuste comparativo y residuo cuadrático medioestandarizado
2 robusta | RMSEA | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
χ2 | g.l. | p | RMSEA | Int 90% | p | CFI | SRMR |
19.78 | .7 | .006 | .046 | (.023-071) | .56 | .96 | .014 |
CFI: índice de ajuste comparativo; RMSEA: error medio cuadrático de aproximación; SRMR: residuo cuadrático medioestandarizado.
Desde la perspectiva del modelo de medida, como se aprecia en la figura 1, la variable latente está bien representada por las dos escalas consideradas de autoatribución de CSR, además de ser claramente significativos.
Esto indica una estructura de medida satisfactoria.
Finalmente, las variables covariadas (fig. 1) que influyen en la autoatribución de CSR son autotrascendencia, apertura al cambio y conservación en las dimensiones de valores, mientras que en la empatía son las subescalas de toma de perspectiva y fantasía, ambas vinculadas a la dimensión cognitiva del modelo de Davis (2006). La dimensión de conservación es la que presenta una mayor relación, seguida de autotrascendencia, fantasía, apertura al cambio y, en menor medida, la subescala toma de perspectiva muestra menor relación con los CSR. Respecto a las dimensiones de valores, dos relaciones son en sentido positivo (autotrascendencia y conservación) y la otra en negativo (apertura al cambio), mientras que en la empatía la subescala de la empatía fantasía presenta una relación negativa y positiva en toma de perspectiva.
El modelo propuesto explica un 15.7% (R2=.157) de la autoatribución de CSR, lo que evidencia un tamaño del efecto grande (Fritz et al., 2012).
Discusión y conclusiónEl análisis de los resultados descriptivos sitúa a la población objeto de estudio frente a sus principales características. De esta forma, en la autoatribución de CSR (CACSR), las puntuaciones obtenidas en ambas escalas señalan un valor medio-superior en la frecuencia de comportamientos que en la intencionalidad de los mismos. En relación con la frecuencia, la realización de los comportamientos descritos se da a veces y casi siempre; mientras que en la escala de intencionalidad, la media los sitúa entre no tener clara la intención y un beneficio orientado a las demás personas. Cabe resaltar que ambas puntuaciones son similares a las obtenidas en Chile en un estudio interuniversitario realizado por Navarro et al. (2010), en el cual se refleja la preocupación por analizar cuáles serían las variables en las que intervenir para promover una mayor tendencia para tener la intención de ser socialmente responsable.
Respecto a las puntuaciones medias obtenidas en el cuestionario de valores (cuestionario de Schwartz), se observan resultados similares a estudios previos señalando posicionamientos que sirven a intereses individualistas opuestos a los valores que sirven a intereses colectivistas (Grimaldo & Merino, 2009). La dimensión con mayor puntuación media es autotrascendencia, caracterizada por valores como amistad, amor, sentido en la vida; seguida de las dimensiones de conservación relacionada con preservar el orden social, respeto a las tradiciones, ser una persona moderada, aceptación de la vida y humildad. Las puntuaciones medias menores corresponden a apertura al cambio y autopromoción referentes a los dominios de poder, logro personal, relacionados con valores como poder social, reconocimiento, riqueza.
En cuanto al índice de empatía (Interpersonal Reactivity Index), en los análisis descriptivos en las subescalas empáticas, las puntuaciones medias en toma de perspectiva, que se refiere a la capacidad cognitiva para comprender a las demás personas y situaciones, y la subescala preocupación empática, que atiende al sentimiento de simpatía o identificación emocional con otra persona o situación, muestran una alta puntuación en comparación con las subescalas de fantasía, ligada a identificarse cognitivamente con situaciones o personas ficticias, y malestar personal, que es entendida como angustia o malestar por la exposición a emociones de otras personas o situaciones; señalando que en comparación con estudios en estudiantes (Martí-Vilar & Palma, 2010; Mestre et al., 2004) se da un aumento en las subescalas toma de perspectiva y preocupación empática, y un descenso en fantasía y malestar personal consecuente a mayor edad.
Atendiendo al segundo objetivo, se demuestra la influencia de las dimensiones de valor y las subescalas de empatía en las escalas de frecuencia e intencionalidad del CACSR.
En relación con la escala de frecuencia, acerca de qué valores motivan y dificultan realizar de forma continuada CSR, así como al efecto que se produce de la empatía, ofrece resultados coincidentes con estudios previos (Batson, 2010; Eisenberg, 2010; emspSchwartz, 2010). Aquellos estudiantes que puntúan alto en valores de la dimensión conservación y en la subescala empática asociada a la dimensión cognitiva toma de perspectiva, y presentan una menor puntuación en la dimensión de valor apertura al cambio y la subescala empática emocional malestar personal muestran una mayor autoatribución para realizar con frecuencia CSR. Los valores agrupados en la dimensión conservación obedecen a mantener el orden tradicional y según estudios previos, ello está asociado al hecho de evitar la ansiedad debido a la incertidumbre, tal como reflejan puntuaciones bajas en la subescala malestar personal (Carlo, Hausmann, Christiansen, & Randall, 2003; Eisenberg & Eggum, 2008; emspSánchez-Queija, Oliva, & Parra, 2006).Schwartz (2010) y Navarro et al. (2010) coinciden en que ser responsable representa un compromiso socialmente establecido, asociado a la capacidad empática cognitiva de tomar perspectiva de qué comportamientos son más adecuados para la convivencia.
En atención a los resultados observados en la escala de intencionalidad del CACSR, se da una influencia significativamente positiva de la dimensión de valor autotrascendencia y conservación. Ello es coherente en la medida en que la primera dimensión se caracteriza por los dominios de valor que la rigen, es decir, universalismo y benevolencia, que atendiendo a estudios anteriores (Lönnqvist, Leikas, Paunonen, Nissinen, & Verkasalo, 2006; Schwartz, 2010) confirman la influencia positiva de los valores asociados a la dimensión de conservación como importantes para un perfil de estudiante que no desea subvertir un orden social establecido, contrariamente al resultado negativo en la dimensión apertura al cambio en el que se remarca no seguir la normatividad socialmente establecida.
La influencia de puntuaciones bajas en la subescala cognitiva fantasía en una orientación mayor intencionalidad de CSR hacia el beneficio colectivo requiere realizar más estudios que permitan ampliar conocimiento sobre la relación contraria a la capacidad de evadirse de la realidad con ser responsable.
Respondiendo al tercer objetivo planteado, y en coherencia con los resultados señalados previamente, se da una relación significativa de las dimensiones de valor conservación, en primer lugar, seguido de autotrascendencia en forma positiva y negativa en apertura al cambio con una mayor influencia en el CACSR, y en el caso de las subescalas de empatía, toma de perspectiva positiva y fantasía negativamente. Como se puede apreciar, estas dimensiones son predictores significativos tanto en los modelos de regresión como en el modelo de ecuaciones estructurales de múltiples indicadores y múltiples causas, y exceptuando el caso de la subescala de fantasía que es obviada en estudios relacionados (Myyry et al., 2010), vinculante en ponderar la relación positiva en atender a valores de cohesión social y bien común, junto a educación de la habilidad para comprender al otro en los comportamientos prosociales (Lönnqvist, et al., 2006; Mikulincer & Shaver, 2010; Myyry et al., 2010; Silfver et al., 2008).
Este estudio acerca de la RS universitaria desde la psicología recoge el trabajo realizado por Navarro et al. (2010), quienes señalaron el desafío de conocer y comprender mejor los valores que subyacen a la RS y las actitudes que modelarían los CSR, para implementar estrategias que promuevan, desde la formación universitaria, el ejercicio de una ciudadanía responsable desde las interacciones en las acciones.
Al relacionar el estudio de la RS junto con valores y empatía se recoge el testigo de la línea de investigación sobre educación en valores y la educación emocional (Buxarrais & Martínez, 2009), ya que atendiendo a Schwartz (2006), los vínculos entre los valores y la ansiedad ayudan a explicar aspectos que influyen en las personas a la hora de adoptar posiciones tendentes a actuar de un modo socialmente responsable.
La relevancia del trabajo atiende las demandas formuladas por la UNESCO en ES para desarrollar un espacio de CSR. Contribuir desde la psicología aportando conocimiento sobre las variables que incidirían en ser socialmente responsable permite atender desde la ES el impacto de la formación de profesionales cualificados y con una alta atención a su deber con la sociedad, recogiendo el reto del proyecto Universidad Construye País, (2006) al señalar que las declaraciones de principios y valores no garantizan la generación de compromisos; una universidad no puede decir que es socialmente responsable sin definir el concepto, medirlo y gestionarlo.
La investigación actual, desde sus limitaciones en cuanto a ser la RS en universitarios un ámbito poco abordado, y contar con una muestra de conveniencia en la que fundamentalmente participaron grupos de investigación con interés en desarrollar conocimiento, es un reto de la universidad que es cómo ser responsable con la sociedad. Los resultados generan interrogantes tales como la necesidad del desarrollo de investigaciones que permitan profundizar en las relaciones que presentan los valores y la empatía en los CSR, lo cual puede tener repercusiones en analizar las mallas curriculares. En conclusión, supone una primera referencia exploratoria acerca de cómo evaluar el papel de las universidades en la formación de aquellos estudiantes que serán profesionales y se espera que sean responsables con el legado recibido y el futuro por desarrollar.
El trabajo fue realizado como parte del entrenamiento doctoral del primer autor en la Universitat de València, bajo la supervisión del Dr. Manuel Martí-Vilar.