Corallium rubrum primero se consideró como un mineral, después como una planta y luego como un animal. Pertenece a la clase Anthozoa, literalmente "animales flor", como las actinias. De hecho, presenta arborescencias de las ramas con flores, decorada con numerosos y pequeños pólipos, que aparecen a la vista como minúsculas estrellas.
Tiene un exoesqueleto poroso que es extremadamente frágil. No es un solo animal, sino una colonia de animales. Forman colonias, a pesar de que pueden vivir de forma individual, sin embargo, prefieren vivir en colonias junto a otros ejemplares en los arrecifes, donde se protegen unos a otros y además protegen las islas. Tienen todos las misma forma pero pueden variar el tamaño de un individuo a otro. En general, su cuerpo tiene la forma de un cilindro, con una base plana que soporta el esqueleto y que puede alcanzar gran tamaño. En el borde de la parte superior del cilindro se abre la boca y lateralmente sus numerosas ramificaciones, que son los tentáculos, y hacia dentro se extiende la cavidad gastrovascular.
Tienen una gran necesidad de vivir dentro de un rango de temperatura fijo, con muy poca oscilación (17¿18 °C) y tienen que vivir en un microambiente que se mantenga siempre igual: entre los animales marinos que se utilizan en homeopatía es el más sensible a los cambios, tanto en la temperatura como en el medio ambiente.
Para construirse necesita mucho tiempo (años para crecer 1 cm) y se puede dividir en un momento. Crece en las rocas de piedra caliza, aunque en su estructura —además del calcio— está muy presente el silicio, que no sólo le proporciona su dureza, sino también su fragilidad. Contiene, además, sales de hierro, que contribuyen a la coloración roja.
Después de la esponja es una de las primeras formas de vida animal, de las más primitivas.
El coral como remedio en la medicina popular se ha utilizado mucho antes que en la homeopatía. Dioscórides describe el uso de coral para tratar la hemoptisis. También fue utilizado para fijar los dientes, porque con él se puede hacer una pasta que interactúa con nuestros huesos y dientes, ya que tiene una estructura similar a la del hueso. También es utilizado para el tratamiento de la metrorragia con gran cantidad de sangrado. Además se parece a un árbol bronquial irritado y congestivo.
Un aspecto muy importante es no sólo, o principalmente, el uso médico; cabe añadir su uso mágico en nuestra tradición mediterránea, especialmente cerca de Nápoles. El coral es utilizado como un fetiche para el mal de ojo desde los tiempos etruscos. Desde siempre se ha considerado un talismán: se usan los corales como una sustancia propiciatoria. Su poder era atraer la buena suerte o evitar la mala. Se tenía en las casas como protección contra los rayos.
Se utiliza junto con otras muchas otras piedras preciosas, y en las joyas de reyes y reinas fue una señal para evitar la mala suerte. En Nápoles todavía se utiliza en forma de cuerno, para deshacerse de las malas energías.
Temas fundamentales
* Distancia: no se sienten adecuadamente respaldados por su familia, pero son incapaces de adecuar las relaciones. A menudo sienten al otro como enemigo potencial (no tanto por sentirse perseguidos como por que son débiles en el trato con el mundo). Lo refuerza la sensación de peligro y la amenaza, lo que termina en una problemática en los intercambios afectivos.
* Dependencia: necesitan un fuerte apoyo práctico, a menudo usan la enfermedad para conseguirlo.
* Inmadurez: no sólo sienten dependencia completa, sino también la sensación de que tienen enormes necesidades y de que, en realidad, son capaces de hacer muy poco, lo que les lleva a confiar en figuras omnipotentes que les pueden convertir en supersticiosos: aquello que ellos no son capaces de hacer sí puede hacerlo una cosa que es sobrehumana. Muestran la necesidad de un tótem verdadero o de un fármaco.
* Vacuidad: estructura frágil y vacía tipo Spongia, con síntomas físicos de debilidad y vacío por dentro. Esta sensación de fragilidad hace que sea fácil sentirse amenazado. Se sienten tamices vacíos, inconsistentes, insustanciales que los puede traspasar el aire de un extremo a otro y con la perenne sensación de poder ser destruidos. A menudo no usan el apoyo cercano y responden con cólera a los que no le han dado su apoyo, con relaciones de tipo amor¿odio. A ellos les gustaría la autosuficiencia, pero no tuvieron éxito.
* Melancolía: los insultos fáciles. Las experiencias negativas del pasado no se procesan y superan, porque son incapaces. Aunque en este aspecto recuerda a Spongia, en ésta se utiliza el rencor para evitar nuevos estímulos desagradables. Típico de Corallium es el desencadenante verbal en tales situaciones, por lo que también lo utilizan de modo pesado, incluso con la blasfemia y actitudes pendencieras, pero sin practicar la capacidad física para reaccionar. Ladran mucho, pero no muerden: no tienen los medios. La rabia no agita, pero verbaliza.
* Ambiente protegido: necesidad de construir y asegurar siempre un lugar seguro para proteger su frágil estructura.
* Amenaza, persecución: en general, prevalece una sensación de peligro, pero en Corallium los peligros son más diferenciados que en Spongia. El dolor y el daño son modos de sentirse ante esta amenaza y sus peligros. No elaboran el dolor y evitan la concepción de una acción traumática para ser atendidos, incluso por el sentido de la fragilidad que es inherente a ellos. Al médico lo refutan por ser invasivo, por la pequeña comprensión de un ataque por pequeño que sea. Si un remedio lo encuentran eficaz, no se dan por vencidos jamás.
Temas generales
* Retracción espasmódica: es una reacción típicamente primitiva que sistemáticamente agita mucho su aparato respiratorio, asociado a congestión, con alternancia rápida de fases de espasmo y de relajación.
* Agua: ambivalencia entre las cálidas aguas y los amigos en un ambiente protegido, y el miedo de los monstruos que habitan en las aguas profundas del océano.
* Movimiento: deseo de quedarse "en casa", expresión incluso en una forma figurativa de la tendencia "conservadora" que tienen. No les gusta viajar, el cambio, el sufrimiento ni los cambios de temperatura.
* Hemorragia: característica muy específica, se trata de una hemorragia activa, congestiva, a menudo al final de un paroxismo patológico (crisis de tos, crisis de estornudos, crisis hipertensiva, etc.). Congestión "roja".
* Congestión: se trata de una congestión activa y paroxística.
* Dolor opresivo: hacia el exterior se describe como plenitud, la presión del pulso, o cualquier otra cosa que de repente quiere salir. La impresión es que Corallium tenga dentro un saco de energía, de agresividad y se sienta demasiado débil para echarla fuera.
Sintomatología homeopática
* Tropismo respiratorio con tos, espasmos y asma.
* Congestión, a menudo asociada a espasmos. La congestión es activa, arterial, con sofoco, especialmente en la parte superior del cuerpo.
* Hemorragia activa.
* Excelente como Symphytum en las fracturas, tal vez más eficaz. Corallium ha formado estructura trabecular en los huesos. En Estados Unidos, los dentistas suelen utilizar la pasta de coral para reosificar y, en general, se viene usando en las fracturas descompuestas (conminuta). Útil especialmente en las fracturas con sangrado.
* Caries frecuentes. Dolor en la articulación temporomandibular.
* Dermatitis crónica característica, de color intensamente rojo.
Conclusiones
Se debe tener en cuenta la analogía con el coral, duro y frágil a la vez en el tiempo, pero también, a menudo, en la historia clínica de los pacientes Corallium emerge como una experiencia de contenido problemático: han crecido junto a ancianos y enfermos que no han podido proporcionar la imagen de un soporte estable y adecuado, y les ha faltado el afecto de los padres, a menudo "ausentes".
En los sujetos Corallium emerge una falta de amor profundo y una consiguiente dificultad de vivir el día a día de la vida emocional, que es el tema central. Corallium prefiere quedarse como está y permanecer en un estado supercrítico hacia los otros, en lugar de aceptar contextos de encuentro afectuoso.
Nota: en la sección “Casos Clínicos” se ha incluido un caso de Corallium rubrum (pág. 77).
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