Owen D. Principios y práctica de la homeopatía. El proceso terapéutico y curativo. Barcelona: Elsevier; 2009.
La editorial Elsevier se estrena en el ámbito de la bibliografía homeopática con la publicación en lengua castellana del libro Principios y práctica de la homeopatía. El proceso terapéutico y curativo, cuyo autor es el médico homeópata británico David Owen.
Acepté reseñar este libro sin darle muchas vueltas. Pensé que sería un libro más, valga la expresión, de lectura fácil y que su resumen estaría listo en unos días. Me equivoqué. Cuando abrí el paquete me encontré con un libro monumental, formato 25 × 20 cm, más de 400 páginas y además a doble columna. Aunque en un primer momento resoplé, creo que su lectura ha merecido la pena porque me ha ayudado a objetivar y teorizar determinados aspectos de la práctica clínica.
Es un libro con vocación de manual, escrito en un estilo que podemos llamar pendular. Continuamente va y viene, tomando y retomando en espiral diferentes aspectos de la teoría y práctica homeopática. Es, en este sentido, un libro reflexivo, sinuoso, que partiendo de lo simple va adentrándose en territorios cada vez más complejos de la actividad clínica. Por lo que tiene de clarificador, creo que puede resultar más atractivo a homeópatas experimentados que a médicos que inicien su recorrido en esta disciplina. Tanto por el tono como por el contenido puede ser especialmente útil para todos los que desempeñan actividades docentes.
El libro está estructurado en secciones. Son 6 en total: "Fundamentos", "Causalidad y síntomas de presentación", "Totalidad y constitución", "Ampliando nuestra comprensión", "Profundizando en nuestro enfoque" y "Casos confusos y ocultos". A su vez, cada sección se compone de 5 capítulos numerados correlativamente, con lo cual el libro presenta un total de 30. La originalidad estructural radica en que en cada capítulo se abordan los contenidos desde diferentes ópticas o temas, que además se representan por un símbolo o icono, siguiendo un orden que se repite en cada sección, a saber: filosofía, materia médica, caso, análisis de caso y manejo del caso.
La mayoría de capítulos son obra de David Owen, pero al ser un libro con vocación de "totalidad" cuenta, para algunos temas específicos, con la colaboración de otros autores, como Jeremy Sherr (provings), David Lilley (miasmas), Peter Gregory (veterinaria), Misha Norland (signaturas), Tony Pinkus (farmacia), Phil Edmonds (programas informáticos), etc.
El núcleo central del libro y eje en torno al cual pivota su desarrollo es lo que el autor denomina "modelos de salud", entendiendo como tales a las principales formas de entender la salud y la enfermedad. Para David Owen hay 5 modelos básicos, que no son excluyentes y a menudo se solapan, y los denomina modelo patogenético, biológico, holístico, holográfico y relacional.
Cada modelo precisaría estrategias terapéuticas específicas "con sus puntos fuertes y sus puntos débiles, con sus expectativas y sus limitaciones", en palabras del autor. El modelo patogenético requeriría un abordaje basado en la causalidad, y la metodología terapéutica sería etiológica y/o isopática; la terapéutica del modelo biológico se basaría en la presentación de síntomas y la prescripción en lo local y/o clínica y/o keynotes; el modelo holístico precisaría un enfoque basado en la totalidad y/o constitución, y prescribiríamos partiendo del "taburete de las 3 patas" (mente, cuerpo, general) y/o constitución morfológica; al modelo holográfico habría que afrontarlo desde las esencias y/o temas, y las estrategias de prescripción partirían de miasmas o familias o reinos o remedios relacionados; finalmente, el modelo relacional requeriría un abordaje basado en lo reflexivo y se prescribiría desde lo psicodinámico, emocional, "intuitivo". A veces (no sé si es por la traducción o por la forma de escribir del autor), tanto la conceptualización de los modelos como su enfoque resultan un tanto confusos.
Ni que decir tiene que los niveles clínicos de complejidad creciente a los que nos referíamos anteriormente, se relacionan con estos modelos y sus diferentes abordajes. Así, los estados clínicos basados en el modelo patogenético (para los que no haría falta gran experiencia) se resolverían fácilmente eliminando la causa o mediante prescripción etiológica, mientras que el modelo relacional habría que aplicarlo a lo que el autor llama casos ocultos o confusos, los cuales obviamente precisarían de terapeutas experimentados.
Es de agradecer que el autor no pretenda implantar cátedra, mostrándose sumamente comprensivo y respetuoso con las diferentes estrategias terapéuticas que ha deparado el devenir desde los tiempos de Hahnemann. Esto es lo que se desprende de los capítulos escritos por él. Especialmente interesante me ha parecido el capítulo 25, dedicado al encuentro terapéutico y la relación de supervisión. Destilan una honestidad y humildad realmente admirables que sólo pueden aportar beneficios para el practicante. Tanto el acuerdo terapéutico con el paciente de forma explícita, como la relación de supervisión con otros colegas son prácticas que deberían estimularse desde las academias y asociaciones homeopáticas.
En contraposición a esta línea, llama en especial la atención el capítulo dedicado a los miasmas. El trabajo de Lilley, aunque vibrante y directo, resulta un tanto apocalíptico. Describe una especie de historia de la humanidad por épocas, cada una de las cuales estaría marcada por una determinada carga miasmática. Esto resulta original y hasta cierto punto atractivo, pero altamente moralizante, entroncando con las corrientes clásicas que representan Kent, Ghatak y Allen, que vienen a identificar enfermedad y pecado, alimentando el espíritu, en cierto modo, "salvífico" del que la medicina homeopática hace gala desde sus orígenes. Desde la pedagogía se echa a faltar aquí una visión menos apasionada y un enfoque más ponderado, reflexivo y objetivo de la evolución de la teoría miasmática.
En cuanto a la traducción y, para terminar, la primera sensación es que, tal vez, podría estar más afinada. Sin embargo, conforme se avanza en la lectura, aparecen las dudas y uno no sabe si ello se debe a la traducción o a la forma de escribir de David Owen, que a veces resulta un poco enrevesada pues los capítulos escritos por otros autores, como por ejemplo el de Jeremy Sherr o el de David Lilley, por poner un ejemplo, son de lectura fácil, fluida y directa.
Juan Manuel Marín Olmos
Morán Astorga C. Estrés, burnout y mobbing. Recursos y estrategias de afrontamiento. Salamanca: Ediciones Amaru; 2009.
El libro Estrés, burnout y mobbing. Recursos y estrategias de afrontamiento es el fruto de una gran tarea investigadora y trata acerca de uno de los grandes problemas de nuestro tiempo: el estrés.
El libro se encuentra estructurado en 2 partes: la primera se centra en el estudio conceptual del estrés, el burnout y el mobbing, y la segunda parte profundiza en el afrontamiento del estrés y las variantes estudiadas mediante los recursos y las estrategias de afrontamiento.
El capítulo I comienza con la exposición sintética del comportamiento fisiológico del ser humano sometido a estrés, utilizando como punto de partida la primera teoría sobre el estrés de Hans Selye en 1960, que actualmente es aceptada en términos generales por la comunidad científica y en la que se estudian 2 conceptos: el del estresor y el de la respuesta al estrés.
Siguiendo con la fisiología del estrés, nos acerca al estudio de la función de los 3 sistemas adaptativos del cuerpo humano: el sistema nervioso, el sistema endocrino y el sistema inmunitario, así como la respuesta de cada uno de ellos ante el estrés y la función integradora del sistema nervioso.
Se sabe que, además de los factores fisiológicos, están implicados factores psicológicos (cognitivos y conductuales), de los que la primera teoría fue expuesta por primera vez también en la década de los sesenta por Richard Lazarus (1966). Según el planteamiento de esta teoría, el efecto que tiene el estrés en una persona se basa, fundamentalmente, en la sensación de amenaza, de vulnerabilidad y en la capacidad para afrontar el estrés que tiene esa persona, más que en la situación estresante propiamente dicha.
Asimismo, hay un número de causas de estrés capaces de generarlo en un porcentaje elevado de personas, como son los sucesos extraordinarios, los cambios vitales y las contrariedades de la vida cotidiana.
Tras esta exposición sobre el estrés psicológico, se profundiza en el estrés producido por las condiciones laborales.
Se trata de 2 nuevas patologías relacionadas con el entorno laboral, y este libro presenta una clara identificación de ellas. Son el burnout y el mobbing o acoso psicológico en el trabajo. En el burnout se considera que una de sus causas fundamentales es el hecho de que no se cumplan las expectativas laborales que uno mismo se generó y las dimensiones clave de su respuesta al estrés son el cansancio emocional, la despersonalización y la falta de realización personal.
En cuanto al mobbing o acoso psicológico en el mundo laboral, se define como el maltrato deliberado y persistente hacia un individuo con el objetivo de aniquilarlo psicológica y socialmente, y de que abandone la organización.
La primera parte del libro finaliza con la exposición de las consecuencias del estrés, tanto en el aspecto fisiopatológico como en la salud mental.
El capítulo II (segunda parte del libro) trata acerca del afrontamiento del estrés haciendo una clara y amplia diferenciación entre los recursos y las estrategias de afrontamiento. Los modos o estrategias de afrontamiento es lo que las personas hacen como reacción a un estresor específico, en un contexto concreto y responde a la pregunta ¿qué debo hacer? Por tanto, se trata de conductas. Los distintos modos de afrontamiento, que son la confrontación, el escape-evitación, la planificación, el distanciamiento, el autocontrol y la aceptación de la responsabilidad, la búsqueda de apoyo social y la revaluación, se eligen en cada situación, en función del proceso de evaluación de la situación y de la valoración que hagamos de nuestros recursos, pudiendo utilizar uno o varios de ellos.
En cuanto a los recursos, actúan como posibilidades de reacción. Se clasifican en materiales o externos y no materiales o internos. Entre los recursos internos se estudia la personalidad, profundizando en los factores de personalidad y en cada una de sus facetas. Otros recursos internos son el autoconcepto y la autoestima, las creencias (como el lugar de control y la indefensión aprendida) y las emociones.
Este libro aporta como novedoso el reconocimiento y estudio de las 2 citadas patologías relacionadas con el estrés laboral. Además, los conceptos de recursos y estrategias de afrontamiento, y el de afrontamiento propiamente dicho, resultan muy esclarecedores y de gran utilidad práctica, así como la relación entre personalidad y afrontamiento y el concepto de personalidad resiliente.
Es de resaltar la importancia que se da al hecho de objetivar la relación existente entre lo físico y lo psicológico, y de que se hable en una investigación científica de que el hombre es un todo armónico, en un diálogo, un equilibrio entre mente y cuerpo en el estado de salud.
Los médicos tenemos en este libro, en primer lugar, un recordatorio saludable y actualizado acerca de las teorías y el estado de la investigación en un tema tan importante y tan actual en nuestra sociedad y cultura como es el estrés. En segundo lugar, la adquisición de conocimientos sobre estas 2 patologías emergentes. En tercer lugar, porque el conocimiento de ellas nos da más herramientas para centrar la toma del caso y hacer una buena historia clínica. En cuarto lugar, porque hacer un diagnóstico correcto además del diagnóstico miasmático nos pone en condiciones de evaluar lo que es un obstáculo a la curación, para, en su caso, ser capaces de removerlo conforme al parágrafo 3 del Organon, VI edición (Hahneman H. Órganon de la Medicina. 6.ª ed. 1986: "... si, finalmente, conoce los obstáculos para el restablecimiento en cada caso y es hábil para removerlos, de modo que dicho restablecimiento sea permanente, entonces habrá comprendido la manera de curar juiciosa y racionalmente y será un verdadero médico.") y el parágrafo 4 de éste ("... es igualmente conservador de la salud si conoce las cosas que la trastornan y las que originan la enfermedad y sabe apartarlas de las personas sanas"). Y, por último, considero este libro una herramienta semiológica útil en la recogida de los síntomas a la hora de diferenciar el efecto primario y secundario.
La autora de este libro, Dña. Consuelo Morán Astorga, es Doctora en Psicología, Profesora Investigadora de la Universidad de León. Ha escrito varios libros y más de 30 artículos, además de una investigación sobre acoso escolar.
El prólogo merece una lectura detallada y ha sido realizado por el Dr. Cruz Hernández, Director del Servicio de Oncología y Cuidados Paliativos del Hospital Clínico de Salamanca, y miembro de la Real Academia de Medicina y Catedrático de Medicina de la Universidad de Salamanca.
Eva M. Moratinos Castrillo
Médico Homeópata, Academia de Homeopatía de Asturias (FEMH)