Introducción
Se entiende por formación continua (FC) el conjunto de actividades destinadas a mantener o mejorar la competencia profesional una vez obtenida la titulación básica o especialidad correspondiente. Aun cuando su impacto en la salud es difícil de determinar 1, se acepta en general su importancia y necesidad en todas las áreas de la práctica médica.
A juzgar por su presencia en las publicaciones o reuniones en el ámbito homeopático, la evaluación de la calidad de la FC no merece particular atención por parte de sus profesionales. Sin embargo, no es asunto menor. Así lo entiende el European Committee for Homeopathy, que en sus Medical Homeopathic Education Standards destaca la importancia del desarrollo profesional continuo, tanto en aspectos más convencionales como homeopáticos 2. En todo caso, la conveniencia de prestar atención a la calidad de la FC viene apoyada por la siguiente secuencia de argumentos:
— La Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) contempla que los sanitarios realizarán a lo largo de su vida profesional una FC y demostrarán regularmente su competencia 3. La Ley confiere la FC como derecho, como deber y como sistema de reconocimiento profesional.
— En todo lo referente a formación médica vamos hacia la periódica revaluación de conocimientos y la consiguiente actualización del título profesional en función de una FC acreditada (recertificación).
— A partir de la entrada en vigor de la LOPS, sólo podrán ser tomadas en consideración en la carrera de los profesionales sanitarios las actividades de FC que hubieran sido acreditadas.
— Se entiende por acreditación la valoración que un organismo externo realiza, utilizando criterios previamente establecidos, de las actividades dirigidas a mejorar el ejercicio profesional.
— No hay motivo por el que la FC de los profesionales de la homeopatía deba quedar excluida de este proceso de certificación ante la sociedad. La responsabilidad es mayor por cuanto la LOPS reconoce que el ejercicio de las profesiones sanitarias se llevará a cabo con plena autonomía técnica y científica.
— Se considera que los sistemas de acreditación de la formación facilitan la implicación de los profesionales en la mejora continua de su competencia.
En 2006 presenté un estudio de FC en homeopatía en España, correspondiente al trienio 2003-2005, analizando en qué medida la información recibida satisfacía criterios requeridos para la acreditación oficial de actividades formativas 4.
En concreto, sí se especificaban justificación, objetivos educativos, población diana, metodología docente, modelo de actividad, docentes, programa o contenidos y evaluación.
A continuación presento un análisis similar de actividades ofertadas en el trienio 2006-2008. A fin de evitar repeticiones innecesarias, remito al estudio anterior al lector interesado en los criterios de inclusión y exclusión de las actividades formativas analizadas, la dinámica del proceso de acreditación en España, la definición (cuando procede) de los estándares para la acreditación y las limitaciones metodológicas del estudio.
Objetivo
Una aproximación a la calidad de la oferta de actividades de FC en homeopatía en España en el trienio 2006-2008, continuación de la realizada respecto de las correspondientes al trienio anterior. En particular, en qué medida las actividades analizadas cumplen criterios de acreditación.
Método
Estudio descriptivo y retrospectivo de la información recibida en el trienio 2006-2008 respecto de tales actividades, expresando la constancia o ausencia de criterios para la acreditación oficial y sus porcentajes, así como la comparación de los resultados con los correspondientes al trienio 2003-2005.
Resultados
El análisis incluye 20 actividades respecto a las cuales recibí información vía postal o correo electrónico. En la tabla 1, ordenándolas cronológicamente, presento el nombre de las actividades; en la tabla 2, el proveedor, la fecha y el análisis de los criterios de la acreditación para cada una de ellas; en la tabla 3, la comparación con los datos correspondientes a ambos trienios, así como su tendencia.
Sólo para una de las actividades consta alguna forma de justificación (los porcentajes se presentan en la tabla 3, comparativa de trienios). Los objetivos docentes y la metodología docente sólo constan en 3 y 4 actividades, respectivamente. La población diana no se especifica en 6 de las actividades; las que la especifican van dirigidas en su totalidad a médicos y, en su mayoría además, a farmacéuticos y veterinarios. Llama la atención un curso de pediatría en el que se incluye entre sus destinatarios a veterinarios. El nombre, al menos, de los docentes se incluye en 18 de las 20 actividades, con variable alusión a sus méritos académicos y profesionales. El modelo de actividad consta en 19 de las 20 actividades, siendo 9 de ellas seminarios y 10 cursos. Un programa, o al menos alguna forma de presentación de contenidos, consta en 13 actividades, lo que significa que en 7 de 20 actividades analizadas no consta ninguna referencia mínimamente informativa a ninguno de ellos. Finalmente, no consta que se realice evaluación en ninguna de las 20 actividades analizadas.
Discusión
De forma similar al análisis anterior, los resultados relativos al trienio 2006-2008 muestran que la calidad de la información recibida respecto a las actividades formativas analizadas es deficiente. Considerando sólo dicha información, puede decirse que ninguna cumpliría criterios para su acreditación oficial. En particular, aspectos importantes como la justificación, los objetivos educativos y la evaluación de la actividad son mayoritariamente ignorados en las presentaciones de las actividades analizadas por parte de sus proveedores. Ocasionalmente, la información acerca de la actividad se limita a su nombre y fecha. Como novedad respecto al trienio anterior, en una de las actividades se hace referencia a que tiene solicitada la acreditación.
En mi opinión hay que considerar la acreditación oficial como referente y medio para la mejora de la calidad de la FC, no como fin en sí mismo. Pero, más allá de la conveniencia o no de ajustarla a los requerimientos de la acreditación, resulta obvio que la información deficiente acerca de una determinada actividad formativa dificulta a sus destinatarios y potenciales discentes la decisión racional para su participación, más allá del recurso de probar y ver; sin poder valorar de antemano, en consecuencia, hasta qué punto podría resultarles provechosa en su ejercicio profesional. Por una simple cuestión de deferencia para con los potenciales destinatarios de la actividad a quienes se les remite la correspondiente información, sería deseable un esfuerzo por parte de los proveedores para mejorarla en este sentido.
La calidad de la formación médica es difícil de medir y es objeto de discusión en foros especializados 5. Un parámetro de la calidad es la medida en que la formación cumple unos objetivos previamente establecidos. A tal fin, la definición y consenso de competencias profesionales del médico homeópata resultan prioritarios para orientar el proceso de formación, definir objetivos docentes y estructurar el desarrollo profesional en su campo de actuación. A las agrupaciones profesionales les corresponde un papel fundamental en este proceso de orientación del proceso de formación, como garantes de la competencia y profesionalidad de sus miembros ante la sociedad. No olvidemos que en todas las áreas de la profesión médica el reconocimiento de la competencia profesional va ligado a la formación continua. Hasta donde yo sé, sigue sin haber una actuación formativa organizada en este sentido en ninguna de las diversas agrupaciones profesionales de médicos homeópatas de España.
Conviene insistir en que la elaboración y desarrollo de una estrategia de FC dentro de la homeopatía médica española supondría otro elemento de cohesión interna, por la interacción que propiciaría entre profesionales y asociaciones, y al mismo tiempo de vinculación externa, por la interacción con profesionales e instituciones de otras áreas de la sanidad con las que se relaciona el quehacer diario del práctico homeópata. Del mismo modo, todo el trabajo realizado en las distintas fases de dicha estrategia debería recibir una divulgación, en primer lugar interna, para someterlo a la crítica y sugerencias del mayor número posible de profesionales, de cara a su progresivo perfeccionamiento, y en segundo lugar externa, ofreciendo asesoramiento y documentación pertinentes a cuantos proveedores de formación proceda, que contarían así con una guía valiosa para sus propuestas formativas. La FC centrada en el profesional.
Ante la ausencia de estudios de la oferta de actividades de FC en el ámbito de la homeopatía médica española, el presente análisis no pretende ser sino una simple aproximación. No obstante, creo que puede servirnos para suscitar reflexiones y, quizá, estimular un debate respecto a este asunto, que considero de máxima importancia.
En conclusión, cabe plantear la conveniencia de un análisis en profundidad de la FC de los médicos homeópatas españoles, preferiblemente impulsado por sus organizaciones profesionales. Este análisis iría orientado prioritariamente a la identificación de intereses, motivaciones y necesidades formativas entre los médicos homeópatas, pieza clave para la justificación de cualquier actividad formativa. Además, sería conveniente conocer los recursos educativos disponibles, la pertinencia de las actividades ofertadas, sus objetivos educativos, su metodología y la evaluación de las actividades, tanto por parte de los docentes como de los discentes. Con una actividad formativa adaptada a los profesionales y una optimización de los recursos docentes, es razonable esperar una mejora de la calidad de la FC y, en consecuencia, de la propia práctica médica homeopática.
Correo electrónico:mrod@mixmail.com
Recibido el 11 de marzo de 2009;
aceptado el 10 de septiembre de 2009