Sr. Director:
La ponencia "Adiós a la energía vital" no tiene en cuenta ni explica los parágrafos ORG 2-6, 6 §§ 288, 289 (el mesmerismo, magnetismo animal) 1, ni la física de Franz Anton Mesmer 2. Tampoco tiene en cuenta:
— La física de la energía libre 3, ni la física de los vórtices 4, ni la realidad del éter, ni el principio de la transformación generativa del éter 5.
— El Premio Nobel de Física de 2001 concedido a los físicos norteamericanos Cornell, Ketterle y Wiemann por el descubrimiento del llamado "condensado Bose-Einstein" 6como pre-estructura de la materia que ratifica la existencia del "quinto estado de agregación de la materia", que corresponde al éter que ya Aristóteles añadía a los 4 elementos tierra, agua, aire y fuego —el éter como quintaesencia que siempre gira y todo lo penetra—.
— Que en el año 2003 los astrofísicos de la NASA concluyeron que la materia tal como nosotros la entendemos (en su estado de sólido, de líquido, de gas y de plasma) sólo constituye el 4 % de la composición del universo; ¡el 96 % restante es energía no materializada! 7.
El contenido de la ponencia es, en mi opinión, una redundancia del discurso reduccionista, "posmoderno" imperante que "entroniza e idolatra" el fenómeno vida, lo biológico y la naturaleza, en detrimento de su fundamento, el espíritu; "se carga" así la unidad indisoluble de la vida y del espíritu8, la cual precisamente es la base fundamental, epistemológica y antropológica de la homeopatía fundada por Hahnemann, el cual ya expresó simple y sintéticamente dicha unidad como: "Die geistartige, den Körper des Menschen belebende Kraft (das Lebensprincip, die Lebenskraft)"9, (la fuerza de naturaleza espiritual que vivifica el cuerpo del hombre [el principio vital, la fuerza vital])".
Recordemos que primero es el amor (el espíritu), y no la vida! ("no hay un amor mayor que el de aquel que da su vida por sus amigos" Jn 15,13; Dios es espíritu y es amor8), y sólo el amor genera la analogía 10. El amor, "la función amorosa cósmica y las corrientes de energía orgónica" 11, es decir, el éter y su radiación de fondo microóndica cósmica 12 es el que, a través del principio de transformación generativa —el vórtice de éter—, genera el fotón, la luz, y a partir de la luz (fotones) genera los elementos básicos constituyentes de la materia 13, y a partir de aquí, la energía ahora ya materializada se va organizando progresivamente: primero en energía materializada y vivificada (materia viva, "vida vegetal"); después en energía materializada vivificada y animada ("vida animal"), y finalmente, en energía materializada, vivificada, animada y espiritualizada ("ser humano", dotado de un espíritu 14, el cual es el receptor de la analogía del ser y de la gracia sobrenatural que lo distingue), constituyéndose así el vórtice de energía etérea más complejo existente, el vórtice humano-específico 15
*Objeciones formuladas en el turno de palabras que siguió a la ponencia.
Joaquim Nabona, MD
info@nabonahomeopatia.cat; www.nabonahomeopatia.cat