Las características del federalismo argentino resultan de suma importancia para entender la realidad político-institucional de este país. En esta lógica, una pieza de gran relevancia son los gobernadores. En tanto análisis de carreras políticas, muchas investigaciones se han hecho sobre carreras legislativas, subnacionales o de nivel nacional. Los gobernadores han sido generalmente estudiados en tanto actores condicionantes de las carreras de los legisladores. Sin embargo, no abundan las investigaciones sobre las carreras políticas de los ejecutivos provinciales. El presente trabajo profundiza el estudio de los gobernadores y su carrera política, buscando entender el origen de estos líderes. Para ello, se analizaron a los gobernadores electos entre 1983 y 2011 en las 23 provincias argentinas y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Las conclusiones extraídas de esta investigación son el comienzo de un primer abordaje para el estudio de la carrera política de los gobernadores en la Argentina desde el retorno de la democracia en 1983 y constituye un puntapié para futuros estudios de análisis comparado con otros países federales de la región, como Brasil y México.
The specific traits of Argentina's federal system are crucial to understand the institutional reality of this country and how politics work. Under this logic we find a component of great relevance: governors. As regards the analysis of political careers, most researches have focused on legislative functions, be it at a national or subnational level. Governors have been mostly studied as determinant factors of legislator's career development. However, there is not much research on the political career of provincial executive authorities. This work deepens the research on governors and their political career, with the purpose of understanding their origins and development. It is based on the study of elected governors between 1983 and 2011 in the 23 Argentinian provinces and the capital city (Ciudad Autónoma de Buenos Aires). The conclusions drawn from the present study intend to deliver a first approach to the analysis of Argentinian governors’ political careers since the return to democracy in 1983, and establish a basis for future compared studies between federal countries in the region, as Brazil and Mexico.
En la ciencia política moderna son habituales los estudios que analizan los distintos sistemas de gobierno, disgregando sus elementos y componentes para comprender su funcionamiento. Los partidos políticos, las reglas electorales y la organización territorial son engranajes básicos de todo sistema político. Específicamente, en países con sistemas federales como el argentino, la política a nivel subnacional adquiere un rol central en la construcción del poder, contribuyendo a entender cómo se configura la política a nivel nacional (Calvo y Abal Medina, 2001; Calvo y Escolar, 2005). Es en este contexto que toma gran relevancia profundizar en el estudio de los gobernadores, titulares de los ejecutivos subnacionales.
Se ha desarrollado en los últimos tiempos una profusa literatura académica que aborda la temática desde distintos ángulos y todos ellos apuntan a señalar las razones por las cuales se trata de actores de gran peso político. Concretamente, en América Latina encontramos enfoques que se han centrado en las funciones político-institucionales de los gobernadores (Alvarado, 1996; Jones, 2001), su influencia en los legislativos subnacionales (Calvo, Szwarcberg, Micozzi y Labanca, 2001; Klarner y Karch, 2008), así como nacionales (Coronel y Zamichiei, 2009a, 2009b, 2011, 2012a, 2012b, 2013; Rosas y Langston, 2011; Samuels y Abrucio, 2000); o en los poderes políticos-partidarios que adquieren por detentar dicha posición política (Cheibub, Figueiredo y Limongi, 2009; Tula, 2001; De Luca, Jones y Tula, 2008).
Por otra parte, se ha dado cuenta que los gobernadores tienen, en sus distritos, la potestad de intervenir en los procesos de selección de candidatos de su partido (De Luca, Jones y Tula, 2009) y poseen la facultad de intervenir en las carreras políticas de sus legisladores (Jones, Saiegh, Spiller y Tommasi, 2000; Rosas y Langston, 2011). Por todo ello, lograr ser gobernador se vuelve una ambición para muchos políticos para así avanzar en sus carreras (Cheibub, Figueiredo y Limongi, 2009) y, quienes acceden al cargo, buscan generalmente permanecer en dicho puesto para no descender en su carrera política (Almaraz, 2010; Cardarello, 2012).
En cuanto a las carreras políticas, eje de nuestra investigación, es frecuente el estudio de actores tanto del nivel nacional como del subnacional, aunque generalmente haciendo foco en los cargos legislativos y en el rol del gobernador como un factor determinante en la carrera del legislador. Esta tendencia académica es especialmente observable para los casos argentinos (Jones, Saiegh, Spiller y Tommasi, 2000; Jones, 2008; Lodola, 2009) y mexicano (Rosas y Langston, 2011).
Adicionalmente, algunos autores resaltan que, en sistemas federales, los políticos construyen sus carreras a nivel subnacional (Samuels y Abrucio, 2000; Jones 2008; De Luca, Jones y Tula, 2009), estando éstas orientadas a los partidos (Jones, Saiegh, Spiller y Tommasi, 2000; Jones, 2001, 2008), específicamente en los liderazgos partidarios provinciales (Lodola, 2009). Por ejemplo, las carreras políticas de los gobernadores en México se veían influidas por el partido político al que pertenecía el gobernador, generando diferentes perfiles dependiendo si procedían del Partido Revolucionario Institucional (pri), del Partido Acción Nacional (pan) o del Partido de la Revolución Democrática (prd) (Hernández Rodríguez, 2003).
Sin embargo, específicamente en cuanto a los gobernadores de Argentina, son escasas las investigaciones que focalizan en cómo se configuran sus carreras políticas (Campomar y Delneri, 2012; Campomar, 2013), aunque se ha destacado que es poco frecuente que accedan al cargo sin ningún tipo de experiencia previa (Lodola, 2009).
En este sentido, cabe preguntarse: ¿quiénes son los gobernadores? ¿Cuál es su origen político? ¿Cómo llegaron a ocupar ese cargo? ¿Existe algún tipo de lógica para llegar a ocupar el mismo? ¿Son políticos profesionales? O por el contrario, ¿carecen de antecedentes? Y respecto a su procedencia política ¿existen diferencias entre los que proceden de partidos tradicionales de los de otras fuerzas políticas? ¿Y entre los de partidos nacionales de los de partidos provinciales? Todo lo anteriormente planteado refuerza el interés por estudiar a los gobernadores y sus carreras políticas, con el propósito de entender de dónde provienen estos actores.
De esta manera, el presente trabajo tiene por objetivo estudiar a los gobernadores y sus carreras políticas para tener evidencia sobre el modo en que acceden a su cargo, buscando contribuir empíricamente a los enfoques sobre carreras políticas en Argentina. Asimismo, se observará si existe o no algún tipo de lógica o patrón ascendente para la ocupación de dicho cargo, indagando si se trata de políticos profesionales o, por el contrario, si no presentan cargos previos, analizando si existen diferencias según la procedencia política en la experiencia previa a ser gobernador.
Para el logro de objetivos, se analizarán a los gobernadores electos entre 1983 y 2011 en 24 distritos electorales de Argentina (las 23 provincias más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) y sus trayectorias políticas, de la siguiente manera: en primer lugar se presentará una profusa revisión teórica de los distintos enfoques vigentes adoptados para el abordaje de las carreras políticas para luego avanzar sobre las estrategias metodológicas adoptadas por ellos. Se hará especial hincapié en cómo se estudian las carreras políticas en América Latina. Se tomará en consideración particularmente a países con sistemas federales como Brasil y México. En segundo término, se hará una breve descripción de las principales características del sistema político argentino para entender la dinámica subnacional. Por último, se analizarán las carreras políticas de todos los gobernadores entre 1983 y 2011 en las 23 provincias argentinas más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para finalizar con conclusiones y aportes empíricos que contribuyan a entender mejor los patrones de las carreras políticas de estos actores en la Argentina democrática.
Estado del arteEn lo que al estudio de las carreras políticas se refiere, la ciencia política ha dedicado gran atención sobre cómo se configuran las trayectorias de los actores y cuáles son los factores que intervienen en el proceso de conformación de las mismas. No obstante, no se evidencia un criterio uniforme a la hora de abordarlas.
Para algunos autores, la ambición que tienen los políticos ejerce un rol destacado en cómo se configuran sus carreras (Schlesinger, 1966). Desde esta perspectiva, las ambiciones pueden adquirir diferentes direcciones de acuerdo al interés que éstos tengan. Algunos políticos pueden tener una “ambición discreta”, es decir, ocupar un cargo por un período específico y luego retirarse de la actividad pública. Por su parte, otros pueden buscar permanecer un largo tiempo en un determinado puesto desarrollando una “ambición estática”. A diferencia de los casos anteriores, otros políticos pueden aspirar a pasar del cargo que ejercen a otro más importante, dando origen a una “ambición progresiva”. Incluso, algunos políticos pueden desarrollar una “ambición regresiva”, entendida ésta como la búsqueda de un cargo de menor jerarquía ante la amenaza de la pérdida al competir por un cargo de mayor jerarquía (Botero, 2011).
En general, la literatura especializada parte de la premisa de que los políticos son actores ambiciosos y que buscan progresar en sus carreras (Schlesinger, 1966), y por ello buscan cargos atractivos en el nivel subnacional, en especial los cargos ejecutivos municipales para dar origen a sus carreras políticas (Micozzi, 2009). Sin embargo, no sólo la ambición es el único factor interviniente. Además, es necesario considerar las características personales (Leoni, Pereira y Rennó, 2004; Langston y Aparicio, 2008; Cordero Vega y Funk, 2011), las reglas electorales (Jones, Saiegh, Spiller y Tommasi, 2000; Lodola, 2009), la estructura del Estado (unitario o federal) (Borchert y Stolz, 2011; Martínez Rosón, 2011), las oportunidades institucionales según cada sistema político (Borchert y Stolz, 2011), las reglas de los partidos políticos como factores que condicionan las trayectorias y el tipo de ambición que se forjen los políticos (Lodola, 2009).
Todos estos factores convergen en los diferentes tipos de movimientos que desarrollan los políticos durante su paso por las diferentes instituciones estatales (Borchert y Stolz, 2002). Por ejemplo, Borchert y Stolz (2002) mostraron que en las carreras de los legisladores alemanes pueden coexistir tres tipos de movimientos según las posiciones que detentaron a lo largo de su trayectoria política. Por un lado, un movimiento de tipo “ascendente”, que ocurre cuando se ejerció previamente un cargo inferior o en un nivel subnacional; un movimiento “descendente” cuando provienen de un cargo superior o de ejercer un cargo en un nivel territorial superior y, por último, “amateurs” cuando no tienen experiencia política previa.
La movilidad de las carreras políticas también puede clasificarse según la orientación que ésta persiga. Por una parte, los movimientos pueden ser “centrípetos” cuando se orientan al nivel nacional, mientras que son “centrífugos” cuando buscan ocupar posiciones regionales (Stolz, 2003).
La movilidad de las carreras políticas también puede catalogarse en función de los niveles de gobierno en los que se ejercieron cargos previamente como en la interacción de los distintos niveles, generando diferentes tipos de trayectorias políticas. En este sentido, Botella, Rodríguez Teruel, Barberá y Barrio (2011) señalaron que los patrones de las carreras de los jefes de gobierno regionales españoles, franceses e ingleses –en el marco de la descentralización de estos Estados– podían ser, de nivel local, regional o nacional y a su vez de tipo mononivel, binivel o multinivel. Adicionalmente, Rodríguez Teruel (2010) señala que en los últimos tiempos, los ministros parlamentarios españoles presentan experiencia previa en cargos subnacionales con carreras mixtas antes que en cargos parlamentarios, desplazando al parlamento como un peldaño seguro al ministerio.
Adicionalmente, diversos trabajos estudiaron cómo son las trayectorias políticas en países que pertenecen a la Unión Europea, agregando también el nivel supranacional. Susan Scarrow (1997) analiza las carreras políticas de los parlamentarios europeos de los países más importantes (Gran Bretaña, Francia, Italia y Alemania), indagando si el paso por dicha institución es su principal meta o un trampolín para cargos nacionales. Scarrow concluye que en los últimos tiempos se evidencia la tendencia de permanecer en los cargos parlamentarios europeos, dando origen a un nuevo career path de european careers.
Profundizando en el estudio de las carreras políticas en sistemas federales, tradicionalmente la literatura consideraba que los políticos utilizaban los cargos subnacionales como un puente para acceder a cargos nacionales (Stolz, 2003), desarrollando una ambición de tipo progresiva (Fowler, 1996) según los postulados de Schlesinger. Sin embargo, en los últimos tiempos se consideró que el futuro de los políticos se define en el nivel subnacional (Lodola, 2009, De Luca, Jones y Tula, 2009).
En este esquema, cobran relevancia las reglas electorales (Jones, Saiegh, Spiller y Tommasi, 2000; Lodola, 2009) y las reglas de los procedimientos de selección de los candidatos dentro de los partidos políticos (Lodola, 2009; De Luca, 2008) puesto que generan incentivos que dan origen a diferentes tipos de ambiciones. Es por ello que los políticos buscan forjarse carreras no progresivas (accediendo a mejores cargos pero en niveles de gobierno menores). De este fenómeno dan cuenta diversos autores que señalan que las carreras políticas, en especial de cargos legislativos nacionales, están orientadas a las instituciones subnacionales, tanto en Brasil (Samuels, 2003) como en Argentina (Jones, Saiegh, Spiller y Tommasi, 2000), ocurriendo este fenómeno también para los legislativos subnacionales de estos países (Lodola, 2009). Concretamente, Lodola (2009) señala que las carreras políticas en sistemas federales multinivel pueden ser de tipo horizontal cuando se ejercen posiciones en un mismo nivel de gobierno o de tipo vertical cuando se alternan cargos en distintos niveles de gobierno. Además, estos dos perfiles pueden combinarse con la ambición estática o progresiva postulada por Schlesinger generando diferentes trayectorias políticas. Cruzando estas variables se producen cuatro ideales de carreras políticas: horizontal progresiva (hp), horizontal-estática (he), vertical-progresiva (vp), y vertical-estática (ve) (Lodola, 2009: 260–261).
Tal como se mencionó, la influencia de las reglas electorales condiciona la conformación de diferentes carreras políticas, aunque pueden ser afectadas según los procedimientos específicos para la selección de los candidatos (Lodola, 2009). Por ejemplo, David Samuels (2000; 2003; 2008; 2011) señala que los legisladores nacionales brasileños buscan obtener cargos por fuera de la legislatura, sean éstos en los gobiernos estaduales o municipales, desarrollando carreras extra-legislativas o “regresivas”, ocurriendo este fenómeno también en México (Langston y Aparicio, 2008; Rosas y Langston, 2011).
Por su parte, Jones, Saiegh, Spiller y Tommasi, (2000) destacan que en el caso de los legisladores nacionales argentinos, las reglas electorales transfieren la decisión de la reelección a los gobernadores o a los líderes partidarios provinciales, generando que, en muchos casos, no puedan ser reelectos. Este fenómeno da origen a que los cargos legislativos sean utilizados como peldaño para ir en busca de otras posiciones (Jones, 2001), siempre que medie una buena relación con los líderes partidarios regionales (Jones, Saiegh, Spiller y Tommasi, 2000). Los diputados pueden considerarse como “legisladores amateurs” pero son políticos “profesionales” con trayectoria previa (Ibíd., 2000), ya sea de funciones estatales o de una carrera dentro de su partido político a nivel provincial (Jones, 2001). Esta orientación de las carreras políticas a nivel subnacional puede entenderse como consecuencia de la descentralización del sistema de partidos argentinos (De Luca, Jones y Tula, 2009).
La filiación política no sólo es un factor determinante en las carreras políticas de los legisladores nacionales. También en Argentina las carreras políticas de los presidentes, como los gobernadores, están fuertemente determinadas por el partido político al que pertenecen (De Luca, 2008), algo que ocurre también con los gobernadores mexicanos (Rodríguez Hernández, 2003).
En cuanto a las carreras políticas de los gobernadores argentinos, se ha destacado que es poco frecuente que éstos accedan al cargo sin tener experiencia política previa (Lodola, 2009). Sin embargo, no existe homogeneidad alguna en las carreras previas de los gobernadores entre 2001 y 2011 (Campomar y Delneri, 2012; Campomar 2013). En este sentido, Campomar y Delneri (2012) y Campomar (2013) señalan que sólo 30% de los gobernadores comenzaron su carrera política en el nivel municipal mientras que 70% de ellos no posee una carrera escalonada o progresiva.
Por último, Lascurain (2011) elaboró una clasificación de las carreras políticas en función de las características propias de los gobernadores peronistas de la provincia de Santa Fe entre 1983 y 2007. A partir de un estudio pormenorizado de las experiencias gubernamentales clasifica sus perfiles entre outsiders y tradicionales. Los primeros llegan al cargo público con poca o nula experiencia partidaria, pero sí poseen capitales y hábitos provenientes de campos no políticos. Las carreras de tipo tradicional tienen más larga duración y se tejen en vinculación con el partido, hasta llegar al cargo de mayor jerarquía que ocupan –en este caso, gobernadores–. Conjuntamente, en las carreras profesionales media una gran cantidad de años entre que se obtuvo el primer cargo político y el de gobernador y el actor tiene, además de una amplia gestión y participación en lo público, estrecho vínculo con distintos tipos de actores locales y nacionales, y actores corporativos como sindicatos. Provee además la realización de una segunda clasificación dentro de las carreras políticas profesionales: de tipo “ejecutivo” o “gubernamental”, dependiendo de si sólo se ocuparon cargos en el Poder Ejecutivo o alternó cargos en el Poder Ejecutivo y Legislativo.
Tal como se evidenció, en la ciencia política coexisten diferentes abordajes sobre cómo se configuran las trayectorias de los políticos, aunque es necesario considerar las características propias de cada país para entender cómo se definen los diferentes patrones de carreras políticas. Es por ello que en el siguiente apartado describiremos las particularidades fundamentales del sistema político argentino que lo caracterizan como un sistema federal fuerte, donde la base del poder reside en las unidades subnacionales.
El sistema político argentino en la dinámica subnacionalEn cuanto a sus características institucionales, Argentina es una República presidencial con una organización federal que se divide política y territorialmente en 24 gobiernos subnacionales (23 provincias más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires). La Constitución Nacional estipula que cada provincia se rige por su propia Constitución en las cuestiones no delegadas a la Nación o aquellas que se hayan reservado por pactos especiales previos, debiendo establecer sus gobiernos bajo el sistema representativo republicano. Esto genera una estructura institucional federal altamente descentralizada.
En cada una de las unidades subnacionales se elige de forma directa al titular del Poder Ejecutivo y a sus legisladores provinciales. No obstante, cada provincia tiene la facultad de establecer sus propias reglas electorales, la posibilidad o no de la reelección del gobernador como el tipo de legislatura (unicameral o bicameral), generando así un mapa complejo, cambiante y diverso.
Concretamente, en cuanto a la elección de los ejecutivos subnacionales, las reglas electorales han variado considerablemente a lo largo del tiempo y entre las provincias. Desde el retorno de la democracia, la mayoría han sido elegidos utilizando la fórmula de mayoría simple por períodos de cuatro años. Inicialmente, ninguna Constitución provincial permitía la reelección inmediata del gobernador y vice gobernador, así como la sucesión recíproca entre ellos. Pero siguiendo el impulso de la ola reeleccionista, la mayoría de las provincias fueron incorporando cláusulas que habilitan ambas posibilidades.
Independientemente de las particularidades de estas instituciones en cada una de las provincias, éstas cuentan con una elevada autonomía y los gobernadores son los actores más relevantes en la política subnacional. Los gobiernos provinciales son entidades políticas fundamentales que controlan amplios presupuestos y ejercen influencia sobre áreas vitales de la política pública, como educación, salud y seguridad pública. Los gobernadores tradicionalmente controlaron poderosas redes clientelares y demostraron una gran capacidad para trasladar sus intereses territoriales a la arena política nacional (Jones y Hwang, 2005).
Los titulares de los ejecutivos provinciales son actores que pueden afectar el curso de la política a nivel nacional, por jugar un rol clave, no sólo por el presupuesto y el manejo de políticas públicas que disponen, sino sobre todo porque condicionan las elecciones, incluso cuando éstas son para cargos nacionales (Benton, 2003). Las elecciones organizadas por las provincias exigen que los políticos que aspiran a puestos subnacionales o nacionales elaboren sí o sí, bases provinciales de apoyo y que las máquinas locales del partido supervisen las campañas, el acto eleccionario y el escrutinio. Las elecciones locales, la autoridad sobre las políticas y los recursos fiscales se combinan, entonces, para darle a los políticos provinciales un peso importante en la determinación de los resultados electorales.
Apartado metodológicoPara la presente investigación se identificaron, en primer lugar, los gobernadores que obtuvieron su cargo en comicios democráticos desde 1983 hasta 2011 inclusive, en las 23 provincias argentinas más la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En las situaciones de mandato incompleto por muerte, renuncia o destitución se consideró como caso quien había sido originariamente electo y no su reemplazante. A cada gobernador se le identificó con el partido político por el que compitió. Como “cargo” –previa asunción al Ejecutivo provincial– se consideró tanto aquellos puestos electivos (legislativo o ejecutivo) como no electivos de la Administración Pública o del Poder Judicial, de los tres niveles de gobierno (Municipal-Provincial-Nacional).
Al momento del conteo de los cargos previos a ser gobernador existieron situaciones en las que antes de 1983 el actor ya había sido gobernador. En estos casos el cargo de gobernador se contabilizó y luego se siguió analizando su carrera hasta que asume en las fechas estudiadas. Cuando se presentaron reelecciones dentro del período de estudio (por ejemplo gobernador en 1995 que es reelecto en 2003), la carrera se contabilizó como cargos previos a 1995 y no se duplicó el caso.
En relación al partido político, se identificó para cada gobernador al partido bajo el cual compitió en las elecciones por las que accede al cargo. En este sentido, los gobernadores pueden proceder del Partido Justicialista (pj); de la Unión Cívica Radical (ucr) o de otros partidos (resto de las fuerzas). Cuando se trató de alianzas electorales transitorias entre pj y partidos provinciales, o la ucr y partidos provinciales, se les consideró como pj o ucr, según corresponda. Adicionalmente, se identificó si el partido por el que fue electo el gobernador es de alcance nacional o provincial.
Los datos de los partidos políticos se obtuvieron de los informes de la situación político institucional de las provincias disponibles en el Ministerio del Interior de la Nación y del compendio de partidos reconocidos elaborado por la Cámara Nacional Electoral. Las trayectorias de los gobernadores se obtuvieron de la información disponible en sus páginas web personales, los sitios oficiales de la gobernación de las provincias y los curriculums vitae que figuran en páginas institucionales como la de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.
Esta información fue sistematizada por provincia, arribando a tablas y gráficos que nos permitieron visualizar la conformación de la carrera política de cada sujeto estudiado.
Las carreras de los gobernadores argentinosLos resultados que se muestran a continuación surgen del análisis de las trayectorias de 119 gobernadores argentinos electos entre 1983 y 2011. En primer término, es interesante destacar que más del 80% de los gobernadores proceden de los partidos tradicionales argentinos (pj o ucr). Adicionalmente, 6 de cada 10 de ellos acceden al cargo bajo el sello del pj.
Partido político* de los gobernadores argentinos, 1983–2011 (%)
Partido político | % |
Partido Justicialista | 59.7 |
Unión Cívica Radical** | 23.5 |
Otros partidos | 16.8 |
Total | 100 |
Si bien la competencia por el cargo de gobernador es de nivel subnacional y la orientación de las carreras políticas en Argentina son de ese nivel, la mayoría de los gobernadores fueron electos por partidos nacionales (85.7%). Esto refuerza lo destacado por Jones, Saiegh, Spiller y Tommasi (2000), quienes sostienen que es necesario tener buena relación con los líderes partidarios regionales para postularse, siendo un elemento clave para entender este fenómeno la descentralización del sistema de partidos argentino (De Luca, Jones y Tula, 2009).
Tipo de partido político* de los gobernadores argentinos, 1983–2011 (%)
Tipo de partido | % |
Nacional | 85.7 |
Subnacional | 14.3 |
Total | 100 |
Respecto al nivel de gobierno en el que los gobernadores comenzaron su carrera política, sólo 22.7% comenzaron su carrera en el nivel municipal. De acuerdo a los postulados de Micozzi (2009) referidos a la pretensión de ocupar cargos en el nivel local para luego progresar en sus carreras, esto no parece cumplirse en los gobernadores argentinos de la democracia.
En cuanto al pj, la mayoría de los gobernadores no comenzaron su carrera en el nivel municipal. Por su parte, aquellos que son de la ucr han dado origen a su carrera en cargos municipales en 46.4%. En el caso de las otras fuerzas políticas, la mayoría de ellos dio origen a su trayectoria en cargos no municipales.
De acuerdo a la trayectoria según el nivel de gobierno, se adaptó la clasificación elaborada por Botella, Rodríguez Teruel, Barberá y Barrio (2011) al sistema federal argentino. Se diferenciaron las carreras previas de los gobernadores argentinos en función de si eran amateurs, ejercieron cargos sólo en el nivel municipal, sólo en el nivel provincial, sólo en el nivel nacional o mixtas, si ejercieron cargos en al menos dos niveles de gobierno.
Aplicados estos criterios a los gobernadores argentinos, sólo 14.3% de ellos no tienen experiencia previa en cargos estatales. Por otra parte, más de la mitad de ellos tienen una carrera previa mixta, ejerciendo cargos en diferentes niveles de gobierno, seguido de la experiencia provincial (21%) y en menor medida nacional (7.6%) y municipal (3.4%).
Entre los gobernadores del pj predomina una carrera mixta seguida de una carrera de tipo provincial. En el caso de los gobernadores de la ucr la mayoría tiene una carrera mixta. Por último, entre aquellos que son de otros partidos predomina una carrera mixta.
Arena política de las carreras de los gobernadores argentinos, 1983–2011 (%)
Total | Partido Justicialista | Unión Cívica Radical | Otros partidos | |
---|---|---|---|---|
Amateur | 14.30% | 16.90% | 7.10% | 15.00% |
Municipal | 3.40% | 2.80% | 7.10% | – |
Provincial | 21.00% | 25.40% | 7.10% | 25.00% |
Nacional | 7.60% | 8.50% | 3.60% | 10.00% |
Mixta | 53.80% | 46.50% | 75.00% | 50.00% |
Total | 100% | 100% | 100% | 100% |
Además, siguiendo el enfoque adoptado por estos autores, se clasificaron las trayectorias previas como carreras mononivel (un sólo nivel de gobierno), binivel (dos niveles de gobierno) o multinivel (en los tres niveles). En este sentido, las trayectorias políticas previas de los gobernadores dan cuenta que al menos 40% de ellos ejerció cargos en dos niveles de gobierno.
Nivel de carrera política de los gobernadores argentino, 1983–2011 (%)
Total | Partido Justicialista | Unión Cívica Radical | Otros partidos | |
---|---|---|---|---|
Amateur | 14.30% | 16.90% | 7.10% | 15.00% |
Mononivel | 31.90% | 36.60% | 17.90% | 35.00% |
Binivel | 42.90% | 35.20% | 60.70% | 45.00% |
Multinivel | 10.90% | 11.30% | 14.30% | 5.00% |
Total | 100% | 100% | 100% | 100% |
Si bien la clasificación anterior nos permite caracterizar los perfiles de los gobernadores, ésta se readaptó para tener más especificidad a la hora de describir las diferentes trayectorias que poseen. Es por ello que se distinguieron las carreras mononivel como mononivel municipal (sólo cargos en el nivel municipal); mononivel provincial (sólo cargos en el nivel provincial) y mononivel nacional (sólo cargos en el nivel nacional). También se distinguieron las carreras binivel como binivel subnacional (sólo cargos en el nivel municipal y provincial) y binivel (carreras que implicaban al menos haber ocupado un cargo en el nivel nacional y el otro cargo podía ser ejercido en el nivel municipal o en el nivel provincial).
Nivel de carrera política detallada de los gobernadores argentinos, 1983–2011 (%)
Total | Partido Justicialista | Unión Cívica Radical | Otros partidos | |
---|---|---|---|---|
Amateur | 14.30% | 16.90% | 7.10% | 15.00% |
Mononivel municipal | 3.40% | 2.80% | 7.10% | |
Mononivel provincial | 21.00% | 25.40% | 7.10% | 25.00% |
Mononivel nacional | 7.60% | 8.50% | 3.60% | 10.00% |
Binivel subnacional | 16.00% | 8.50% | 32.10% | 20.00% |
Binivel | 26.90% | 26.80% | 28.60% | 25.00% |
Multinivel | 10.90% | 11.30% | 14.30% | 5.00% |
Total | 100% | 100% | 100% | 100% |
Otro abordaje aplicado para calificar las trayectorias políticas de los gobernadores argentinos es la clasificación elaborada por Lascurain (2011). Aquí también se identificaron los perfiles de los gobernadores en función del tipo de cargo ejercido. En este sentido, los perfiles podían ser inexpertos (amateurs); ejecutivo (sólo cargos en el Poder Ejecutivo); legislativo (sólo cargos en el Poder Legislativo); judicial (sólo cargos en el Poder Judicial) o un perfil gubernamental (aquellos que ejercieron cargos en varios poderes del Estado).
Rama de las carreras políticas de los gobernadores argentinos, 1983–2011 (%)
Total | Partido Justicialista | Unión Cívica Radical | Otros partidos | |
---|---|---|---|---|
Amateur | 14.30% | 16.90% | 7.10% | 15.00% |
Ejecutivo | 25.20% | 28.20% | 10.70% | 35.00% |
Legislativo | 12.60% | 11.30% | 14.30% | 15.00% |
Judicial | 0% | 0% | 0% | 0% |
Gubernamental | 47.90% | 43.70% | 67.90% | 35.00% |
Total | 100% | 100% | 100% | 100% |
Los datos de la tabla muestran que casi la mitad de los gobernadores tienen un perfil gubernamental (47.9%), seguido de un perfil puramente ejecutivo (25.2%). Tan sólo 12.6% de ellos previamente ha tenido una carrera de tipo legislativa. Este fenómeno puede entenderse por lo señalado anteriormente por Jones, Saiegh, Spiller y Tommasi, (2000) de que en Argentina existe una elevada tasa de rotación en los cargos legislativos, dando origen a “legisladores amateurs”.
Por otra parte, también se elaboró una clasificación de las carreras previas de los gobernadores en función de su acceso al cargo. Es por ello que las carreras podían ser de acceso no electivo (por designación), electivo (por medio del voto directo de los ciudadanos) o mixtas (cargos no electivos como electivos). Aquí es interesante destacar que más de 40% de los gobernadores han accedido a sus cargos por la combinación de métodos electivos como no electivos. Por su parte, 26.8% de ellos ocupó solamente cargos de tipo electivos mientras que apenas 12.7% ejerció cargos por designación.
Electividad de las carreras políticas de los gobernadores argentinos, 1983–2011 (%)
Total | Partido Justicialista | Unión Cívica Radical | Otros partidos | |
---|---|---|---|---|
Amateur | 14.30% | 16.90% | 7.10% | 15.00% |
No electivo | 12.60% | 12.70% | 7.10% | 20.00% |
Electivo | 26.90% | 26.80% | 39.30% | 10.00% |
Mixto | 46.20% | 43.70% | 46.40% | 55.00% |
Total | 100% | 100% | 100% | 100% |
Se contabilizaron adicionalmente la cantidad de cargos diferenciados por las variables ya mencionadas. De este modo, si analizamos la media de cargos totales por gobernador, en promedio ejercieron 3 cargos cada uno. Si discriminamos por nivel de gobierno (municipal, provincial o nacional), es mayor el promedio de cargos provinciales (1.44 cargos). Si la comparación es según el poder del Estado (Ejecutivo, Legislativo o Judicial), es mayor la media de cargos ejecutivos. En este sentido, cada gobernador ejerció casi 2 cargos ejecutivos (1.92). Por último, de acuerdo a la forma de acceso (electivo o no electivo), es mayor la media de cargos electivos ejercida por cada gobernador (1.65 cargos).
Promedio de los cargos de los gobernadores argentinos, 1983–2011
Cantidad de cargos | Promedio |
---|---|
Total de cargos | 3.03 |
Total municipales | 0.61 |
Total provinciales | 1.44 |
Total nacionales | 0.98 |
Total legislativos | 1.09 |
Total ejecutivos | 1.92 |
Total judiciales | 0.02 |
Total electivos | 1.65 |
Total no electivos | 1.39 |
Por último, referido a la experiencia previa, se aplicó la clasificación de Borchert y Stolz (2002). En este sentido se distinguieron aquellos gobernadores que eran amateurs de los que tenían algún tipo de experiencia. Esta experiencia podía ser ascendente (moving up), entendida en función del nivel de gobierno: del nivel municipal al provincial y luego al nacional; o del nivel municipal al nacional, o del nivel provincial al nacional. También la trayectoria podía ser descendente (moving down) en aquellos casos en los que se pasa del nivel nacional al provincial y luego al municipal, o del nivel nacional al provincial, o del nivel nacional al municipal o del nivel provincial al municipal. Por último, la experiencia podía no tener una dirección específica en función de la combinación de los diferentes niveles sin un orden determinado.
Tipo de movimientos de las carreras políticas de los gobernadores argentinos, 1983–2011 (%)
Total | Partido Justicialista | Unión Cívica Radical | Otros partidos | |
---|---|---|---|---|
Amateur | 14.30% | 16.90% | 7.10% | 15.00% |
Ascendente | 26.90% | 18.30% | 46.40% | 30.00% |
Descendente | 5.90% | 7.00% | 3.60% | 5.00% |
No direccional | 52.90% | 57.70% | 42.90% | 50.00% |
Total | 100% | 100% | 100% | 100% |
Los datos de la tabla dan cuenta que más de la mitad de los gobernadores tienen una carrera sin dirección específica, es decir, han intercalado cargos en los diferentes niveles de gobierno sin ir escalando progresivamente de nivel de gobierno. Por otra parte, sólo 1 de cada 4 titulares de los ejecutivos subnacionales argentinos entre 1983 y 2011, han tenido una trayectoria política de tipo ascendente previo a ejercer la gobernación. Estos datos no se condicen con los postulados señalados por Micozzi (2009) sobre la progresividad de las carreras políticas. Además, sólo 6% de ellos tiene una carrera de tipo descendente o regresiva como postulaba David Samuels (2003, 2008, 2011).
ConclusionesEl presente estudio buscó avanzar hacia una primera aproximación que esclarezca cómo son las trayectorias que han tenido los gobernadores argentinos desde la restauración democrática en 1983. Teniendo en cuenta las teorías existentes para analizar las carreras políticas, se observaron los datos empíricos desde distintos enfoques, con el objetivo de describir el modo en el que se presenta este fenómeno en nuestro país. Previamente se detalló el sistema argentino, catalogado por muchos autores como “federalismo fuerte” o “robusto” para que se pueda inscribir en este contexto la relevancia que adquieren nuestros protagonistas: los gobernadores.
Centrándonos en los resultados, se observó que dentro de los gobernadores democráticos argentinos, casi 60% accedió a la gobernación bajo el sello del Partido Justicialista y 23% lo hizo bajo la Unión Cívica Radical. Claramente, se muestra que los partidos tradicionales argentinos tienen una enorme preponderancia en el acceso a estos cargos altamente relevantes para la política nacional.
En cuanto a las direcciones y modos en los que se desarrollaron las carreras políticas existe la teoría de las carreras verticales, que representa el comportamiento generalmente esperado, ya que se comienza construyendo poder en el ámbito más cercano (municipal) pasando luego al provincial y posteriormente al nacional. Para corroborar si este era un career path frecuente en los gobernadores argentinos se analizó de cada uno de los casos si el cargo con el que se inician en política es de nivel municipal. Se observa que sólo 23% presenta este antecedente, mientras que 77% tiene su primer cargo en otro nivel, ya sea provincial o nacional. También se observó en qué nivel desarrollan mayormente sus carreras. Se arriba aquí a la conclusión de que 14.3% es amateur y que la mayoría efectúa una carrera binivel.
La centralidad del territorio subnacional se evidencia al observar que 21% de los gobernadores han tenido previamente carreras de tipo mononivel provincial, es decir que todos sus cargos anteriores fueron en jurisdicción provincial, mientras que sólo 3.4% desempeñó una carrera mononivel municipal y 7.6% mononivel nacional.
Finalmente, se puso el foco en el tipo de cargos (legislativos o ejecutivos) y la forma de elección del mismo (electivo o no electivo). En cuanto al primer criterio se puede decir que los gobernadores argentinos suelen acceder a cargos de ambos tipos, presentando una carrera del estilo “gubernamental” (47.9%) más que mantenerse en un solo tipo de cargos (25.2% ejecutivos y 12.6% legislativos). Algo similar ocurre con el modo de elección de los cargos que detentan: 46.2% tiene una carrera “mixta”, 12.6% sólo cuenta con cargos no electivos y 26.9% sólo con cargos electivos.
A partir de esta primera aproximación a la experiencia de los gobernadores y las distintas formas en las que combinaron los cargos para desarrollar sus trayectorias, podemos decir que contamos con un escalón para lograr a futuro comprender patrones de conducta y regularidades en las carreras políticas de estos actores. Como puntos fuertes se vislumbra que los partidos tradicionales tienen una clara hegemonía en el acceso a estos cargos y que hacer pie en la provincia construyendo poder en ese nivel suele ser una de las características más frecuentes. Resta entonces profundizar el análisis de estos datos para poder en un futuro establecer comparaciones con otros países federales de la región como Brasil y México.
Licenciada en Relaciones Internacionales, Pontificia Universidad Católica Argentina, (Argentina) y Francia, Universidad Sciences Po-Paris. Adscripta de la Cátedra de Métodos Cuantitativos, Facultad de Ciencias Sociales, Políticas y de la Comunicación, Universidad Católica Argentina. Sus líneas de investigación son: élites parlamentarias, carreras políticas, gobernadores.
Investigacor y Licenciado en Ciencias Políticas, Pontificia Universidad Católica Argentina y Profesor Superior en
Ciencias Políticas en la misma institución, (Argentina). Actualmente realiza la Maestría en Metodología de la Investigación Social, Universitá di Bologna Sede Buenos Aires y Universidad Nacional de Tres de Febrero. Docente de la Universidad Católica Argentina (uca) y del Instituto Universitario de Gendarmería Nacional (iugna). Sus líneas de investigación son: carreras políticas a nivel subnacional, instituciones políticas a nivel subnacional, medios de comunicación e inseguridad.