Si a finales de la década del ochenta el interés por las transformaciones de lo político estuvo asociado a los desafíos de y por la democratización, las transiciones en el Cono Sur y las preocupaciones por el orden político, la incertidumbre en torno al modelo del Estado de Bienestar, el proceso de la Unión Europea y el derrumbe del Muro de Berlín, en los años noventa las transformaciones de lo político generaron la emergencia de intereses distintos y renovados: la crisis de los partidos, los límites de la representación y la desafección, el descentramiento de la política y del Estado, los movimientos sociales, la reestructuración productiva, la crisis del fordismo y las transformaciones del mundo del trabajo, la descentralización, privatización, desregulación económica y financiera, la transnacionalización de las política públicas y la globalización junto a la emergencia de nuevas identidades socioculturales donde hibridación y diversidad comenzaban a evidenciar sus primeras luces.
Así también, si en la primera década del presente siglo, desigualdad, pobreza, exclusión y vulnerabilidad se combinaron con procesos de conflictividad social creciente y crisis institucionales que dieron lugar a la multiplicación de demandas, protestas y acciones colectivas por parte de movimientos sociales y otras formas de organización así como luchas sociales en múltiples dimensiones de la vida colectiva en la región, la emergencia de los grandes problemas globales desbordaron los límites y la capacidad estatal. La destrucción del medio ambiente y el consiguiente cambio climático, la explosión demográfica, las avalanchas migratorias, el terrorismo, el crimen organizado, la crisis económica y financiera estructuraron las transformaciones de lo político de la nueva centuria inaugurando la desterritorialización del poder y de los sujetos de la política en densa articulación con una aún mayor reconfiguración del poder político y económico a nivel global.
Avanzada la segunda década del siglo xxi, las transformaciones de lo político, el poder y las prácticas sociales nos convocan a reflexionar en torno a renovadas dimensiones, las cuales son abordadas en este nuevo número de la rmcpys: transiciones a la democracia acompañadas de un malestar ciudadano derivado de los todavía insatisfactorios resultados producidos; el efectivo y aún pendiente desarrollo de una política de cooperación internacional que esté a la altura de un sistema cada día más interdependiente, donde conflicto y cooperación han dejado de ser una cuestión propia de un sistema de Estado para estar enmarcados en un sistema político global caracterizado cada día más por la interdependencia; el nunca suficientemente dimensionado impacto de los medios de comunicación en la vida política (y más específicamente de la televisión) a partir del cual las campañas electorales dejan de ser un foro comunicativo excepcional en el que se intensifica y se hace más patente el múltiple diálogo democrático entre gobernantes y gobernados para fraguar como expresión de un mercado político donde la lucha de imágenes reemplaza categóricamente a la disputa entre ideas y programas; la pluralización de las formas de violencia entre las que se destaca la violencia política entendida como otra forma de violencia de género que se ejerce cuando se impide o dificulta la participación de las mujeres en la toma de decisiones; la devastación y el despojo de los territorios y bienes naturales llevados a cabo por empresas transnacionales que abrieron paso a nuevos conflictos medioambientales que se han convertido en uno de los signos distintivos de lo político en nuestra época; la valorización de la ciudad, el espacio urbano y sus procesos internos como eje central de la conformación política, cultural y simbólica de las sociedades contemporáneas; las nuevas dimensiones emergentes de la igualdad donde la socialización basada en una perspectiva de género nos convoca a reflexionar en torno a las consecuencias de ello derivadas sobre la masculinidad tradicional/hegemónica y la necesaria visibilidad del surgimiento de nuevas masculinidades; las transformaciones estructurales de los modelos de desarrollo, las condiciones históricas de interacción entre ideas, instituciones e intereses que produce cambios en los paradigmas políticos e ideológicos y sobre las prácticas sociales de las élites políticas.
Todo ello no es sino expresión de la transformación de lo político, transformación que afecta a las estructuras de distribución del poder a nivel local, regional y a nivel mundial y nos lleva a cuestionarnos si, desde la producción de conocimiento de y desde las ciencias sociales hemos logrado dar cuenta de los cambios que se han escenificado en las últimas décadas.
Lo político, en el conjunto de artículos que presentamos en esta nueva edición de la Revista, hace referencia a la distribución del poder en una sociedad, a las instituciones de las pautas de comportamiento que su presencia implica y a los procesos mediante los cuales tales configuraciones se modifican. Desde esta perspectiva, los ejes problematizados en cada uno de los artículos abordan algunas de las cuestiones relativas a la institucionalización política, a los procesos de cambio en nuestras sociedades y su influencia en los procesos de distribución del poder en los múltiples niveles implicados, a los desplazamientos temáticos y la visibilización de nuevos actores sociales. En su conjunto, dan cuenta de la diversidad de acercamientos disciplinarios, conceptuales y metodológicos, así como de las tematizaciones que configuran y resultan de la diversificación y especialización de las ciencias sociales.
“Grandes expectativas: la democracia mexicana y sus descontentos” es el título de esta nueva contribución de José Antonio Aguilar Rivera. De un modo contundente el autor argumenta: No hay duda de que la democracia en México no ha estado a la altura de las expectativas de sus ciudadanos. No ha generado más igualdad social ni económica; pocas personas creen en la actualidad que su participación política sea más efectiva que en el pasado; el gobierno elegido, a menudo no responde a las demandas de los ciudadanos y algunas regiones del país ahora parecen hallarse bajo el control de violentos cárteles de narcotraficantes. Estos fracasos ciertamente alimentan el descontento de los ciudadanos con su régimen democrático. Sin embargo, nuestro propósito aquí es concentrarnos en otras fuentes, menos aparentes, del intenso malestar político. Los mexicanos están insatisfechos con su gobierno democrático no sólo porque no les ha provisto de los bienes sociales que a menudo esperan de la democracia. También están descontentos por la brecha que perciben entre su concepción idealizada de la democracia y la forma de operar de las instituciones democráticas existentes.
De este modo –y más allá de las injustificables cuentas todavía pendientes que la vigencia de una real democracia mantiene con las y los ciudadanos mexicanos–, Aguilar Rivera propone un recorte analítico a partir del cual dice observar que el malestar político de los mexicanos con su democracia estaría nutrido por el ideal de democracia que ellos mismos han construido, entronización de un umbral distorsionado; una suerte de imagen idealizada de la democracia cuyos orígenes pueden rastrearse en el siglo xix y puede ser explicada por un (también todavía irresuelto) anhelo de “orden cívico”.
El autor concluye: Se deben emprender acciones para remediar la profunda insatisfacción con el funcionamiento de las instituciones democráticas. Sin embargo, para alcanzar esta meta realista primero se debe dejar atrás la imagen tergiversada de lo que es la democracia. De otra forma, se desperdiciarán valiosas energías en pos de una quimera.
Juan Pablo Prado Lallande indaga los aspectos clave de la cooperación internacional mexicana desarrollados entre 2011 y 2014. En su artículo “La cooperación internacional para el desarrollo de México. Un análisis de sus acciones, institucionalización y percepciones”, hace referencia las acciones, percepciones y procesos de institucionalización referidos a la cooperación internacional para el desarrollo de México, tomando como eje la entrada en vigencia de la ley sobre la materia con el propósito de identificar su impacto.
Luego de una revisión teórico-analítica que posibilita la estructuración de un descriptivo mapa de los aspectos clave de la política exterior y de la cooperación internacional mexicana, Prado Lallande sostiene que, durante la administración del presidente Calderón así como durante el actual gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, –a pesar de los avances registrados– la plena instrumentación del contenido de la Ley registra un elevado grado de incumplimiento (cercano al 80%), ralentizando la conformación de una política de Estado en lo que a cooperación internacional para el desarrollo se refiere.
Ana Yely Pérez Dámazo, a su vez, analiza la naturaleza de las campañas negativas llevadas a cabo en México en dos elecciones presidenciales (2000 y 2006). El objetivo de su estudio –derivado del trabajo de investigación de su tesis doctoral presentada en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, sede México– es evidenciar y describir minuciosamente su difundida utilización en estos dos peculiares procesos electorales. A partir de la regulación derivada de la reforma electoral del año 2007, se pretende que la información difundida durante las campañas electorales sirva de insumo para que las y los ciudadanos tomen una decisión racional e informada de voto, promoviendo una democracia más deliberativa que electoral como hasta ahora ha sucedido.
En “Participación política y violencia de género en México”, Daniela Cerva Cerna analiza la relación de las mujeres con la política en el marco de la aplicación de la ley de cuotas en México, poniendo especial énfasis en la violencia política de género entendida como una variable explicativa de la subrepresentación política de las mujeres. Además de información primaria derivada de entrevistas en profundidad y grupos de discusión, la autora analiza los datos obtenidos en la última elección federal (2012), y lleva a cabo una revisión crítica de estudios sobre mujeres y partidos políticos en México. Los resultados de la investigación indican que las dinámicas existentes en los partidos políticos, entendidos como organizaciones que reproducen patrones de género tradicionales, constituyen una variable central para explicar las particularidades del proceso mediante el cual las mujeres logran acceder a las candidaturas y dar cuenta de las experiencias sobre discriminación, acoso y violencia asociado a las campañas y al desempeño parlamentario. Finalmente –y resulta una conclusión decisiva– sostiene que la eficacia de la implementación de los marcos normativos tendientes a favorecer el incremento de la participación de las mujeres en los parlamentos está supeditada a la cultura política partidaria dominante en México.
Desde una perspectiva que combina revisionismo histórico y una línea de investigación específica sobre minorías étnicas en América Latina, Raanan Rein presenta “Más allá del crisol de razas: los judíos argentinos, el peronismo y la lucha por un hogar multicultural”. Reconociendo el surgimiento del peronismo como punto de inflexión crítico en la historia moderna de Argentina –cuyo impacto en la sociedad contemporánea es duradero– el estudio centra su atención en una perspectiva analítica muy específica: las particularidades del proceso de inclusión de diferentes grupos étnicos de inmigrantes y sus descendientes nacidos en Argentina durante el primer peronismo. Luego de presentar los cambios experimentados en la representación política y las diferentes dimensiones del proceso de democratización participativa vividos en la Argentina peronista, el artículo examina los esfuerzos del peronismo por movilizar apoyo entre la población argentina-judía. Bajo el supuesto de que en lugar de fomentar el crisol de razas tradicional, el régimen otorgó una creciente legitimidad y un reconocimiento sin precedentes a las identidades múltiples, se sostiene que antes del surgimiento del peronismo no siempre se consideró a los judíos parte de la polis, civitas, o demos argentinas. Finalmente, se utiliza el concepto de ciudadanía como lente y marco analítico para comprender la transformación de la relación entre los argentinos-judíos, las instituciones y los símbolos del Estado argentino. ¿Qué cambió el peronismo en la relación entre etnicidad, ciudadanía, argentinidad, y el Estado? La respuesta simple es que a) el peronismo fue más allá de los derechos legales otorgados a los judíos como ciudadanos argentinos, y también les ofreció derechos políticos; y b) legitimó el deseo que muchos de ellos tenían de ostentar una identidad doble.
“Rebeldía en Calama: desafío al orden centralista chileno en un contexto de boom minero” es el título del artículo de Francesco Emmanuel Penaglia Vásquez y Esteban Valenzuela Van Treek. En el contexto de un proceso de inflexión sociopolítica similar a la ocurrida a comienzos del siglo xxi en Latinoamérica, los autores sostienen que en Chile ha emergido una pluralidad de conflictos que da cuenta del descontento social que –si bien a la fecha no se ha traducido en un cambio en el orden político– ha implicado una activación de las acciones colectivas. En este marco, el movimiento regional surgido en la ciudad de Calama posee ciertas particularidades. Haciendo uso de una pertinente metodología cualitativa, los autores dedican sus páginas a analizar detenidamente las especificidades de esta acción colectiva surgida en el norte grande de Chile, reparando en sus particularidades, reconstruyendo su formación y caracterizando su identidad y tensiones.
Ulises Bernardino Márquez Pulido presenta “Valor de uso y espacio urbano: la ciudad como eje central de la conformación política, cultural y simbólica de las sociedades”. En este trabajo el autor nos introduce al estudio del “valor de uso del espacio urbano” en su génesis como “forma social natural” considerando su expresión no sólo en términos económico-políticos, sino también culturales, así como en su dimensión no sólo “semiótica” sino también “simbólica.” De este modo, el problema central abordado pretende dilucidar si el concepto de “valor de uso” puede tener alguna importancia más allá de la economía-política y, de este modo, aportar algo novedoso a los estudios culturales de la ciudad y del espacio urbano. Construyendo detenidamente una convergencia de interpretaciones desde el materialismo histórico y la hermenéutica simbólica surgida de la recuperación de las tesis de Henri Lefebvre, Bolívar Echeverría y Gilbert Durand, el autor abona en la comprensión de la organización y génesis de la ciudad y el valor de uso de la misma en sus múltiples dimensiones (económica, política y cultural).
Por su parte, Igor Gerardo Hernández aborda el estudio del diseño y la gestión de las políticas sociales desde una perspectiva estructurada a partir de modelos de masculinidad alternativos. “El ser del varón y el diseño de políticas públicas e intervención social con perspectiva de género” presenta una serie de revisiones provenientes de diversas fuentes –culturales, académicas, educativas, técnico-metodológicas– con el objeto de ampliar las perspectivas desde las que se ha venido considerando la participación y la responsabilidad del varón en la construcción social contemporánea.
Luego de una pertinente convocatoria a la necesaria revisión socio-histórica de la problemática de la(s) violencia(s) desde el pensamiento político-filosófico del feminismo y a partir de la categoría de género, el autor aborda la comprensión del diseño y gestión de las políticas públicas y sociales, atendiendo a las diversas instancias y actores involucrados, así como a las dimensiones y categorías implícitas en el marco de gestión social considerando la categoría de género y la perspectiva de las masculinidades con especial interés.
Por su parte, Daniel Castaño Zapata y Natalia Clelia Suniga presentan los resultados de su investigación desarrollada en el marco del proyecto “El problema de la prohibición, la transgresión y el castigo: hacia una criminología cultural”. El objetivo del estudio es reconstruir las principales líneas que permitan abordar el problema de la transgresión como es expuesto por Georges Bataille en El erotismo (1957). Para ello abordan la fiesta y el sacrificio como sus dos manifestaciones paradigmáticas. En “Fiesta y sacrificio. Explorando el problema de la transgresión en Georges Bataille”, luego de presentar los aportes de la teoría de la fiesta desarrollada por Roger Caillois (1939) al pensamiento batailleano, retoman el modelo del sacrificio desarrollado por Marcel Mauss y Henri Hubert (1899). A partir de allí, proponen comprender el mecanismo de la transgresión como el dispositivo privilegiado de contención de la tensión social: una modalidad de acceso regulado a lo prohibido, levantamiento ritual de las prohibiciones fundamentales que permite la emergencia y experiencia limitada de lo reprimido, descargas reguladas que forman parte de la cultura e incluso son fundamentales para su sostenimiento. En este sentido, entendemos que los actos representativos que se llevan a cabo en distintas circunstancias de la vida individual –cuanto menos en el nacimiento, el casamiento y la muerte–, así como también los desfiles carnavalescos, los festejos por el triunfo de los equipos nacionales, o por la victoria de un candidato en las elecciones, e incluso por las celebraciones de conmemoración de fechas patrias, continúan funcionando como transgresiones rituales que ponen en escena las jerarquías del ordenamiento social, con el fin de exponerlas, confirmarlas, renovarlas y reproducirlas.
Philip Oxhorn nos propone analizar “La sociedad civil de adentro hacia afuera. Comunidad, organización y el desafío de la influencia política”. Luego de desarrollar conceptual y analíticamente la categoría de sociedad civil (a partir de una reflexión emanada del intercambio teórico-epistemológico entre la perspectiva colectivista y liberal), el autor da cuenta de aquellas implicancias que nos permiten comprender el potencial de la sociedad civil para contribuir a la democratización. A lo largo del artículo se analizan las dinámicas que caracterizan el vínculo ambiguo entre sociedad civil y comunidad –ambiguo en tanto que las comunidades con lazos excepcionalmente fuertes entre sus miembros pueden ofrecer tanto elementos para el fortalecimiento de la sociedad civil como obstáculos para su crecimiento–. Así, el autor sostiene que el papel que tendrán las comunidades en relación con la sociedad civil en la construcción social y el fortalecimiento civil de ciudadanía dependerá de varios factores, particularmente de los mecanismos disponibles para lograr consensos dentro de la comunidad. La óptica de análisis escogida –la sociedad civil– opera como una oposición y complementación angular al tema de nuestro dossier.
En efecto, en este nuevo número de la RMCPyS hemos dedicado el dossier temático a la reflexión en torno al fenómeno de las élites políticas. Alejandra Salas-Porras inaugura la sección con el artículo “Las élites neoliberales en México: ¿cómo se construye un campo de poder que transforma las prácticas sociales de las élites políticas?”
Expresión de una larga trayectoria de investigación en la materia, la autora da cuenta de los cambios de fondo evidenciados en las prácticas sociales de las élites políticas mexicanas. A partir de una base de datos que incluye a los funcionarios más importantes del período 1988–2014, investiga y describe los mecanismos que estructuraron una red de poder transexenal y transnacional en México, así como los factores que favorecieron la organización de un campo de poder que se centra cada vez más en la frontera entre los espacios nacionales, regionales y globales. El contexto histórico internacional, la formación de equipos de trabajo con una visión del mundo predominantemente neoliberal, las trayectorias de los funcionarios, las reformas por ellos impulsadas, el fluido tránsito entre posiciones públicas y privadas, así como las muy diversas relaciones que este grupo de funcionarios sostiene con organizaciones y otros actores transnacionales, son los mecanismos analizados para dar cuenta de la peculiar estructuración de la red de poder bajo estudio. Así, y bajo la hipótesis según la cual es a partir de la década de los ochenta que se inicia en México un proceso de recomposición de las élites políticas que acompaña y se entrevera con la transformación del modelo de desarrollo, la autora concluye que las nuevas prácticas sociales de las élites no sólo obstaculizan y socavan la formación de bienes públicos y de estructuras autónomas con la capacidad para planificar en función de un interés general, sino que promueven la depredación institucional. De este modo, contribuye a la comprensión del alcance de la transformación que las élites neoliberales han propiciado en México durante los últimos treinta años, entendida como fruto de estrategias deliberadas por medio de las cuales se planeó un curso de acción de largo plazo, sin desconocer que simultáneamente esta transformación ha devenido de mecanismos estructurales que propiciaron la recomposición de las élites estatales en una dirección no del todo planeada.
“Planteamiento teórico y evidencia del desplazamiento gradual del Estado Autoritario al Estado Pragmático en México: la transformación de las élites” es el título de la contribución de Gloria Luz Alejandre Ramírez. A lo largo de sus páginas la autora se dedica detalladamente a evidenciar que el cambio político en México se ha perfilado desde su pasada condición de Estado Autoritario hacia un desplazamiento progresivo a un Estado Pragmático (no propiamente democrático), promovido por el arribo de la tecnocracia gubernamental, la globalización, el mercado, la ideología de la hegemonía norteamericana y la evidente participación de las élites corporativas insertas en las instituciones del poder estatal. ¿Qué factores, internos y externos, han determinado la transformación del Estado Autoritario tradicional hacia el Estado Pragmático, en el contexto del cambio político y el ejercicio del poder en México? ¿Qué aspectos conserva o modifica la clase política mexicana en el contexto de la transformación de Estado Autoritario a Estado Pragmático? ¿Qué papel juega la élite tecnócrata en este cambio? ¿Qué conformación de élite adquiere la clase política de la alternancia? ¿Qué posibilidades de facto prevalecen para que la clase política tradicional, concentrada en las bases del antiguo régimen, recupere el pleno ejercicio del poder ante la incertidumbre de los cambios?
Estas son las preguntas que guían la investigación y son abordadas sistemáticamente a través de la propuesta científica del pragmatismo, entendido como elemento de análisis pertinente para comprender la realidad político-social mexicana contemporánea y la postura tecnocrática y pragmática de los últimos veinte años.
En su artículo “Entre la racionalidad tecnocrática y la gobernabilidad. La importancia del consenso político en México”, Rogelio Hernández Rodríguez busca dar cuenta de las características de la tecnocracia mexicana, su desarrollo y sobrevivencia durante la transición y, las fallas de intermediación que han impedido la comunicación entre la sociedad y las autoridades gubernamentales en el diseño y aplicación de las medidas económicas. Según el autor, el problema de funcionamiento de las jóvenes democracias no está –al menos así se constata en el caso mexicano– en las instituciones y su sistema electoral. El eje explicativo debe buscarse en la incomunicación del gobierno y su tecnocracia. Contra la tendencia difundida desde los años ochenta del siglo pasado que sostiene que la política es perversa, los resultados económicos muestran que es indispensable traer a la política de vuelta. La política entendida como negociación y solución de conflictos. Y concluye: “La tecnocracia debería admitir que la política es necesaria, que es conveniente la negociación y que la sociedad espera beneficios de sus decisiones. Política e intermediación social podrían ser las soluciones a los desafíos de la gobernabilidad”.
Belén Campomar y Agustín de Jesús Suárez en “El camino hacia el poder. Analizando la carrera política de los gobernadores argentinos (1983–2011)” profundizan el estudio de las trayectorias políticas de los ejecutivos provinciales desde el retorno de la democracia. Bajo el supuesto según el cual en países con sistemas federales como el argentino la política a nivel subnacional adquiere un rol central en la construcción del poder –contribuyendo de este modo a entender cómo se configura la política a nivel nacional–, los autores se dedican a analizar con detenimiento cómo se configuran sus carreras políticas con el propósito de compilar evidencia sobre el modo en que acceden a su cargo, buscando contribuir empíricamente a los enfoques sobre carreras políticas en Argentina. Para ello, luego de llevar a cabo una revisión teórica de los distintos enfoques vigentes utilizados para el abordaje de las carreras políticas en América Latina, presentan una breve descripción de las principales características del sistema político argentino. Finalmente, analizan las carreras políticas de los gobernadores entre 1983 y 2011 en las 23 provincias argentinas y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, colaborando en la compresión de los patrones de las carreras políticas de estos actores en la Argentina democrática. A partir de esta primera aproximación a la experiencia de los gobernadores y las distintas formas en las que combinaron los cargos para desarrollar sus trayectorias, podemos decir que contamos con el primer escalón para lograr a futuro comprender patrones de conducta y regularidades en las carreras políticas de estos actores (…). Resta entonces profundizar el análisis de estos datos para poder en un futuro establecer comparaciones con otros países federales de la región como Brasil y México.
Por su parte, Alejandro Vega Godínez analiza el perfil y la estructura social derivada de los itinerarios profesionales de las élites gubernamentales de Guanajuato, Estado de México y Distrito Federal, durante el periodo 2000–2012. En este sentido, y casi como réplica a la propuesta presentada por Belén Campomar y Agustín de Jesús Suárez, el análisis desarrollado en “Élites gubernamentales en tres entidades federales de México (2000–2012) Un análisis estructural”, nos habilita a delinear los trazos de una lectura comparada con el caso argentino.
Vega Godínez utiliza un método mixto que combina el análisis sociológico convencional y el enfoque de redes. El estudio dilucida la importancia del espacio local en la formación y el desarrollo de las élites a la vez que permite identificar las regularidades y diferencias en los procesos de reclutamiento y desarrollo de las élites de los tres estados en estudio. Por último, a través del análisis, el autor infiere que la inestabilidad en el empleo puede ser interpretada como incertidumbre y recurso en virtud que permite a las élites locales la acumulación de un importante capital político y social. Así, el artículo nos permite observar que las administraciones públicas estatales se han convertido en el semillero de las nuevas élites políticas nacionales: El resurgimiento de lo local significa una reconfiguración mayor en las reglas del sistema político mexicano. (…) Durante buena parte del siglo xx, la administración pública federal fue la plataforma ideal para la construcción de carreras políticas de gran calado tanto en el ámbito federal como local. No obstante, el monopolio de la administración federal como antecedente a la carrera presidencial se rompió en las elecciones de 2000, cuando por primera vez los tres principales contendientes a la presidencia de la República no provenían del circulo burocrático cercano del presidente en funciones, sino que por el contrario, habían construido su base político-electoral en el ámbito subnacional de gobierno. A partir de esa fecha, sobre todo aquellos que buscan llegar al poder desde la oposición, han construido su plataforma político-electoral a partir de los aparatos administrativos y acciones de gobierno en el ámbito local. La nueva regla parecería ser: si se busca conquistar el poder central es requisito necesario contar con una base electoral situada localmente.
Finalmente, Camelia Tigau y Anayely Navarrete Galindo nos acercan a dos interesantes publicaciones recientes. Con la reseña “Las élites en la diáspora como embajadoras culturales”, Tigau nos presenta el libro The Domestic Abroad: Diasporas in International Relations de Latha Varadarajan. La obra de la autora se encuentra en la intersección de la teoría de las relaciones internacionales, la economía política internacional y la seguridad internacional. Más concretamente, su obra publicada se ha centrado en la política del transnacionalismo (relaciones específicamente estatales-diaspóricas); las conexiones entre la reestructuración económica neoliberal y las políticas de seguridad nacional; el significado y la relevancia de las luchas poscoloniales; y los debates en torno a las manifestaciones contemporáneas del imperialismo.
“Élites y poder en América del Norte” es el título de la reseña de Navarrete Galindo que nos ofrece una detallada descripción de los aportes presentados en ¿Quién gobierna América del Norte? Élites, redes y organizaciones obra colectiva coordinada por Alejandra Salas-Porras Soulé, y Matilde Luna Ledesma.
Esperamos que cada una de estas contribuciones resulte de especial interés y apoyo a los procesos de investigación de nuestros lectores.