Nuestro mundo es un mundo visual, alrededor del 70% de la información que llega a nuestro cerebro es mediante la visión. Es la principal manera de estar en contacto de todo lo que nos rodea, y claro con ayuda del resto de nuestros sentidos.1 De ahí, la importante labor y tarea del oftalmólogo de conservar la salud visual de nuestros pacientes. Coincidentemente, de manera visual es como aprendimos esa tarea, ya sea en los libros, revistas, presentaciones y lo más importante, con cada paciente.
Imposible imaginarse, ni concebir la oftalmología sin imágenes. Por supuesto que respaldar las imágenes con literatura científica es esencial no sólo en la oftalmología, sino para cualquier área de la medicina,2 sin embargo la oftalmología es eminentemente visual. Ya lo dice el muy conocido proverbio chino: "una imagen vale mas que mil palabras". Traten de imaginar la mejor descripción escrita posible de alteraciones tales como hialosis asteroidea, dendritas herpéticas teñidas con fluoresceína, retinitis por Citomegalovirus, distrofias corneales, entre otras.
Ninguna descripción escrita por excelente y elocuente que sea, podrá sustituir la imagen clínica. El mundo de nuestra especialidad, se mueve principalmente por medio de lo que podemos observar. De esta forma, observando, diagnosticamos, planeamos tratamientos, hacemos evaluaciones, informamos sobre resultados y emitimos pronósticos. No sólo la exploración del paciente es visual, también los resultados de la mayoría de nuestros estudios lo son, desde los campos visuales, ultrasonografías, angiografías retinianas, tomografías de coherencia óptica, ya sea en segmento anterior o en polo posterior, resultados de cortes y tinciones histopatológicos, frotis y cultivos, entre muchos otros. Todo este conocimiento que adquirimos visualmente va formando nuestro conocimiento de la oftalmología, va formando nuestro criterio y termina por darnos la experiencia, que solamente se adquiere con el tiempo al ver y ver pacientes. Las imágenes en oftalmología han tenido un crecimiento importante en el desarrollo de nuevas tecnologías.3
Actualmente, la manera en la que podemos acceder a las imágenes ha revolucionado la enseñanza y el aprendizaje de la oftalmología. Tenemos imágenes disponibles en libros y revistas, y en tan solo segundos, a través de teléfonos inteligentes y computadoras vía internet.4 En estos tiempos, a diferencia de épocas pasadas, la difusión de la información es más que veloz y masiva, ventajas que vale la pena aprovechar para beneficio de los oftalmólogos y de nuestros pacientes.
En la Revista Mexicana de Oftalmología (Rev Mex Oftalmol, RMO) estamos muy entusiasmados con el nuevo proyecto de portada, en el que ahora, en cada número, aparecerá una imagen clínica diferente. Esta imagen clínica podrá ser una fotografía clínica, un estudio, una fotomicrografía de una preparación histopatológica o cualquier forma gráfica que represente clásicamente alguna patología, o también algo que sea normal pero muy demostrativo. Los criterios de selección serán estrictos, con un máximo de tres autores por imagen, seleccionando aquellas de casos interesantes, valiosos, demostrativos y que además sean de alta calidad fotográfica enviadas a través de la Sección de Imágenes Clínicas. Independientemente del proyecto de fotografía de portada, la RMO continuará con su sección iconográfica o de imágenes clínicas, en la que ya se tiene una buena participación por parte del oftalmólogo.
El Comité Editorial hace una cordial invitación a todos los lectores a incursionar en este proyecto de portada, así como también a continuar participando en su sección iconográfica. La colaboración de todos es valiosa e importante, es lo que le da calidad a la RMO y lo que la hace existir, la suma de esfuerzos de cada uno de ustedes, las ganas de compartir sus casos con los colegas oftalmólogos y el esfuerzo que significa estudiar a sus pacientes, documentarlos y el querer compartirlo para contribuir al conocimiento científico.
