Agradezco la carta enviada y los comentarios del Dr. Tomás Gálvez et al., en relación a la publicación mencionada. Efectivamente, en nuestro estudio, la primera presión tomada por la mañana al realizar la prueba de Borrone se realizó en lámpara de hendidura, con el paciente sentado y con tonómetro de Goldmann, y la segunda toma de presión se realizó después de 45min de reposo en decúbito supino, misma posición en la que se realiza la medición con tonómetro de aplanación de Perkins.
Esta metodología apoya todavía más nuestra aseveración al decir que el método Borrone no es confiable ni concuerda con la curva tensional horaria de 24h; ya que a pesar de la diferencia de posición (de sentado a decúbito) y de mayor tiempo del decúbito (45min; 15min más que lo descrito por Borrone) que favorecieron la posibilidad de que el método Borrone fuera positivo, el número de estos pacientes y la concordancia con el resultado de la curva de 24h fue muy bajo. De tal suerte que de haber realizado esta maniobra tal y como fue descrita por Borrone, la posibilidad de la misma y su concordancia con la curva tensional horaria de 24h sería todavía menor a la reportada en este estudio. Estamos totalmente de acuerdo con ustedes acerca de que el estándar de oro para detectar picos hipertensivos y/o fluctuaciones patológicas de la PIO es la curva tensional horaria de 24h. Ya se han reportado otros métodos y/o pruebas como las que menciona en su carta (curva de oficina, sobrecarga hídrica, promedio de tomas aisladas y método Borrone), pero desafortunadamente aunque más prácticas y económicas; son muy poco confiables, y realmente confunden más de lo que orientan.
Quedo abierto a cualquier comentario o a futuras discusiones sobre el tema si es que usted y/o sus colaboradores así lo desean. Agradezco nuevamente sus comentarios y el tiempo que dedicó a leer nuestro estudio.