El objetivo de este estudio fue determinar si la influencia de un desequilibrio oclusal ocasionado en los molares de ratas, origina escoliosis de la columna vertebral.
Material y métodosLa muestra del estudio consistió en 36 ratas Wistar de cuatro meses de edad, las cuales fueron divididas en tres grupos iguales. A todas las ratas se les tomó una radiografía de columna antes de comenzar el experimento. Al primer grupo experimental se le colocó un tope oclusal de 0.5mm a la altura del primer molar superior derecho durante dos semanas. Concluido este lapso se le tomó una radiografía de columna. Posteriormente, se le colocó otro tope oclusal del lado contrario por dos semanas para nivelar los topes, después de lo cual se volvió a evaluar radiográficamente la columna. Al segundo grupo experimental se le colocó un tope oclusal en el molar superior derecho por cuatro semanas y se tomaron radiografías. Al grupo control no se le colocó ningún tope oclusal.
ResultadosDe acuerdo con el ángulo de Cobb inicial del primer grupo experimental (n= 12), el promedio fue de 1.42° ± 1.31° en las radiografías de la columna; se les colocó un tope en el molar superior derecho por dos semanas, con lo que el grupo mostró una desviación de la columna a 15.17° ± 6.7°; posteriormente se colocó un segundo tope oclusal del lado contrario para balancear la oclusión y transcurridas otras dos semanas la columna casi regresó a su posición original (3.17° ± 2.48°). El segundo grupo experimental (n = 12) antes de comenzar el experimento presentó un promedio del ángulo de Cobb de 1.17° ± 1.19°; a las dos semanas con el tope oclusal unilateral incrementó a 13.67° ± 10.61° y a las cuatro semanas hasta 22.33° ± 12.19°. En el grupo control (n = 12) sin tope alguno, la columna se mantuvo estable.
ConclusionesEl presente estudio demostró que el provocar un desequilibrio oclusal puede alterar la columna vertebral ocasionando escoliosis y en cuanto se elimina la alteración, la alineación de la columna es evidente.
The objective of this study was to determine if the influence of an occlusal imbalance caused in the molars of rats originates scoliosis of the spine.
Material and methodsThe study sample consisted of 36 Wistar rats, 4-months- old that were divided into three equal groups. A spine X-ray was obtained from all rats prior to the experiment. In the first experimental group a 0.5mm occlusal stop was placed at the upper right first molar for two weeks. After this period was completed, a spinex-ray was taken. Subsequently another occlusal stop was placed on the opposite sidein order to level the stopsduring two weeks and afterwards, the columnwas radiographically assessed once again. The second experimental group received an occlusal stop in the upper right first molar for 4 weeks and x-rays were obtained. In the control group no occlusal stop was placed.
ResultsAccording to the initial Cobb angle of the first experimental group (n = 12), the average was 1.42° ± 1.31° in the spinex-rays; after the occlusal stop was placed on the upper right molar for two weeks the group showed a column deviation of 15.17° ± 6.7°; subsequently a second occlusal stop was placed on the opposite side to balance the occlusion and after another two weeks the column almost returned to its original position (3.17or ± 2.48or). The second experimental group (n = 12) prior to the start of the experiment showed an average Cobb angle of 1.17° + 1.19°; after two weeks with the unilateral occlusal stop it increased to 13.67° ± 10.61° and after four weeks it was 22.33° ± 12.19°. In the control group (n = 12) without any stop, the column remained stable.
ConclusionsThe present study demonstrated that through an occlusal imbalance the spine may be altered, causing scoliosis and as soon asthe alterationis eliminated, column alignment is evident.
La historia de los trastornos y lesiones del sistema músculo-esquelético se remonta a la antigüedad, específicamente al año de 1741, cuando Nicolás Andry basó el arte de prevenir y corregir las deformidades esqueléticas en los niños.1 Un padecimiento músculo-esquelético común es el dolor de espalda, el cual se presenta con gran frecuencia y que puede ser causado por múltiples factores, entre los cuales se incluyen traumatismos, hernias discales, infecciones, tumores y escoliosis, entre otros. La escoliosis es una deformidad sin una etiología clara, por lo que se considera multifactorial. Algunas hipótesis han planteado al mecanismo patofisiológico de tal deformidad en la columna: malformaciones, falla en la segmentación de las vértebras, un desequilibrio muscular.2 Desde el punto de vista de la odontología se ha sugerido que debido a un desequilibrio en las arcadas dentarias –ya sea por falta de órganos dentarios o por mal posiciones dentales– existe la posibilidad de que se produzca escoliosis.3 El diagnóstico de esta condición se desconoce por la mayoría de los odontólogos.
Por otro lado, se ha reportado en la literatura que de un 30 a 40% de los dolores de espalda puede estar causado o agravado por una maloclusión dental.4 Asimismo, se ha sugerido que la articulación temporo-mandibular puede verse afectada por sobrecarga, por lo que es necesario que la oclusión esté equilibrada, ya que al perderse dicho equilibrio por efecto de múltiples extracciones o mal posiciones dentarias, derive en una inestabilidad que puede provocar una atrofia muscular, misma que a su vez ocasiona que el cráneo rote y produzca una sobrecarga en la columna vertebral,5 lo que posiblemente dé lugar al dolor de espalda como efecto del desequilibrio muscular.6,7 El objetivo de este estudio fue contribuir a determinar si la influencia de un desequilibrio oclusal ocasionado en los molares de ratas, origina escoliosis de la columna vertebral.
MATERIAL Y MÉTODOSSelección de la muestraLa muestra del estudio consistió en 36 ratas Wistar de cuatro meses de edad divididas en tres grupos (Bioteriorio UAM-X, Ciudad de México). Se integraron dos grupos experimentales de doce ratas cada uno y el tercio restante conformó el grupo control, el cual no recibió tratamiento.
Preparación de anestesiaPara la toma de radiografías (Kodak, USA) y la colocación del tope oclusal, se procedió a anestesiar a las ratas con xilazina al 10% y clorhidrato de ketamina equivalente a 1,000 mg de ketamina; se pesó a cada rata para una correcta dosificación del anestésico, el cual se mezcló en una jeringa de insulina de 50 unidades en proporción de 1 unidad de clorhidrato de ketamina y 1 unidad de xilazina por cada 10 g de peso. La inyección fue intraperitoneal, para lo cual se introdujo la aguja lateralmente a la línea media, próxima al vértice de la vejiga y distal al hígado y al estómago (procedimiento aprobado por el Comité Ético del Bioterio de la Universidad Intercontinental).
Colocación del tope oclusalSe controló la altura del tope oclusal produciendo lo en una superficie plana fuera de la boca, para que tuviera medio milímetro de alto, esta verificación se realizó con un compás de doble punta metálico. Se tomó un molde de silicón para tener la medida exacta y se colocó en la superficie del primer molar derecho, con el propósito de ocasionar un desequilibrio oclusal debido al contacto prematuro.
El grupo experimental E2 [n = 12] permaneció con un tope oclusal en el primer molar superior derecho por un período de dos semanas para luego tomar una segunda radiografía de la columna y evaluar los cambios producidos por el contacto prematuro.
Posterior a la toma de las radiografías de columna se colocó un segundo tope oclusal en el primer molar superior izquierdo para balancear la oclusión a las 12 ratas del grupo experimental (E2), con las mismas características de altura que el primer tope oclusal colocado previamente, mientras que el tercer grupo experimental (E3) permaneció con un solo tope oclusal unilateral. Esto se dejó durante dos semanas y se volvió a tomar radiografías de la columna en todas las ratas. Al grupo control no se le colocó ningún tope oclusal.
Toma de radiografías de columna vertebralA los tres grupos se les tomaron radiografías de la columna vertebral (T0) antes de inducir cualquier cambio en la oclusión con un aparato convencional de rayos X, posterior al dormir las ratas con la anestesia. Cada rata fue colocada en una cama de unicel, en la que se colocó boca arriba, sosteniendo su cabeza hacia arriba para evitar torsión en la columna, se les sujetaron las extremidades superiores e inferiores en forma paralela, para evitar errores de medición de la columna vertebral. A los dos grupos experimentales se les colocó un tope oclusal de 0.5 mm de resina (3M, Monrovia Ca, USA) de altura en el molar superior derecho.
Evaluación de la escoliosisPara determinar la presencia de escoliosis en las ratas estudiadas, se recurrió a la medición del ángulo de Cobb, para cuya obtención se trazó una primera línea a través del borde superior de la vértebra superior y del borde inferior de la vértebra inferior de la escoliosis. Después se dibujó otro conjunto de líneas en un ángulo de 90° respecto a las líneas anteriores. La intersección de estas dos últimas líneas se denomina ángulo de Cobb (Figura 1).8
Manejo y cuidado de los animalesSin excepción, las ratas fueron observadas cuidadosamente a lo largo de todas las pruebas incluidas en el estudio, desde su inicio hasta terminar los experimentos y sin variar la ingesta de agua y alimento, por lo que las ratas se mantuvieron en buen estado de salud.
Análisis estadísticoLa prueba estadística utilizada en el estudio fue el análisis de varianza (ANOVA), a través de la prueba de Fisher y Tukey se determinó la existencia de diferencias estadísticas significativas entre las columnas vertebrales de los diferentes grupos estudiados de ratas.
RESULTADOSLos resultados del estudio mostraron que desde el momento en que se trazó la primera serie de radiografías midiendo el ángulo de Cobb, aquellas ratas en las que no se colocó ningún tipo de aditamento oclusal –grupo control– la columna vertebral se mantuvo recta, sin cambio alguno, al cabo de las cuatro semanas (Figura 2).
Al grupo experimental (E2), –al que se colocó un tope oclusal en el primer molar superior derecho– una vez que transcurrieron dos semanas, se le tomó una segunda serie de radiografías de la columna, en la cual se apreciaron cambios en las columnas vertebrales de las ratas, sin algún patrón a seguir.
Al medir el ángulo de Cobb, se comprobó el cambio en los grados que presentaba la columna, en los cuales se aprecia la escoliosis marcada en las radiografías (Figura 3).
Al grupo experimental (E2), después de estar dos semanas con un tope oclusal unilateral, se le colocó otro tope oclusal en el molar superior contrario que se dejó por otras dos semanas, después de las cuales se tomó una tercera serie de radiografías que mostró que la columna vertebral se había vuelto a alinear casi en su totalidad (Figura 4).
Sin embargo, en el grupo experimental (E3) al que correspondió un solo tope unilateral se observó que al transcurrir las cuatro semanas, se agravó la escoliosis (Figura 5).
Durante las cuatro semanas de ejecución de los experimentos, el grupo control (E1) –al cual no se le realizó ningún procedimiento de topes oclusales– permaneció estable de la columna vertebral en 2° (de acuerdo con el ángulo de Cobb).
El grupo experimental (E3) inició con un promedio de 1.17° en la columna vertebral, se le mantuvo con un solo tope oclusal unilateral y al cabo de dos semanas de haberle provocado el desequilibrio oclusal se marcó la angulación a 13.67°. Después de cuatro semanas no logró adaptarse a este desequilibrio, por lo cual la inclinación de la columna vertebral aumentó a 22.33° (Cuadro I).
Promedio del ángulo de Cobb medido en grados del grupo experimental (E3) con tope unilateral durante cuatro semanas
Grupo experimental sin desequilibrio oclusal por dos semanas y con equilibrio oclusal a las cuatro semanas | |||
---|---|---|---|
0 semanas | 2 semanas | 4 semanas | |
Promedio | 1.2° | 13.7° | 22.3° |
Desviación estándar | 1.3° | 10.6° | 12.3° |
El grupo experimental (E2) inició con un promedio de 1.42° de angulación de la columna al inicio del estudio. Después de dos semanas de tener un solo tope oclusal el promedio aumentó a 15.17° de inclinación en la columna vertebral; posteriormente se colocó un tope oclusal en el molar contrario por otras dos semanas y la columna vertebral regresó a 3.17° de inclinación, quizá debido a que se eliminó el desequilibrio oclusal.
Debido al cambio que se presentó en el promedio de los grupos experimentales se encontró una desviación estándar para ambos grupos. El resultado de la desviación estándar fue mayor a las dos semanas en ambos grupos, ya que hasta ese momento habían permanecido con un solo tope oclusal. En el primer grupo se obtuvo una desviación estándar de 1.19° al inicio del estudio. Al cabo de dos semanas aumentó a 10.61° y finaliza con un aumento a 12.19° a las cuatro semanas de haber permanecido con un solo tope oclusal.
El segundo grupo experimental resultó con una desviación estándar de 1.31° al inicio del estudio y al cabo de dos semanas aumentó a 7.83° pero al contrario del primer grupo, éste fue menor a las cuatro semanas debido a que se intentó regresar la columna vertebral a la forma inicial, misma que terminó con una angulación de 2.48°.
Por ello, se puede observar que en el grupo experimental con un solo tope oclusal a las dos y cuatro semanas, la dispersión no es tan notable como en el grupo con dos topes oclusales, ya que se observa mayor variabilidad entre las dos y cuatro semanas (Cuadros I y II).
Parámetros estadísticos del ángulo de Cobb medidos en grados del grupo experimental (E2), con tope unilateral durante cuatro semanas
Grupo experimental (E3) con un solo tope unilateral por dos y cuatro semanas | |||
---|---|---|---|
0 semanas | 2 semanas | 4 semanas | |
Promedio | 1.4° | 15.2° | 3.2° |
Desviación estándar | 1.3° | 7.8° | 2.5° |
En este estudio se produjo un desequilibrio oclusal por medio de un tope de resina sobre la cara oclusal en los molares de ratas para determinar si originaba una alteración a nivel de la columna vertebral. Al evaluar la columna vertebral de las ratas a través del ángulo de Cobb, posterior a dos semanas de colocación del tope oclusal, se observó en la radiografía una alteración que ocasionó escoliosis en la columna vertebral. Se decidió luego colocar un tope en el molar contrario para evaluar si al balancear el desequilibrio tendría efectos sobre la escoliosis, lo cual mostró una disminución significativa de la desviación en la columna vertebral. Sin embargo, el tope oclusal unilateral de cuatro semanas ocasionó mayor grado de escoliosis, por lo que este estudio demostró que al equilibrar la oclusión, la alteración de la columna mejoró.
Tomando en consideración los resultados del estudio, podríamos sugerir que los problemas oclusales pueden estar relacionados con la columna vertebral debido al desequilibrio que se produce en la musculatura masticatoria y su relación con los músculos adyacentes. En la práctica odontológica es muy común encontrar una gran incidencia de dolor en los músculos del cuello, espalda, extremidades inferiores y superiores, además de la articulación temporomandibular.9 Algunos estudios previos demostraron una relación entre la oclusión y escoliosis o viceversa10 en pacientes con plagiocefalia;11 en maloclusiones clase III con un ángulo de Cobb de 30 a 50° de inclinación;12 maloclusiones clase II13,14 y mordidas cruzadas unilaterales.15
La alteración de la oclusión por el tope colocado en ratas mostró que después de dos semanas se produjeron cambios evidentes en la columna.16–18 Sin embargo, al estabilizar el desequilibrio oclusal, el grado de escoliosis mejoró, por lo que se ha sugerido desde hace muchos años que, estabilizar la oclusión en el momento adecuado, estabiliza a su vez la postura de la cabeza,16–18 ya que la alteración de la columna puede llegar hasta la región sacro iliaca.19 Por otro lado, se sugiere que para aquellos pacientes que presenten disfunción cráneo mandibular se considere la evaluación de la columna vertebral.20
El tope, al producir una inestabilidad en la oclusión y en los músculos de la masticación, ocasiona una alteración en la columna vertebral. Esto se debe probablemente a que la musculatura ocasiona una inclinación de la primera vertebral cervical, lo que va a afectar la inclinación de la vértebra adyacente y por consecuencia la desestabilización de la columna cervical con una alteración sobre la función muscular del cuello, por lo que distribuye una sobrecarga de un solo lado, lo que afecta la orientación de las vértebras dorsales y lumbares al ocasionar una alteración de la columna y finalmente la escoliosis,21 cuyo efecto involucra al sistema neural entre el nervio trigémino y los nervios de la columna cervical.22
CONCLUSIONES- a)
Los resultados del estudio indican que un desequilibrio oclusal puede ocasionar una desalineación de la columna vertebral y ocasionar escoliosis.
- b)
Al eliminar el desequilibrio oclusal es evidente la alineación de la columna nuevamente.
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