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Vol. 70. Núm. 5.
Páginas 336-339 (septiembre 2010)
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Dr. Juan José González Moreno
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Alfredo C. Juárez Albarrána
a Coordinador del Capítulo de Historia y Filosofía de la SMU.
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DR. JUAN JOSÉ GONZÁLEZ MORENO

Nada conocía de nuestro hoy biografiado, hasta que hace pocos años. Buscando referencias sobre otro médico, a quien el cabildo de Zapotlán el Grande, Jalisco, había homenajeado, me encontré un acta del Ayuntamiento de dicho municipio (conocido hasta hace poco más de una década como Ciudad Guzmán); bella y fructífera tierra cercana a nosotros y donde se "divisan" los volcanes de Colima, desde una perspectiva distinta a la que vemos desde el valle de la ciudad de las palmeras; tierra de paso obligado para aquellos que, estudiando hace ya varios ayeres en la Perla Tapatía, tuvimos oportunidad de conocer de cerca al famoso y laureado poeta y escritor Juan José Arreola, montado cual quijote en su "rocinante" veloz y pequeña motocicleta, ataviado siempre con su traje negro y una capa del mismo color la que le levantaba el viento, fenómeno natural que hacía lo mismo con su ondulada cabellera cana; tierra también de uno de los mejores muralistas de México, quien dejó plasmado su arte en el Hospicio Cabañas de Guadalajara: José Clemente Orozco. Bueno pues en dicha acta se hace mención al médico urólogo Dr. Juan José González Moreno, nombrándosele Hijo Distinguido.

Nuestro personaje, quien a futuro vendría a convertirse en uno de los cuatro primeros urólogos de Guadalajara, nació el 27 de junio de 1917, en el barrio del Santuario de Ciudad Guzmán, Jalisco. Sus padres fueron el señor Juan González Sánchez, de oficio ferrocarrilero, y la señora Dolores Moreno Vergara, descendiente de una arraigada familia de abolengo. Desde muy pequeño se destacó por su peculiar sentido de responsabilidad y su capacidad de retención en nombres, fechas, datos y datas. Después de efectuar sus estudios de primaria y secundaria en su lugar de origen, se inscribió en la preparatoria de la Universidad de Guadalajara y posteriormente en su Facultad de Medicina. Hizo el internado de pregrado por dos años en el Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, en una época en la que todavía no existía el Servicio Social. De tal manera que el 30 de noviembre de 1940, junto con otros 28 jóvenes, se recibió como Médico Cirujano y Partero por la Universidad de Guadalajara. Entre sus condiscípulos se estaban quienes después también serían médicos destacados como Vicente Cambre, Fernando Orozco Loreto, Raúl Campos Fuentes, Jesús Gómez Plasencia, Jesús Ramírez Villaseñor y Raúl Blackaller.

Dr. Juan José González Moreno

Durante el quinto año de la carrera y siendo director del Hospital Civil de Guadalajara el Dr. Fernando Delgadillo Araujo, González Moreno, comenzó a efectuar algunas intervenciones quirúrgicas bajo la vigilancia de este excelente cirujano. En esa época colocó exitosamente su primera sonda uretrovesical de Nelaton para vaciar la vejiga de un paciente con retención aguda de orina. Después de que recibió su título, se fue a trabajar a Pihuamo, Jalisco, población cercana a su lugar de origen, ello dado que uno de sus compañeros de la Facultad, el Dr. Eduardo González Murguía, después excelente cardiólogo e internista, dejaba la plaza; permaneció en ese poblado unos meses. Posteriormente regresó a Guadalajara y con los ahorros que había hecho, y junto con otros dos compañeros, puso un servicio de atención médica que denominaron "Policlínica Médica Quirúrgica de Especialidades" por la populosa calle Álvaro Obregón, en la que hacían de todo. Por esa época apenas se iniciaban las especialidades en México.

Como especialidad, la urología prácticamente no existía. Por la calle Juárez, la principal de Guadalajara, había un consultorio que se decía de urología, en donde uno de los socios hacia cirugía general pero cuya actividad principal era la de curar blenorragias, ello mediante un ingenioso aparato con chicotes de hule y pivotes con una cánula de vidrio; allí llegaban los gonorréicos, que eran legión, y cada cual enchufaba su uretra en el pivote, con el que se hacían las irrigaciones uretrales con permanganato de potasio. "Por el murmullo de los pacientes, aquello parecía ni más ni menos una gran central telefónica; ésta era la urología de los años cuarenta en Guadalajara, nos dice nuestro biografiado en uno de sus libros. Continúa comentando que la primera vez que estuvo en contacto con un urólogo de carrera fue cuando el Dr. Carlos Aguirre, en esa época director del Hospital Juárez de la ciudad de México, fue a Guadalajara a atender un paciente; ahí González Moreno vio su primer endoscopia, y animado por el Dr. Aguirre decidió ir al Hospital Colonia de la capital de la república a aprender nuestra especialidad. En dicho nosocomio, y por un error burocrático, lo colocaron en neuro-psiquiatría, pero en sus ratos libres asistía al servicio de urología en donde ya se hacían exámenes cistoscópicos, radiológicos y clínicos, distando mucho de lo que había visto en Guadalajara; ahí se le pegó al Dr. Ricardo Labardini y al Dr. Fernando Quiroz quien, a la vez, era el jefe del pabellón cuatro de urología en el

Hospital General de México, ya que el pabellón cinco lo dirigía Don Aquilino Villanueva. En el Hospital General conoció a otros urólogos de primera línea como al Dr. Javier Longoria Porras, Ignacio Gutiérrez Gálvez y en las reuniones sociales a las que le invitaban los médicos antes señalados, conoció también al Urólogo alemán Dr. Alexander von Lichtenberg.

En el pabellón cinco, hizo amistad con el dinámico Don Raúl López Engelking, así como con Don Manuel Pesqueira, poseedor de una gran personalidad, de fácil palabra y grandes conocimientos, elegante como Villanueva en las intervenciones quirúrgicas y como él, incansable trabajador, personajes ambos miembros de la Sociedad Mexicana de Urología, quienes llegaron a ocupar la presidencia de la Academia Mexicana de Cirugía. Uno de los especialistas que dejaron huella en nuestro biografiado fue Don Ángel Quevedo Mendizábal, hombre sencillo, estudiosísimo, siempre al día en la materia y en otras más; lo seguía en todas sus correrías que empezaban a las siete de la mañana en el anfiteatro, haciendo estudios y técnicas quirúrgicas en cadáveres; a las ocho, reloj en mano, pasaban a la biblioteca central a revisar el índex medicus y mediante éste, a investigar las novedades, luego a pasar visita, después a los quirófanos; ya entonces sólo asistía al Hospital Colonia de cuando en vez. En una ocasión el director de éste, Don Ponciano Jolly, no pudo instalar una sonda y le dijo: "¡si no la pasas te corro, y si lo haces desde mañana te nombro adscrito en urología!" Al día siguiente, esto en el año de 1941, le dieron su primer nombramiento como Urólogo.

Por esa época, en el Hospital General y por iniciativa del Dr. Aquilino Villanueva, se comenzaron a hacer los primeros cursos para pos graduados, a los que asistió. Para ingresar a la Sociedad Mexicana de Urología -dice González Moreno- los trámites eran complicados; señala que primero teníamos que ser aspirantes, se analizaba nuestro currículo por un comité especial; de esa manera fuimos aceptados como asociados los colegas Santiago Blanco -de Mérida-, José Antonio de la Torre -de Nueva Rosita, Coahuila-, Adolfo Isla Cosío -de León, Guanajuato-, y yo. Mi trabajo fue dirigido por Don Ángel Quevedo Mendizabal, el tema fue muy novedoso, el que interesó a muchos y estuvo en relación con la uretro trigonitis; luego varios médicos extranjeros, entre ellos Folksom, Cabot, Mackensie, Thompson, Young, Van Duzen y Harold Mc Donald, establecieron comunicación epistolar con él. Más adelante y en ocasión de su visita a México, discutimos mi tesis con Folksom, él le llamaba de la "Próstata femenina" y a nivel internacional dicho síndrome lleva su nombre. Después de nuestra aceptación dentro de la SMU en 1942, nos fuimos a festejar al famoso centro nocturno Ciros, del Hotel Reforma. En 1943 -continúa González Moreno-, quedé como ayudante adjunto al profesor titular de la cátedra de Urología, en la Universidad Nacional Autónoma de México, Dr. Ángel Quevedo Mendizábal. En esos días había 43 asociados radicados en el D. F. y 11 foráneos, se me nombró vocal foráneo y me apresuré a formar el Capítulo de Occidente de la SMU. Éramos sólo cuatro urólogos en Guadalajara, entre ellos el Dr. Francisco García Ruiz, a quien le tocó iniciar los congresos y presidió el de Guadalajara y Chapala.

En 1945, a su regreso, estableció su consultorio particular e hizo su primera cirugía urológica en la Cruz Verde, servicio de urgencias municipal adjunto al Hospital Civil; se trató de una exitosa prostatectomia supra púbica. En un viaje a los EEUU, había adquirido un panendoscopio y un uretrotomo; posteriormente, hizo su primer resección trransuretral de próstata y comenzó a dar clases a la primer generación de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Guadalajara. Con base en uno de sus libros, fue uno de los urólogos que estableció el servicio de urología en el Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, ahora antiguo Hospital Civil de la U. de G., convirtiéndose así en uno de los pioneros de la urología en Jalisco. Fue fundador y director por 50 años del nosocomio privado que llevó por nombre Hospital de la Divina Providencia.

En el libro Historia viva de la Urología en México, los autores del capítulo relacionado con la urología en Guadalajara, señalan que nuestro biografiado "ingresó como urólogo y luego es asignado a la clínica N° 3 del IMSS; se lanzó a la política sindical, ocupando la Secretaría del Trabajo y Conflictos, así como la Secretaría del Interior. Después regresa al Hospital "Ayala" como urólogo e inicia los primeros procedimientos endoscópicos con equipo de su propiedad y con diversas técnicas quirúrgicas propias de su especialidad, separándose de la institución en 1949-1950 para dedicarse a la práctica privada" (sic.). Mediante su trabajo institucional, se dio a conocer y se acrecentó su clientela privada. El urólogo Andrés Valencia y su familia, con quien nuestro biografiado tuvo amistad, me comentó que el doctor González poseía infinidad de instrumental urológico y que en su consultorio o domicilio, en la Colonia Chapalita en Guadalajara, llegó a ver una gran tina de baño la que se llenaba de agua muy caliente y en ella el doctor Gonzales prácticamente "sumergía" a sus pacientes con cólico reno ureteral, minutos después sus molestias aliviaban.

Debemos mencionar que contrajo nupcias con la señorita Berta Mendoza, también originaria de Ciudad Guzmán, el 8 de febrero de 1945, logrando procrear dos hijos: Juan Manuel y Álvaro quien fue escritor y trabajó muchos años en la mundialmente famosa estación radial BBC de Londres.

Fue urólogo de la Cruz Roja Mexicana, delegación Guadalajara, de la Compañía Eléctrica de Chapala -posteriormente conocida como Comisión Federal de Electricidad-; de Petróleos Mexicanos, así como de algunas instituciones bancarias. En 1951, se convirtió en asesor de la Sociedad de Ginecología de Guadalajara. En 1952, fue Secretario de la Sección de Urología: Octava Asamblea Nacional de Cirujanos. Para 1954, se desempeñó como Vice-presidente de la Sección de Urología: Décimo Primera Asamblea Nacional de Cirujanos.

En 1946 había dejado las aulas de la Universidad de Guadalajara e inició la cátedra de urología en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Guadalajara, en la que permaneció hasta 1960. Como antecedente comentaremos que años antes, por situaciones políticas, se habían presentado movimientos sociales que hicieron que varios de los profesores de diversas escuelas y facultades de la Universidad de Guadalajara, junto con empresarios jaliscienses se escindieran y formaran una Universidad privada que fue la Autónoma; en su Facultad de Medicina el Dr. González Moreno llegó a ser presidente del Colegio de Profesores. Según tengo entendido, no formó parte de la Sociedad de Urología de Guadalajara la que estaba conformada en su mayoría por especialistas de la Universidad de Guadalajara. En 1961, fue profesor de radiología urinaria, en el curso de especialidades para Enfermeras en la UNAM y perteneció al Patronato de Acción Científica de la Sociedad Mexicana de Urología. Para 1962, fue aceptado como Miembro de la Sociedad Mexicana de Historia de la Medicina.

La historia fue otra faceta que logró desarrollar y perfeccionar; le valió la publicación de tres obras y el reconocimiento inminente de sus coterráneos. En 1988 publicó Y mi pueblo Zapotlán se hizo Ciudad Guzmán, con dos ediciones del Colegio Internacional de Guadalajara y una por el Archivo Histórico Municipal de Zapotlán el Grande, Jalisco, libro que es ya todo un clásico en Ciudad Guzmán, por las pulcras y amenas referencias que se advierten sobre la tierra natal del escritor. A propósito de este título, el Sr. Juan S. Vizcaíno, Cronista Emérito de Zapotlán el Grande, escribió: "Me imagino en Juan José González Moreno al abuelo que de su mano se cuelgan los niños y, a la sombra de un Laurel de la India, les cuenta lo pasado y las leyendas que se tejieron del pueblo que lo vio nacer...".

Para 1989 salió a la luz pública su libro Entre la vida y la muerte, con dos ediciones del Colegio Internacional de Guadalajara, relatoría sobre su vida y experiencias dentro del campo de la medicina urológica; en el que además, se presenta una interesante investigación sobre la relación de los nombres de hombres y mujeres que han egresado de la carrera de medicina de la Universidad de Guadalajara desde su fundación y hasta 1940; también logró publicar el cuento "Al otro lado del río" dentro de la Revista de Estudios Históricos "Fray Antonio Tello". En 1992, fue premiado por su ensayo histórico "Médicos y hospitales del Occidente de México", en el certamen del Bicentenario de la muerte de Fray Antonio Alcalde fundador del Hospital Civil de Guadalajara.

En el año 2000, el H. Ayuntamiento Constitucional de Zapotlán el Grande, Jalisco, le otorgó el Reconocimiento "Tzaputlatena" (diosa de los curanderos en el ámbito prehispánico y por quien se debe el nombre de Zapotlán, según el sabio José María Arreola), en su primera edición, dentro del marco del Festival Cultural de la Ciudad conmemorativo del 467 aniversario de la fundación de la ciudad; donde también recibió la categoría de "Hijo Ilustre" de Ciudad Guzmán, en Sesión Solemne de Ayuntamiento. Durante la década de los años noventa y principios del presente siglo, le dedicó grande tiempo a su pasión por las letras, logrando concebir importantes estudios y ensayos de corte histórico que se publicaron en revistas y suplementos culturales de la capital jalisciense y de su tierra natal.

Con su amigo, don Jorge Álvarez del Castillo, publicó varios de estos ensayos relacionados con los barrios de Guadalajara, con los datos biográficos de personajes connotados para la historia de Jalisco y con el desarrollo sucinto en la gestación de las más importantes instituciones de salud pública de nuestro Estado. Fue constantemente invitado por la Secretaría de Cultura de Jalisco y la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco, A. C., para impartir conferencias; donde logró posicionarse en un lugar preponderante -sin ser parte de ellas-, en el reconocimiento de las sociedades intelectuales que circunscriben este tipo de instituciones culturales.

Juan José González Moreno es el prototipo del buen conversador, facultad que sacaba a relucir en las múltiples charlas que ofreció en diversos recintos culturales y foros de instituciones educativas. Su peculiar narrativa oral nos transportaba a su tiempo y a su espacio, mientras maquinamos en nuestras mentes la escenografía que nos dibuja a través de su palabra. Sin duda alguna, Juan José González Moreno fue uno de esos escasos hombres que han tenido el privilegio de captar y transmitir, con aquella pasión y devoción, las facetas profesionales que conciben su verdadera dimensión: la práctica médica en el campo de la urología y la prodigiosa memoria que lo hicieron artífice en el buen conversar dentro del campo de la historia anecdótica.

Los mejores años de su vida —manifestación a través de su blanca cabellera y sus marcadas líneas de expresión—, los entregó a la juventud que, deseosa de saber su pasado y que se embriagó de la gloriosa lucidez de Juan José González Moreno, el hombre que nació para conservar, a través de su conversar, la rica identidad de Zapotlán, el Zapotlán, que también es Jalisco, y nosotros añadiríamos, y también México.

Nuestro biografiado falleció a fines del año 2009 en Guadalajara. Gran parte de su obra la dedicó a su terruño de quien en uno de sus libros hablando de la exquisitez de nuestros platillos regionales dijo:

Al Zapotlán que se deleita en el condumio de la nuez encarcelada entre paredes de dulce cristal, o en sutiles tonos de una sensual "cuachala", platillo que sólo los del sur de Jalisco y parte de Colima conocemos. Es tan exquisita que, la esposa del Presidente Echeverría, dicen que llevó unas cocineras de Tuxpan, Jalisco, cuando hicieron un viaje a Inglaterra y le dieron la cuachala a probar a su Majestad la Reina Isabel, con tortillas de maíz recién salidas del comal, en verdad que es bocado de reyes. Para quien no lo sepa les diré que la cuachala es un muy sabroso guiso elaborado a base de pollo.

De Juan José González Moreno, añadiremos que uno de sus últimos legados fue el diseñar el actual Escudo de Armas de su tierra natal, adoptado como oficial a partir de 2003. Además, en 2002, el Gobierno del Estado de Jalisco, a propuesta del Sistema DIF Municipal de Zapotlán el Grande, le otorgó el Premio "Orgullo de Jalisco", galardón al que acceden los adultos mayores jaliscienses que con sus obras engrandecen a la sociedad estatal.

Para finalizar con este ensayo biográfico agradezco al Sr. Eduardo Aguilar, propietario de prestigiada librería localizada en el portal Hidalgo de Ciudad Guzmán frente a la plaza principal, por prestarme uno de los libros de su colección particular; al Arq. Fernando González Castolo, cronista oficial de Zapotlán el Grande, Jalisco, quien tuvo a bien corregir el borrador del presente documento y permitirme usar los datos con relación a la entrevista que hizo a nuestro biografiado, lo mismo a mi amigo urólogo tapatío Dr. Andrés Valencia, ex jefe del servicio de urología del antiguo Hospital Ayala del IMSS, hoy Hospital Regional N° 45, al haberme facilitado de manera verbal y por escrito parte de la información que me sirvió de base para la elaboración de los datos antes señalados, que tienen la pretensión de que los urólogos de México y extra fronteras conozcan, a aquellos médicos que nos precedieron en el quehacer urológico en nuestro país y quienes a la vez que connotados profesionales de la medicina, fueron maestros de generaciones, escritores e historiadores que dejaron imborrables huellas de su transitar por el mundo.


Correspondencia: Avenida San Fernando 5l4-3.

Colonia Centro. 28000. Colima, Col.

Correo electrónico: acja@hotmail.com

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