Tras haber leído con interés el reciente artículo «Tianeptina, un abordaje farmacológico atípico de la depresión»1 nos gustaría realizar una serie de consideraciones. En primer lugar, destacar lo completo y minucioso de dicho artículo, que ilustra sobre un mecanismo de acción que hasta la fecha aparece descrito de forma incompleta e incluso contradictoria en la literatura disponible. Sin embargo, el artículo no abunda en el perfil de seguridad del fármaco, por lo que hemos realizado una revisión bibliográfica empleando la base de datos Pubmed, cuyos resultados nos ha parecido de interés comunicar.
Existe una serie de trabajos rusos fechados entre los años 2002-2009 que profundizan en el uso de la tianeptina como tratamiento de la depresión en pacientes hipertensos y con cardiopatía isquémica que muestran, además de la eficacia y seguridad del fármaco como antidepresivo, beneficios adicionales en las cifras de tensión arterial e incluso en parámetros como el remodelado del ventrículo izquierdo tras un infarto de miocardio.
El primer trabajo identificado respecto a la seguridad cardiovascular de la tianeptina data de 1990, en él se muestra que la tianeptina no produjo hipotensión ortostática ni aumentó la frecuencia cardíaca. No se pudieron observar cambios en el electrocardiograma, y el tiempo de conducción cardíaca se mantuvo sin cambios2. Un segundo trabajo de 1991, concluye que el fármaco fue bien tolerado en pacientes deprimidos, y no indujo cambios cardiovasculares significativos en pacientes con anomalías cardiovasculares ni en pacientes alcohólicos (incluyendo ancianos), se observaron menos casos de hipotensión ortostática que con otros antidepresivos, y los intentos de suicidio con sobredosis del fármaco no llevaron a la muerte debido a complicaciones cardiovasculares3.
Ya centrándonos en la serie de trabajos rusos, en 2004 un estudio encontró un descenso en la puntuación del inventario de depresión de Beck asociando 37,5mg de tianeptina frente al tratamiento básico de la cardiopatía isquémica estable únicamente (grupo control), lo que además llevó aparejada la disminución del número y la gravedad de las cardialgias, un mejor control de la presión arterial en pacientes con hipertensión, un aumento del tiempo de ejercicio durante la prueba de ejercicio y un aumento del índice general de calidad de vida4.
En el año 2006, un trabajo sobre pacientes con cardiopatía isquémica y arteriosclerosis coronaria encontró una correlación negativa entre la diferencia de la variación media ponderada en el ritmograma antes y después del tratamiento con tianeptina, y la diferencia de los índices de depresión relevantes, con un alto coeficiente de correlación (−0,74; p=0,035). También de este mismo año, otro estudio sobre 376 pacientes concluyó que la adición de tianeptina al tratamiento de pacientes con hipertensión arterial y enfermedad coronaria concomitante mejoraba la eficacia del tratamiento antihipertensivo, además de resultar eficaz en los síntomas depresivos6.
En 2009, otro estudio empleando tianeptina encontró una reducción de la sintomatología afectiva, contribuyendo al impacto positivo en los parámetros hemodinámicos intracardiacos y estructurales y geométricos del ventrículo izquierdo7.
Existen al menos otras 3 publicaciones rusas de este intervalo temporal (2002-2009) que figuran en la base de datos Pubmed, pero en lengua rusa, y sin que sea posible acceder, si bien versan también sobre la seguridad cardiovascular del fármaco y su eficacia8–10.
En resumen, el perfil de seguridad cardiovascular del fármaco parece muy atractivo, también en pacientes ancianos, y la perspectiva del potencial de mejorar la eficacia del tratamiento de la hipertensión arterial en pacientes cardiópatas resulta sumamente interesante, además del diferente mecanismo de acción que presenta, que abre las puertas a un uso en combinación que podría ser de utilidad en depresión resistente. En depresión bipolar, hasta la fecha hemos identificado un único y muy reciente estudio que no ha mostrado diferencias significativas con placebo, pero aún es pronto, por tanto, para descartarlo a tal efecto11.
FinanciaciónNo ha habido fuentes de financiación para la realización de este trabajo.