La tríada de Rosen, denominada así en honor a Paul Peter Rosen, es un concepto anatomopatológico que asocia alteraciones de células columnares, carcinoma lobulillar in situ y carcinoma tubular. En un análisis de 105 casos de pacientes con carcinoma tubular se vio que 63 de ellos (60%) asociaban carcinoma lobulillar in situ (LCIS) o alguna forma de lesiones de células columnares1,2. Estas lesiones son típicamente positivas para receptores de estrógenos y progesterona, y HER2-neu negativas. Estos resultados pueden tener repercusiones clínico-patológicas ante el hallazgo de una de estas lesiones en la biopsia de las lesiones mamarias.
Presentamos el caso de una paciente de 67 años sin antecedentes personales de interés. En la última mamografía de screening se detectaron microcalcificaciones, por lo que fue remitida a nuestro centro para realización de una biopsia con aguja gruesa (BAG) de la lesión (figs. 1 y 2).
El resultado de la biopsia mostró un carcinoma lobulillar in situ, con áreas de fibroadenomatosis y calcificaciones estromales, sin signos de infiltración en el material remitido. Dados los hallazgos se programó intervención quirúrgica para tumorectomía guiada por Radioguided Occult Lesion Localization (ROLL) y posterior estudio microscópico de la lesión.
El estudio anatomopatológico de la pieza extirpada mostró el carcinoma lobulillar in situ disperso por todo el fragmento, sin alcanzar bordes quirúrgicos (grado histológico I en la escala Nottingham) acompañada de cambios columnares focales adyacentes y un carcinoma infiltrante tipo tubular de 3×5mm, que tampoco alcanzaba los bordes quirúrgicos (estadio pT1a). El estudio molecular fue positivo para receptores hormonales de estrógenos y progesterona, con Ki-67<5% y sobreexpresión HER2-neu negativa.
Antes estos nuevos hallazgos, se programó reintervención de la paciente para realizar una biopsia selectiva del ganglio centinela mediante el método One Step Nucleic acid Amplification (OSNA), que finalmente fue negativa para células tumorales3.
Actualmente, la paciente es seguida en consultas externas con controles clínicos y mamografías anuales.
El carcinoma lobulillar in situ es una lesión infrecuente que generalmente supone un hallazgo incidental en una biopsia realizada por otro motivo. Su potencial de malignización es muy bajo, sin embargo, se considera un factor de riesgo para carcinoma infiltrante de mama tanto ipsilateral como contralateral, con un riesgo de cáncer de mama de hasta el doble que la población general. Estudios observacionales han mostrado que el 5-25% de las muestras de carcinoma infiltrante asocian un LCIS4,5, por lo que la recomendación actual ante el hallazgo de un LCIS en la BAG es realizar una biopsia escisional de la lesión para su estudio completo. En los casos en que se detecte una lesión maligna debe completarse el tratamiento oportuno.
El hallazgo de lesiones de células columnares también sugiere un aumento del riesgo de cáncer de mama, pero son necesarios más estudios para cuantificar este riesgo y definir una estrategia para su manejo6,7.
Por lo tanto, dado el aumento de riesgo de cáncer de mama en estas pacientes de hasta 2 veces respecto a la población general8, se recomiendan un seguimiento más cercano de las pacientes con este tipo de lesiones mediante controles clínicos cada 6-12 meses y mamografías anuales.
Responsabilidades éticasConfidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.