INTRODUCCIÓN
La osteoartritis o artrosis es un síndrome, un grupo heterogéneo de procesos con variados mecanismos etiopatogénicos, a veces interrelacionados, que terminan condicionando el fracaso de la articulación, ya sea debilitando el cartílago que no puede entonces soportar fuerzas normales o bien claudica ante fuerzas anormalmente intensas1, caracterizándose por la degeneración del cartílago, remodelación ósea y crecimiento excesivo del hueso2.
Las alteraciones del cartílago son seguidas de respuestas de adaptación de la superficie articular (esclerosis del hueso subcondral y osteofitos marginales), dando lugar el conjunto de todas ellas a las modificaciones anatómicas y radiológicas características de la artrosis3, 4.
Puede considerarse propia de la evolución del ser humano. Aunque su prevalencia aumenta con la edad, no es éste el único factor implicado (nutrición, sexo, edad avanzada, deficiencias circulatorias, trastornos endocrinos, herencia, traumatismos, etc.), y más concretamente la espondiloartrosis es favorecida o acelerada por la sobrecarga mecánica, los esfuerzos repetidos, los traumatismos agudos y crónicos, los trastornos de la estática raquídea o las lesiones residuales a otra patología discovertebral, siendo quizá el estrés biomecánico el factor de mayor entidad, bien por estrés ocupacional o por sobrepeso1, 5.
En general la artrosis vertebral predomina en la región lumbar (L4-L5), así como cervical (especialmente en C-5, C-6 y C-7), y con menor frecuencia en el segmento dorsal, pues a este nivel la movilidad conlleva un menor desgaste funcional1, 6, 7.
Recientemente se ha sugerido una interesante teoría: la columna vertebral de los animales cuadrúpedos reposa sobre las cuatro extremidades y no es una estructura destinada a soportar el peso del cuerpo. Solamente el hombre ha adquirido una posición bípeda, de tal forma que la columna ha pasado a ser una estructura de carga a la que no ha dado tiempo de adaptarse8.
Existe bibliografía que atestigua la antigüedad de esta entidad tanta como la del hombre. Pretendemos ver si es así en poblaciones prehistóricas de la provincia de Granada.
MATERIAL Y MÉTODOS
Se han analizado las vértebras pertenecientes a 90 individuos de seis poblaciones de la Edad de Bronce de la provincia de Granada. El material osteológico está depositado en el Laboratorio de Antropología de la Universidad de Granada y procede de excavaciones realizadas en La Terrera del Reloj (Dehesa de Guadix), Cerro de la Encina (Monachil), Cerro de la Virgen (Orce), Cuesta del Negro (Purullena), Fuente Amarga y Castellón Alto (Galera).
A grandes rasgos el método de estudio ha sido el examen macroscópico de las piezas. De esta forma se han podido comprobar las modificaciones anatómicas de este proceso que afectan a las articulaciones intersomáticas (espondiloartrosis anterior) y/o las articulaciones interapofisarias (espondoartrosis posterior).
De las 1.701 vértebras que se han podido observar, 486 pertenecen al segmento cervical, 828 al dorsal y 387 a la región lumbar. De los 90 sujetos que componen las seis poblaciones, 45 son mujeres y los 45 restantes varones; considerando 55 de edad adulta (20-40 años) y los restantes 35 de edad madura o senil (41-60 y mayores de 60, respectivamente).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se ha encontrado artrosis en el 56,6 por 100 del total, si bien existen diferencias entre las seis poblaciones estudiadas. Así vemos cómo la población más afectada ha sido la del Cerro de la Virgen y la que menos la de Fuente Amarga. En un principio estas diferencias podrían achacarse a la disparidad de edad entre los individuos estudiados; no obstante, esta hipótesis pierde valor dado que las proporciones en cuanto al número de adultos y maduros-seniles son similiares en ambas poblaciones. Este dato ayuda a mostrar que, aunque la edad es un factor de peso para la aparición de artrosis, no es el único a considerar (tabla 1).
Como es bien conocido, y anteriormente se mencionó, el proceso artrósico es un fenómeno en gran medida evolutivo, propio de la edad, de lo que se deriva que los individuos más afectados sean los más añosos. Así lo observamos en el material de nuestro estudio, donde todos los varones maduros presentan modificaciones anatómicas secundarias a espondiloartrosis.
En la población de Fuente Amarga y Cuesta del Negro fueron las mujeres las más afectadas, siendo al contrario en los grupos de las restantes cuatro localizaciones (tabla 2).
El raquis lumbar es el segmento más afectado en ambos sexos, seguido por la columna dorsal y muy cerca de ésta la cervical (tabla 3).
Hallamos diferencias significativas entre la afectación vertebral dorsal masculina y la femenina (tabla 4). Diferencias éstas que pudieran ser explicadas por la existencia de división de tareas dentro de la población, bien de índole doméstico, económico u otras, entre hombres y mujeres de aquella época. Parece, pues, plausible la hipótesis de que la actividad cotidiana del hombre imprimiese un mayor desgaste, presión o carga sobre esta zona que la de la mujer, con menor castigo de dicha zona anatómica, debido a su distinta ocupación y papel en aquella sociedad.
Comparando estadísticamente se obtienen diferencias significativas en todos los segmentos de la columna (cervical, dorsal y lumbar) entre hombres y mujeres de la edad que hemos definido como adulta. Al pasar a la franja de edad madura-senil los datos varían: sólo hay diferencias signicativas entre sexos en el segmento dorsal, no pudiendo establecerse esta diferencia cervical ni lumbar (tabla 5).
A pesar de la extraordinaria frecuencia de artrosis en poblaciones actuales, podemos afirmar, y así lo han puesto de manifiesto numerosos autores, que se trata de una enfermedad casi tan antigua como el propio hombre, siendo el esqueleto axial el que con mayor frecuencia participa de este proceso, aunque se hayan encontrado signos propios de la artrosis en prácticamente todas las articulaciones del organismo.
Se han visto huellas de esta enfermedad en más de un neardentalense como el de la Chapelle aux Saints, que presenta afectación de la articulación coxofemoral, temporomandibular y vertebral9, 10. Igualmente, el hombre de Cro-Magnon durante el Paleolítico Superior padeció este tipo de dolencia. Posteriormente, durante el Mesolítico, Neolítico y otras edades protohistóricas posteriores, son numerosos los casos de osteoartritis en la columna vertebral de los restos conservados10-15.
Los estudios necrópsicos actuales muestran una mayor prevalencia de esta enfermedad con respecto a las poblaciones tratadas en este estudio, dato éste lógico si se tiene en cuenta que antaño, con menor esperanza de vida, el esqueleto estuvo menos tiempo sometido al desgaste fisiológico que imprime la edad.
A modo de conclusión, nuestro trabajo corrobora los hallazgos referidos en la bibliografía acerca de la antigüedad de la existencia de artrosis y nos coloca en disposición de aventurar la hipótesis de que las diferencias halladas entre los esqueletos axiales de hombres y los de mujeres implicarían distintos roles de éstos dentro del modo de vida de las poblaciones argáricas.
Osteoartrite rachidea nell´età del Bronzo
RIASSUNTO
Si studia l´incidenza d´artrosi nella colonna vertebrale di 90 individui procedenti di giacimenti dell´Età del Bronzo della provincia di Granata basandosi nell'osservazione di 1.701 vertebre e facendo distinzione fra i segmenti rachidei cervicale, dorsale e lombare, secondo sesso ed età di detti campioni.
Abbiamo trovato spondiloartrosi nel 56 per 100 degli individui studiati, con delle differenze fra le diverse popolazioni, essendo generalmente i maschi quelli più colpiti, fatto che suggerisce l'esistenza di compiti diversi secondo i sessi con diversi gradi di attività fisica.
I risultati sono nella linea della bibliografia sulla antichità dei processi artrosici.
Ostéoarthrite rachidienne à l´Âge de Bronze. Révision de 1701 vertèbres de six gisements archéologiques différents
RÉSUMÉ
Nous étudions l'incidence d'arthrose de la colonne vertébrale de 90 individus en provenance de gisements de l'ge de Bronze de la province de Grenade. Nous nous sommes basés sur l'observation de 1701 vertèbres et avons distingué les segments rachidiens cervical, dorsal et lombaire, selon le sexe et l'âge de ces spécimens.
Nous avons trouvé des spondylarthroses chez 56 pour 100 des individus étudiés, avec des différences entre les différents peuplements, les hommes étant en général les plus touchés, donnée qui suggère l'existence de trauvaux selon le sexe avec des degrés d'activité physique différents.
Les résultats sont conformes à ceux que l'on peut trouver dans la bibliographie concernant l'ancienneté des processus arthrosiques.
Knochenarthritis des Rückgrates in der Bronzezeit. Überprüfung von 1701 Wirbel aus sechs verschiedenen Fundstellen
ZUSAMMENFASSUNG
Das Auftreffen von Arthrose in der Wirbelsäule von 90 aus Fundstellen der Bronzezeit in der Provinz Granada herrührenden Individuen wird auf der Grundlage der Beobachtung von 1701 Wirbel untersucht, wobei zwischen den Hals-, Rücken- und Lendenabschnitten der Wirbelsäule unterschieden und nach dem Geschlecht und dem Alter der erwähnten Probepersonen geordnet worden ist.
Wir haben spondylöse Arthrose bei 56 Prozent der untersuchten Individuen vorgefunden, wobei es Unterschiede zwischen den verschiedenen Bevölkerungen gab und im Allgemeinen die Männer am meisten betroffen waren, was auf das Bestehen von verschiedenen Aufgaben je nach Geschlecht mit unterschiedlichen Stufen der körperlichen Betätigung schliessen lässt.
Die Ergebnisse stimmen gut mit den Angaben der Fachliteratur über das geschichtliche Alter der arthrösen Prozesse überein.