Rodrigo C. Miralles Marrero
Editorial Masson, S. A. Barcelona, 2001. Encuadernación en cartoné, 27 × 21 cm. 408 + XIX figuras. Dividido en 30 capítulos. 131 figuras + 57 tablas. ISBN: 84-458-1081-2
Depósito legal: B-18.868-2001.
Basado en las enseñanzas del máster en Valoración del Daño Corporal que realiza la Universidad Rovira i Virgili de Reus, Rodrigo Miralles nos presenta su nueva obra como un colofón del curso como recopilación de las enseñanzas que en él se imparten. Para ello reúne de nuevo el profesorado, exponen cada uno su tema y bajo su batuta toma cuerpo la obra sin desafinar ni un solo instante.
Ya nos anuncia en el prefacio que la necesidad de valorar las lesiones corporales es casi tan antigua como la historia humana y cómo las primeras compensaciones se obtienen por la dura ley del «ojo por ojo, diente por diente». Fue ardua tarea para los jueces de todos los tiempos valorar el daño físico, y aún el moral, que ocasiona un accidente, fortuito o provocado de propio intento. El juzgador recurrió entonces al técnico, al forense, asesor médico del magistrado que de forma neutral trató de tasar los daños.
Pero, en primer lugar, el perito ha de establecer cuáles son los daños reales, desnudándolos de la afectividad y del logro malicioso, rentofilia y demás vicios que lleva parejo el padecimiento. Y además ha de hacerlo de forma objetiva y, a ser posible, demostrable.
Ha contado el autor con 38 colaboradores, prácticamente toda la plantilla del máster, que desde todos los puntos de vista y todas las facetas de la especialidad encaran el reto de valorar objetiva y científicamente las lesiones producidas al aparato locomotor.
Queda dividida la obra en tres grandes apartados: el primero dedicado al estudio de los accidentes, sus formas de producción, diagnóstico y medios para lograrlo, tratamiento y complicaciones. La segunda parte la constituyen los traumatismos estudiados por regiones, más los politraumatismos y amputaciones. Y la tercera parte, el peritaje, la autén-tica valoración de las secuelas.
De la buena presentación del libro son de destacar los dibujos de Ramón Ferrán Pagés, escultor, conocedor del oficio y fiel traductor a imágenes de las indicaciones del profesor Miralles.