Sr. Director:
Hemos leído con gran interés el artículo de Mayo Moldes et al1 sobre el uso de un antagonista NMDA, como la ketamina, y su uso parenteral en el dolor fantasma.
Tras su lectura, consideramos de interés aportar al citado artículo nuestra experiencia con el uso de ketamina, en particular utilizándola por vía oral, en un paciente diagnosticado con dolor regional complejo, que publicamos en 20072.
Aunque el tipo de enfermedad no es la misma, nos ha parecido interesante realizar algunas apreciaciones al respecto.
En primer lugar, la vía oral nos parece más interesante, por su manejabilidad por el paciente y facilidad de administración, que la vía intravenosa (i.v.), aunque en ocasiones la intensidad del dolor en cada paciente puede precisar de entrada la realización de una infusión i.v. y una continuación por vía oral, con estudios que muestran cómo convertir las dosis de vía parenteral a vía oral3,4. En segundo lugar, nos parece necesario conocer los antecedentes del paciente para determinar la corrección o no del uso de la ketamina, ya que estaría contraindicada en situaciones de riesgo cardiovascular grave, procesos respiratorios graves u otros desórdenes, como consta en nuestro protocolo2,3, datos que no constan en este artículo donde sí expresan una afectación isquémica periférica.
En una revisión reciente4 realizada en 22 artículos con corrección metodológica sobre el uso de la ketamina por vía oral, son múltiples las enfermedades, con predominio de dolor neuropático, en las que se ha utilizado este fármaco: neuralgia trigeminal, miembro fantasma, síndrome de dolor regional complejo coincidiendo con nuestra experiencia, neuralgia glosofaríngea, dolor neuropático orofacial, dolor central y periférico, en neuropatía diabética o dolor neuropático oncológico, entre otros.
En esta revisión, en la cual se incluye nuestro trabajo, se plantea de forma general que la dosis de inicio en un paciente sin tratamiento previo con este fármaco sería de 0,5 mg/kg en dosis única de ketamina racémica o 0,25 mg/kg de s-ketamina y evaluar su eficacia. Las dosis se incrementan de forma progresiva en 0,5 o 0,25 mg/kg, dependiendo del fármaco empleado, hasta la mejora de la clínica o aparición de efectos adversos. La frecuencia de la dosis en general se acepta cada 6 u 8 horas.
En la actualidad se plantea el uso de la ketamina tópica como otra opción de tratamiento de dolores neuropáticos más localizados5, por lo que se abre un futuro esperanzador en el uso de esta molécula.
*Correo electrónico: vilanueva_vic@gva.es (V.L. Villanueva Pérez).