El propósito de esta investigación fue describir y establecer la relación que hay entre las creencias y normas subjetivas con la intención de conducta proambiental en una institución universitaria privada de la ciudad de Bogotá (Colombia). Se contó con la participación de 346 estudiantes seleccionados mediante un muestreo no probabilístico según la proporción de programas de pregrado y posgrado. Se administró la Escala de Comportamiento Proambiental (67 ítems), que evalúa creencias, normas subjetivas e intención de conducta proambiental. Se identificó que las normas subjetivas pro y antiambientales pueden ser predictores consistentes de la intención de conducta pro y antiambiental.
The purpose of this study was to describe and establish the relationship between beliefs and subjective norms with the pro-environmental intention of a private university in the city of Bogota (Colombia). A total of 346 students participated in the study, and they were selected using non-probability sampling according to the proportion of undergraduate and graduate programs. The pro-environmental behaviour scale (67 items) was administered in order to evaluate beliefs, subjective norms, and intention of pro-environmental behaviour. It was found that pro- and anti-environmental subjective rules may be consistent predictors of pro- and anti-environmental intent.
El cambio climático es uno de los factores que más han contribuido en la crisis ambiental actual. Desde la segunda mitad del siglo xx se ha identificado el alcance mundial de las consecuencias relacionadas con la disminución de la biodiversidad, la reducción del ozono estratosférico por la alta emisión de los gases efecto invernadero y los problemas de salud en las personas, a quienes se les atribuye en parte la problemática debido a las actividades que realizan (Velázquez de Castro Gonzáles, 2012). Este hecho es preocupante debido a la tendencia de aumento y a la posibilidad de relacionarse con problemas mayores en generaciones futuras. Por ello, además de establecer la problemática y las consecuencias del deterioro ambiental, se requiere el diseño e implementación de estrategias de evaluación, prevención y control de los factores que influyen en la aparición de dicho problema (Rivera & Rodríguez, 2009).
Frente a este reto, los avances científicos de las distintas disciplinas y ciencias en la última década han sido una prioridad en todo el mundo. El estudio acerca de la conducta protectora del medio ambiente tanto en Estados Unidos como en Europa Occidental en cooperación con Asia, Latinoamérica, Europa Oriental y, en menor medida, África refleja el interés compartido por los problemas que están asociados con la conducta ambiental en las distintas culturas y la necesidad de desarrollar acciones que promuevan conductas sustentables (Corral & Queiroz, 2004).
En este contexto, aproximadamente hace medio siglo, la psicología ambiental se interesó por realizar investigaciones y abordajes teórico-prácticos con el propósito de establecer estrategias que contribuyeran a mejorar la relación del ser humano con el ambiente (Gifford, 2014). En los años noventa se hablaba de comportamientos proecológicos para referirse a aquellas acciones que realizan los individuos para cuidar el medio ambiente y que buscan un mínimo impacto negativo sobre el mismo (Corral, Tapia, Fraijo, Mireles, & Márquez, 2008). Recientemente, las definiciones se han orientado a precisar el comportamiento proambiental como aquellas acciones que realizan los individuos o grupos de personas para el cuidado del entorno natural que logran calidad medioambiental (Castro, 2002). Los estudios sobre comportamiento ambiental de los individuos, su educación, las actitudes y las normas se encuentran entre los principales temas de interés para los investigadores (Gifford, 2014).
Corral (2001) afirma que el comportamiento proambiental se realiza de manera predeterminada y forma parte del modo en el que vive el individuo. El planteamiento desde esta postura es que la intención de conducta antecede a la conducta, es decir, que previamente a la realización de una conducta hay una intención de realizarla (Castro, 2002); por tanto, las actitudes afectan al comportamiento de manera indirecta a través de la intención de actuar (Corral, 2001). De la misma manera lo exponen Hogg y Vaughan (2008) cuando definen las actitudes como un constructo hipotético no observable que guía las elecciones y decisiones de la acción. En ese sentido, las opiniones que tienen las personas acerca del cuidado del medio ambiente y de la conservación de los recursos naturales preceden al comportamiento proambiental, que se puede manifestar de forma individual o grupal. De la misma manera lo plantea McKenzie (2010), cuando afirma que las actitudes son disposiciones latentes que pueden ser determinantes del comportamiento.
Un estudio realizado en Brasil entre estudiantes brasileños indica que las creencias ambientales son antecedentes del comportamiento ecológico y reporta la efectividad del instrumento (encuesta) para realizar este tipo de mediciones con estudiantes universitarios (Pato, Ros, & Tamayo, 2005). Otro estudio realizado por Rivera y Rodríguez (2009) con población universitaria muestra una relación de oposición entre la valoración positiva y negativa de las actitudes e indica que cuando una persona tiene mayor actitud positiva frente al medio ambiente menor es la actitud negativa hacia el mismo (Haddock & Maio, 2004).
La más reciente publicación científica sobre las tendencias de investigación del comportamiento proambiental es presentada por Gifford (2014), quien revisó los resultados arrojados por 4 metaanálisis que se llevaron a cabo desde hace aproximadamente 30 años. En el primero se evidenció la importancia del conocimiento de las personas sobre los problemas ambientales, sus estrategias de solución, actitudes y el sentido de responsabilidad en relación con la predicción de la intención de comportamiento proambiental; 20 años después se realizó el segundo metaanálisis, en el cual se mantuvo la tendencia y se adicionó el estudio de las normas personales como influyentes en la intención de comportamiento proecológico. Berenguer y Corraliza (2000), en un estudio realizado con muestra española, identificaron, además, la norma social (preocupación social) como una variable predictora del comportamiento ambiental.
Estas variables identificadas en los diferentes estudios están incluidas en el modelo actitudinal propuesto por Fishbein y Azjen en 1974 conocido como teoría de la conducta planeada, que actualmente está constituido por 9 constructos. Entre ellos, se han estudiado para la explicación del comportamiento proambiental la intención de comportamiento, cuya predisposición se centra en el control conductual percibido. Este se refiere al grado de facilidad o dificultad para realizar una acción percibida por la persona (Ajzen, 1991) y a la disposición del individuo a realizar cierta clase de acción relevante.
En la teoría de la conducta planeada, Fisbhein y Ajzen (1975) definen las creencias como la probabilidad subjetiva de una relación entre el objeto de la creencia y algún otro objeto, concepto, valor o atributo que obtiene el individuo por medio de su experiencia. En el marco de esta investigación, se asumió la definición de creencia proambiental como «la relación del ser humano con el medio ambiente y las posibles consecuencias de la protección o deterioro ecológico para aspectos que la persona valora como la salud, el bienestar o el empleo, entre otros» (González-López, 2002, p. 116).
El modelo de la teoría de la conducta planeada también incluye, como predictor de la intención de conducta, la norma subjetiva que destaca la importancia que tienen las personas, los familiares, los amigos, las figuras de autoridad, etcétera, a la hora de realizar un comportamiento. En el estudio realizado por Berenguer y Corraliza (2000) se identifica el uso equivalente de los conceptos norma subjetiva y preocupación social (norma social). En este sentido, la percepción de las normas ambientales se ve en el poder identificar cómo las demás personas aceptan y defienden los comportamientos de cuidado o daño del medio ambiente. Esta forma señala indirectamente los acuerdos, las reglas o las prescripciones que están presentes y que rigen el comportamiento sostenible debido a que las normas ambientales conforman un factor situacional importante que proporciona el actuar sostenible o, por lo menos, lo hace más fácil (Corral, Tapia, Frías, Fraijo, & González, 2009; Schultz, 2002).
De acuerdo con lo anterior, el estudio de las creencias y las normas subjetivas como predictores de la intención de conducta proambiental han demostrado ser predictores efectivos de la intención de conducta, como se reportó en la investigación realizada por Aguilar, Monteoliva y García (2005), cuyos hallazgos muestran relación entre las normas (reglas) y la intención de conducta. Otros estudios que evidencian la relación entre estas variables pueden ser consultados en Mageswary, Zurida y Roth (2012); Álvarez y Vega (2009); Aragonés y Amérigo (1991); Elvan y Tekkaya (2012); Kaiser, Wölfing y Fuhrer (1999); Aguilar, García, Monteoliva y Salinas, 2006; Moyano, Cornejo y Gallardo (2011); Pato y Tamayo (2006); Rodríguez et al. (2013).
Finalmente, en cuanto a las técnicas de selección de información más usadas para establecer el valor predictivo de las variables actitudinales sobre la conducta sustentable se encuentran los cuestionarios de autorreporte. Según Steg y Vlek (2009), existen resultados que revelan tanto altas como bajas correlaciones entre la conducta autorreportada versus la observada, lo cual pone de manifiesto la necesidad de estudiar con más detalle la confiabilidad y validez para evaluar el reporte de las personas.
En este marco, esta investigación tiene 2 propósitos: a) establecer el poder predictivo de las creencias proambientales y las normas subjetivas en la intención de comportamiento proambiental, y b) aportar valores de confiabilidad de la Escala de Comportamiento Proambiental (Barreto & Sandoval, 2014) con población colombiana, en la que son escasos los estudios sobre este tema.
MétodoParticipantesSe contó con la participación voluntaria de 133 hombres y 214 mujeres estudiantes de pregrado (92%) en Ingeniería Industrial, Ingeniería de Sistemas, Matemáticas, Administración de Negocios Internacionales, Mercadeo y Psicología, y estudiantes de posgrados en Psicología (8%), de una institución universitaria privada en la ciudad de Bogotá (Colombia) en el año 2014. El rango de edad fue de 16-45 años, con una media de 20.83 (DT=4.17). Su participación en el estudio fue anónima y todos los participantes firmaron un documento de consentimiento informado.
DiseñoEsta investigación es de tipo descriptivo correlacional y se realizó la medición de las variables (en un solo momento) para identificar el grado de relación de las mismas (Hernández Sampieri, Fernández Collado, & Baptista Lucio, 2010) mediante la administración de la Escala de Comportamiento Proambiental (Barreto & Sandoval, 2014).
InstrumentoSe administró la Escala de Comportamiento Proambiental (Barreto & Sandoval, 2014; adaptada y ampliada del cuestionario de Paternina (2007), quien a su vez adaptó la escala de González-López, 2002), compuesta de 67 ítems (alfa de Cronbach .883), que evalúa creencias proambientales (11 ítems) y antiambientales (4 ítems); normas subjetivas proambientales (18) y antiambientales (7) en una escala tipo Likert de 6 puntos; e intención de conducta proambiental (15) y antiambiental (12) en una escala tipo Likert de 5 puntos. Las valencias de los ítems que evaluaron creencias, normas subjetivas e intención de conducta antiambientales fueron invertidas.
Los resultados de la aplicación en esta investigación muestran un índice alfa de Cronbach de .862 para la escala y un valor menor en las subescalas de creencias (.778), normas subjetivas (.796) e intención de comportamiento (.730).
ProcedimientoSe realizó un muestreo no probabilístico y se estableció una muestra de 347 estudiantes universitarios seleccionados proporcionalmente según el nivel de formación (pregrado y posgrado), carrera y período académico (semestral). La aplicación se realizó en la universidad de manera presencial, con una duración aproximada de 25 a 30min. Para el análisis de los datos se utilizó el software SPSS® (versión 17), que permite el análisis descriptivo y multivariado entre las creencias y las normas con la intención de comportamiento pro y antiambiental.
ResultadosLos resultados obtenidos en los 11 ítems que evaluaron las creencias proambientales en los estudiantes universitarios se concentraron entre moderado acuerdo y muy de acuerdo, con un rango de valores de media entre 4.24 y 5.44 (tabla 1). Los resultados obtenidos en los 4 ítems que evaluaron las creencias antiambientales en los estudiantes universitarios están entre moderado acuerdo y total desacuerdo, con un rango de valores de media entre 3.28 y 5.39 (tabla 2).
Estadísticos descriptivos para los ítems que evalúan creencias proambientales
Preguntas | N | Media | DT |
---|---|---|---|
Aquellas personas que se preocupan por la ecología deben ser apreciadas y respetadas por lo que hacen | 347 | 5.13 | 1.195 |
Me da rabia o impotencia cuando veo a alguien desperdiciar el agua | 347 | 4.69 | 1.256 |
Compraría algún producto o servicio ambiental si supiera que con esto contribuyo al bienestar del medio ambiente | 347 | 4.90 | 1.163 |
Los seres humanos están abusando en exceso del medio ambiente | 347 | 5.44 | 1.022 |
Compraría algún producto o servicio ambiental si posee una etiqueta o sello ambiental | 347 | 4.55 | 1.130 |
Compraría algún producto favorable al ambiente aunque fuera mucho más costoso que los productos no amigables con el ambiente | 347 | 4.25 | 1.179 |
He recriminado a alguien su conducta antiecológica | 347 | 4.24 | 1.475 |
Estoy dispuesto/a a realizar diferentes actividades para proteger el medio ambiente y evitar su deterioro | 347 | 4.80 | 1.026 |
Compraría aparatos que consumieran menos energía o agua | 347 | 5.25 | .952 |
Compraría los productos en envases que puedan ser reutilizados o reciclados | 347 | 5.31 | .925 |
En el próximo mes compraré productos ecológicos | 347 | 4.27 | 1.087 |
Estadísticos descriptivos para los ítems que evalúan creencia antiambiental
Preguntas | N | Media | DT |
---|---|---|---|
Mi contribución a los problemas ambientales es poca comparada con las acciones que deben realizar los gobiernos e industrias | 347 | 3.28 | 1.343 |
El deterioro del medio ambiente no es tan grave como se suele decir | 347 | 5.39 | 1.095 |
La imaginación humana garantizará que la tierra siempre sea un lugar habitable | 347 | 3.86 | 1.456 |
Los seres humanos tienen derecho a transformar el medio ambiente en función de sus necesidades | 347 | 4.30 | 1.331 |
Los resultados obtenidos en los 18 ítems que evaluaron las normas subjetivas proambientales en los estudiantes universitarios se concentraron entre algo importante y muy importante, con un rango de valores de media entre 3.41 y 5.63 (tabla 3).
Estadísticos descriptivos para los ítems que evalúan la norma subjetiva proambiental
Preguntas | N | Media | DT |
---|---|---|---|
Conocer los efectos ambientales de los productos que consume | 347 | 5.22 | .910 |
Conocer que los productos que consume contengan sellos verdes o ecológicos | 347 | 4.64 | 1.012 |
Tener acceso a canecas para depositar material reciclable de manera separada | 347 | 5.60 | .700 |
Que existan organismos internacionales que se aseguren de que los gobiernos hagan respetar el ambiente | 347 | 5.50 | .926 |
Influir en otras personas para que consuman productos ecológicos | 347 | 4.84 | 1.058 |
Que universidades, gobierno y otras organizaciones investiguen sobre el ambiente | 347 | 5.3 | .790 |
Consumir alimentos o productos ecológicos aunque su precio se mayor | 347 | 4.40 | .930 |
Apoyar el pico y placa en la ciudad es buena opción porque contribuye a la disminución de la contaminación generada por los automóviles | 347 | 4.67 | 1.378 |
Que el gobierno haga leyes para que todas las personas respeten el ambiente | 347 | 5.26 | 1.018 |
Utilizar las bicicletas como medio de transporte | 347 | 4.99 | 1.135 |
Encontrar productos ecológicos en el lugar donde se realizan las compras | 347 | 5.11 | .952 |
Que las empresas obedezcan las normas legales en cuanto al respeto y responsabilidad con el medio ambiente | 347 | 5.63 | .687 |
Pertenecer a grupos ambientales | 347 | 3.99 | 1.192 |
Que el gobierno implemente programas de educación ambiental para los ciudadanos | 347 | 5.39 | .858 |
Participar en campañas ecológicas | 347 | 4.68 | 1.064 |
Averiguar qué tan ecológico es un electrodoméstico | 347 | 4.67 | 1.139 |
Consumir productos sin preservantes o conservantes en la dieta alimenticia | 347 | 4.28 | 1.370 |
Comprar menos ropa que es difícil de reciclar y procesar | 347 | 3.41 | 1.354 |
Los resultados obtenidos en los 7 ítems que evaluaron las normas subjetivas antiambientales en los estudiantes universitarios se concentraron entre poco importante y algo importante, con un rango de valores de media entre 3.07 y 4.91 (tabla 4).
Estadísticos descriptivos para los ítems que evalúan la norma subjetiva antiambiental
Preguntas | N | Media | DT |
---|---|---|---|
Consumir diversos productos que son fumigados con plaguicidas | 347 | 3.07 | 1.664 |
Cambiar su celular cada año | 347 | 4.91 | 1.332 |
Comprar frutas o verduras empacadas | 347 | 3.76 | 1.514 |
Comprar un producto que sea eficiente así no sea ecológico | 347 | 4.09 | 1.336 |
Que los productos cárnicos vengan con bandeja en icopor | 347 | 3.84 | 1.608 |
Utilizar hornos microondas para calentar los alimentos | 347 | 4.39 | 1.261 |
Tener carro para transportarse | 347 | 3.97 | 1.342 |
Los resultados obtenidos en los 15 ítems que evaluaron la intención de comportamiento proambiental en los estudiantes universitarios se concentraron en la categoría a veces, con un rango de valores de media entre 1.77 y 4.49 (tabla 5).
Estadísticos descriptivos para los ítems que evalúan intención de comportamiento proambiental
Preguntas | N | Media | DT |
---|---|---|---|
Recoger el agua de la lavadora y volverla a utilizar en otra cosa | 347 | 2.67 | 1.581 |
Botar las botellas a la basura con tapa luego de consumirlas | 347 | 2.92 | 1.332 |
Examinar los componentes/ingredientes de los productos | 347 | 2.88 | 1.236 |
Comprar marcas verdes o que tengan sello ambiental | 347 | 2.86 | 1.021 |
Lavar los vasos de yogurt o kumis antes de ponerlos en la basura | 347 | 1.77 | 1.175 |
Comprar verduras orgánicas para el consumo de su familia | 347 | 3.15 | 1.224 |
Poner bombillos ahorradores de energía en la casa | 347 | 4.49 | .861 |
Desconectar por la noche los electrodomésticos | 347 | 2.63 | 1.327 |
Comprar las bebidas en envases retornables | 347 | 3.27 | 1.050 |
Usar detergentes biodegradables | 347 | 2.63 | 1.164 |
Dejar los bombillos apagados al salir de la habitación | 347 | 4.41 | 1.036 |
Comprar marcas producidas por empresas que tienen procesos de producción amigables con el ambiente | 347 | 3.07 | .947 |
Leer e informarse sobre maneras de ahorrar energía eléctrica | 347 | 2.87 | 1.087 |
Reutilizar algunas botellas que ya están vacías | 347 | 3.63 | 1.116 |
Revisar el recibo del agua y analizar el gasto de cada 2 meses | 347 | 2.69 | 1.322 |
Los resultados obtenidos en los 12 ítems que evaluaron la intención de comportamientos antiambientales en los estudiantes están entre rara vez y frecuentemente, con un rango de valores de media entre 2.43 y 4.28 (tabla 6).
Estadísticos descriptivos para los ítems que evalúan intención de comportamiento antiambiental
Preguntas | N | Media | DT |
---|---|---|---|
Utilizar suavizante cuando lavo la ropa | 347 | 2.43 | 1.289 |
Utilizar un espray para limpiar los electrodomésticos de la cocina | 347 | 3.64 | 1.295 |
Utilizar insecticida en aerosol dentro de la casa | 347 | 4.28 | 1.034 |
Enjuagar con agua caliente cacerolas con aceite en el lavaplatos | 347 | 3.20 | 1.358 |
Utilizar ambientador en el baño | 347 | 2.75 | 1.324 |
Tener la ducha abierta mientras se enjabona | 347 | 3.09 | 1.521 |
Tener la llave abierta mientras se lava los dientes | 347 | 4.28 | 1.160 |
Escuchar la televisión mientras está en otra parte de la casa | 347 | 3.52 | 1.181 |
Botar las pilas gastadas a la basura | 347 | 3.49 | 1.361 |
Arrugar y botar el papel dentro de una caneca | 347 | 2.60 | 1.265 |
Darse un baño y relajarse en la ducha al menos 10 minutos | 347 | 3.05 | 1.172 |
Echar los restos líquidos de comida por las tuberías del desagüe | 347 | 3.77 | 1.214 |
Los datos fueron analizados mediante una MANOVA (Avendaño Prieto, Avendaño Prieto, Cruz, & Cárdenas-Avendaño, 2014) para identificar los efectos principales de cada una de las covariables. Los resultados presentados en la tabla 7 muestran que las creencias proambientales (p=.026 y F=4.976), las normas proambientales (p=.001 y F=11.944) y las normas antiambientales (p=.000 y F=29.040) en al menos un 10% (R2=.102) predicen la intención de conducta proambiental (p=.000 y F=9.682) y antiambiental (p=.000 y F=12.190).
Estadísticos descriptivos para los ítems que evalúan intención de comportamiento antiambiental
Origen | Variable dependiente | Suma de cuadrados tipo iii | gl | Media cuadrática | F | Sig. |
---|---|---|---|---|---|---|
Modelo corregido | Intcdta_Pro-ambiental | 8.444a | 4 | 2.111 | 9.682 | .000* |
Intcdta_Anti-ambiental | 14.856b | 4 | 3.714 | 12.190 | .000* | |
Creencias_Pro-ambientales | Intcdta_Pro-ambiental | .675 | 1 | .675 | 3.097 | .079 |
Intcdta_Anti-ambiental | 1.516 | 1 | 1.516 | 4.976 | .026* | |
Creencias_Anti-ambientales | Intcdta_Pro-ambiental | .359 | 1 | .359 | 1.647 | .200 |
Intcdta_Anti-ambiental | .001 | 1 | .001 | .003 | .959 | |
Norma_Pro-ambiental | Intcdta_Pro-ambiental | 2.604 | 1 | 2.604 | 11.944 | .001* |
Intcdta_Anti-ambiental | .484 | 1 | .484 | 1.589 | .208 | |
Norma_Anti-ambiental | Intcdta_Pro-ambiental | .810 | 1 | .810 | 3.717 | .055 |
Intcdta_Anti-ambiental | 8.848 | 1 | 8.848 | 29.040 | .000* | |
Error | Intcdta_Pro-ambiental | 74.568 | 342 | .218 | ||
Intcdta_Anti-ambiental | 104.204 | 342 | .305 | |||
Total | Intcdta_Pro-ambiental | 3343.084 | 347 | |||
Intcdta_Anti-ambiental | 3993.528 | 347 | ||||
Total corregida | Intcdta_Pro-ambiental | 83.013 | 346 | |||
Intcdta_Anti-ambiental | 119.060 | 346 |
gl: grados de libertad; Sig.: significancia estadística.
En la figura 1 se representan las relaciones predictivas identificadas en los resultados de la MANOVA y se observa que la normas subjetivas pro y antiambientales pueden ser consideradas predictores consistentes de la intención de conducta pro y antiambiental. Por el contrario, las creencias proambientales muestran que las personas son inconsistentes, pues autorreportan creencias proambientales pero tienen intención conductual antiambiental.
DiscusiónLas creencias y normas subjetivas han sido consideradas como predictores confiables del comportamiento proambiental. No obstante, los resultados encontrados mediante la aplicación de la Escala de Comportamiento Proambiental (Barreto & Sandoval, 2014) muestran que en el caso de las creencias proambientales las personas son inconsistentes, pues autorreportan tener creencias proambientales pero puntúan alto en la intención de realizar acciones que no son amigables con el medio ambiente. En decir, que las opiniones que tienen las personas acerca del cuidado del medio ambiente y de la conservación de los recursos naturales no preceden al comportamiento proambiental. Un ejemplo de esta cuestión se puede apreciar cuando los estudiantes expresan que «comprarían algún producto o servicio ambiental si supieran que con esto contribuyen al bienestar del medio ambiente», pero a su vez también declaran que les gusta «tener la llave abierta mientras se lavan los dientes». Lo anterior es un reflejo de la inconsistencia entre lo que creen y lo que reportan hacer (decir-hacer).
Este hallazgo plantea la importancia de continuar estudiando «los procesos cognitivos y afectivos del comportamiento en la generación de cambios en las conductas directamente relacionadas con el cuidado del ambiente» (Sandoval Escobar, 2012, p. 190), y a considerarlos como una posible explicación sobre por qué las estrategias centradas en la información no han resultado ser lo suficientemente efectivas con respecto a la modificación de actitudes proambientales.
Por otra parte, los resultados de esta investigación mostraron consistencia predictiva entre la norma subjetiva y la disposición del individuo a realizar acciones pro o antiambientales, lo cual está en línea con el planteamiento de Berenguer y Corraliza (2000) y destaca la importancia de estudiar la percepción de las normas ambientales como variable predictora del comportamiento ambiental. Las normas señalan indirectamente los acuerdos, las reglas o las prescripciones que están presentes y que rigen el comportamiento sostenible debido a que conforman un factor situacional importante que proporciona el actuar sostenible o, por lo menos, lo hace más fácil (Corral et al., 2009; Schultz, 2002). Es decir, que la inclusión de las figuras de autoridad en el momento de realizar un comportamiento, en este caso, mediado por la percepción de las normas ambientales, favorece la aceptación y la defensa del cuidado del medio ambiente (Corral et al., 2009; Schultz, 2002). En esta misma línea, Berenguer y Corraliza (2000) afirman que el mantenimiento de conductas ambientales está fuertemente influido por variables contextuales, como son: los medios de comunicación, la publicidad, la educación y el nivel de ingresos, entre otros.
De acuerdo con lo anterior, la importancia de incluir variables situacionales en los estudios y estrategias de intervención proambiental en contextos universitarios evidencia que las estrategias de educación para el desarrollo o fortalecimiento de comportamientos proambientales ha de centrarse en el diseño de contextos ambientales que incluyan la descripción de señales, reglas y normas claramente definidas acompañadas de espacios físicos (por ejemplo, canecas de reciclaje) que faciliten la aparición de comportamientos proambientales. En el contexto de esta investigación, se recomienda que las entidades educativas adopten medidas eficientes para lograr que los estudiantes adquieran comportamientos proambientales y los realicen en este contexto, debido a la importancia que dan las personas a las figuras de autoridad en el momento de realizar una acción (Corral et al., 2009; Schultz, 2002).
Finalmente, consideramos que los estudios sobre actitudes frente al comportamiento proambiental son extensos en la literatura y continúan siendo de importancia para estudiar la relación del ser humano con el ambiente, pues como plantea Gifford (2014), las estrategias de intervención basadas en información están soportadas en los cambios internos de la persona, es decir, en las actitudes, el conocimiento y la motivación frente al comportamiento proambiental. No obstante, como plantea Sandoval Escobar (2012), la psicología deberá enfatizar no solamente la formación de conocimientos y actitudes proambientales en el diseño e implementación de programas de educación proambiental o sustentable, sino «el desarrollo de patrones de comportamiento acordes con los objetivos asociados con la protección y cuidado del mismo» (p. 190).
Los autores agradecen al Centro de Investigaciones de Psicología de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz su apoyo para el desarrollo del proceso investigativo.
Este estudio se encuentra vinculado al Proyecto de Investigación financiado por el Departamento Administrativo de Ciencia y Tecnología e Innovación COLCIENCIAS código 1224-521-29204, titulado «Análisis longitudinal de los factores determinantes de la efectividad de un programa de comportamiento sustentable (CS) en el desarrollo de patrones de compra, uso y disposición de bienes de consumo y servicios públicos en hogares bogotanos».