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Vol. 3. Núm. 4.
Páginas 291-292 (octubre 2001)
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Análisis de los consumos de cocaína en un centro de tratamiento
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J J. Hernández González-Nicolás
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Introducción: ¿de dónde partimos? e hipótesis de trabajo: el consumo de cocaína entre los pacientes de los distintos programas de un centro de tratamiento es diferente.

Sujetos o pacientes del estudio población de estudio: La componen los pacientes que acuden a un centro de tratamiento, en cualquiera de sus programas, y que consumen cocaína. Muestra: La componen los pacientes que a día 1 de septiembre de 2000 están adscritos a los diversos programas de la Unidad de Tratamiento y Estudio de las Dependencias (UTED de Doctor Santero). Centro de Estudio: El estudio se realiza en la UTED de Doctor Santero, de Cruz Roja Española, situada en la calle Dr. Santero, 18, de Madrid, convenida con la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid.

Descripción de material y método empleado: Hemos realizado la recogida de diferentes datos durante el mes de septiembre del año 2000 entre los pacientes que acuden a nuestro centro. En el cuestionario se recogían los siguientes datos: datos de filiación, datos de los consumos, y datos en relación con la presencia de dependencia. El análisis estadístico de los datos compara proporciones, dadas las características de los datos y de la muestra que tenemos, y para ello utilizamos la Prueba de la chi cuadrado.

Resultados obtenidos: El estudio incluye a 73 pacientes, existiendo otros 16 que no han participado.

En total, 59% consumen, y el 41% no.

Consumen el 35% un día a la semana y 28% de dos a tres, aunque casi un 30% consume a diario.

Los pacientes del programa metadona-cocaína consumen mayoritariamente uno o dos fines de semana al mes, mientras que los del programa de cocaína lo hacen en mayor medida todos los fines de semana. Entre los pacientes de patología dual la diferencia es escasa.

Casi la mitad de nuestros pacientes que consumen cocaína lo hacen tomando cantidades de cocaína inferiores a medio gramo, y un 30% consumen más de un gramo cada vez.

Las vías preferentemente utilizadas son la esnifada y la fumada, con escasa representación de consumos por vía intravenosa. En su mayoría, los consumos intravenosos se encuentran entre los pacientes del programa de metadona-cocaína. Es más, si unimos a todos los pacientes que consumen metadona (los del programa metadona-cocaína y patología dual), nos encontramos que de un total de siete pacientes que utilizan la vía intravenosa, 6 son de este grupo consumidor de metadona.

Nos encontramos con que casi la mitad de nuestros pacientes eligen la vía fumada, con un 30 % que eligen la vía esnifada. De todos los pacientes que fuman la cocaína, el 90,4% toman metadona.

En el uso de la vía intravenosa, vemos que 6 pacientes que toman metadona la eligen, frente a uno de los que no toma metadona (es decir, un 85,7% de los pacientes que se pinchan la cocaína, además toman metadona).

Sin embargo, si nos fijamos en el consumo por vía esnifada, tres pacientes que consumen metadona eligen esa vía, frente a los doce de los programas de cocaína y otros consumos (es decir, el 80% de los pacientes que esnifan no toman metadona).

Más de tres cuartas partes de los consumos se hacen con compañía, siendo solamente un 23% de los pacientes los que realizan sus consumos en solitario (y de los 10 pacientes que consumen solos, 7 son del programa de metadona-cocaína).

Más del 90% de los consumos en locales corresponden a los pacientes que no consumen metadona (programa de cocaína y de otros consumos), mientras que casi el 90% de los consumos en la calle y más del 75% de los consumos en casas corresponden a los pacientes que sí toman metadona (programas de metadona-cocaína, patología dual y tuberculosis).

El 55,8% de los pacientes que consumen cocaína cumplen criterios de dependencia, y el 44,2% no.

Ahora bien, si contemplamos el total de los pacientes (los que durante el mes del estudio consumen y los que no), vemos que de un total de 73 pacientes, solamente 24 cumplen criterios de dependencia a cocaína, lo que representa un 32,8% del total

Conclusiones finales: Programa de metadona-cocaína. Los pacientes de este programa que consumen cocaína son franca mayoría, consumen un gran número de veces por semana, no acumulando consumos los fines de semana. Toman cantidades moderadas de cocaína, siendo excepcional el patrón de consumo excesivo (los atracones), utilizando la vía fumada y la intravenosa. Les es indiferente consumir solos o acompañados, y los consumos los realizan en la calle o en su domicilio. Muchos de ellos cumplen criterios de dependencia, pero otros muchos no lo cumplen, y no existe una pauta de consumo común a todos ellos.

Programa de cocaína: En este programa los pacientes con consumos de cocaína son muy superiores en número a los que no consumen, consumen unas tres veces por semana, acumulando la mayor parte de los consumos en los fines de semana. Toman cantidades superiores de cocaína a las que toman pacientes de otros programas, siendo relativamente frecuente la pauta de consumo de cantidades superiores a un gramo. Utilizan fundamentalmente la vía esnifada y consumen casi siempre acompañados. En relación con el cumplimiento de los criterios de dependencia, casi la mitad los cumple y la otra mitad no. En relación con las pautas de consumo, predominan los consumos ocasionales y habituales sobre los diarios.

Programa de patología dual (metadona, cocaína y patología psiq.). En este programa los consumos de cocaína son menos frecuentes que en otros programas. Pero los pacientes con patología psiquiátrica asociada que consumen cocaína, estos consumos son más esporádicos, con uno o dos consumos por semana, muchas veces relacionados con fines de semana. Las cantidades son muy variables, no soliendo superar el gramo. No utilizan la vía esnifada, siempre consumen acompañados, en la calle o en su casa (nunca en locales). No hay diferencias claras en relación al cumplimiento de criterios de dependencia, pero su tipo de consumo, como hemos dicho, no es diario nunca.

Nuestros resultados nos dicen que no existen diferencias entre los consumos en cada programa en relación al número de consumidores, al número de días por semana con consumo o al número de fines de semana con consumo. Tampoco existen diferencias en relación a la presencia de compañía en el momento del consumo, o en la presencia de dependencia según DSM ­ IV y el tipo de consumo.

Ahora bien, en relación con los datos obtenidos en nuestra muestra hemos podido comprobar que sí existen diferencias en relación a los siguientes apartados:

Los pacientes del programa de cocaína consumen más cantidad en cada consumo que los de otros programas.

En general, los pacientes que no toman metadona toman cantidades superiores a los que la toman.

Los pacientes del programa de cocaína consumen más por vía esnifada, siendo las otras vías las más utilizadas en otros programas.

En general, los pacientes que toman metadona usan más la vía fumada e intravenosa que la esnifada, al contrario que los que no toman metadona.

Los pacientes que toman metadona consumen más en su casa o en la calle, y los que no toman metadona lo hacen fundamentalmente en locales de ocio.


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