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Vol. 1. Núm. 3.
Páginas 291-304 (agosto 1999)
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DIEZ AÑOS DEL SISTEMA DE INFORMACIÓN DE DROGAS DE BARCELONA (SIDB)

M. T. Brugal *, L. L. Torralba**, D. Graugés*, A. Queralt*, Nuria Ribot**, V. Garcia*

* Servei Epidemiologia. ** Pla d''Acció de Drogues de Barcelona. Institut Municipal de Salut Pública (IMSP).

Introducción: El SIDB se creó en el año 1988 como programa de recogida sistemática de datos sobre el uso de drogas ilegales. Este sistema de información fue diseñado para evaluar la magnitud del consumo, su evolución y las características del mismo, a la vez que servía de soporte para la gestión directa de los centros de titularidad municipal y para evaluar la implantación de programas dirigidos a este colectivo. El objetivo del presente trabajo es mostrar las tendencias evolutivas del consumo de drogas no institucionales en la ciudad de Barcelona después de 10 años de monitorización del fenómeno.

Material y métodos: El SIDB se diseñó siguiendo el esquema del sistema estatal de información sobre toxicomanías (SEIT) del Plan Nacional sobre Drogas apoyándose en 4 indicadores básicos: inicios de tratamiento por drogas no institucionales (IT), urgencias en consumidores de drogas (UD), mortalidad relacionada al consumo de drogas (M) y complicaciones infecciosas (SIDA y tuberculosis) en usuarios de las mismas (CI). Todos ellos con una cobertura del conjunto de la ciudad.

Resultados: La evolución del consumo de las drogas no institucionales ha experimentado un gran cambio en los últimos años. Si bien a finales de los ochenta se observó un gran aumento en todos los indicadores de la heroína, a finales de los noventa ésta ha experimentado un gran descenso en la ciudad de Barcelona. En el indicador IT se observa que los pacientes tratados por primera vez por heroína han descendido un 42% de 1988 a 1998. Por el contrario, la cocaína ha experimentado un aumento del 40% en los mismos años. En el indicador de UD se ha observado el mismo patrón, pasando las urgencias por heroína de representar un 77% del total en el año 1990 a representar un 40% en el año 1998; la cocaína ha pasado de un 17% en el mismo período. Otro tipo de drogas como las anfetaminas y las drogas de diseño presentaron su pico máximo en el año 1995 (23% del total) y en la actualidad sólo representan el 14% del total. El indicador M muestra datos similares, si bien la sobredosis mortales han permanecido constantes durante todo el período (alrededor de 120 al año) y la heroína sigue siendo la sustancia más frecuentemente relacionada con estas muertes, no son despreciables las defunciones en las que se detecta en sangre la presencia de cocaína. Este indicador también nos muestra la tendencia de las defunciones por SIDA en UDVP. En el año 1988 el SIDA significó 6% del total de muertes en este colectivo; las sobredosis representaron el 55%. El pico máximo de defunciones por SIDA se produjo en el año 1995 (50% del total); en ese mismo año las sobredosis representaron un 25% del total, por el contrario en el año 1998 el

SIDA ha significado un 21% y las sobredosis un 41%. En el indicador de CI se observa que tanto el SIDA como la tuberculosis en UDVP han experimentado una disminución importante en el último trienio, siendo la disminución global del período 1995-1998 para el SIDA del 73%; para la tuberculosis ha sido del 53%.

Conclusiones: El panorama de las drogodependencias ha cambiado en el conjunto de la ciudad de Barcelona. Actualmente la heroína si bien sigue siendo el primer problema de salud pública por ocasionar la mayoría de los problemas «dichos de salud pública», ha experimentado una notable disminución en el último quinquenio. Sin embargo, en los últimos 3 años se observa un constante y paulatino incremento de los problemas relacionados con la cocaína (patología cardiovascular y psiquiátrica). No queda claro qué pasa con la incidencia, si bien parece que en el caso de la heroína ésta es muy baja, no sabemos con certeza la de la cocaína, ya que el incremento de prevalencia podría deberse a consumidores antiguos que en la actualidad comienzan a presentar problemas sanitarios.

VALORACIÓN DEL PROGRAMA DE MANTENIMIENTO CON METADONA DEL EAD TOLEDO CENTRO (AGOSTO 1997-AGOSTO 1999)

A. I. Henche Ruiz, J. Almoguera Montero, D. López-Covarrubias Ureña, T. Peña Vallejo, S. Fernández Roncero, A Díaz Ruano

Unidad de Drogodependencias de la Excma. Diputación Provincial de Toledo.

Introducción y objetivo: Se plantea la disyuntiva entre la dispensación de metadona encauzada únicamente a la reducción de daños, y un tratamiento integral del paciente con un abordaje biopsicosocial individualizado encaminado a mejorar su calidad de vida y su eventual reinserción social plena. En agosto de 1997 se comenzó a dispensar metadona en el Equipo de Atención a Drogodependientes (EAD) de Toledo Centro, dependiente de la Excma. Diputación Provincial de Toledo. Desde un principio el objetivo que se perseguía era la atención integral de cada paciente con vistas a su reinserción social, para lo cual se elaboró un programa con criterios de inclusión y exclusión «estrictos», pero teniendo siempre presente la posibilidad de flexibilización de los mismos a fin de conseguir la más adecuada evolución del paciente dentro de sus posibilidades (sociales, familiares, psicológicas, físicas, etc.).

El objetivo de este estudio es realizar una evaluación preliminar de nuestro programa de mantenimiento con metadona (PMM) tras 2 años de funcionamiento del mismo.

Material y métodos: Se ha utilizado un cuestionario elaborado por el equipo técnico del EAD en el que se recogen: 1) datos de identificación; 2) datos sociales; 3) indicadores sanitarios; 4) criterios de inclusión; 5) plan terapéutico individual, y 6) observaciones. No se han incluido en el estudio los pacientes en fase de inducción ni derivados de otras CCAA. Los resultados obtenidos se han tabulado y se han representado gráficamente. El análisis estadístico realizado es meramente descriptivo debido a que el tamaño de la muestra es pequeño, mientras que el número de parámetros estudiados es muy grande.

Resultados y conclusiones: Actualmente se encuentran incluidos en PMM un total de 33 pacientes pertenecientes a nuestra área de atención. El perfil es un varón politoxicómano con historia de 11-15 años de consumo de opiáceos, de 30-39 años, soltero, sin estudios o con estudios primarios y en paro. Se observa una clara mejoría en las relaciones familiares, aspecto físico y nivel de motivación respecto al tratamiento tras un tiempo de permanencia en el programa. Se objetiva también un cambio favorable en lo referente a amistades, prácticas de riesgo y problemática judicial/policial. Se observa una disminución en el consumo y en la frecuencia de consumo de todas las sustancias, y un importante descenso de la utilización de la vía intravenosa a favor de la inhalada (fumada) en los pacientes (11) que han consumido alguna vez heroína tras iniciar el programa. No se aprecian diferencias significativas en los marcadores de hepatitis ni en el estadio de la infección VIH antes y después del inicio del PMM, objetivándose una más lenta progresión a y una clara disminución de la morbilidad asociada al consumo.

Se considera que se han cumplido de forma aceptable todos los objetivos del programa. En los pacientes en tratamiento no sólo se ha conseguido el abandono total o casi total del consumo de opiáceos, sino que también se ha observado una clara disminución del consumo de otras sustancias de abuso. Se considera que la eficacia del programa se debe fundamentalmente a algunas características del mismo, que no se observan en otros PMM (criterios de inclusión «exigentes», valoración del consumo de otras sustancias, seguimiento interdisciplinar, mentalización del equipo y de los pacientes de que no basta dispensar).

EVALUACIÓN DE LOS RESULTADOS OBTENIDOS CON UN PROTOCOLO DE DESINTOXICACIÓN ULTRACORTA DE OPIÁCEOS

J. Olcina Rodríguez*, E. Soler Company**, J. Salort Ronda*, A. Femenía Garrigós*

* Centro Médico Gandía. ** Departamento de Farmacología. Universidad de Valencia.

Introducción: Los protocolos de desintoxicación ultracorta de opiáceos (DUO) permiten acelerar la transición desde el agonista al mantenimiento con el antagonista opiáceo, acortar el tiempo de desintoxicación y asegurar el éxito de la misma, pasando a los programas de prevención de recaídas en el menor tiempo posible.

Objetivo: Evaluar los resultados obtenidos tras la aplicación del protocolo DUO en condiciones de sedación profunda diseñado por nosotros.

Material y métodos: Se incluyen pacientes con criterios de dependencia a opiáceos según DSM-IV, con antecedentes de múltiples fracasos en tratamientos de desintoxicación convencional y aquellos incluidos en programas de mantenimiento con metadona (PMM) que no son capaces de desintoxicarse de la misma decreciendo dosis.

El período del estudio comprende de junio de 1997 a febrero de 1999.

El protocolo DUO1 incluye la administración combinada de naltrexona, como antagonista opiáceo, clonidina, como agonista *-2-adrenérgico, y sedación con propofol y midazolam. Además se administra octeótrido y ranitidina para disminuir la secreción gástrica, atropina para el control de la diarrea y ondansetrón para el control de los vómitos.

La aplicación del protocolo requería su realización en una Unidad de Vigilancia Intensiva, con un tiempo total de hospitalización de 48 horas.

Se realiza un seguimiento de las recaídas a los 6 meses de la desintoxicación.

Resultados: Se aplicó el protocolo DUO a 68 pacientes, de los que 11 eran mujeres (60 por fracaso de desintoxicación ambulatoria y 8 en tratamiento con metadona). Todos los pacientes completaron la desintoxicación y fueron dados de alta con el tratamiento de naltrexona instaurado.

En 28 casos los pacientes se incorporaron a programas de seguimiento en distintos centros y comunidades terapéuticas. A los 6 meses de la desintoxicación mantenían la abstinencia 40 (el 59% de los desintoxicados).

Conclusiones: La aplicación de este protocolo DUO ha permitido en todos los casos tanto la desintoxicación como la instauración del tratamiento con naltrexona, obteniéndose a los 6 meses un mantenimiento de la abstinencia en el 59% de los casos.

BIBLIOGRAFÍA

1. Olcina Rodríguez, Miñana Lorente, Martín Ruiz, Salort Ronda, Soler Company. Un protocolo de desintoxicación ultracorta de opiáceos en medio hospitalario: evolución hacia una mayor seguridad y confort para el paciente. Revista Española de Drogodependencias 1998;23(4):350-65.

TRAMADOL COMO COADYUVANTE EN LA DESINTOXICACIÓN DE PACIENTES DEPENDIENTES A HEROÍNA

J. Olcina Rodríguez*, E. Soler Company**, J. Salort Ronda*, A. Femenía Garrigós*

* Centro Médico Gandía. ** Departamento de Farmacología. Universidad de Valencia.

Introducción: Uno de los métodos actualmente utilizados para la desintoxicación de pacientes dependientes a heroína (DPDH) utiliza agonistas *-2-adrenérgicos a altas dosis, con los consiguientes efectos secundarios que comportan este tipo de fármacos. En dichos protocolos se suelen administrar dosis iniciales de 0,9 a 1,35 mg de clonidina, manteniéndolas durante 3-4 días para posteriormente ir disminuyéndola hasta finalizar la desintoxicación1.

Siendo el tramadol un agonista opiáceo de corta vida media, su incorporación en el protocolo DPDH permitiría la introducción del tratamiento con naltrexona a las 24 horas de la ultima toma, reduciendo al mínimo la sintomatología de abstinencia.

Objetivo: Evaluar la utilidad del tramadol en los tratamientos de DPDH con bajo consumo, con agonistas *-2-adrenérgicos como tratamiento de base.

Material y métodos: Se incluyen pacientes con criterios de dependencia a opiáceos según DSM-IV, que consumían como único opiáceo, dosis iguales o inferiores a 500 mg de heroína al día.

El protocolo suponía la hospitalización durante 4-5 días, e incluía tramadol, clonidina y trazadona, además, si era necesario, diazepam en caso de ansiedad y zolpidem si insomnio.

La evaluación del SAO se realizó 2 veces al día mediante la escala de GOLD.

El cuarto día se administraba la naltrexona, 50 mg, previa prueba de tolerancia.

Resultados: Se trataron 14 pacientes, de los que 13 concluyeron la desintoxicación. Obteniéndose unos valores en la escala de GOLD al final del cuarto día de 1,43 ± 1,92.

La dosis media total de clonidina administrada fue de 0,54 ± 0,47 mg, y de tramadol fue de 729 ± 140 mg. Como efectos secundarios atribuibles al tramadol, en 2 pacientes se manifestaron náuseas.

Conclusiones: La inclusión del tramadol en los protocolos DPDH redujo considerablemente la dosis de clonidina habitualmente administrada en el tratamiento convencional, disminuyendo el riesgo de aparición de los efectos secundarios de la misma y sin que se apreciasen otros relevantes atribuibles al tramadol.

BIBLIOGRAFÍA

1. Olcina Rodríguez J, Casas Ros A, Pérez Gerada R. Programas de desintoxicación dependencia de opiáceos. En: Manual de intervención médica en drogodependencias; 1996.

PERFIL PSICOSOCIAL DEL JUGADOR PATOLÓGICO QUE DEMANDA TRATAMIENTO EN UCAs DE LA COMUNIDAD VALENCIANA: ESTUDIO MULTICÉNTRICO

I. Camacho Ferrer*, M. C. Llinares Pellicer**, P. Santos Díez***, C. Palau Muñoz****

* Unidad de Conductas Adictivas. Denia (Alicante). Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana. ** UCA de la Mancomunitat de Municipis de la Safor. *** Unidad de Conductas Adictivas. Xàtiva (Valencia). Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana. **** UCA Paterna. Conselleria de Sanitat. Generalitat Valenciana.

Introducción: El juego patológico no fue reconocido como trastorno hasta 1980, año en que la Sociedad Americana de Psiquiatría (APA) lo incluyó en el DSM-III como uno de los trastornos del control de impulsos no clasificados en otros apartados. La creación de las UCAs supone la asistencia a todas las adicciones, incluso al juego patológico. El objetivo del estudio es conocer el perfil psicosocial del usuario/a que demanda tratamiento por adicción al juego en cuatro UCAs de la red sanitaria pública.

Material y métodos: La muestra se compone de 57 sujetos que acuden de forma sucesiva a las diferentes UCAs. Se han estudiado diferentes variables: sociodemográficas, toxicológicas y psicopatológicas. Se ha utilizado como instrumento de evaluación de posibles jugadores patológicos el SOGS (cuestionario de juego de South Oaks, Lesieur y Blume, 1987).

Resultados y conclusiones: Todos los sujetos cumplen los criterios diagnósticos de jugador patológico. Un 84,2% de la muestra son varones; la edad media se sitúa en 36,5 años. Un 50% de la muestra se distribuye entre casados y solteros. Un 33,3% solicita tratamiento por iniciativa propia. Las tres cuartas partes de la muestra no ha realizado ningún tratamiento previo por su adicción. Un 66,7% no ha conseguido ningún período de abstinencia en su conducta de juego. Ningún sujeto tiene antecedentes judiciales.

A partir de los resultados se podría inferir que las UCAs han facilitado la normalización de la asistencia a las adicciones en general y al juego en particular dentro de la red sanitaria pública. Aparecen características diferenciales respecto al colectivo de adictos a sustancias tanto legales como ilegales: ausencia de antecedentes judiciales, menor presencia de psicopatología asociada y un menor grado de desestructuración familiar. Estas diferencias condicionan el tipo de intervención, siendo la terapia de corte cognitivo-conductual la que ha demostrado ser hasta el momento la más eficaz en el tratamiento del juego patológico.

DEPENDENCIA DE ALCOHOL Y ALTERACIÓN DEL SISTEMA SEROTONINÉRGICO

L. San, B. Arranz, P. Rosel, R. Dueñas, S. Sarro, N. Ramírez

Complejo Asistencial en Salud Mental Benito Menni. S. Boi de Llobregat.

Introducción: El sistema serotoninérgico es el sistema neurotransmisor más ampliamente estudiado en relación con la dependencia de alcohol. El objetivo de este estudio fue determinar el grado de alteración de la serotonina (5-HT) mediante el estudio en membranas plaquetares de pacientes alcohólicos.

Material y métodos: Se incluyeron 24 pacientes (edad media de 42,4 ± 1,4 años) con el diagnóstico de dependencia de alcohol (DSM-IV) ingresados para tratamiento de desintoxicación, y 24 controles emparejados por edad con los pacientes a estudio. La extracción de sangre se realizó el primer día de ingreso (día 1), durante la etapa inicial de la abstinencia (día 2) y tras

2 semanas de desintoxicación (día 14). En todos los sujetos se realizó una historia toxicológica, exploración física, ECG, analítica general (incluyendo recuento plaquetario), bioquímica (incluyendo funcionalismo hepático) y análisis de tóxicos en orina (incluyendo alcohol). También se determinaron los receptores postsinápticos 5-HT2 utilizando (3H) ketanserina, y el lugar de recaptación de 5-HT presináptico mediante los radioligandos (3H) imipramina y (3H) paroxetina.

Resultados y conclusiones: En cuanto a la historia toxicológica, la media de edad de inicio en el consumo de alcohol fue 16 años, la media de edad de consumo regular fue 20 ± 1 años, la dosis diaria de alcohol fue 141 ± 13 g/día, y el período de máxima abstinencia previa fue de 6,8 ± 1,8 meses. En los pacientes con dependencia de alcohol se observó durante el día 1 y 2 un aumento del número (Bmax) y una disminución de la afinidad (Kd) de los lugares de recaptación de 5-HT marcados con paroxetina. Tras 2 semanas de desintoxicación con dosis decrecientes de diacepam, estas alteraciones se normalizaron, apareciendo, sin embargo, un descenso significativo del número de receptores 5-HT2 acompañado de un incremento de su afinidad. No se observaron modificaciones en el número o afinidad de los lugares de recaptación de 5-HT marcados con (3H) imipramina. Estas alteraciones en el sistema serotoninérgico confirman la participación de este neurotransmisor en la dependencia de alcohol y abre nuevas expectativas en el abordaje terapéutico de estos pacientes.

TIZANIDINA, UN NUEVO ALFA-2 AGONISTA PARA LA DESINTOXICACIÓN A OPIÁCEOS

L. Sánchez Bonome, C. Martínez Delgado

Hospital Provincial de Toledo.

Introducción y objetivo: La literatura recoge desde los primeros trabajos de Gold et al (1978) la utilidad de los agonistas *-2-adrenérgicos presinápticos para el tratamiento del síndrome de abstinencia a opiáceos (SAO). En principio la clonidina y posteriormente la guanfacina se han demostrado eficaces en este aspecto hasta ahora. Hemos utilizado como alternativa para el tratamiento de la desintoxicación a opiáceos otro *-2-agonista presináptico, la tizanidina (Sirdalud®), fármaco que hasta ahora se había utilizado para el tratamiento de los espasmos musculares agudos y en la espasticidad crónica de origen espinal y cerebral. A la tizanidina hemos asociado benzodiacepinas (alprazolam, cloracepato y lormetacepam) y clorpromacina.

Material y métodos: El presente estudio incluye una muestra de 43 pacientes, todos dependientes a heroína según criterios de la CIE-10, ingresados de forma programada en el Servicio de Psiquiatría del Hospital Provincial de Toledo. Todos los pacientes suscribieron un consentimiento informado que incluía los riesgos del tratamiento y cumplían una serie de criterios de inclusión. El protocolo de tratamiento incluía un período de hospitalización de 4 días, normalmente de lunes a viernes, durante el cual los pacientes podían pedir el alta voluntaria. La evaluación de la sintomatología de abstinencia se efectuó a través de la escala de SAO diseñada por Gold, asimismo se evaluaron las constantes biológicas (presión arterial, pulso y temperatura). Se han empleado instrumentos de estadística descriptiva para valorar fundamentalmente el grado de cumplimiento del tratamiento, la valoración del SAO y las variables sociodemográficas de los pacientes.

Resultados y conclusiones: Veintinueve de los 43 pacientes (67,5%) cumplieron el tratamiento hospitalario, mientras que los otros 14 (32,5%) pidieron el alta voluntaria antes de los

4 días de cumplimiento protocolario. Las medidas en las escalas de SAO indican la atenuación de síntomas fundamentalmente a partir del segundo día, tanto en pacientes que cumplieron todo el tratamiento como en aquellos que lo abandonaron. La pauta demostró ser bien tolerada en todos los aspectos y por tanto la tizanidina podría suponer una alternativa eficaz en los tratamientos de desintoxicación a opiáceos.

VALORACIÓN NEUROPSICOLÓGICA PRE Y POSTRASPLANTE HEPÁTICO EN HEPATOPATÍAS ALCOHÓLICAS Y NO ALCOHÓLICAS. ESTUDIO PRELIMINAR

J. L. Guillem Miralles, M. J. García Barrachina, M. A. Torres Hernández, R. Mora Marín, D. Villavicencio Martínez

Unidad de Alcoholismo y Toxicomanías. Torrente (Valencia).

Introducción y objetivo: Aunque no existe un protocolo universalmente aceptado en la valoración psiquiátrica del estudio pretrasplante de selección de candidatos, la mayoría de los autores propone incluir la exploración de la función cognitiva. El objetivo del presente trabajo es valorar la función neuropsicológica previa al trasplante y en el seguimiento postrasplante, determinar si existen diferencias en función de la etiología de la hepatopatía, e intentar depurar el protocolo para rentabilizar tiempo.

Material y métodos: Durante 12 meses se evaluaron 131 pacientes en la fase de selección de candidatos. De ellos, 32 fueron trasplantados en ese período y evaluados nuevamente después de 6 meses tras el trasplante. La batería neuropsicológica aplicada comprende el miniexamen cognoscitivo, repetición directa e inversa de dígitos, prueba de semejanza-abstracción, evocación categorial en asociaciones y prueba de memoria verbal de retención-fijación de rey (rey verbal forma a). La edad media de la muestra es de 51,88 años (18-65). El 62,5% tiene estudios primarios y el 18,8% graduado escolar o equivalente; fueron excluidos analfabetos. El tiempo de evolución de la hepatopatía que motiva el trasplante es de 5,21 años (0,3-14). La distribución por diagnósticos es la siguiente: 31% cirrosis etílica, 21,9% cirrosis VHC, 21,9% hepatocarcinoma, 15,6% cirrosis VHB y 9,4% otros (CBP, CE, poliquistosis, etc.). La mayoría (59,5%) fueron trasplantados con un estadio funcional B de Child-Pugh.

Resultados: No encontramos diferencias significativas en ninguno de los grupos en las puntuaciones obtenidas en el miniexamen cognoscitivo. El grupo total mejoró significativamente en las pruebas de semejanza-abstracción (p = 0,015), Rey verbal (0,001) y Rey verbal a los 5 minutos (p = 0,033), con una tendencia a la significación en ambas formas de evocación categorial (p = 0,063 y p = 0,076). El grupo de cirrosis de etiología etílica sólo mejora significativamente tras el trasplante en semejazas-abstracción (p = 0,041). Consecuentemente la mejoría más espectacular corresponde al grupo de hepatopatías no enólicas, con diferencias estadísticamente significativas en toda la batería neuropsicológica a excepción del miniexamen cognoscitivo: semejanzas-abstracción (p = 0,000), dígitos (p = 0,031), evocación categorial de animales (p = 0,000), evocación categorial letra «p» (p = 0,001), Rey verbal (p = 0,000), Rey verbal 5 minutos (p = 0,009).

Discusión: La prueba de semejanzas-abstracción discrimina cambios independientemente de la etiología etílica o no de la hepatopatía.

La relativa falta de mejoría en la capacidad cognitiva en las cirrosis alcohólicas puede estar relacionada con el efecto directo del alcohol sobre el sistema nervioso central. Dado que el tiempo de abstinencia previo al de la segunda valoración es como mínimo de 12 meses, parece poco probable esperar una mejoría a más largo plazo.

Aunque la mayoría de los protocolos incluyen una valoración neuropsicológica de los candidatos a THO, se desconoce su utilidad en la selección de candidatos (más allá de detectar estados confusionales o demencias), y si tiene o no alguna significación pronóstica. De no tenerla, bastaría una sencilla batería que permitiera descartar la existencia de demencia (contraindicación absoluta para THO), con la consiguiente rentabilización de tiempo.

TERAPIA RACIONAL-EMOTIVO CONDUCTUAL EN EL TRATAMIENTO DE LA ADICCIÓN SUSTANCIAS EN COMUNIDAD TERAPÉUTICA. ESTUDIO DE RESULTADOS

M. Mas-Bagá, L. Rincón, J. L. Trujillo

Cat/Barcelona.

Introducción y objetivo: La terapia racional-emotivo conductual (TREC) proporciona una estrategia y filosofía activa y directiva, orientada al aquí y ahora, que anima a los pacientes a asumir la responsabilidad tanto de su pasado como del cambio personal (Ellis y Harper, 1975; Dryden,1984; DiGiuseppe y Wessler, 1980). La TREC no acentúa el empleo de medidas paliativas, sino que considera más importante ayudar a los pacientes a realizar cambios filosóficos o caracteriológicos en su pensamiento y enfrentarse a los factores de estrés, y trabajar para cambiar su pensamiento y conducta. Estimula la aceptación de las consecuencias de las acciones de la persona y la tolerancia de circunstancias desagradables.

Los 2 objetivos principales de la TREC en una comunidad terapéutica son, pues, incrementar el nivel de tolerancia a la frustración y enseñar competencias de afrontamiento más adecuadas a las adverdes que la vida proporcione, ayudando al paciente a identificar las tendencias o mecanismos de defensa que le hacen evitar el malestar y dolor, aceptar dicho sentimiento y elaborarlo y afrontarlo de forma madura (Ellis, McInerney, DiGiuseppe y Yeager, 1988).

Resultados: En el presente trabajo exponemos de forma detallada los procedimientos y técnicas principales del tratamiento que durante 15 años viene realizándose con éxito en Cat/Barcelona. Presentamos un análisis clínico en la mejoría postratamiento obtenida en variables psicopatológicas y caracteriológicas, así como un análisis estadístico de la efectividad del tratamiento en cuanto a índice de abandonos y evolución tras el alta terapéutica.

RESULTADOS MMPI PRE Y POSTRATAMIENTO EN COMUNIDAD TERAPÉUTICA EN MUESTRAS DE PERSONAS ADICTAS A HEROÍNA Y COCAÍNA

M. Mas-Baga Blanc, L. Rincón, J. L. Trujillo

Cat/Barcelona.

Introducción: La evaluación de la evolución durante el tratamiento de personas adictas a substancias ha sido objeto de debate durante mucho tiempo. Desde el lógico análisis de sangre u orina para comprobar la abstinencia hasta los cuestionarios para observar el cambio terapéutico logrado por el paciente en cuanto a conocimiento personal, filosofía de vida, psicopatología presente o variación de los patrones adictivos como autoestima, baja tolerancia a la frustración, búsqueda de sensaciones e impulsividad y satisfacción inmediata.

Desde nuestro punto de vista todos ellos son importantes y pensamos que la monitorización continuada del logro terapéutico es necesario para el buen proceso del paciente, así como para la mejora del tratamiento utilizado.

Es importante asimismo la evaluación pre y postratamiento para la comprobación de la eficacia de dicho tratamiento. Y es en este sentido que presentamos este trabajo de investigación. Su objeto es evaluar la eficacia del tratamiento en comunidad terapéutica de 10 meses de duración mediante la utilización principal de la terapia racional emotiva conductual de Albert Ellis, sobre los posibles cambios producidos en los rasgos de personalización de 2 grupos de personas adictas (heroinómanos y cocainómanos), y desde un punto de vista psicopatológico, tal y como propone la estructura propuesta por Hataway y Mekinley en el cuestionario multifásico de personalidad de Minnesota (MMPI).

Material y métodos: Se presenta los perfiles del cuestionario MMPI obtenidos antes y después de un tratamiento en comunidad terapéutica de 10 meses de duración de 33 personas adictas a cocaína y de 33 personas adictas a heroína como tóxicos principales.

El diseño es longitudinal de medidas repetidas.

Resultados y conclusiones: Los resultados del estudio indican que el tratamiento es efectivo en la reducción de todas las escalas clínicas, haciéndose especialmente relevante en la disminución y adecuación a la norma de las escalas más ampliamente observadas como desajustadas en este tipo de personas, como pueden ser las de D, Sc, Pd, Pt y Me.

PERFILES MMPI DE PERSONAS CON ADICCIÓN A HEROÍNA COCAÍNA Y JUGADORES PATOLÓGICOS

M. Mas-Baga, L. Rincón, J. L. Trujillo

Cat/Barcelona.

Introducción: Es de gran utilidad hallar patrones comunes de comportamiento en muestras de personas con un mismo trastorno. En el caso de la adicciones, muchos autores han encontrado rasgos comunes de (vg.) baja tolerancia a la frustración, baja autoestima, búsqueda de sensaciones, búsqueda de satisfacción inmediata e impulsividad, psicoticismo, desviación psicopática y antisociabilidad sintomatología depresiva y ansiosa, etc. Ya sean estas situaciones primarias o secundarias a dicho trastorno, es sin duda importante su detección de cara a una posible relevancia prodrómica («personalidad adictiva») y de diseño de tratamientos más especializados tanto en prevención primaria, secundaria y terciaria de acuerdo a los patrones previamente hallado.

Sin embargo, en la literatura científica no encontramos siempre la presencia de dichos patrones básicos de comportamiento en personas adictas, sino más bien conbinaciones particulares, que si bien sí que parecen estar más presentes en estas personas que en controles, no todas aquéllas las presentan de forma exagerada. Se han establecido tipologías de adicciones en base al estímulo objeto de la adicción y también en base a los mencionados patrones conductuales (Roston, 1965; Glen, 1979; Lowenfeld, 1979; Morvec y Munley, 1983, Adkins, Kruedelbach, Toohig, y Rugle, 1987; González, et al, 1990), y aunque la solución al conflicto parece estar lejana, la profundización en el establecimiento de patrones comunes es el objeto básico del conocimiento científico y hacia él nos dirigimos en este trabajo.

Material y métodos: Este trabajo pretende recoger información sobre las características de personalidad y psicopatológicas de una muestra de jugadores patológicos (n = 33), una muestra de pacientes heroinómanos (n = 33), una muestra de pacientes cocainómanos (n = 33) y 2 grupos de comparación, por un lado, un grupo de pacientes psiquiátricos (n = 33), y por otro, un grupo control (n = 33), emparejados por edad y género. Todo ello con intención de contrastar nuestros resultados con la bibliografía consultada y en un intento de poder contribuir al estudio de los factores de predisposición hacia las adicciones.

Resultados y conclusiones: Los resultados preliminares nos informan de algunas diferencias significativas en puntuaciones directas en los perfiles de MMPI según el tipo de adicción.

UN AÑO DE COORDINACIÓN ENTRE LA UNIDAD DE CONDUCTAS ADICTIVAS DE LA MANCOMUNIDAD DE MUNICIPIOS DE LA SAFOR Y LA UNIDAD DE SALUD MENTAL (ÁREA 11 DE SALUD)

M. C. Llinares Pellicer, J. Olcina Rodríguez, M. Lloret Boronat, M. T. Escalera Sanz, J. Blasco Gallego, J. D. Sapiña Beltrán

Unidad de Conductas Adictivas. Mancomunitat de Municipis de la Safor. Valencia.

Introducción y objetivo: El término «diagnóstico dual» se ha convertido en estos momentos en sinónimo de un tipo específico de comorbilidad diagnostica, de los trastornos psiquiátricos y por abuso/dependencia de sustancias.

Teniendo en cuenta las diferentes revisiones bibliográficas realizada sobre el tema de «patología dual» (Pepper y Ryglewic, 1984; Schuckit, 1986; Hendikson, 1989; Price, 1991; Jansen, Masterton, Norwood y Viventy, 1992; Tirst, 1996; Meyer, 1998) surge nuestra necesidad de coordinación entre la Unidad de Alcohología y la Unidad de Salud Mental del área 11 de salud.

El objetivo planteado es el tratamiento conjunto de aquellas primeras visitas y revisiones de historias clínicas de pacientes que han abandonado el tratamiento durante más de 6 meses (registradas desde mayo de 1998-abril de 1999) diagnosticadas de psicopatología dual para poderles ofrecer un tratamiento global e integrador, con intervenciones terapéuticas dirigidas simultáneamente a ambos tipos de trastornos. Al mismo tiempo realizamos un análisis descriptivo de las variables sociodemográficas, toxicológicas y trastornos de personalidad que presentan estos pacientes.

Material y métodos: La muestra estudiada se compone por 234 sujetos, primeras visitas y revisiones, que acuden a nuestra UCA en un período de tiempo de 1 año. Las pruebas utilizadas para realizar el diagnóstico han sido: DSM-IV; CBA; MALT; SOGS. La información sociodemográfica y toxicológica se ha obtenido a partir de la historia clínica y la entrevista semiestructurada.

Resultados y conclusiones: Al analizar las diferentes variables obtenemos los siguientes resultados: del total de la muestra (n = 234), 27 sujetos, es decir, el 11,5% son diagnosticados de patología dual frente al 88,46% restante que no presentan este trastorno. De ellos, el 59,25% son varones respecto al 40,74% que son mujeres. El perfil de los pacientes estudiado es el de un varón soltero, entre los 30 y los 40 años, con un nivel de estudios de EGB y desempleado, que convive con su familia de origen o con su propia familia. La comorbilidad de los trastornos psiquiátricos y por abuso de sustancias es del 11,54%. La patología psiquiátrica manifestada es: trastorno depresivo mayor, 22,2%; distimias, 25,92%; trastorno límite de la personalidad, 22,2%; trastorno bipolar, 14,81%, y esquizofrenia, 14,8%. En lo referente al consumo de sustancias la droga mayoritariamente consumida por estos sujetos es el alcohol (un 88,8%) seguido por la adicción al juego (3,7%), por dependencia a los estimulantes (3,7%) y una nicotinodependencia el restante 3,7%. Además estos sujetos consumen otras drogas asociadas al consumo de la droga principal como son la cocaína (18,5%), el tabaco (29,62%), benzodiacepinas (3,7%) y el cannabis (3,7%). La nueva estructura de coordinación entre la UCA y la USM, ambas pertenecientes al área de salud número 11, ha facilitado:

-- La existencia de unos niveles más altos de eficacia en el funcionamiento del personal del programa.

-- Ha contribuido a que los pacientes tuvieran una mayor asistencia, participación activa y mayor implicación en el proceso de tratamiento, con la consiguiente aparición de una mejoría clínica significativa en ellos.

-- Ha incrementado la planificación multidimensional del tratamiento, en la medida que cada disciplina posee ciertas áreas de experiencia que contribuyen a una rica mezcla de servicios.

-- El éxito de esta coordinación en el tratamiento de los pacientes con diagnóstico dual que presentan múltiples alteraciones radica en la oferta de una planificación individual del tratamiento en el contexto de un completo programa terapéutico biopsicosocial, en el cual se proporciona un tratamiento psiquiátrico y de abuso de sustancias de forma integrada. Esta última conclusión la constatan clínicos investigadores (Minkoff, 1989, 1991; Orlin y Davis, 1993), los cuales defienden la utilización de un abordaje integrado para el tratamiento de los trastornos psiquiátricos y de usos de sustancias coexistentes.

ESTUDIO SOBRE DEPRESIÓN EN PACIENTES ALCOHÓLICOS

J. Plans i Parcerisas, S. Reig i Orta, S. Guillén i Font

Centre D''Atenció a les Drogodependènces de''Osona-CADO. Vic (Barcelona).

Introducción y objetivo: Nuestra comunicación presenta un estudio realizado en nuestro centro para profundizar en el tema de la comorbilidad alcoholismo-depresión, cómo ésta influye en la evolución y la remisión de la depresión sin necesidad de tratamiento farmacológico.

Los objetivos son: estudiar la prevalencia de depresión en pacientes diagnosticados de dependencia alcohólica. Análisis de los diferentes momentos en que aparece la patología depresiva en el proceso del tratamiento, y la necesidad de tratamiento específico para la depresión. Estudiar la aparición de recaídas durante el tratamiento de la dependencia alcohólica si existe depresión concomitante.

Metodología: Se estudió una muestra de 85 pacientes que iniciaron tratamiento en un centro de atención a drogas entre el año 1993 y 1998. Se realizó mediante el vaciado de historias clínicas de entre todos los pacientes que iniciaron tratamiento en estas fechas, que fueron 392.

Resultados: La prevalencia de depresión mayor en pacientes con síndrome de dependencia al alcohol es de 21,68%, de los cuales un 65% presentaron el diagnóstico de depresión previa o durante la primera visita, y de éstas el 30% no precisaron tratamiento específico para la depresión, tan sólo tratamiento de la dependencia enólica.

El nivel de cumplimiento y el índice de recaídas está en relación con el tratamiento del alcohol, y no por la presencia de depresión, aunque existen diferencias según el momento de aparición del episodio depresivo.

ACAMPROSATO EN EL TRATAMIENTO DE LA BULIMIA NERVIOSA: ESTUDIO PRELIMINAR DE DESCRIPCIÓN DE CASOS

J. Martínez-Raga, E. J. Marshall, J. Treasure, U. Schmidt,

South London and Maudsley NHS Trust, Denamrk Hill, London (Reino Unido).

Introducción y objetivo: La bulimia nerviosa ha sido explicada en parte como un trastorno de las conductas adictivas. De hecho, una serie de estudios han destacado la importancia del craving de la comida en la instauración y mantenimiento de la bulimia nerviosa. El acamprosato (o acetylhomotaurinato de calcio) ha sido ampliamente descrito como un agente farmacológico efectivo y bien tolerado en el tratamiento de pacientes dependientes del alcohol mediante la reducción del craving, en conjunción con otros tratamientos conductuales y psicosociales. Sin embargo, hasta el momento ningún estudio ha analizado el acamprosato en el tratamiento de otras conductas adictivas o de la bulimia nerviosa. En el presente trabajo se presentan los resultados de un estudio preliminar, en la forma de una descripción de una serie de casos. Este estudio de seguimiento de 10 semanas de duración se llevó a cabo con el fin de evaluar la tolerabilidad y los posibles efectos beneficiosos del acamprosato en el tratamiento de la bulimia nerviosa.

Material y métodos: Tres pacientes, mujeres jóvenes, ingresadas en una unidad intrahospitalaria para el tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria en el Bethlem Royal Hospital de Londres (Reino Unido) dieron su consentimiento para participar en el estudio. Durante su ingreso las pacientes participaron en un programa terapéutico multidisciplinar. Como parte de la evaluación inicial se recogieron los antecedentes personales, sociodemográficos y toxicológicos de las pacientes. Asimismo se administraron el Symptom Checklist-90 y el «Inventorio para la depresión de Beck». El craving de la comida fue evaluado durante el estudio mediante una versión modificada de la Obsessive Compulsive Drinking Scale, mediante un diario de craving y atracones y una serie de 12 escalas analógicas visuales. Finalmente, como una medida adicional se analizaron los niveles plasmáticos de taurina antes del inicio del estudio y a las 4 semanas de seguimiento.

Resultados y conclusiones: Ninguna de las 3 pacientes presentaron efectos secundarios significativos. En particular, en ningún caso apareció diarrea, que a menudo se asocia con el acamprosato. Por otro lado, los resultados sugieren el papel de este agente farmacológico en la atenuación del craving asociado con los atracones de comida, lo cual podría ser de gran importancia en el tratamiento de este trastorno de la conducta aliementaria. Los resultados de este estudio preliminar apoyan la neced de un estudio controlado del acamprosato en la bulimia nerviosa.

ESTUDIO DE ADHESIÓN A TRATAMIENTO DE PACIENTES CON SÍNDROME DE DEPENDENCIA ALCOHÓLICA SEGÚN EL PERFIL OBRTENIDO EN EL MMPI

B. Ochando, P. de Vicente, J. C. Valderrama

Unidad de Alcohología. Dirección de Atención Primaria Área 16 y 18. Conselleria de Sanidad. Generalitat Valenciana.

Objetivo: Determinar como influye la presencia o no de un perfil en el MMPI en la adhesión a tramiento de los pacientes con síndrome de dependencia alcohólica según criterios CIE-10.

Diseño: Estudio longitudinal a 6 meses con componentes descriptivos y analíticos.

Población y muestra: Pacientes que inician tratamiento en la Unidad de Alcohología de Alicante y que cumplían criterios diagnósticos (CIE-10) de síndrome de dependencia alcohólica. La muestra (n = 104) se obtuvo mediante muestreo consecutivo, siendo el 76% hombres y el 24% mujeres.

Instrumentos: Se utilizó un cuestionario que recogía las variables sociodemográficas, el consumo de otras sustancias, un protocolo psicológico, el Hamilton para la depresión, el inventario de personalidad de Minnesota (MMPI) y la escala de Anton. A los 6 meses se evaluaba la adhesión del paciente en programa y los tratamientos que habían recibido.

Análisis de los datos: Los datos fueron procesados y analizados mediante el paquete estadístico SPSS v.7.1. Para el análisis estadístico se utilizó la comparación de distribuciones, según la prueba Chi cuadrado, rechazándose la hipótesis nula para p < 0,05. Para las variables cuantitativas se utilizaron la prueba «t» de Student para grupos independientes.

Resultados: La edad media de toda la muestra era de 41,10 años (ds = 9,56). De los 104 pacientes el 63% presentaban perfil en el MMPI y un 41% no lo presentaban. Los perfiles más prevalentes era el tipo 1, hipocondria (31,8%), y el tipo 4, desviación psicopática (28,6%). Las puntuaciones medias obtenidas en el componente compulsivo del Anton fue de 6 puntos (ds = 3,52) y el componente obsesivo de 2,38 (ds = 2,44). A los 6 meses el 72,1% de los pacientes continuaban en seguimiento, un 1,9% había sido dado de alta, el 23,1 había abandonado y el 2,9% habían sido derivados a otros recursos asistenciales. No se ha encontrado asociación entre la presencia de un perfil en el MMPI y los componentes compulsivo y obsesivo del Anton, así como en la adhesión del paciente al tratamiento a los 6 meses (un 73,2% de los que no presentan perfil se mantienen en tratamiento a los 6 meses frente a un 71,4% de los que presentan perfil). La combinación de un tratamiento psicoterapéutico combinado con tratamiento farmacológico se asocia a una mayor retención en tratamiento (OR: 3,04; IC95%: 1,178 a 7,843). Aunque en el presente estudio no se hallaron diferencias estadísticamente significativas, los pacientes con tratamiento exclusivo psicofarmacológico o anticraving presentaban una mayor retención que los pacientes con interdictores (80,95, 75 y 44,4%, respectivamente).

Conclusiones: No se ha encontrado una relación entre el perfil obtenido en el MMPI y el mantenerse en el programa terapéutico.

Agradecimientos: Parte de este estudio ha sido financiado mediante ayuda IVESP 99/051.

EVOLUCIÓN DE LA HISTORIA ADICTIVA Y LAS CONDUCTAS DE RIESGO PARA LA INFECCION POR VIH SEGUN LA PRESENCIA DE TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD

G. Haro Cortés*, P. Sánchez Cuerda*, J. C. Valderrama Zurián**, F. Bolinches Claramonte***, P. de Vicente Manzanaro**

* Servicio de Psiquiatría. Unidad de Toxicomanías. Hospital Clínico Universitario de Valencia. ** Unidad de Alcohol. Área 16 y 18. Conselleria de Sanidad. Generalitat Valenciana. *** Unidad de Conductas Adictivas. Área 03.

Introducción y objetivo: a) determinar si ha habido un cambio en la evolución de la historia adictiva; b) en la evolución de las conductas de riesgo para la infección del VIH, y c) analizar estos cambios según la presencia de trastornos de la personalidad (TPs).

Material y métodos: Estudio longitudinal con seguimiento a los 3 y 6 meses del alta hospitalaria en pacientes dependientes a opiáceos de una UDH (al ingreso n = 57, a los 3 meses n = 23 y a los 6 meses n = 15). Al inicio se recogía información sobre: la historia adictiva, las conductas de riesgo y el International Personality Disorder Examinatio (IPDE) en su versión DSM-IV. En la segunda y tercera visita se recogía información sobre las mismas variables a excepción del IPDE. El análisis de los datos se realizó mediante el paquete estadístico SPSS versión 7.5. La evolución de la psicopatología se analizó mediante las pruebas de McNemar y de Pearson. El nivel de significación estadística se estableció para p < 0,05.

Resultados: La edad media de los pacientes fue de 31,7 años, siendo la distribución por sexos de 40,4% mujeres y 59,6% hombres, manteniéndose estas características en la segunda y tercera visita. En la evolución del diagnóstico de dependencia actual de consumo de heroína se obtuvo al inicio: 60% (40% dependencia a otros opiáceos); a los 3 meses: 39%, y a los 6 meses: 33%. En relación al consumo de cocaína las prevalencias fueron de 33, 9 y 4%, siendo del 30, 7 y 3% respecto al consumo de benzodiacepinas. La vía preferente de consumo de heroína al inicio fue la fumada (67,9%), seguida de la i.v. (22,6%), mientras que en las visitas posteriores se observó que no se utilizó la vía i.v. La prevalencia de las conductas de riesgo en la primera consulta fue del 80,4%, en la segunda del 80% y del 60% en la tercera. Los pacientes que presentaron TPs fueron el 49,1% (n = 28), siendo más frecuente la presencia de un TP (31,6%, n = 18), seguido de los pacientes con 2 RTPs (10,5%, n = 6) y de aquellos con más de 2 TPs (7%, n = 4). No se han encontrado diferencias en cuanto al período de reinicio de consumo según la presencia o ausencia de TPs; sin embargo, los pacientes que presentan TPs consumen mayor dosis de heroína a los 6 meses del alta (p = 0,034; dif. de medias: 562,5 mg/día; IC95%: 48,0-1.076,9). Se observó un aumento significativo en el uso de preservativos a los 6 meses de evolución (p = 0,031), pero dicha mejoría sólo aparece en los pacientes que no presentan TPs (p = 0,031).

Conclusiones: a1) se observa un descenso en la prevalencia del diagnóstico de dependencia actual de consumo de heroína durante los 6 meses de seguimiento, así como en el diagnóstico de consumo de cocaína y benzodiacepinas; a2) la vía v.i. de consumo de heroína deja de ser utilizada en las recaídas tras el alta hospitalaria; b) las conductas de riesgo también disminuyen paulatinamente tras la desintoxicación hospitalaria; c1) los pacientes con TPs consumen mayor dosis de heroína en la tercera visita, y c2) no mejoran respecto al uso de preservativos, a diferencia de aquellos que no presentan TP.

Agradecimientos: Parte de este trabajo ha sido financiado por el Instituto de Investigación de Drogodependencias (INID). Universidad Miguel Hernández.

PROGRAMA DE TRATAMIENTO PARA DEPENDIENTES A LA COCAINA EN UN PROGRAMA DE PRESCRIPCIÓN DE HEROÍNA. EVALUACIÓN A 4 MESES

M. Marset, E. Becciolini, B. Broers, A. Mino

Programa Experimental de Prescripción de Estupefacientes. PEPS. División de Abuso de Sustancias. Hospitales Universitarios de Ginebra.

Introducción y objetivo: La prevalencia del consumo de cocaína intravenosa en el PEPS descendió tras 3 años de tratamiento a la mitad. Ésta pasó del 80 al 40%. En la actualidad, el 21% consume de forma episódica, participando en un programa de tipo motivacional, individual y grupal. Tres pacientes abstinentes participan de un programa de prevención de recaídas, uno de ellos asociado a un tratamiento antidepresivo.

El consumo compulsivo de cocaína por vía intravenosa constituye, sin embargo, el factor más importante de fracaso terapéutico de los pacientes en un programa de heroína (19%, 8/42). Éstos se caracterizan por la dependencia principal a la cocaína, un trastorno primario grave de la personalidad de tipo borderline y asocial y la ausencia de un entorno social y familiar o por el carácter patológico de éste.

En función de la degradación física, psicológica y social de estos pacientes, el PEPS estableció un programa específico para dependientes a la cocaína que mantienen un consumo compulsivo y que se encuentran en una fase de negación absoluta del problema, con la imposibilidad de establecer una alianza terapéutica.

Partimos empíricamente, desde el punto de vista psicopatológico, de que este consumo compulsivo induce una dinámica similar al trastorno bipolar (maníaco-depresivo). La dificultad de algunos pacientes a afrontar la fase depresiva, constatando la realidad de su deterioración y agravando su depresión, tendería a perpetuar el «estado maníaco» con el mantenimiento de un consumo compulsivo de cocaína que perpetuaría a su vez el círculo vicioso.

El programa consiste en el abordaje del problema a partir de lo que hemos dado en llamar «contención relacional», ejerciendo un acompañamiento terapéutico con una importante contención psicológica permitiendo al paciente pasar por su fase depresiva y abordar progresivamente las consecuencias del consumo, confrontandose a la realidad de su estado y reintegrandoles en el programa terapéutico del PEPS.

Material y métodos: El programa fue establecido por un período de 4 meses y su evaluación se realizó en base a la impresión subjetiva de los pacientes y del equipo médico-enfermero y a una serie de instrumentos de evaluación: cuestionario de depresión de Beck (21 ítems), cuestionario estado-rasgo de ansiedad de Spiedelberg, test de severidad a la adicción de cocaína (CAST) y el cuestionario de salud SF-36.

Resultados: Parcialmente, 6/7 mejoraron la puntuación de depresión (4 sin depresión clínica), 4/7 mejoraron la puntuación en la escala de ansiedad, 5/7 disminuyeron la severidad de su adicción a la cocaína. El cuestionario de salud dio como resultado una mejora de la salud general, mental y del funcionamiento psicológico y muy significativa, la mejoría en relación a la esfera del dolor (p = 0,018) y del funcionamiento social de los varones (p = 0,006). Globalmente, 4 pacientes mejoraron significativamente su estado inicial: 2 iniciaron un proceso de abstinencia (1 a la cocaína en el propio PEPS y otro total en una comunidad terapéutica). Dos mejoraron ligeramente y 1 paciente continuó agravando su estado.

Conclusión: Se trata de un programa factible y eficaz. La evaluación global hecha por los pacientes y por el equipo médico-enfermero en función de las ventajas y los inconvenientes que les ha aportado el programa es positiva, necesitando continuar la investigación a más largo plazo y con un número mayor de pacientes.

¿INVESTIGAMOS EN ATENCIÓN PRIMARIA SOBRE LAS TOXICOMANÍAS? APORTACIONES A LOS CONGRESOS SEMFYC, PERÍODO 1994-1998.

S. García Vicente*, M.a J. García Barrachina**, J. Gil Pinilla***, C. Almendro Padilla*, M. A. Torres Hernandez**

* CS Torrente. ** C. Toxicomanías y Alcoholismo de Torrente. ** CS Castellar. Valencia.

Introducción y objetivo: Se ha realizado un estudio de los trabajos científicos aceptados en los congresos SEMFYC del último quinquenio (1994-1998) referentes al campo de las toxicomanías (abarcando: tabaco, alcohol, otras drogas), analizando sus características bibliométricas. El objetivo es mostrar el interés que puede existir en esta área de la salud desde la atención primaria.

Material y métodos: Se ha realizado un estudio bibliométrico, descriptivo, retrospectivo, por 2 investigadores independientes, sobre los libros de ponencias y revistas de atención primaria de los congresos SEMFYC de 1994 a 1998. Se han analizado 1.734 trabajos científicos aceptados en los congresos SEMFYC, siendo 54% paneles (n = 941) y 46% (n = 793) comunicaciones orales. Tomando como unidad de análisis el año, se han extraído los trabajos aceptados referentes al área de las toxicomanías (n = 82) 1994: 12; 1995, 16; 1996, 25; 1997, 16; 1998: 13. De cada trabajo se han analizado como variables, realizando estadística descriptiva: presentación, niveles de coautoría, la procedencia geográfica, procedencia institucional (diferenciando principalmente entre: centro de salud y unidad docente), tipo de diseño y área temática.

Resultados y conclusiones: El consenso de las 2 búsquedas independientes ha sido muy satisfactorio en sus resultados. Respecto a las variables a estudio, los resultados son los siguientes: presentación: 41 comunicaciones orales (50%) y 41 paneles. Coautoría: el promedio de autores por trabajo ha sido 5,4 (1-7). Procedencia geográfica (por provincias): destaca Barcelona, con 19 trabajos (23%), seguida por Córdoba, 7 (9%), y Zaragoza y Madrid, con 6 trabajos cada una de ellas (7%). Procedencia institucional: destaca el centro de salud, situación lógica, con 62 (76%), seguido por las unidades docentes de MF y C: 16 (19%). El diseño al que se recurre con mayor frecuencia es el descriptivo transversal, 31 trabajos (38%), y transversal, 11 (13%). Respecto al área temática: 43 (52%) han tratado el tabaco como tema principal (24 de ellas presentadas como comunicaciones orales); 24 (29%), el alcohol (12 orales), y las restantes, 15, destacando: 4, metadona, y 4, hábitos tóxicos en grupos poblacionales. Resaltar los trabajos dedicados a prevención, manejo diagnóstico y tratamiento.

A estos trabajos se pueden sumar las 12 ponencias programadas: 1995: 5, alcohol; 1996: 4, tabaco; 1997: 3, extasis-cocaína.

Se destaca el interés principal por el tabaquismo y el alcoholismo en la atención primaria. Se puede apreciar en los años que se han programado ponencias sobre estos temas cómo ha crecido la producción científica al respecto. En principio, los trabajos sobre el resto de pacientes toxicómanos se presenta como mucho más reducido, aunque puede decirse que se han desarrollado comunicaciones científicas relacionadas, sobre todo con la TBC y el SIDA. Se debe motivar una mayor cooperación entre los niveles asistenciales que influyen en el campo de las toxicomanías (salud mental, medicina interna, trabajo social, etc.) para fomentar una producción científica de calidad, mejorando en la asistencia de este tipo de pacientes, proporcionando una mejora en su calidad de vida y en la de sus cuidadores.

EVOLUCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS EN GALICIA (1988-1998)

M. Araújo Gallego, I. Carrera Machado, J. Fraga Ares, J. L. Mera Souto, J. Morán Iglesias

Consejería de Sanidad y Servicios Sociales. Comisionado del Plan de Galicia sobre Drogas.

Introducción y objetivo: En Galicia entre 1988 y 1998 se han realizado varios estudios epidemiológicos periódicos sobre el consumo de drogas con el fin de describir la realidad gallega en este aspecto. El objetivo de este trabajo es analizar los resultados del último estudio (1998), así como establecer una comparación con los estudios anteriores y señalar las posibles tendencias futuras del consumo de drogas en nuestra comunidad.

Material y métodos: El universo que se tomó como referencia está formado por la población de 12 y más años residente en Galicia. La selección de la muestra se realizó mediante afijación simple no proporcional por áreas de salud y grupos de edad, llevándose a cabo 2.300 entrevistas personales (margen de error del ± 2,04%) en el lugar de residencia de los entrevistados, elegidos mediante rutas aleatorias durante el mes de diciembre de 1998.

Resultados y conclusiones:

-- Drogas legales. Tal como se señalaba en informes anteriores, el comportamiento del sector juvenil de la población gallega ha resultado ser el factor decisivo en la inversión de la tendencia al decremento que presentaba el hábito de fumar: en 1998, el 32,2% de los gallegos son fumadores frente al 28,6% de 1996. Referido al consumo excesivo de alcohol, aunque la prevalencia general continúa su tendencia al decremento, se consolida el patrón de consumo abusivo de los jóvenes, detectado en 1996 y caracterizado por la unificación intersexual de las pautas de consumo excesivo en fines de semana y predominio urbano.

-- Drogas ilegales. Las más consumidas son los derivados cannábicos, que muestran una tendencia creciente desde 1994, aunque sin alcanzar los niveles de 1988. La cocaína, heroína, psicofármacos y drogas de síntesis presentan una tendencia al decremento. En el grupo de expansión se situarían los alucinógenos, inhalables y la aparición del consumo de «crack».

-- Modelos de policonsumo. Se consolida en primer puesto el modelo de los psicoestimulantes, detectado en 1996 y liderado por las drogas de síntesis, desplazando al segundo lugar el de los narcóticos; a continuación se sitúan los psicofármacos y, por último, la asociación entre el consumo de tabaco, alcohol y cannabis. En el colectivo específico de consumidores de drogas de síntesis, se detecta que cerca del 60% deriva su consumo en otras drogas, después de esta fase de iniciación e, mayoritariamente, en el consumo de cocaína. Dada la consolidación y previsible continuidad de este modelo de policonsumo es probable que se asista en devenir los próximos años a un repunte del consumo de ciertas sustancias, actualmente estancado o en franco retroceso, como, por ejemplo, el de cocaína, heroína y/o alcohol.

LA EVALUACIÓN EN DROGODEPENDENCIAS COMO INSTRUMENTO DE MEJORA DE LA CALIDAD DEL PROCESO ASISTENCIAL

I. Carrera Machado, J. Fraga Ares, M. Araújo Gallego, J. L. Mera Souto, J. Morán Iglesias

Consejería de Sanidad y Servicios Sociales. Comisionado del Plan de Galicia sobre Drogas.

Introduccción y objetivo: La preocupación por la calidad asistencial es un momento evolutivo en la prestación de servicios que se desprende necesariamente de la preocupación por la evaluación: la evaluación nos proporciona el método y su rigurosidad y la calidad nos permite establecer los criterios de medida sobre los que establecer comparaciones. La aplicación del binomio evaluación-calidad al proceso asistencial en drogodependencias permitirá conocer su rentabilidad y utilidad y, consecuentemente, contribuir a mejorar la calidad asistencial del mismo. En este línea, en 1994, el Plan de Galicia sobre Drogas define el catálogo de programas asistenciales (= cartera de servicios) y se implanta en la red el sistema de evaluación asistencial (SEA) con el objetivo de evaluar la eficacia y eficiencia de los dispositivos asistenciales. En 1997 se establecen los «protocolos de compromisos asistenciales», desde la perspectiva de una estrategia de gestión de «dirección por objetivos». El objetivo de esta comunicación es analizar la influencia de los objetivos establecidos en los protocolos de compromisos asistenciales sobre la evolución de los indicadores del SEA.

Material y métodos: Los instrumentos que articulan el SEA son: a) ficha de admisión a tratamiento, basada en el concepto de historia clínica (incorpora las variables SEIT), que permite establecer la línea base, y b) ficha mensual, que recoge las actividades realizadas con cada sujeto en cada programa durante el tratamiento en el centro. Actualmente existen 28 centros notificadores. Del total de los indicadores de evaluación del SEA, en los protocolos de compromisos asistenciales se utilizan: indicadores de volumen asistencial, perfil paciente-programa, permanencia, actividad (grupales), asistencia y de motivos de salida.

Resultados y conclusiones:

-- La evolución de las admisiones a tratamiento muestra un incremento constante hasta 1998, así como el volumen asistencial que se incrementa notablemente, fundamentalmente en el PMM.

-- Del análisis del perfil de los pacientes asignados a los distintos programas de la cartera de servicios de los centros cabe deducir su adecuación con los criterios de inclusión del catálogo de programas.

-- Del comportamiento del indicador motivo de salida, destacar qué «cambio de programa» es el más notificado junto con «abandono» (y la estabilización de este último) y la disminución de «expulsiones».

-- La media de días de permanencia en programas se viene incrementando de manera sostenida desde la implantación del SEA, detectándose que los centros que más retienen en tratamiento a sus pacientes no son los que presentan los enfoques más intervencionistas.

-- Las actividades grupales, muy escasas en el período 1994-1996, muestran un incremento sostenido desde la puesta en marcha de los protocolos de compromisos asistenciales, permitiendo así mejorar la eficiencia de los equipos asistenciales.

SINTOMATOLOGÍA PSICÓTICA INDUCIDA POR MDMA Y EVOLUCIÓN TRAS TRATAMIENTO CON OLANZAPINA

M. Landabaso Vázquez, I. Iraurgi Castillo, R. J. Calle Fano, M. Lerma Juan, J. Sanz Etxebarria

Centro Drogodependencias Barakaldo, MAPS Rekalde, CTT Vitoria.

Introducción y objetivo: Los cambios psicóticos inducidos por consumo de estimulantes se caracterizan por la presencia de alucinaciones o ideas delirantes tras el consumo, con inicio y curso de las manifestaciones psiquiátricas diferentes al trastorno psicótico «genuino».

Evaluar la sintomatología de corte psicótico que presentan este tipo de pacientes y la eficacia del tratamiento de estos síntomas mediante la olanzapina.

Material y métodos: Se evalúa la sintomatología en 50 pacientes que acuden a tratamiento tras presentar un cuadro alucinatorio-delirante tras consumo de MDMA, mediante el BPRS, la escala de depresión de Hamilton y la impresión clínica global a lo largo de 6 meses de tratamiento con olanzapina.

Resultados y conclusiones: Los pacientes presentan un trastorno grave caracterizado sobre todo por sintomatología psicótica positiva, así como sintomatología depresiva importante. El tratamiento con olanzapina se muestra muy eficaz con reducciones muy significativas desde el primer mes de tratamiento y con escasos efectos adversos.

NIMOFIPINO EN DESINTOXICACIÓN A OPIÁCEOS

J. M. Jiménez Lerma, M. Landabaso Vázquez, J. Iraurgi Castillo, R. Calle Fano, J. Sanz Etxeberria

Centro Drogodependencias Barakaldo. MAPS Rekalde.

Introducción y objetivo: Evaluar la utilización de los antagonistas de los canales L del calcio (nimodipino) en la desintoxicación a opiáceos en régimen ambulatorio.

Material y métodos: Tres grupos de sujetos sometidos a desintoxicación a opiáceos: 1) grupo experimental (número 30) recibe una pauta de nimodipino y dextropropoxifeno; 2) un grupo control (número 20) que es desintoxicado siguiendo una pauta de dextropropoxifeno y benzodiazepinas, y 3) el segundo grupo control (número 30) que es tratado con una pauta clínica de *-2-adrenérgicos y naltrexona. En todos los casos la pauta de desintoxicación fue programada para realizarse en 7 días.

Resultados y conclusiones: Todos los grupos muestran una reducción significartiva del SAO durante la desintoxicación, pero desde el primer día el grupo experimental presenta una menor sintomatología que los controles. La impresión clínica sobre la evolución de la desintoxicación es que resulta de gran comodidad y sin complicaciones. Se propone la utilización de antagonistas de los canales L del calcio como método eficaz en la desintoxicación a opiáceos.

BOLA DE NIEVE: USUARIOS DE DROGAS COMO AGENTES DE SALUD

J. Arza Porras, J. A. Contreras Nieves, G. García Lalinde, E. Vela Pérez

Grupo Interdisciplinar sobre Drogas. Madrid.

Introducción y objetivo: Bola de nieve es una experiencia de prevención de problemas de salud asociados al uso de drogas inyectables que prioriza la participación de los propios usuarios de drogas como agentes de salud. Es un programa financiado por el Plan Nacional de SIDA. El GID lo desarrolla desde 1997. Hasta ahora la experiencia se ha realizado en Torrejón de Ardoz, Alcorcón, Alcobendas y San Sebastián de los Reyes.

El objetivo de las intervenciones de bola de nieve es mejorar la información sobre prácticas preventivas y prácticas de riesgo en relación con el y otras enfermedades infecciosas, entre los UDVP. Básicamente consiste en transmitir información sobre él, la salud en general y los riesgos relacionados con el consumo de droga de compañero/a a compañero/a.

Material y métodos: La intervención consta de 3 fases:

-- Captación de los participantes. Se contacta con los centros de tratamiento y entidades que trabajan con drogodependientes en el municipio de desarrollo del programa. Se presenta el programa y se solicita colaboración para la selección posterior de usuarios de drogas inyectables que respondan a un perfil mínimo; saber leer y escribir y no ser grandes abusadores de benzodiacepinas y alcohol. Cada coordinador de zona capta a posibles candidatos a ser activistas. Se realiza una entrevista con cada uno para explicarles las características del programa y firmar un acuerdo de colaboración y compromiso entre las 2 partes.

-- Formación de los/as participantes. El coordinador del programa forma a 10 activistas. Se imparte un curso de 8 sesiones de 2 horas y media cada una. Los contenidos que se trabajan son: VIH/, sexo seguro, inyección segura, tuberculosis, hepatítis, medicación y entrenamiento para hacer cuestionarios. Además de los contenidos se trabajan valores y actitudes.

-- Encuestas. Los activistas tienen que contactar con usuarios de drogas (entre 10 y 15 cada uno y éstos a su vez pueden contactar con otros) y hablar del y otros problemas de salud apoyándose en un cuestionario. Es un momento idóneo par informar.

Los cuestionarios, recogidos por el coordinador/1 del programa son tratados estadísticamente.

Resultados y conclusiones: Todos los indicadores son muy positivos; todas las personas participantes han concluido el programa ha aprovechado el curso (como consta en un examen final) y han realizado las encuestas satisfactoriamente, con lo que hemos contactado con un mínimo de 350 UDPV en las experiencias que hasta ahora hemos realizado. Además, el impacto que ha tenido la operación en los/as activistas ha sido muy positivo, sobre todo en lo que se refiere al autoconcepto.

EL TEATRO COMO RECURSO PREVENTIVO

J. Arza Porras, J. A. Contreras Nieves, G. García Lalinde, E. Vela Pérez

Grupo Interdisciplinar sobre Droga. Madrid.

Introducción y objetivo: La metodología utilizada en la prevención de las drogodependencias ha evolucionado enormemente en los últimos años, superando actividades y acciones que con el paso del tiempo ha demostrado ser ineficaces. Ante este +hecho, el GID se ha esforzado por encontrar vías novedosas e imaginativas que sean eficaces para hacer llegar un mensaje preventivo a la población a la que se dirige, encontrando en el teatro interactivo una herramienta muy útil.

Material y métodos: En prevención es necesario huir de metodología expositivas y recurrir a procesos formativos vivenciales, con una metodología que «entre por los sentidos», que requiera movilidad del cuerpo y otorgue un papel central a la visión del propio niño/a o adolescente.

A través de técnicas de teatro interactivo se muestra a los niños y adolescentes, escenas de lo cotidiano en las que aparecen temas relacionados con la salud y el consumo de drogas. Los participantes observan su propia realidad en la historia presentada e incluso participan en el argumento, proponiendo alternativas diferentes ante situaciones que acontecen en la representación y que no son ajemos a ellos.

Los participantes no asisten como espectadores, sino que, a través de técnicas de teatro interactivo, participan en el desarrollo de toda la función. Asimismo, con los responsables de los grupos con los que se trabaja (profesorado, educadores, etc.) se realiza un trabajo previo y posterior al taller y se les entrega una guía didáctica para que puedan continuar la labor preventiva una vez desarrollado el taller.

En el proyecto también son importantes las dinámicas que permite desarrollar el teatro interactivo, mediante las cuales se invita al espectador a representar escenas de la obra, introduciendo sus propias aportaciones y abriendo un coloquio-debate entre los actores y los espectadores, reduciendo todo ello en una mayor implicación y una mayor receptividad hacia el mensaje que se envía y haciéndole mas atractivo para el público al que nos dirigimos.

Resultados y conclusiones: El teatro interactivo se ofrece como herramienta de apoyo muy útil, puesto que se presenta una situación cercana al espectador que permite su identificación con los personajes y con el desarrollo de la acción, influyendo todo ellos en una mayor sensibilización hacia el mensaje que se quiere transmitir y al posterior.

TELEPREVENCIÓN: LA TELEVISIÓN COMO RECURSO PREVENTIVO

J. Arza Porras, J. A. Contreras Nieves, G. García Lalinde, E. Vela Pérez

Grupo Interdisciplinar sobre Drogas. Madrid.

Introducción y objetivo: La colaboración y cooperación entre los medios de comunicación y las entidades que trabajan en prevención de drogodependencias se hace cada vez más necesaria. En la actualidad los medios de comunicación son los principales creadores de las imágenes, creencias, opiniones, que sobre la mayoría de los temas tenemos, es decir, son agentes activos en la formación de la realidad social, por tanto también de las drogodependencias.

En este sentido los medios de comunicación local (prensa, radio, televisión) cada vez están teniendo una mayor relevancia, ya que son más cercanos a la población lo que les permite tratar temas de mayor interés para los receptores.

En el año 1998 el GID comenzó el proyecto «teleprevención». Se trataba de un proyecto piloto que incorporaba a las televisiones locales como recurso para la realización de un proyecto de prevención del uso problemático de drogas.

Hasta ahora han participado en la experiencia televisiones locales de Madrid, Gijón, Vizcaya, Cáceres, Ávila, Murcia y Segovia.

El proyecto pretende que un grupo de jóvenes previamente formados participen en todo el proceso de elaboración de un vídeo junto con la televisión local, en el que se transmitan contenidos sobre prevención del uso problemático de drogas.

Material y métodos: La utilización de los medios de comunicación locales (MCS) como soporte para la prevención de drogodependencia posibilita llegar a un público menos amplio, localizado en un área geográfica fácilmente identificable, por tanto más homogéneo ya que se encuentra localizado a nivel cultural y geográfico, por lo que es un público que no resulta anónimo, lo que facilita ajustar la intervención preventiva a las características del grupo al que se dirige. A través del desarrollo del proyecto tenemos la oportunidad de utilizar la credibilidad de los MCS para transmitir mensajes preventivos, libres de estereotipos, ofreciendo una imagen más ajustada a la realidad.

Las fases de desarrollo del proyecto son: preparación de la acción, curso de formación en prevención al grupo de jóvenes, preparación del programa de televisión, difusión comunitaria y emisión del programa y evaluación de la experiencia.

Conclusiones y resultados: Las experiencias realizadas hasta el momento han contado que la participación en el proyecto produce cambios significativos en algunos mitos relacionados con el consumo de drogas.

RIESGO + SALUD: EDUCACIÓN DE CALLE Y REDUCCIÓN DE RIESGO

J. Arza Porras, J. A. Contreras Nieves, G. García Lalinde, E. Vela Pérez

Grupo Interdisciplinar sobre Drogas. Madrid.

Introducción y objetivo: El GID desarrolla desde 1996 el programa en Torrejón de Ardoz. Riesgos + salud realiza una labor educativa individual y grupal que se orienta a una reducción de los riesgos que el uso problemático de drogas provoca. Los puntos de trabajo son 2: el local del programa y las propias calles de la zona, especialmente los puntos de reunión de los usuarios de drogas.

En esta comunicación nos centraremos en el trabajo de educación de calle.

El programa realiza un trabajo educativo, individual y grupal en el propio medio de los usuarios de drogas que no están en tratamiento (lugares de encuentro, consumo y tráfico). A través de un trabajo de educación de calle se tratan temas relacionados en él, las prácticas de «sexo seguro», la salud, la autoestima, los recursos sociosanitarios, la defensa de sus derechos, etc. Este trabajo es fundamental como forma de contactar con nuevos usuarios y conocer «de primera mano» sus necedes.

Material y métodos: El educador del programa dedica 2 tardes a la semana para esta labor. En el desarrollo de estas tareas va acompañado por alguno de los voluntarios y/o por alguno de los agentes de salud colaboradores del programa (usuarios de drogas).

Por las propias características de esta labor, el trabajo es muy flexible. No obstante, a modo de ejemplo algunas de las intervenciones que normalmente se realizan:

-- Reparto de cantidades simbólicas de jeringuillas y preservativos como una forma de iniciar el contacto con los usuarios y motivarles para que acudan al local.

-- Informaciones puntuales sobre algún servicio de urgencia (albergue, comedores, urgencias sanitarias, etc.).

-- Reparto de materiales informativos e introducción de mensajes preventivos (siguiendo los objetivos del servicio de información, asesoramiento y orientación) en conversaciones no formales con los usuarios.

-- Detección de necesidades en el propio medio de los usuarios de drogas.

En cuanto a la relación equipo-usuario de drogas, se utilizan algunos aspectos relacionados con la metodología de la educación social.

Se utilizan básicamente un modelo de competencia. Este modelo concibe la ayuda como un proceso orientado al crecimiento y el desarrollo personal de forma que se vaya reduciendo la necesidad de la misma ayuda.

Resultado y contenidos: Tras más de 3 años de desarrollo del programa se ha comprobado su capacidad de contacto con esta población, las posibilidades de difusión de mensajes preventivos y su capacidad para constituirse en «puente» entre los recursos y la población drogodependiente. En este sentido, el programa va a ser extendido a nuevas zonas en los próximos meses.

ESTUDIO DE LA «POBLACIÓN FLOTANTE» DE LA UCA DE ORIHUELA

A. Valoria Martínez, M. C. Lasso de la Vega Girona, A. I. Ros Soler, S. Ibaqez de Benito

UCA de Orihuela.

Introducción y objetivo: Parece razonable que todo recurso asistencial se someta a un estudio periódico que ayude a la evaluación del mismo y pueda servir de base para la mejora en las actuaciones y programas que se oferten desde el nivel asistencial.

La UCA-Orihuela atiende a una población de derecho de 113.462 habitantes y comprende a las poblaciones de Benferri, Bigastro, Benejúzar, Jacarilla, Montesinos, Pilar de la Horadada, Orihuela y Torrevieja, ateniéndonos al censo de 1996.

El objetivo del estudio se centra en conocer el tipo de población drogodependiente que tiene de referencia a la UCA de Orihuela, tras el primer año de funcionamiento de la misma. Con este fin hemos llevado a cabo un estudio descriptivo, basado en el análisis de los datos de los 310 sujetos que solicitaron asistencia en la UCA de Orihuela entre abril de 1998 y abril de 1999.

Material y métodos: Para ello hemos utilizado una base de datos en formato Acces 2.0 en los que se recogen los siguientes parámetros: número historia, fecha de ingreso en la UCA, código internacional de pacientes, nombre, primer apellido, segundo apellido, lugar de nacimiento, domicilio, n-ss, DNI, cobertura sanitaria, zona de salud, año de llegada a su localidad de residencia, iniciativa de la demanda, estado civil, nivel educativo, tipo de convivencia, profesión, situación laboral, antecedentes psiquiátricos y motivo de consulta, primer y segundo diagnóstico, profesional que interviene, si acude o no a la cita, tipo de cita, lugar de consulta, pruebas complementarias solicitadas, tipo de intervención, profesionales en prácticas, derivaciones y tipo de alta. Además para el análisis de las variables que consideramos más relevantes fueron posteriormente analizadas nos servimos del paquete estadístico SPSS.

Resultados y conclusiones: Durante el primer año de funcionamiento de la UCA-Orihuela fueron atendidas 310 personas, realizándose un total de 309 primeras visitas, 3.441 consultas de revisión y 363 de carácter urgente. El perfil del usuario más frecuentemente encontrado es el de un varón (85%), con una edad promedio de 36 años, sin estudios (24,6%) o con un nivel de estudios primarios (51,8%), en situación de desempleo (38,8%) o trabajando eventualmente (23%), preferentemente en el sector de la construcción (42,4%), soltero (40%) o casado (32%), que convive con su familia de origen (41%) o con familia propia (43%), y que presenta como diagnóstico principal el de dependencia a la heroína (44,3%) o al alcohol (34,6%) y como segundo diagnóstico la dependencia a la cocaína (22,3%).

Creemos, tras lo expuesto, que la información recogida supone una base fiable para llevar a cabo estudios de evaluación y seguimiento de la actividad asistencial del centro con una base de datos lo suficientemente amplia y detallada para efectuar estudios epidemiológicos, análisis de coste por proceso y, consecuentemente, la rentabilidad del servicio.

ESTUDIO DE DISTRIBUCIÓN DE PACIENTES EN LA UCA-ORIHUELA

A. Valoria Martínez, M. C. Lasso de la Vega Girona, A. I. Ros Soler, S. Ibaqez de Benito

UCA de Orihuela

Introducción y objetivo: La planificación y el diseño de políticas y programas tiene como punto de partida la realidad a las que se refieren y que las justifican, es decir, la población a la que atienden. La UCA-Orihuela atiende a una población «de derecho» de 113.462 habitantes, ateniéndonos al censo de 1996. Sin embargo, existe una población «flotante» que, por llegar con posterioridad a este año a su actual población de residencia, no está censada y que se viene a sumar a aquella, constituyendo así la población que «de hecho» tiene como referencia la UCA-Orihuela.

En un trabajo anterior nos propusimos analizar las características de la población drogodependiente que fue atendida en la UCA de Orihuela, en su primer año de funcionamiento, desde abril de 1996 hasta abril de 1999. Pudimos inferir entonces, a partir del registro de la fecha de llegada a su localidad actual, que al menos 71 de los 310 sujetos que fueron visitados en la UCA-Orihuela durante este período no estaban censados.

El objetivo actual de nuestro estudio se centra en conocer las características de la población flotante drogodependiente atendida en la UCA de Orihuela, así como aportar datos reales sobre un movimiento demográfico en la población asistida, sobre los cuales poder evaluar las necedes asistenciales y la coordinación con otros recursos.

Material y métodos: Hemos utilizado una base de datos en formato Acces 2.0 en los que se recogen datos sociodemográficos y asistenciales de cada paciente. Además, las variables que consideramos más relevantes fueron posteriormente analizadas empleando para ello el paquete estadístico SPSS.

Resultados y conclusiones: Durante el primer año de funcionamiento de la UCA-Orihuela fueron atendidas 310 personas, de las cuales 71 (un 22,9%), llegaron entre 1996 y 1999 a su localidad de residencia, principalmente en 1998 (57,7%). Su procedencia era muy diversificada, encontrándose sobrerrepresentada la Comunidad de Madrid (26,8%), seguida de la Comunidad Valenciana (9,8%) y Comunidad Andaluza, País Vasco, extranjero (8,4%). El perfil del usuario coincide con el genérico de paciente de esta UCA, siendo reseñable que los pacientes han presentado en mayor proporción un primer diagnóstico de dependencia a heroína.

Con la información obtenida planteamos la necesidad de abundar en la coordinación entre los diferentes recursos socioasistenciales en materia de drogodependencias existentes en las diferentes CC.AA., así como del ajuste «a tiempo real» de las necesidades asistenciales sobre la base de estudios similares de investigación para la gestión.

ASISTENCIA AL DETENIDO EN UN SERVICIO DE URGENCIAS HOSPITALARIO EN BUSCA DE UN PROTOCOLO DE ACTUACION

S. García Vicente, M.a I. García Barrachina, A. Oltra Benavent, A. Ballester Montava, C. Almendro Padilla, M. A. Torres Hernández

Centro de Salud Torrente. Unidad de Toxicomanías y Alcohología de Torrente. Hospital General Universidad de Valencia.

Introducción y objetivo: Determinados hospitales de nuestra geografía, mediante convenios, se vinculan en general a prestar asistencia sanitaria a un tipo especial de pacientes, el detenido cuya patología de base prácticamente en su totalidad, es la toxicomanía. Con el objetivo de realizar un protocolo de asistencia en las urgencias hospitalarias para este tipo de pacientes, se ha analizado su perfil, las características de la actuación y la estrategia terapéutica adoptada. La brevedad de la asistencia en la mayoría de casos impide profundizar en este tipo de pacientes habida cuenta de que las urgencias hospitalarias no es el sitio indicado para diagnósticas.

Material y métodos: Se han analizado 102 episodios de atención a detenidos en el servicio de Urgencia de un hospital de referencia provincial para este tipo de pacientes, atendidas dentro de un período de 4 meses, abril-julio de 1999, realizándose estadística descriptiva. Edad mínima: 26 años, 79 varones (77%). El motivo de consulta alegado mayoritariamente por los pacientes ha sido la demanda de fármacos (74; 73%). Otras causas: 11 síndrome gripal (11%) y 8 policontusiones (8%).

Se efectúa con todos ellos una anamnesis: interrogando sobre existencia de alergias, si existe drogadicción activa (patrón de uso de drogas: vía utilizada, droga/s consumidas, último consumo y cantidad), si se sabe VHB-VHC-VIH positivo (si lo es, si es controlado o lo ha sido alguna vez, toma de medicación, etc.); exploración física: presencia de fiebre, inspección (en busca de lesiones cutáneas, signos de venopunción, ictericia), palpación (búsqueda de adenopatías, abscesos-celulitis, hepatoesplenomegalia), auscultación cardiorrespiratoria, exploración neurológica (pares craneales, reacción y tamaño pupilar, signos meníngeos) y orofaringe (signos de candidiasis, aftas, leucoplasia vellosa oral). En 17 casos (17%) se solicitó estudio radiológico (11 de ellos radiología de tórax).

Resultados y concluiones: La asistencia al detenido es en general una consulta rápida, tratándose de pacientes que en general demandan fármacos para sustitución de la droga que habitualmente consumen en el período en el que se encuentran detenidos. Se asiste a un paciente drogodependiente, varón de 26 años, realizándose una exploración física básica, en ocasión un estudio radiológico (tórax, extremidades), administrándose clorazepato dipotásico, 50 mg. En una toma, vía oral. El diagnóstico utilizado para este tipo de cuadros: «síndrome de ansiedad».

Se pretende obtener el mejor protocolo de actuación ante este tipo de pacientes, pues su consulta es muy frecuente en determinados servicios de urgencias, desde 2-3 hasta 15 pacientes diarios, e incluso es muy común atenderlos en servicios no concertados para este fin. Puede realizarse en ellos una intervención breve, informando sobre la actitud que pueden tomar a la hora de solicitar ayuda terapéutica, motivando para acudir al centro de toxicomanías de zona o como mínimo, insistir en mantener medidas higiénicas adecuadas. En general, son pacientes detenidos por delitos menores, por lo que son puestos en libertad en un plazo breve de tiempo, menos de 24 horas.

En este campo nos movemos en un terreno indefinido: ¿juzgado, policía, sanidad? Son pacientes con la personalidad al límite de nuestra capacidad como profesionales.

La pregunta es: ¿hasta dónde implicarse?

VÍA DE ADMINISTRACION DE HEROÍNA E INFECCION POR EL VIRUS DE LA INMUNODEFICIENCIA HUMANA EN ADICTOS DE SEVILLA Y HUELVA

J. Fernández Ochoa, A. J. Rodríguez Velázquez, F. Aguilera Navarro, M. C. López Torres, V. Gómez Sánchez

U. D. H. El Tomillar. Sevilla.

Introducción: A lo largo de los últimos años se ha registrado en determinadas áreas geográficas un progresivo aumento de la proporción de adictos a la heroína cuya vía de administración es fumada. La relación que este hecho puede tener con la epidemia de SIDA es de gran interés, ya que supone la posibilidad de que se modifiquen las prácticas de riesgo del colectivo que ha generado la mayor parte de los casos de esta enfermedad en nuestro medio.

La Unidad de Desintoxicación del Hospital El Tomillar monitoriza rutinariamente información clínica, toxicológica y demográfica que incluye la vía de administración en el último mes, el año de inicio en el consumo, la serología del VIH, etc. Desde enero de 1992 se completa esta información con un cuestionario sobre hábitos de riesgo que pormenoriza los antecedentes de los pacientes a este respecto.

Material y métodos: Se estudian los 3.692 pacientes, dependientes a heroína, residentes en Sevilla o Huelva, ingresados en la Unidad, para su desintoxicación, desde su apertura en abril de 1990 hasta julio de 1999 y que procedían de centro especializados de tratamiento ambulatorio.

Resultados y conclusiones: El 86,8% son hombres y el 13,2% son mujeres. El 87,4% reside en la provincia de Sevilla y el 12,6% en la de Huelva. La edad media es de 29 años (SD: 6 años). La antigüedad media del consumo de heroína es de 8,5 años (SD: 4,2 años). La serología frente a VIH es conocida en el 96,9% de los casos.

La proporción de fumadores de heroína ha aumentado de manera estadísticamente significativa en el período 1990-1999; el 48,2% de los casos fumaban la heroína en 1990 (n = 272), 63,3% en 1991 (n = 469), 69,5% en 1992 (n = 450), 72% en 1993 (n = 436), 72,5% en 1994 (n = 415), 75,5% en 1995 (n = 384), 78,5% en 1996 (n = 386), 81% en 1997 (n = 368), 82% en 1998 (n = 325) y 88,4% en 1999 (n = 180).

Asimismo se ha producido una casi constante reducción de la tasa de seropositividad frente a VIH: el 29% de los casos tenían Ac anti-VIH en 1990, 26% en 1991, 19,9% en 1992, 20,9% en 1993, 21,5% en 1994, 14,4% en 1995, 18,5% en 1996, 17,3% en 1997, 8,2% en 1998 y 11,7% en 1999.

De los 2.950 casos ingresados desde 1992 el 38,6% no se había inyectado nunca, el 9% había dejado de inyectarse hacía más de una año y el 32,4% usó la vía parenteral durante el año anterior al ingreso. El grupo de adictos que actualmente fuman heroína no es homogéneo, e incluye casos en transición de la vía parenteral a la fumada y viceversa. Los sujetos que nunca se han inyectado comenzaron a consumir heroína en su mayoría a partir de 1986, mientras que la mayor parte de los que actualmente se inyectan se iniciaron antes de ese año.

ESTUDIO DESCRIPTIVO DE LOS CAMBIOS TOXICOLOGICOS Y EPIDEMIOLOGICOS PRODUCIDOS EN LOS PACIENTES QUE INGRESAN EN LA UDH DE EL TOMILLAR

J. Fernández Ochoa, A. J. Rodríguez Velázquez, M. C. López Torres, F. Aguilera Navarro, V. Gómez Sánchez

U. D. H. El Tomillar. Sevilla.

Introducción y objetivo: Se pretende describir que cambios se han producido con el paso del tiempo en las características epidemiológicas y del consumo de sustancias tóxicas en los pacientes que ingresan.

Material y métodos: La UDH monitoriza rutinariamente información clínica, toxicológica y demográfica que incluye: la vía de administración de la sustancia en el último mes, año de inicio en el consumo, la serología VIH, etc.

Una vez seleccionados del total de pacientes que ingresan, exclusivamente, a los que proceden de las provincias de Sevilla y Huelva, se establece comparación de las variables monitorizadas entre los ingresados en los primeros 6 meses de trabajo de la Unidad (primer grupo, n = 81) (abril a septiembre de 1990) y los ingresados en los últimos 6 meses (segundo grupo, n = 207) (enero a junio de 1999) en esta Unidad.

Resultados y conclusiones: En el primer grupo el 89% eran hombres, con una edad media de 26,4 años y SD 5,1 años; habiendo estado en prisión el 59% de todos los pacientes y en el segundo grupo eran hombres el 86,5%, con una edad media de 32,5 años y SD: 68 años, habiendo estado en prisión el 44% de los pacientes.

En ambos grupos la droga principalmente consumida es la heroína. En el primer grupo el porcentaje de los que consumen heroína y cocaína fumada es del 13,3% (n = 180), mientras que en el segundo grupo es del 36,8% (n = 185); es decir, que casi se ha triplicado. El 45% de los pacientes del primer grupo consumían, sólo una droga (heroína), mientras que en el segundo grupo el 100% (todos) eran politoxicómanos.

La vía de consumo en consumidores de heroína pasa de ser fumada en el 44% de los pacientes del primer grupo al 88% en el segundo, siendo el VIH+ en el primer grupo en el 30,6% y en el último del 11,4%. Con un porcentaje ligeramente menor de patologías orgánicas y ligeramente mayor de las psíquicas en el último grupo.

En cuanto a la historia toxicológica de los heroinómanos, el primer grupo tiene una media de 5,9 años (SD: 3,1 años) de consumo de la droga principal, mientras es de 11,5 años (SD: 5,6 años) en el segundo; el promedio de meses de abstinencia es de 4,9 meses (SD: 9,6 meses) en el primer grupo y de 20,3 meses (SD: 29 meses) en el último; siendo las desintoxicaciones que los pacientes realizan antes del ingreso en la UDH, en el primer grupo de 3,05 (SD: 3,2) y de 3,24 (SD: 3,1) en el último grupo.

CÓMO USAN LOS DROGODEPENDIENTES LOS SERVICIOS DE URGENCIAS

C. M. García Pérez, D. M. García Álvarez, M. P. Álvarez Pérez, L. E. González Méndez, J. M. Saavedra Jiménez, M. López Hérnandez

ANTAD Asociación Norte de Tenerife de Atención a las Drogodependencias. CAD del Puerto de la Cruz.

Introducción: Las toxicomanías se han convertido en estas últimas décadas en unas de las patologías que demandan una atención urgente a sus complicaciones. Suelen ser pacientes que ante su problemática orgánica y social no toleran listas de espera y exigen una atención rápida y efectiva.

Objetivo: Se quiere analizar cómo y por qué los drogodependientes utilizan los servicios de urgencias extrahospitalarios y hospitalarios.

Material y métodos: La muestra está compuesta por 110 pacientes que acuden por primera vez a nuestro CAD (Centro de Atención de Drogodependientes) entre los meses de enero y junio de 1997 (ambos inclusive) solicitando tratamiento ambulatorio para su toxicomanía tras consulta programada.

A los 110 pacientes se le realiza entrevista de acogida, recogiendo datos sobre su dependencia, quién le deriva al centro y si había acudido o no a un servicio de urgencias extrahospitalario/hospitalario. Durante 1 año se observa la evolución y el uso de los servicios de emergencia de nuestra Comunidad.

Resultados: De los 110 pacientes se observó que presentaban una dependencia al alcohol el 26%, a los opiáceos el 55%, cocaína el 4%, derivados del cannabis el 13% y tabaco el 2%.

Fueron derivados hacia nuestro CAD por su médico de cabecera el 13% (donde el 90% fue tras atención urgente); por médico especialista hospitalario (tras ingreso urgente) un 3% y por presentar sanción administrativa del Gobierno Civil un 12%. El resto de los pacientes (81%) acude por iniciativa propia.

Antes de la primera consulta en nuestro CAD, 25 de los 110 pacientes usaron los servicios de urgencias así: 2 casos por consumo de cannabis precisaron atención por el Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Canarias, 1 precisó ingreso en Hospital Psiquiátrico por cuadro psicótico tras intoxicación por cocaína; 17 casos por alcohol fueron atendidos en sus servicios de urgencias de su Centro de Salud (CS) por síndrome de abstinencia (SAA), intoxicación aguda (IAA) y sus complicaciones orgánicas y traumáticas asociadas y siendo derivados para ingreso hospitalario: 1 por melenas y 1 por intoxicación patológica con trastornos de conducta; 5 casos atendidos por dependencia a opiáceos, donde 2 de ellos fueron atención hospitalaria por sobredosis por consumo endovenoso y por SAO, y los otros 3 fueron atendidos en su centro de salud por 2 SAO y 1 por abscesos postpunción endovenosa.

Después de 1 año de observación de los 110 pacientes sólo usaron los servicios de urgencias 13 de ellos, de los cuales 5 relacionados con el consumo de alcohol, 2 mujeres que tras intoxicación etílica e intento de autolisis ingresan en hospital psiquiátrico y 3 varones que de forma reiterada acude 1 al hospital por melenas y 2 por IAA y SAA a su CS.

Nueve están relacionados con el consumo de opiáceos: 3 mujeres en programa de mantenimiento con metadona acuden a un centro hospitalario por gestación a término y parto, 4 varones que acuden por complicaciones durante los tratamientos de desintoxicación ambulatorias (2 en hospital y 2 en centro de salud) y 1 por SAO al hospital.

Conclusiones: En nuestra serie se observa que la droga que demanda en mayor proporción una atención urgente antes de acudir a un CAD es el alcohol, por intoxicaciones agudas, síndromes de abstinencia o patologías asociadas a su consumo, asumidos por servicios extrahospitalarios casi en su totalidad. En cambio, tras acudir a nuestra consulta el paciente acude a los servicios de urgencias de forma más organizada y demandan más atención los dependientes a opiáceos, sobre todo cuando surgen situaciones de complicación durante los tratamientos de desintoxicación ambulatorios o embarazadas con gestación a término para ser atendidas en sus partos.

Se debe de promover aún más los programas de información de los recursos en drogodependencias hacia la población para que reconozcan la problemática asociada al consumo perjudicial de las drogas y acudan a nuestros CAD antes de que supongan una situación de atención urgente y dramática, y así no utilizar los servicios de urgencias extrahospitalarios y hospitalarios de forma incondicional, y si se usan sea de forma derivada o reglada.

ARIADNA. TRABAJO GRUPAL CON DROGODEPENDIENTES

J. Arza Porras, J. A. Contreras Nieves, G. García Lalinde, E. Vela Pérez

Grupo Interdisciplinar sobre Drogas. Madrid.

Introducción y objetivo: El programa Ariadna de intervención, financiado por PRD Castilla-La Mancha y MTAS, sobre las drogodependencias en centros penitenciarios (CP) es gestionado por el GID desde diciembre de 1997. Se ha puesto en marcha en los CP Alcalá II, Madrid III y Ocaña II (Madrid) y en Ocaña I, Alcázar de San Juan, Albacete y Cuenca (Castilla-La Mancha).

A través de un equipo psicosocial (trabajador/a social y psicólogo/a), y en estrecha coordinación con los equipos de cada CP, se trabaja a través de 3 servicios básicos: apoyo psicosocial a internos en metadona; talleres de preparación para la libertad, y sensibilización hacia la reducción de riesgos y la educación para la salud.

El programa pretende mejorar la información sobre reducción de riesgos y educación para la salud, fomentar que conozcan y utilicen los recursos intra y extrapenitenciarios y preparar la salida de los internos a la comunidad.

Las principales características metodológicas del programa son una estrategia global de reducción de riesgos, un enfoque biopsiquicosocial y carácter comunitario.

En esta comunicación presentaremos el trabajo grupal que se realiza en el servicio de apoyo psicosocial a internos en metadona.

Material y métodos: En cada uno de los CP se trabaja con una media de 5 grupos distintos, compuestos por entre 10 y 15 internos cada uno. Los grupos están estructurados en torno a 3 niveles de acuerdo a las características de los integrantes y las temáticas que se trabajan.

Nivel 1: dirigido a todos los internos incluidos en el programa de metadona. Se trata de una sesión informativa sobre la metadona como sustancia y como recurso terapéutico. Además se informa sobre el funcionamiento del programa de metadona del CP.

Nivel 2: dirigido a todos los internos incluidos en el programa de metadona y que deseen participar. Son 6 sesiones. Se trabajan temas relacionados con la educación para la salud y la reducción de riesgos: enfermedades transmisibles, concepto de salud, riesgos en el consuno de drogas, etc.

Nivel 3: dirigido a un grupo seleccionado de internos que hayan pasado por los 2 niveles anteriores. Dura 4 meses. Desarrollamos sesiones del área psicológica (autoconcepto, toma de decisiones, presión de grupo, autocontrol, valores, etc.) y sesiones del área social, que son trabajados con una metodología del taller («sexo seguro», otras adicciones, recursos para resolver nuestras necedes y nuestras problemáticas, relaciones familiares, etc.).

En las sesiones de carácter más sanitario solicitamos la colaboración al personal del CP.

El trabajo grupal es complementado con la intervención individual.

El programa parte de un conjunto de intervenciones más amplio. Por ello tenemos muy en cuenta la coordinación con las distintas áreas del CP y con los recursos comunitarios externos.

Resultados y conclusiones: Los resultados están siendo muy positivos, tanto en cobertura, como en la integración en los CP, y en los resultados logrados con los internos. Ha habido un aumento por encima de las previsiones en los internos atendidos en apoyo psicosocial.

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