Introducción:
El programa «Las mil y una noches»
Alcobendas es un municipio situado en la zona norte de Madrid con aproximadamente 89.000 habitantes, de los cuales 25.802 son jóvenes con unas edades comprendidas entre los 16 y 30 años, lo que supone un 28% de la población total. Esta cifra tan elevada indica que Alcobendas es una ciudad joven.
1.800 jóvenes con edades comprendidas entre 16 y 30 años forman el movimiento asociativo juvenil. Existe un mayor número de jóvenes que se integran en asociaciones de otra índole, pero donde debemos hacer especial hincapié, es en el número de jóvenes no asociados, que forman uno de los colectivos más importantes de la sociedad de Alcobendas.
El empleo, la vivienda, la salud y el ocio se sitúan a la cabeza de los temas de interés para los/las jóvenes del municipio.
En relación con este último, conviene destacar algunos de los hábitos que se han asumido como forma de emplear el tiempo libre las noches de los fines de semana.
En Alcobendas no existen ofertas nocturnas que se alejen de un ocio consumista, tanto es así, que la única alternativa son los bares u otros lugares donde se pueda adquirir alcohol.
Es por ello que nos hemos planteado desarrollar un ocio alternativo en Alcobendas que permita a los/las jóvenes disfrutar de su tiempo libre de fin de semana, de una manera lúdica y cultural. Rentabilizar los espacios y recursos públicos en horarios no laborables, ofreciendo su utilización a los participantes de forma coherente y responsable. Evitar riesgos que afectan a los jóvenes dando posibles respuestas desde el ámbito del tiempo libre.
Material y métodos
Con el programa «Las mil y una noches» no pretendemos ofertar a los/las jóvenes un conjunto de actividades que sólo intenten llenar la noche de sus fines de semana, sino que siendo conscientes de sus demandas diurnas, queremos crear un espacio donde las reunamos todas ellas planteando temas de interés. Además nos marcamos un propósito más ambicioso, dar una información de utilidad para los participantes, generada por jóvenes, intentando de manera objetiva resolver sus dudas.
El CAID y el Consejo de la Juventud (junto con las asociaciones que lo componen) deciden aunar esfuerzos y trasladar a la noche las actividades que se vienen realizando por la tarde, ya que en el municipio no hay más alternativas que las que ofrecen los bares en horario nocturno. Se vio la conveniencia de que fueran las asociaciones juveniles las encargadas de coordinar y llevar a cabo las distintas actividades. El programa fue dirigido a jóvenes entre 16 y 35 años en horario de 22 a 2 h de la madrugada.
Resultados
Han participado aproximadamente un total de 11.696 chicos y chicas en las distintas actividades programadas. En algunos casos las distintas actividades fueron realizadas por los mismos participantes. La participación en las distintas actividades propuestas por sexo difieren poco. Sólo en las actividades multimedia, el 71% fueron chicos y el 29% chicas. Edades: 20% entre 16 y 20 años, 34% entre 21 y 25 años y el 46% entre 25 y 30 años.
El 32,4% de los/las jóvenes incluidos en este estudio consideran el consumo del alcohol una actividad placentera para emplear el tiempo. Esto no tiene por qué ser negativo si atendemos a que el alcohol forma parte de la tradición española. El problema viene dado por el consumo no responsable del mismo, por sus repercusiones directas en el organismo y por las consecuencias que trae su combinación con el uso de vehículos a motor.
Experiencia derivada del desarrollo del programa
En la actualidad los/las jóvenes se ven obligados a ceñirse a los parámetros que les exige la sociedad tanto en los estudios como en el trabajo, donde las posibilidades son variadas; en cambio, el divertirse no está considerado como parte esencial de su vida quedando las opciones reducidas por la incompatibilidad de horarios. Los/las jóvenes viven de noche y por ello, necesitan espacios donde desenvolverse.
Dichos lugares deben ofertar una extensa variedad de actividades, donde la diversión y el entretenimiento den cabida a la formación y al mismo tiempo entren en contacto con el movimiento asociativo.
Con el Programa «Las mil y una noches» pretendemos responder a algunas de las necesidades de los/las jóvenes siendo estos/estas a la vez emisores/as y receptores/as del mismo.
Los programas de ocio alternativo en horario nocturno gestionados por jóvenes son una oferta necesaria. Los jóvenes, si dicha oferta es atractiva, acuden a las actividades programadas. y se sienten satisfechos.
Deben ser programas que tengan una continuidad, las actividades deben ser variadas y atractivas. El no consumo de alcohol debe ser una prioridad pero no la única. Las actividades deben cuidar los aspectos lúdicos, culturales, etc., para ser atractivas.