Este trabajo enfoca su atención en 2 aspectos del orgasmo femenino: su definición por parte de las encuestadas, y la frecuencia y motivo de su fingimiento por un grupo de más de 300 mujeres con promedio de 23 años de edad, en su mayoría solteras y heterosexuales.
El aspecto de las definiciones es, como se esperaría, en general alusivo a sensaciones placenteras expresadas con diferentes términos que no dejan de generar curiosidad.
Por otra parte, la evaluación de la frecuencia y causas del fingimiento del orgasmo es bastante interesante e ilustrativo pues este tópico no ha sido suficientemente estudiado en la literatura de medicina sexual. Llama la atención, en primer lugar, su alta frecuencia pues fue reportada por un 43.5% de las participantes. Sin embargo, este dato es concordante, y de hecho si se quiere conservador, al compararlo con los obtenidos por estudios previos de Acuña que encontraron un 54 y 60% de fingimiento en grupos de mujeres de la ciudad de Bogotá1.
El alto porcentaje de mujeres que reconocen haber fingido sus orgasmos conduce inevitablemente a querer entender las causas. Los autores abordan esta inquietud adoptando la escala propuesta por Cooper et al.2, encontrando que la mayoría lo hacen por su preocupación por los sentimientos de su pareja (el llamado «engaño altruista»). Estos datos reflejan obviamente los rasgos culturales particulares de una población específica de mujeres jóvenes, con educación universitaria y específicamente en el campo de la salud y, por lo tanto, merecen su confrontación con poblaciones de otros niveles culturales y de campos del conocimiento diferentes antes de ser extrapolados a la población general.
Es muy meritorio el aporte de este trabajo a nuestro conocimiento del comportamiento sexual, porque si bien tiene limitaciones generadas por las características del universo poblacional evaluado, entrega datos que servirán en el futuro para ayudar a conformar el mapa de las características del desempeño sexual colombiano, y por qué no, universal.