El objetivo principal de este trabajo fue estudiar la contribución de las actuales vacunas conjugadas antineumocócicas (VCN) en la resistencia a antibióticos en neumococo, vigilando el aumento de serotipos no vacunales resistentes. Además, se analizó el impacto de la actual pandemia por SARS-CoV-2 a la resistencia antibiótica en este patógeno.
MétodosSe seleccionaron 3.017 aislados clínicos y se determinó la concentración mínima inhibitoria (CMI) a los antibióticos penicilina, amoxicilina, cefotaxima, eritromicina, levofloxacino y a las cefalosporinas orales cefditoren, cefixima y cefpodoxima. Se analizaron los periodos post-VNC7, pre-VCN13, periodos post-VCN13 y el primer año de la pandemia por SARS-CoV-2.
ResultadosLos antibióticos con menor proporción de cepas resistentes del año 2004 al 2020 fueron cefditoren (< 0,4%), seguidos de cefotaxima (< 5%), penicilina (< 6,5%) y levofloxacino (< 7%). Respecto a las cefalosporinas orales, cefixima fue la cefalosporina con los mayores valores de CMI50 (8-16 mg/L) y CMI90 (32 mg/L) a lo largo del estudio seguido de cefpodoxima. Además, cefditoren fue la cefalosporina con menores valores de CMI50 (0,25-0,5 mg/L) y CMI90 (1 mg/L). Los serotipos incluidos en la VCN7 y VCN13 mostraron una reducción después de la introducción de estas vacunas en España. Sin embargo, se detectó un aumento de aislados resistentes que pertenecen a serotipos no-VCN13, principalmente los serotipos 11A, 24F y 23B. Por último, se observó un aumento en la proporción de aislados clínicos de neumococo con sensibilidad reducida a β-lactámicos y eritromicina en 2020, coincidiendo con la pandemia por SARS-CoV-2.
ConclusionesLa proporción de aislados resistentes a cefditoren y cefotaxima es baja a pesar del aumento de serotipos no vacunales. El aumento de serotipos no-VCN13 asociados a resistencia a antibióticos es preocupante, especialmente el aumento de resistencia a penicilina asociada a los serotipos 11A y 24F.