Un centro sanitario, en el que trabajan profesionales de distintas disciplinas, debe considerarse como una empresa de servicios, ya que se trata de un conjunto de recursos humanos, materiales y financieros orientados a la prestación de un servicio demandado por la sociedad. Un hospital es uno de los tipos de empresa más complejos, en el que se producen y consumen diversos bienes y servicios. Al igual que el hospital en su conjunto, las distintas unidades o servicios en las que se puede dividir un hospital, entre los que se incluye el servicio de microbiología, son tan diferentes que puede hablarse, en cierta forma, de distintas subempresas diferenciadas entre sí, aunque relacionadas, dado que ninguna de ellas puede cumplir su función sin las otras. Pensar en un servicio hospitalario en términos de subempresa de servicios en el interior de la gran empresa, que es el hospital, permite identificar más claramente su producción, los recursos que emplea en realizarla y sus clientes.
El modelo sanitario basado en las unidades de gestión clínica pretende ser un nuevo modelo organizativo del sistema sanitario público en donde se realicen las estrategias de salud que permitan la innovación y la descentralización de la red sanitaria. La gestión clínica es el marco para atender las necesidades de salud de los ciudadanos con una atención centrada en la persona, y que se desarrolla con la implicación de todos los profesionales en cualquiera de los ámbitos en el que se preste la asistencia sanitaria. Tiene entre sus fines asegurar la continuidad asistencial, facilitar la promoción integral de la salud y articular, de forma eficaz, la práctica asistencial cotidiana. Los principales instrumentos de la gestión clínica son el conocimiento estructurado de las necesidades de salud de la población atendida, la utilización del mejor conocimiento científico disponible, y un modelo de práctica integrado y participativo, así como el uso de herramientas de evaluación.
Se plantean 3 posibles modelos de gestión clínica en el desempeño profesional de los especialistas en microbiología y parasitología: a) unidad de gestión clínica de microbiología; b) unidad de gestión clínica de diagnóstico biológico, y c) unidad de gestión clínica multidisciplinar con competencias transversales con especialidades afines. Estos 2 últimos modelos presentan fortalezas y debilidades, y la elección de cualquier modelo ha de basarse en la confianza mutua, respeto de las áreas de conocimiento, y búsqueda de sinergia entre las unidades y servicios que las compongan. Cualquiera de los modelos planteados puede ser válido, aunque debe adoptarse en función del entorno laboral, tamaño del hospital y las relaciones interpersonales de los componentes de ésta, que han de basarse en la complementariedad, diálogo y búsqueda de consenso en las decisiones para lograr un efecto sinérgico entre éstos. El modelo multidisciplinar con competencias transversales entre especialidades, posiblemente, pueda satisfacer mejor las expectativas de los microbiólogos clínicos, y puede potenciar su futuro desarrollo y pervivencia ante un presente inmediato de automatización de la mayoría de los procedimientos de diagnóstico microbiológico.
Many professionals from distinct disciplines work in health centers and consequently these workplaces should be considered as service companies, involving human, material and financial resources aimed at providing a service required by society. Hospitals are one of the most complex types of company, in which diverse goods and services are produced and consumed. Like the hospital as a whole, the various units and departments in which the hospital is divided, including the microbiology department, are sufficiently different to be called distinct, but related, branches of the same company, given that none can perform their function without the others. Viewing a hospital service as a branch of a large company (the hospital as a whole) allows its production, the resources used in this production, and its clients to be identified more clearly.
The healthcare model based on clinical management units aims to constitute a new organizational model for public health systems in which health strategies are performed that allow innovation and decentralization of the healthcare network. Clinical management provides the framework for attending to the population's healthcare needs through a person-centered approach and involves all the professionals in any of the settings in which healthcare is provided. Among the aims of this model is to guarantee continuity of care, facilitate comprehensive health promotion and deliver daily healthcare effectively. The main instruments of clinical management are structured knowledge of the population's health needs, the use of the best scientific knowledge available, and a comprehensive and participatory practical model, together with assessment tools.
Three possible clinical management models are proposed for the work of specialists in microbiology and parasitology: a) a microbiology clinical management unit; b) a biological diagnosis clinical management unit, and c) a multidisciplinary clinical management unit with cross-competencies with affiliated specialties. The latter two models have strengths and weaknesses and the choice of any model must be based on mutual trust, respect for areas of knowledge and the search for synergy among the units and services forming these models. Any of the proposed models could be valid, although the selection of a particular model should consider the working environment, the size of the hospital, and the interpersonal relations within its components, which should be based on complementariness, dialogue and the search for consensus in decision-making to achieve a synergistic environment. The model that might best satisfy clinical microbiologists’ expectations and promote their future development and survival in the era of automatization of most microbiological diagnostic procedures could be the multidisciplinary model.