Muchos pacientes con cirugía bariátrica desarrollan complicaciones postoperatorias gastrointestinales que pueden requerir la realización de una endoscopia digestiva alta.
ObjetivoDescribir de forma prospectiva las complicaciones gastrointestinales diagnosticadas por endoscopia después de la cirugía bariátrica.
Pacientes y métodosSeguimiento de los pacientes sometidos a cirugía bariátrica laparoscópica entre enero de 1998 y diciembre de 2006. Fueron recogidos los siguientes datos: edad, sexo, índice de masa corporal, comorbilidad, tipo y duración de la cirugía bariátrica, presentación clínica de la complicación, tiempo de la presentación, tratamiento endoscópico y seguimiento.
ResultadosFueron operados 474 pacientes (el 74% mujeres, el 26% hombres) con una edad media de 44±11 años (rango, 15-66) y un índice de masa corporal medio de 47±7 (rango, 33-82). El procedimiento quirúrgico más frecuente fue la gastroenteroanastomosis en Y de Roux (90%). Identificamos 68 complicaciones (14%) que requirieron una endoscopia digestiva alta: estenosis de la anastomosis (21 casos, 5%), hemorragia digestiva alta (16 casos, 3,6%), epigastralgia (12 casos, 2,5%), vómitos (7 casos, 1,5%), pirosis (6 casos, 1,3%) y otros (6 casos, 1,3%). No encontramos ningún factor pronóstico de presentación de complicaciones que requiriera endoscopia después de la cirugía.
ConclusionesLa estenosis de la anastomosis es la complicación más frecuente que requiere tratamiento endoscópico después de cirugía bariátrica. La hemorragia digestiva alta en el postoperatorio inmediato y tardío puede ser tratada de forma adecuada y segura con técnicas endoscópicas.
Many patients who undergo bariatric surgery develop postoperative gastrointestinal complications that can require upper gastrointestinal endoscopy.
ObjectiveTo prospectively describe the gastrointestinal complications diagnosed by endoscopy after bariatric surgery.
Patients and methodsWe followed up patients undergoing laparoscopic bariatric surgery between January 1998 and December 2006. The following data were recorded: age, sex, body mass index, comorbidity, type and duration of bariatric surgery, clinical presentation of complications, time of presentation, endoscopic treatment and follow-up.
ResultsA total of 474 patients underwent surgery (74% women, 26% men) with a mean age of 44±11years (range, 15-66) and a mean BMI of 47±7 (range, 33-82). The most frequent surgical procedure was Roux-en-Y gastric bypass (90%). We identified 68 complications (14%) requiring upper gastrointestinal endoscopy: anastomotic stenosis (21 cases, 5%), upper gastrointestinal hemorrhage (16 cases, 3.6%), epigastric pain (12 cases, 2.5%), vomiting (7 cases, 1.5%), heartburn (6 cases, 1.3%) and other (6 cases, 1.3%). No prognostic factor for the development of complications requiring postsurgical endoscopy was identified.
ConclusionsAnastomotic stenosis is the most common complication requiring endoscopic treatment after bariatric surgery. Upper gastrointestinal bleeding in the immediate and late postoperative period can be safely and effectively treated with endoscopic techniques.
El único tratamiento para la obesidad mórbida eficaz a largo plazo es la cirugía bariátrica1. La gastroenteroanastomosis en Y de Roux es el procedimiento realizado con mayor frecuencia y se ha demostrado que mantiene una pérdida significativa de peso a largo plazo en la mayoría de los pacientes2,3. Esta técnica quirúrgica combina los dos principios para disminuir de peso: la restricción de la cantidad de alimento que puede ingerirse y la disminución de la absorción de nutrientes4. El abordaje laparoscópico es el más aceptado por los médicos y los pacientes, especialmente porque los resultados son tan buenos o mejores que los de la cirugía abierta5,6.
Las complicaciones después de la cirugía abierta de obesidad han sido previamente descritas7. Las complicaciones más frecuentes en el postoperatorio inmediato son el fallo de sutura y la hemorragia a nivel de la anastomosis, siendo su tratamiento fundamentalmente quirúrgico8. Por otro lado, las complicaciones durante el primer año están relacionadas con los efectos de la pérdida de peso pero también con la propia cirugía, siendo las úlceras de la anastomosis, las estenosis del reservorio y las obstrucciones intestinales algunas de ellas9. Los pacientes con estas complicaciones presentan síntomas gastrointestinales (náuseas, vómitos, dolor abdominal, disfagia o pérdida de la disminución de peso) que requieren la realización de tránsito gastrointestinal y/o endoscopia digestiva alta9,10. Sin embargo, los gastroenterólogos no están familiarizados con la anatomía quirúrgica alterada y los posibles hallazgos endoscópicos. Es, además, esperable que la incidencia de complicaciones después de la cirugía bariátrica laparoscópica sea menor que con el abordaje abierto.
El objetivo de este estudio es describir la incidencia de complicaciones que requieren un tratamiento endoscópico después de la cirugía bariátrica laparoscópica.
Pacientes y métodosLos pacientes sometidos a cirugía bariátrica entre enero de 1998 y diciembre de 2006 fueron estudiados de forma prospectiva, y seguidos hasta noviembre de 2011. Los procedimientos quirúrgicos fueron los siguientes: gastroenteroanastomosis en Y de Roux, tubulización gástrica y derivación biliopancreática. Todas las gastroenteroanastomosis en Y de Roux se realizaron con la misma técnica con utilización de 6 puertos abdominales y dos cirujanos llevaron a cabo todos los procedimientos (AML, SD). Los reservorios se hicieron con un volumen inferior a 30ml y completamente separados del estómago distal con la aplicación de grapadoras lineales (EndoGIA 45). Se realizó un asa de Roux de 150-180cm (fig. 1). La gastroyeyunostomía terminolateral se llevó a cabo con la grapadora circular y la yeyunoyeyunostomía con la grapadora lineal. Se realizaron además suturas de refuerzo en la gastroyeyunostomía.
Los pacientes fueron controlados diariamente durante el ingreso. Posteriormente, todos fueron seguidos de forma ambulatoria por un equipo de cirujanos y un dietista, siguiendo un mismo protocolo. Cuando los pacientes refirieron síntomas gastrointestinales superiores fueron derivados para evaluación endoscópica.
Las endoscopias se realizaron con un videoendoscopio estándar de 9,8mm de diámetro. Se consideraron hallazgos normales la presencia de material de sutura en la anastomosis gastroyeyunal y eritema leve en el reservorio gástrico. Todos los demás hallazgos se consideraron anormales. Las lesiones hemorrágicas fueron clasificadas según la clasificación de Forrest. La hemostasia endoscópica se llevó a cabo, siempre que fue posible, en todos los pacientes con sangrado de tipo Forrest I, IIa, IIb. La úlcera marginal fue definida como la presencia de una úlcera en el reservorio gástrico o en la anastomosis gastroyeyunal. La dehiscencia de sutura fue definida como cualquier alteración de la barrera entre el reservorio gástrico y el estómago excluido. La estenosis de la anastomosis fue definida por la resistencia al paso del endoscopio de 9,8mm a través de la anastomosis gastroyeyunal. Solo los pacientes con estenosis confirmada fueron derivados para dilatación, que se realizó mediante el uso de bujías de Savary-Guilliard. Todos los procedimientos se llevaron a cabo de forma ambulatoria y los pacientes fueron controlados durante 1h antes del alta.
En todos los pacientes se obtuvo el consentimiento informado para los procedimientos.
Análisis estadísticoSe recogieron los siguientes datos: edad, sexo, índice de masa corporal (IMC), comorbilidad, tipo y duración de la cirugía bariátrica, presentación clínica de la complicación, tiempo de la presentación, tratamiento endoscópico y evolución.
Todas las variables continuas están expresadas como media±desviación estándar. El análisis univariante se realizó mediante la prueba de Chi-cuadrado (con corrección de Yates cuando era necesario) y la prueba t de Student para las variables categóricas y continuas, respectivamente. Un valor de p<0,05 fue considerado estadísticamente significativo.
ResultadosEntre enero de 1998 y diciembre de 2006, fueron operados 474 pacientes (349 [74%] mujeres y 125 [26%] hombres) con una edad media de 44±11 años (rango, 15-66) y un IMC medio de 47±7 (rango, 32-82). Las características de los pacientes se describen en la tabla 1. La mayoría de los pacientes (80%) tenían alguna enfermedad antes de la cirugía. Los procedimientos quirúrgicos fueron: gastroenteroanastomosis en Y de Roux en 414 pacientes (89,8%), tubulización gástrica en 45 (9,8%), y derivación biliopancreática en 2 (0,4%). Después de la cirugía los pacientes fueron seguidos una media de 69±18 meses.
Características de los pacientes incluidos en el estudio.
Número de pacientes | 474 |
Edad (años) | 44±11 |
Sexo (hombre/mujer) | 125 (26%)/349 (74%) |
Índice de masa corporal | 47±7 |
Peso (kg) | 127±23 |
Talla (m) | 1,64±0,1 |
Comorbilidades | 379 (80%) |
Hipertensión | 199 (42%) |
Diabetes | 123 (26%) |
Dislipemia | 62 (13%) |
Enfermedad pulmonar crónica | 38 (8%) |
Apnea obstructiva | 38 (8%) |
Hipotiroidismo | 19 (4%) |
Tipo de cirugía | |
Gastroenteroanastomosis en Y de Roux | 426 (89,9%) |
Gastroplastia vertical con banda | 46 (9,8%) |
Derivación biliopancreática | 2 (0,4%) |
Los datos están expresados como media±DE.
Se identificaron 68 complicaciones (14%) que requirieron una endoscopia digestiva alta: estenosis de la anastomosis (21 casos, 5%), hemorragia digestiva alta (HDA) (16 casos, 3,6%), epigastralgia (12 casos, 2,5%), vómitos (7 casos, 1,5%), pirosis (6 casos, 1,3%) y otros (6 casos, 1,3%).
Todos los pacientes que desarrollaron estenosis, excepto uno de ellos, recibieron dilatación endoscópica con bujías de Savary-Guilliard. En un caso se utilizó el balón de dilatación. En todos los casos se logró, poco después de la dilatación, la resolución completa de los síntomas y la capacidad de tolerar los sólidos. El número de dilataciones requerido fue de uno a tres por paciente (media de 1,7±0,6), de los cuales 8 pacientes (38%) requirieron una dilatación, 12 (57%) requirieron dos dilataciones y solo una paciente (4,5%) requirió tres dilataciones. El diámetro inicial de dilatación fue de 10±4mm (rango, 6 a 12,8mm). Las estenosis aparecieron a partir de las cuatro semanas, hasta los cinco meses después de la cirugía (media 2,1±1,1 meses). No hubo complicaciones durante las sesiones de dilatación.
La presentación más frecuente de HDA fue la hematoquecia y la hematemesis. En todos los casos excepto dos, la intervención realizada fue una gastroenteroanastomosis en Y de Roux. El origen de la hemorragia se identificó en todos los casos y fue una hemorragia activa a nivel de la anastomosis gastroyeyunal en los casos con hemorragia precoz (definida como dentro de las primeras 24 horas después de la cirugía) (n=7) y una úlcera marginal en los casos con hemorragia tardía (n=9) (tabla 2). El tratamiento endoscópico se realizó en 12 casos con inyección de sustancias esclerosantes y se logró la hemostasia en 11 casos (el otro caso requirió reintervención quirúrgica). Las sustancias esclerosantes utilizadas fueron la adrenalina sola en 4 casos y en combinación con etoxiesclerol en 8 casos, con una dosis media de 7±3 cc (rango, 3-12) de adrenalina y 4±2 cc (rango: 2-7) para el etoxiesclerol. En los casos de HDA tardía (después de 24 horas de la cirugía), el tiempo medio de aparición fue de 9,6±17 meses (rango, 0,8 - 49). En los 4 pacientes con una lesión de Forrest IIb o III que fueron manejados de forma conservadora, la hemorragia se suspendió de forma espontánea y los pacientes fueron dados de alta sin complicaciones adicionales.
Características de los pacientes con hemorragia digestiva alta tardía (después de 24 horas de la cirugía) manejados endoscópicamente.
Caso | Sexo/edad | IMC | Tipo cirugía/duración (min) | Cuadro clínico | Tiempo de presentación | Lesión | Tratamiento endoscópico | Seguimiento |
1 | M/56 | 43 | RYGBP/110 | Hematoquecia | 1.050 días | Ulcus, Forrest I | Adrenalina, 12 ccEtoxiesclerol 2%, 4 cc | Favorable |
2 | H/32 | 46 | RYGBP/100 | Melena | 41 días | Ulcus, Forrest IIb | - | Favorable |
3 | M/37 | 41 | RYGBP/70 | Hematemesis+melena | 32 días | Ulcus, Forrest I | Adrenalina, 6 ccEtoxiesclerol 2%, 6 cc | Favorable |
4 | M/27 | 42 | RYGBP/105 | Hematoquecia | 25 días | Ulcus, Forrest III | – | Favorable |
5 | M/66 | 55 | RYGBP/105 | Hematemesis+enterorragia | 39 días | Ulcus, Forrest IIa | Adrenalina, 6 cc | Favorable |
6 | M/53 | 47 | RYGBP/110 | Hematemesis+enterorragia | 90 días | Ulcus, Forrest IIa | Adrenalina, 6 ccEtoxiesclerol 2%, 7 cc | Cirugía |
7 | H/53 | 42 | RYGBP/115 | Enterorragia | 739 días | Ulcus, Forrest IIa | Adrenalina, 7 cc | Favorable |
8 | H/52 | 39 | RYGBP/155 | Enterorragia | 1.463 días | Ulcus, Forrest I | Adrenalina, 5 ccEtoxiescrerol 2%, 4 cc | Favorable |
9 | M/53 | 43 | RYGBP/110 | Enterorragia | 1.041 días | Ulcus, Forrest IIa | Adrenalina 12 ccEtoxiesclerol 2%, 4 cc | Favorable |
IMC: índice de masa corporal; M: mujer; H: hombre RYGBP: gastroenteroanastomosis en Y de Roux.
En los 31 pacientes que presentaron otros síntomas digestivos, la endoscopia mostró esofagitis en 4 casos, úlceras en el remanente gástrico en 2 de ellos, una fístula y una seudoestenosis. En los 23 (74%) pacientes restantes, la endoscopia no mostró hallazgos patológicos, siendo el porcentaje de endoscopias normales en nuestra serie del 34%.
No encontramos ningún factor pronóstico de presentación de complicaciones que requirieran endoscopia después de la cirugía.
DiscusiónLa realización de la cirugía bariátrica ha aumentado considerablemente en los últimos años. Por tanto, es esperable un incremento en el número de pacientes remitidos a endoscopia después de la cirugía. En términos generales, las indicaciones más comunes para la endoscopia en pacientes con antecedente de cirugía bariátrica son la evaluación de los síntomas digestivos (tales como náuseas, vómitos, dolor abdominal, disfagia y la recuperación del peso o la falta de bajar de peso) y el tratamiento de las complicaciones10.
En el tratamiento quirúrgico de la obesidad mórbida, el mantenimiento de una anastomosis restrictiva es la clave para el éxito a largo plazo. Sin embargo, las estenosis de la anastomosis no son infrecuentes, con una incidencia que varía del 3 al 27% de los casos11–17. Este rango refleja una variedad de diferentes tipos de cirugía gástrica incluyendo la gastroenteroanastomosis en Y de Roux, la gastroplastia vertical (o tubulización) y la gastroplastia horizontal, entre otros. La incidencia de estenosis en los pacientes con gastroenteroanastomosis es mayor que en aquellos que presentan gastroplastia. Otros factores que se han relacionado con el desarrollo de estenosis de la anastomosis son el tamaño inicial de la anastomosis y el uso de grapas circulares para la sutura11,18. Sin embargo, la mayoría de los estudios tienen más de 10 años y, por tanto, la mayoría de las intervenciones fueron realizadas por la vía abierta. En nuestra serie por vía laparoscópica, la incidencia de estenosis de la anastomosis fue muy baja (5%) y muy similar a la incidencia registrada por Ahmad et al17 en el mismo grupo de pacientes.
La dilatación endoscópica de la estenosis de la anastomosis después de la cirugía bariátrica es segura, eficaz y duradera. Se puede realizar por varios métodos, incluyendo la dilatación con balón, el paso de dilatadores rígidos sobre una guía (Eder-Puestow, Savary-Guilliard), y la incisión electroquirúrgica endoscópica9. La técnica óptima para la dilatación de estenosis de la anastomosis queda por determinar, pero la mayoría de los autores prefieren utilizar balones a través del canal de trabajo del endoscopio y dilatar al menos a 15mm en la primera sesión con el fin de disminuir la probabilidad de recurrencia. La información sobre el uso de bujías de Savary-Guilliard es escasa12,15,19. En nuestra serie, la dilatación con bujías de Savary-Guilliard fue muy segura y eficaz, y los pacientes permanecieron libres de síntomas después de la terapia endoscópica.
La HDA precoz es una indicación relativamente poco común para la endoscopia después de la cirugía bariátrica abierta (menos del 1%)2,20, pero parece ser mayor cuando se realiza vía laparoscópica (3 -10%)8,21. La HDA en el postoperatorio inmediato generalmente se produce en la línea de sutura de la gastroyeyunostomía, del remanente gástrico o de la yeyunoyeyunostomía8,22,23, mientras que la HDA tardía tiene su causa en una úlcera marginal en la gastroyeyunostomía20. La posible explicación para la incidencia más alta observada en la HDA precoz después de gastroenteroanastomosis en Y de Roux laparoscópica es el uso de la anastomosis mecánica y el corte transversal del reservorio gástrico. En nuestra serie, la incidencia HDA precoz fue muy baja (19 casos, 4%) y se manejó de forma conservadora, excepto en siete casos en los que el tratamiento endoscópico se realizó de forma segura.
El manejo de la HDA precoz es a menudo difícil debido a la inaccesibilidad del estómago excluido y la yeyunoyeyunostomía, y los riesgos asociados a la endoscopia en el postoperatorio temprano. El tratamiento conservador con reposición de líquidos y transfusión de sangre suelen ser eficaces. Sin embargo, algunos casos de hemorragia no responden y requieren cirugía. Debido al riesgo de perforación en la anastomosis quirúrgica, hay autores que desaconsejan la realización de la endoscopia terapéutica en esta situación8. Existen solo ocho casos publicados en los que se realizó una endoscopia digestiva alta para evaluar el origen de hemorragia digestiva precoz después de la gastroenteroanastomosis en Y de Roux por laparoscopia21,24. En 5 de 7 pacientes que presentaron hemorragia en la línea de sutura de la gastroyeyunostomía, se obtuvo la hemostasia del sangrado activo mediante la realización de la gastroscopia sin presentar complicaciones. En nuestra serie, la hemostasia se logró en todos los casos tratados endoscópicamente con inyección de sustancias y no se observó ninguna lesión de la anastomosis después de la realización de la endoscopia terapéutica. Aunque en nuestro estudio no se utilizaron, otra alternativa de tratamiento es la colocación de clips hemostáticos.
Por último, en nuestra serie el número de endoscopias normales fue de 23 (34%), siendo más habitual no encontrar hallazgos patológicos entre los pacientes que presentaban síntomas digestivos diferentes de la HDA o compatibles con una estenosis. Estos datos son muy similares a los previamente publicados por Huang et al10. Estos autores encontraron una anatomía postquirúrgica normal en el 43% de los casos con dolor abdominal (que fue el síntoma más común).
En conclusión, la estenosis de la anastomosis es la complicación más frecuente que requiere tratamiento endoscópico en pacientes bariátricos, pero la incidencia es menor que la publicada previamente. La HDA en el postoperatorio inmediato y tardío puede ser tratada de forma adecuada y segura con técnicas endoscópicas.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses