Una importante contribución del siglo xix al progreso de la medicina es la aportación de la nueva mentalidad «anátomo-clínica» neurológica gracias a la figura de Jean Marie Charcot (1825-1893), que tuvo como maestro Duchenne y que fue el fundador de la neurología clínica clásica3. Su sucesor sería L Déjérine. Este hecho fue clave para dotar a la neurología de una especificidad propia y permitió a Pierre Marie (1853-1940) tener los argumentos suficientes para fundar por primera vez en el año 1897 un servicio hospitalario independiente de neurología en el Hospital Bizet. Babinski (1857-1932) lo crearía también en el Hospital de la Pitié1,3.

Estos antecedentes constituyen la semilla y el precedente necesario para el nacimiento de la primera sociedad neurológica, la Sociedad de Neurología de París, que fue fundada en 1900 por Babinski, Brissaud, Pierre Marie, Déjérine y Souques1,3.

Debido a la proximidad geográfica, los neurólogos catalanes recibieron una especial influencia y maestría de los neurólogos franceses2,3.

Cabe resaltar que el sistema nervioso central fue el máximo tema de investigación histológico durante la segunda mitad del siglo xix y los primeros años del siglo xx. Santiago Ramón y Cajal contribuyó a su desarrollo con sus hallazgos micrográficos en el cerebelo y la retina1,4. El premio Nobel de Fisiología y Medicina a Cajal y a Golgi por la «Textura del sistema nervioso del hombre y los vertebrados» fue un justo premio a sus investigaciones referidas a la «teoría de la neurona». Estas investigaciones morfológicas de Ramón y Cajal también contribuyeron al desarrollo de la neurología como especialidad diferenciada y propia. En el año 1887, Santiago Ramón y Cajal obtiene la cátedra de Histología Normal y Patológica de Barcelona1,5. Se podría decir que la moderna histología del sistema nervioso nació en la Facultad de Medicina de Barcelona1.

• 1.

  Fuera de Cataluña: en año 1911, Hörlein y Hauptmann descubren el «luminal», situación que conlleva un avance en la farmacología neurológica y en el tratamiento de la epilepsia1. En 1913, Sigmund Freud fundó la escuela de Psicología Analítica en el año 1914 que es el año del comienzo de la Primera Guerra Mundial. En 1916, Guillain, Barré y Strohl describen la polirradiculoneuritis aguda3 y el año 1917 es el de la revolución soviética. En 1919 Gandhi inició la resistencia pasiva a las autoridades británicas. En el año 1940 Merrit utiliza las hidantoínas como un nuevo fármaco antiepiléptico3 y en el año 1945 finaliza la Segunda Guerra Mundial.

• 2.

  En Cataluña: en 1882 Lluís Barraquer Roviralta funda lo que será el primer Dispensario de Neurología y Electroterapia en Barcelona, iniciando una nueva especialidad médica6. A sus componentes les llamarán «médicos electricistas»7. En 1913 se celebra el I Congreso de Médicos de Lengua Catalana y en 1914 Barraquer Roviralta publica una importante contribución sobre la semiología del sistema nervioso periférico en la «Nouvelle iconographie de la salpetrière»6. En dicho período estaba consolidada la Mancomunitat de Cataluña y estaba ya asentada una nueva sociedad médica fundada por Galceran i Granés en 1911, la Sociedad de Psiquiatría y Neurología de Barcelona, que constituyó la primera sociedad neurológica catalana y española8. Posteriormente, en 1916, Raventós operaría un tumor cerebral; tiene lugar la inauguración extraoficial del hospital de Sant Pau y en 1919 Barraquer Roviralta ingresa en la Real Academia de Medicina de Barcelona con su conferencia magistral «Valor semiológica de la contractura idiomuscular»1.

El año 1923 es el del golpe de estado de Primo de Rivera y comienza la dictadura militar, situación que conlleva a la abolición del sistema democrático de la Mancomunitat de Cataluña. En 1929 Barraquer Ferrer es nombrado director del primer servicio de Neurología hospitalario en el Hospital de Sant Pau1. En este mismo año se celebra el congreso de médicos alienistas y neurólogos de lengua catalana en Barcelona. Es el año de la Exposición Universal de Barcelona y en el que cae la dictadura. También es el año del crack bursátil de Nueva York. En 1930 tiene lugar la inauguración oficial del Hospital de Sant Pau por parte del rey Alfonso xiii1.

En 1931, se celebra el primer Congreso Internacional de Neurología en la ciudad suiza de Berna1. Se proclama la II República. En 1933, Rodríguez Arias obtiene la primera cátedra de Neurología en la Universidad Autònoma de Barcelona9. Se decretan los traspasos de sanidad y asistencia social a la Generalitat de Cataluña. El año 1936 es el de la creación del Instituto Neurológico Municipal de Barcelona. En este mismo año L. Barraquer Ferré, I. De Gispert y E. Castañer publican el Tratado de enfermedades nerviosas2,10 y es el año del comienzo de la guerra civil española. En 1939 termina la guerra civil, situación que conlleva el exilio de numerosos científicos. La última reunión en España de las Cortes republicanas fue en Figueres. Es la época de la epidemia de latirismo en Barcelona1.

El aislamiento político tras la guerra civil enlentece, dificulta y traba de forma significativa el progreso científico. En 1942 se celebra el congreso nacional de neuropsiquiatría en Barcelona1 y en 1949, L. Barraquer Ferré, B. Rodríguez Arias y A. Subirana crean en Barcelona la Sociedad Española de Neurología2,11.

Como precursor inmediato y promotor de la especialidad neurológica en Cataluña, sobresale la figura de Bartomeu Robert i Yarzábal12–14, que intuyó la importancia de la neurología como especialidad plenamente diferenciada y facilitó al Dr. Barraquer Roviralta la creación del primer dispensario de neurología y electroterapia en el hospital de la Santa Creu en 1882. Bertrán i Rubió sería otra figura pionera y precursora de la neurología clínica que ingresó en la Real Academia de Medicina Catalana en 1865 y fue el primero que figuró en esta academia como neurólogo y «electrólogo»1,15.

En el último tercio del siglo xix se conoce en Cataluña como «Renaixença» y se caracteriza por ser un período de despertar económico y florecimiento artístico, social, cultural, político y científico-médico. Es el momento del nacimiento de las diferentes especialidades médicas. A principios del siglo xx se observan el nacimiento y la consolidación de las diferentes sociedades médicas. En este contexto nace y se forma la Sociedad de Psiquiatría y Neurología de Barcelona, cuyos estatutos se publicaron en la prestigiosa revista médica de la época la Gaceta Médica Catalana16 (figs. 1 y 2). Sería la primera sociedad neurológica catalana y española y estaría presidida por Artur Galceran i Granés (Girona, 1850-Barcelona 1919) (fig. 3). Los otros facultativos que constan como miembros de la primera Junta Directiva fueron: Xercavins i Rius, Moles Ornella, Conill Mataró, Farreras Sampere, Ribas Pujol y Saforcada. También colaboraron Martí Julià y Rodríguez Morini16,17.

Figura 1.

Primera página de los estatutos de la pionera Sociedad de Psiquiatría y Neurología de Barcelona, publicados en 1911 en la Gaceta Médica Catalana (p. 118-119)16.

(1.21MB).

Figura 2.

Segunda página de los estatutos de la Sociedad de Psiquiatría y Neurología de Barcelona, publicados en 1911 en la Gaceta Médica Catalana (p. 118-119)16.

(0.82MB).

Figura 3.

El Dr. A. Galcerán i Granés asumió la presidencia de la Sociedad de Psiquiatría y Neurología de Barcelona en 1911.

(0.07MB).

Es necesario remarcar que en estos tiempos la neurología y la psiquiatría estaban englobadas en una única rama médica y se denominaban «médicos neuropsiquiatras»18,19. En consecuencia, los precursores de la moderna psiquiatría tenían al mismo tiempo una formación neurológica importante, así como los precursores de la moderna neurología presentaban una sólida formación psiquiátrica1.

El Dr. Artur Galceran y Granés era discípulo de la escuela de psiquiatría de Joan Giné i Partagás, sin embargo, se denominaba inequívocamente en sus publicaciones como «neurólogo y mentalista»20–24 (fig. 4). Fue director del hospital mental de Sant Boi de Llobregat y después del hospital Pere Mata de Reus. Domingo Marti i Julià (1860-1917) lo relevaría en el cargo de presidente desde 1915 hasta 19171. Galcerán i Granés moriría en Barcelona en el año 19191.

Figura 4.

Artículo de A. Galcerán i Granés —que se denominaba neurólogo y mentalista— referido a una revisión bibliográfica sobre temas neurológicos de su época.

(0.24MB).

Hay que remarcar que Barraquer Roviralta, fundador de la neurología clínica catalana y española, fue contemporáneo de Galcerán i Granés. Llama la atención, sin embargo, que ni él ni otros discípulos suyos, como Celestino Vilumara y Bonaventura Clotet, formaran parte de la junta directiva de la pionera Sociedad de Psiquiatría y Neurología, tal vez porque estaba constituida por facultativos con una vertiente clínica mayoritaria o exclusiva psiquiátrica y forense1,2.

Hay que destacar que un año después de la muerte de Galceran y Granés, en el Anuario del Hospital de la Santa Creu de 1920 consta ya que el Servicio de Neuropatología y Electroterapia tenían como profesor al Dr. Barraquer Roviralta, como médico ayudante Alberto Roca i Munnar y como médico interno E. Peres Casañas2. La neurología como especialidad diferenciada y exclusiva de la psiquiatría había comenzado su camino.

La Sociedad de Psiquiatría y Neurología de Barcelona se convertiría en Societat Catalana de Psiquiatria i Neurologia y sería presidida en el año 1934 por Belarmino Rodríguez Arias, otra de las grandes figuras de la historia de la neurología catalana9. Esta evolución fue posible porque a partir de 1930 se produjo una incorporación activa en la sociedad de muchos neurólogos con inquietudes científicas, como Barraquer Ferré, Rodríguez Arias, Subirana, Gispert Cruz y Castañer Vendrell, entre otros. Finalmente, en 1934, la conjunción de esta circunstancia facilita la creación de la Societat Catalana de Psiquiatria i Neurologia, que sustituye a la anterior25. Otro acontecimiento importante es la creación en el año 1936 del Instituto Neurológico Municipal de Barcelona, que fue el primer centro hospitalario dedicado exclusivamente a los enfermos neurológicos1,25. En él se realizó también una significativa labor de investigación clínica y se impartió docencia. Su dirección fue para Rodríguez Arias, que era entonces el presidente de la Societat Catalana de Psiquiatria i Neurologia (fig. 5). También sería nombrado profesor agregado de Neurología, en la primera cátedra de esta especialidad existente en España1,9.

Figura 5.

Artículo escrito por Belarmino Rodríguez Arias, en calidad de presidente de la Societat Catalana de Psiquiatria i Neurologia, en la Revista Médica de Barcelona en 193415.

(0.09MB).

En 1932 se creó en Barcelona una sociedad híbrida que reunía especialistas en neurología, psiquiatría, oftalmología y otorrinolaringología, la denominada Sociedad de Oto-Neuro-Oftalmología de Barcelona. El Dr. Barraquer Ferré fue presidente de dicha sociedad médica en 19351.

Con la guerra civil española la Societat Catalana de Neurologia i Psiquiatria se disolvió y en la posguerra reaparecería en 1941 con el nombre de Asociación de Psiquiatría y Neurología y estaría presidida por el médico psiquiatra José Córdoba Rodríguez25. En las sesiones mensuales de la asociación se presentaban comunicaciones, tanto neurológicas como psiquiátricas. Algunas veces aquéllas se dedicaban a una sola especialidad o a temas monográficos. En la asociación figuraban no sólo neurólogos, neurocirujanos, neuropsiquiatra y psiquiatras, sino también los interesados por las subespecialidades neurológicas que iban surgiendo como los electroencefalografistas o los neurorradiólogos25. La existencia de esta amplia gama de subespecialidades nacidas del tronco común de la neurología y su crecimiento y consolidación fueron un motivo razonable que consolidó los cimientos de la posterior y necesaria separación de la neurología y de la psiquiatría desde un punto de vista asistencial y clínico.

El año 1949 es el de la fundación en Barcelona de la Sociedad Española de Neurología, por parte de L. Barraquer Ferré, B. Rodríguez Arias y A. Subirana1,2. Posteriormente, en 1968 se crea la Asociación de Ciencias Neurológicas, presidida por Lluís Barraquer Bordas25. Finalmente, en 1973 Codina Puiggròs es nombrado presidente de la Asociación de Ciencias Neurológicas, y se decide, junto con su secretario Martí Vilalta, la actual denominación de Societat Catalana de Neurología, para así llegar a la presente etapa25,26.