Hacia el año 2050, las personas mayores de 65 años representarán el 30% de la población europea, duplicando así la proporción actual1. Junto con este aumento tendría lugar un incremento en la demanda de servicios específicos para este grupo de población. El desarrollo y difusión de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación ofrecería nuevas posibilidades para atender las necesidades de las personas mayores.

Selwyn2 afirma que las personas mayores pueden beneficiarse del uso de ordenadores e Internet por distintos motivos. En primer lugar, por la disponibilidad de un mayor volumen de conocimiento. En segundo lugar, por las nuevas posibilidades de interacción, con el aumento de la conectividad y el soporte social virtual. Por último, hace referencia a la ayuda en la realización de algunas tareas, como la gestión de viajes, las compras o la gestión financiera.

Según un estudio sobre el uso de Internet en Estados Unidos3, pocos adultos mayores utilizan Internet (el 22% entre los mayores de 65 años). Sin embargo, las personas un poco más jóvenes (entre 55 y 65 años) duplican el porcentaje de uso de Internet que hacen los mayores de 65 años. El mismo estudio concluye que esta fuerte motivación hacia el uso de Internet de los adultos mayores más jóvenes provocará un cambio en los estereotipos en lo que respecta a la relación entre edad avanzada y tecnología. Una situación similar podría darse en España, en el sentido de que el uso de Internet en las personas mayores de 65 años es sólo de un 2%; sin embargo, entre las personas de 55–64 es del 11%4.

La literatura médica muestra que una de las principales razones por la que las personas mayores usan Internet es para la búsqueda de información sobre salud. Sin embargo, el diseño de sitios web no suele adaptarse a los problemas físicos y cognitivos asociados al envejecimiento, lo que constituye una barrera de accesibilidad para estas personas5.

La accesibilidad hace referencia a un diseño web que permita que todas las personas, incluidas aquellas con discapacidades, puedan percibir, entender, navegar e interactuar con la Web, e incluso aportar contenidos6. La legislación y normas europeas sobre accesibilidad para la sociedad de la información establece que los estados deben asegurar y promover el pleno ejercicio de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas con discapacidad, y se obligan a promover la investigación y el desarrollo, así como la disponibilidad y el uso de nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones. Es de destacar la iniciativa e-Europe, originada por la Comisión Europea en 2002, que pretende guiar a las autoridades sanitarias, asociaciones y otros proveedores, para que implementen los criterios de calidad en los sitios web (incluidos los relacionados con la accesibilidad) de manera apropiada, según su audiencia, y teniendo en cuenta su entorno cultural7.

Algunos trabajos han estudiado la accesibilidad en los recursos web con información sobre salud para personas mayores8–11. Para ello se han utilizado herramientas automáticas que se basan en los requisitos de la Iniciativa de Accesibilidad Web (WAI)12 y la normativa “Sección 508”13. También se han utilizado guías de accesibilidad específicas14. Entre éstas, destaca el instrumento propuesto por el National Institute on Aging (NIA) y la National Library of Medicine (NLM). Se dispone de una herramienta automática en castellano para evaluar la accesibilidad, se trata del Test de Accesibilidad Web (TAW) [http://www.tawdis.net/], que se basa también en la iniciativa WAI.

Todos los instrumentos anteriores incluyen las recomendaciones internacionalmente aceptadas para evaluar accesibilidad, pero no están diseñados específicamente para considerar los problemas relacionados con el envejecimiento. Asistimos a una evolución de los conceptos y herramientas de accesibilidad en respuesta a la evolución de Internet en general. Las guías de “Accesibilidad 2.0”, en elaboración, deberían responder a las necesidades de los usuarios, más allá del simple cumplimiento de guías predefinidas15–17. Petrie18 ha adoptado un enfoque funcional para las guías de accesibilidad, es decir, ha establecido una relación entre cada requisito de accesibilidad y los problemas físicos y cognitivos asociados al envejecimiento. Esto permite evaluar los sitios web por categorías o dimensiones de discapacidad.

Para desarrollar el potencial de Internet como fuente de información entre las personas mayores se requiere garantizar la accesibilidad a los recursos disponibles. El presente estudio plantea: 1) identificar sitios web en castellano con información sobre salud para personas mayores, y 2) evaluar la accesibilidad y usabilidad de los sitios web seleccionados.

La evaluación de la accesibilidad de los sitios web sobre salud para mayores y la evaluación de su accesibilidad puede ser de gran utilidad para este colectivo y para los profesionales sanitarios que quieran “prescribir” información en Internet. En este trabajo se ha obtenido un listado de sitios web con información sobre salud para mayores, con variabilidad en la adecuación a las normas de accesibilidad.

Para evaluar la accesibilidad se ha utilizado el enfoque de Petrie18, que permite evaluar de acuerdo a las dimensiones de discapacidad. Esta clasificación puede ser útil, porque los sitios web descritos en el listado podrían ser recomendados por los profesionales sanitarios o ser utilizados por los pacientes, considerando las limitaciones físicas y cognitivas particulares y la valoración de los sitios web con respecto a estas dimensiones. La mayor parte de las personas mayores gozan de buena salud física y mental, pero también hay un grupo de personas que tienen limitaciones cognitivas y físicas20.

La importancia de contar con el catálogo de sitios web sobre salud para mayores y conocer su grado de accesibilidad viene dada por el hecho de que en el ámbito español, según los datos de la encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares21, las personas mayores son quienes acceden en mayor proporción a las páginas web con información sobre salud.

El acuerdo alcanzado entre los jueces fue bajo. Una razón que puede justificar este modesto nivel de acuerdo es que Internet es un medio con una dinámica muy activa. Los sitios web generalmente tienen múltiples páginas y existen muchas formas de navegar (con combinaciones de posibilidades de circulación dentro de un sitio web prácticamente imposibles de calcular) y esto puede aumentar el efecto de la subjetividad sobre la aplicación de los criterios de accesibilidad.

Dado el dinamismo de Internet, los resultados de este estudio tendrían una validez temporal y el listado de sitios web podría variar en función del tiempo.

No se encontraron estudios publicados que aborden la evaluación de la accesibilidad de recursos web sobre salud en castellano, aunque sí hay otros trabajos en otros lenguas22–23. Sin embargo, se ha contrastado que, como era de esperar, los sitios web gubernamentales se ajustan mejor a las normativas existentes y cumplen mejor los criterios de accesibilidad AAA del TAW24.

Para futuras investigaciones, además de la accesibilidad, que engloba requisitos técnicos y las condiciones físicas y cognitivas propias de la vejez, se recomendaría evaluar la adecuación de los sitios web a las necesidades y expectativas de las personas mayores, además de la calidad de la información proporcionada.