Objetivos: El trasplante de páncreas (TP) es el único tratamiento que permite restablecer el estado euglucémico de los pacientes diabéticos tipo 1. No obstante, la elevada morbilidad asociada a las complicaciones quirúrgicas y la necesidad de un tratamiento inmunosupresor de por vida, han provocado controversia sobre sus resultados en la calidad de vida relacionada con la salud (CVRS). El objetivo del estudio es evaluar la CVRS a largo plazo (≥ 5 años después de la TP) e identificar los factores predictores de calidad de vida.

Métodos: Estudio de centro único y transversal de 49 trasplantes simultáneos de páncreas y riñón (SPK). A todos los pacientes se les realizó una evaluación de la CVRS mediante la administración telefónica del cuestionario Medical Outcome Health Survey Short Form (SF-36v2) con traducción española. Adicionalmente se realizó una modificación del ítem de transición de la salud para adaptarla al ámbito del trasplante de páncreas.

Resultados: Todas las puntuaciones de las diferentes dimensiones de salud fueron superior a 50 puntos. Se observaron resultados similares entre las puntuaciones de CVRS de nuestros pacientes y los datos de la mayoría de las series publicadas. Los pacientes con antecedentes de terapia renal sustitutiva (TRS) o neuropatía diabética sometidos a SPK se asociaron con peores puntuaciones de los ítems Dolor corporal (p = 0,03) y Función física (p = 0,04) respectivamente, mientras que aquellos con antecedentes de retinopatía diabética mostraron una mejoría en las puntuaciones de Rol emocional (p = 0,04). El análisis multivariante mostró que la presencia de TRS era el único factor predictor independiente para el ítem de Dolor corporal [RR = 3,9; IC95% (1,1-14,6)], (p = 0,04). Finalmente, la gran mayoría de los receptores de SPK (91,8%) afirmaron tener un mejor estado de salud actual que el previo al TP.

Conclusiones: Nuestro estudio confirma que la CVRS de los receptores de SPK mejora tras el trasplante, mostrando puntuaciones de CVRS similares a las diferentes poblaciones, y sugiere que los pacientes en prediálisis podrían beneficiarse de una mejora de la CVRS si son trasplantados en las primeras fases de la enfermedad.