Objetivos: Los avances medico quirúrgicos junto con el envejecimiento progresivo de la población, han hecho que se realicen cirugías más complejas en pacientes más añosos, aumentando las complicaciones y disminuyendo su capacidad funcional y calidad de vida. El objetivo es evaluar la percepción de la calidad de vida y sarcopenia en estos ancianos, para detectar aquellos más frágiles y preservar su capacidad funcional.

Métodos: Estudio observacional prospectivo con una cohorte de 30 pacientes de edad avanzada (≥ 70 años) intervenidos de una neoplasia maligna de forma programada con una estancia superior a 48 horas. Se recogen de forma basal datos demográficos, antecedentes, medicación, riesgo anestésico e índice musculoesquelético (SMI) junto con distintos test (ADL, Mini-Cog, Nutritional Risk Score, ECOG, etc.) que se repiten a los 3 y a los 6 meses. Como variable principal se evalúa la calidad de vida preoperatoriamente, al mes de la intervención quirúrgica, a los 3 y 6 meses, cuantificada mediante el EQ-5D 3L.

Resultados: De los 30 pacientes reclutados un 63,3% eran hombres y la edad media fue de 76,9. En el 70% el origen tumoral era colorrectal. Preoperatoriamente el 80% de los pacientes vivían de forma independiente, un 20% tenían un índice de Charlson ≥ 7, 56,7% tuvieron un G-8 # 5 y en 2 pacientes (6,7%) fue detectado un ECOG ≥ 2. El Mini-Cog test detectó a 6 pacientes (20%) con deterioro cognitivo. La mediana de SMI fue de 40,26 cm²/m². 19 pacientes (86,4%) cumplían criterios de sarcopenia mientras que según la clasificación de BCE todos salvo uno, eran pacientes de alto riesgo. A los 3 meses, disminuyeron los pacientes independientes al 70% y aumentaron los que vivían con cuidador y los encamados. Disminuyeron también los pacientes con ADL ≥ 5 a un 84,6% y a un 80% a los 3 y 6 meses, y aumentaron aquellos con ECOG ≥ 2 a 18,5% y 24%. La cantidad de pacientes moderadamente ansiosos o deprimidos pasó del 16,7% al 92,6% y el 95,7%. A lo largo del seguimiento fallecieron 5 pacientes y 13 tuvieron complicaciones. No se obtuvieron relaciones significativas entre la composición corporal y la puntuación de los distintos test.

Conclusiones: La evaluación realizada permite detectar a los pacientes más frágiles y demuestra cómo la cirugía afecta a su calidad de vida y funcionalidad. Por lo que recomendamos su uso, junto con la instauración de mecanismos para evitar el deterioro funcional de los pacientes.