P-512 - PROTOCOLO ERAS (ENHANCE RECOVERY AFTER SURGERY) EN CIRUGÍA HEPATOBILIAR EN LA UNIDAD DE CIRUGÍA HEPÁTICA DEL HOSPITAL UNIVERSITARIO DE CRUCES
Hospital de Cruces, Barakaldo.
Objetivos: Los protocolos ERAS se basan en la optimización del manejo multidisciplinar y transversal perioperatorio de los pacientes, con el objetivo de reducir la morbimortalidad y acelerar su recuperación.
Métodos: Exposición del protocolo ERAS aplicado en nuestro Centro desde diciembre de 2021. Selección de los pacientes a incluir desde consultas externas. Se incluyen los pacientes a intervenir de Cirugía Hepatobiliar, con edades entre 18 y 85 años, independientemente del riesgo ASA. Se excluyen aquellos pacientes sometidos a cirugía urgente, con deterioro cognitivo severo o cirugías concomitantes.
Resultados: La prehabilitación física consiste en explicar una rutina de ejercicios respiratorios y motores, consensuada con el Servicio de Rehabilitación. Se realiza una valoración del estado nutricional y aquellos pacientes que presentan riesgo de desnutrición son derivados a Endocrinología para una optimización preoperatoria. En caso de presentar anemia preoperatoria, esta se corrige con hierro oral o intravenoso en función de las cifras de hemoglobina. El ayuno preoperatorio, en caso de no existir riesgo de gastroparesia, se establece en 6 horas para sólidos y 2 horas para líquidos claros. En quirófano, la gestión del paciente se adecúa al protocolo ERAS. Para la profilaxis de trombosis venosa profunda (TVP) se colocan medias compresivas y/o neumáticas intermitentes según el riesgo. La profilaxis antibiótica se aplica 30 minutos antes de la incisión, repitiéndose transcurridas 4 horas o en caso de hemorragia > 1,5L. La analgesia multimodal comprende colocar un catéter epidural en cirugía abierta, salvo coagulopatía o resecciones hepáticas > 50%, en cuyos casos se plantea la colocación de un catéter interfascial o los bloqueos selectivos de la pared neuromuscular. En caso de abordaje laparoscópico, se infiltran los trócares con anestésico local antes realizar las incisiones y previo al cierre de las mismas. Durante el intraoperatorio, se asegura la normotermia y la normoglucemia. El objetivo de presión venosa central es < 4 mmHg, para lo que se utiliza una fluidoterapia restrictiva con Plasmalyte y albúmina 5% para la reposición pérdidas hemáticas discretas, reservando la transfusión de concentrado de hematíes en caso de Hb < 9 g/dL. Se retiran desde el quirófano las sondas vesical y nasogástrica, y se omite la colocación de drenajes si la hemostasia y bilioestasia son correctas. En caso de que el posoperatorio transcurra en la reanimación, se mantiene homeostasis con normotermia y normoglucemia y fluidoterapia restrictiva. Se inicia tolerancia oral y movilización a las 3 horas de la intervención, y profilaxis de TVP con heparina de bajo peso molecular a las 12 horas. Además, se realiza fisioterapia respiratoria incentivada precoz. En planta se procede de forma similar, añadiendo la retirada de vía central al 1er día posoperatorio. También se instaura dieta blanda al 1er día, progresándose a basal con suplementos nutricionales posteriormente. Al 3er día posoperatorio se retira el catéter epidural y la cobertura analgésica es exclusivamente oral.
Conclusiones: Los resultados obtenidos con la implementación de los protocolos ERAS mejoran los resultados posoperatorios. Los pacientes se benefician de un abordaje multidisciplinar y transversal perioperatorio, lo que permite conseguir el objetivo de reducir la morbimortalidad y acelerar su recuperación.