P-311 - COMPARACIÓN DE BIOPSIA GANGLIONAR QUIRÚRGICA Y BIOPSIA CON AGUJA GRUESA (BAG) EN EL DIAGNÓSTICO DE SÍNDROME LINFOPROLIFERATIVO
Hospital General Universitario, Alicante.
Objetivos: En caso de sospecha clínica de síndrome linfoproliferativo, el examen histológico de adenopatías es fundamental para definir un diagnóstico correcto y desarrollar un tratamiento adecuado. La biopsia quirúrgica (BQ) sigue siendo el gold standard por la cantidad de tejido obtenido. La biopsia con aguja gruesa (BAG) puede ser una alternativa útil, rápida, rentable y con menos complicaciones. En algunos estudios, la BAG demostró una eficacia diagnóstica entre 79-97%. Nuestro objetivo fue estudiar las BQ ganglionares quirúrgicas, realizadas por el servicio de Cirugía general, con las BAG realizadas previamente a estos pacientes, con sospecha clínica de linfoma.
Métodos: Biopsias ganglionares quirúrgicas realizadas de enero 2017 a marzo 2022. Se efectuó un estudio observacional retrospectivo de las BQ y las BAG realizadas previamente tras consulta de la base de datos del Servicio.
Resultados: Se estudiaron 111 BQ (17 de ellos precisaron rebiopsia), un total de 59 hombres y 35 mujeres. A 60 de las BQ se les había realizado una BAG previa. La edad media fue 57 años (IC95% 54-60). Las pruebas de imagen previas a biopsias fueron: ecografía/TC/PET-TC: 15, TC/PET-TC: 36, ecografía/TC: 23, ecografía/PET-TC: 4, TC: 22, PET-TC: 9, Ecografía: 2. La distribución de las adenopatías tras estas pruebas fue: múltiples 72 vs. localizadas 28%. Se realizó aspirado de médula ósea previa BQ/BAG en 22 pacientes, siendo diagnóstico de malignidad en 12 pacientes. La localización ganglionar más frecuente tanto para BAG (32/60) como en BQ (57/111) fue la región inguinal. Las complicaciones tras BAG fueron 0 y 9 tras BQ pero todas menores (CD < III). El porcentaje de malignidad fue: BAG 45% y BQ 62,6% (fig.). El resultado histológico de la BAG fue malignidad (22 linfoma células B, 5 linfoma Hodgkin), benignidad (19) y no diagnóstica (14). El resultado de la BQ fue: 40 benignas y 67 pacientes (58,3%) fueron diagnosticados de algún tipo de linfoma (43 células B, 14 Hodgkin, 7 células T/NK, 4 células precursoras y 2 asociados a inmunodeficiencia), 2 metástasis de otros tumores y 2 no fueron diagnosticas. Se realizaron 17 rebiopsias quirúrgicas por: 5 no diagnóstico/dudas, 8 sospecha de recidiva y 4 progresión/mala respuesta al tratamiento. Finalmente, tras valoración por especialistas, todas las pruebas y las rebiopsias, el diagnóstico final fue: 75 malignidad (73 linfomas, 2 metástasis) y 34 benignas. Mediante χ2 observamos una relación significativa entre el diagnóstico de malignidad y el tipo de biopsia (χ2 = 4,66; p = 0,0309) y el diagnóstico anatomopatológico y el tipo de biopsia (χ2 = 26,69; p = 0,0001). Mediante la prueba kappa-Cohen, se comprobó una concordancia entre los pacientes que se realizó BAG y el resultado de la BQ, aunque de bajo grado: concordancia del 68,33% (kappa = 0,38; IC95 = 0,17-0,6). La sensibilidad y especificidad para diagnóstico de malignidad fue BAG: sensibilidad: 61,9% (IC95%: 76,6-47,2%) y especificidad: 94,4% (IC95%: 100-83,9-%); BQ: sensibilidad: 89,6% (IC95%: 96,4-82,8%) y especificidad: 100%.
Conclusiones: Los resultados obtenidos demuestran que la BQ es nuestro medio obtiene mejores resultados que la BAG, en cuanto sensibilidad y especificidad, y aún debe ser considerada el gold estándar, ya que combina grandes resultados y baja morbilidad.