Los resultados de algunos estudios clínicos sugieren que los inhibidores de la HMG-CoA reductasa, o estatinas, ejercen efectos cardioprotectores independientemente de su efecto hipolipemiante. Uno de los efectos pleitrópicos de las estatinas más estudiados es su capacidad de modificar la función endotelial y de modular la angiogénesis. Las estatinas ejercen un efecto bifásico sobre la angiogénesis dependiente de la dosis: a bajas concentraciones promueven la angiogénesis (proangiogénicas), mientras que a concentraciones superiores la inhiben (antiangiogénicas). Aunque parte del potencial efecto antiangiogénico pueda derivarse de su actividad antiinflamatoria, las estatinas pueden inhibir mecanismos implicados en la angiogénesis. Los efectos antiangiogénicos son consecuencia de la reducción de la isoprenilación de proteínas clave (RhoA) que intervienen en vías de señalización que regulan la migración, la proliferación y la organización del citosqueleto celular. Actualmente se desconoce el impacto real del potencial antiangiogénico de las estatinas sobre la arteriosclerosis y otras enfermedades, como el cáncer, en las que la angiogénesis es un componente fisiopatológico importante. De hecho, los resultados de algunos estudios clínicos sugieren que estos fármacos podrían reducir la incidencia de cáncer. Sin embargo, se necesitan estudios diseñados específicamente para determinar si la actividad antiangiogénica de las estatinas es relevante en la arteriosclerosis y si puede influir en el crecimiento y la propagación de los tumores.
The results of some clinical studies suggest that HMG-CoA reductase inhibitors, or statins, have cardioprotective effects that are independent of their lipid lowering effects. One of the most widely studied pleiotropic effects of statins is their ability to modify endothelial function and to modulate angiogenesis. Statins exercise a biphasic effect on angiogenesis, depending on the dose: at low concentrations they promote angiogenesis (pro-angiogenic effect) while at higher concentrations they inhibit it (anti-angiogenic effect). Although some of the potential anti-angiogenic effects could be derived from their anti-inflammatory activity, statins can inhibit key angiogenic mechanisms. The anti-angiogenic effects are a consequence of the reduction of isoprenylation of key proteins (i.e. RhoA), which intervene in signaling pathways that regulate the migration, proliferation and organizations of the cellular cytoskeleton. Currently, the real impact of the anti-angiogenic potential of statins on arteriosclerosis and on other diseases, such as cancer, in which angiogenesis is an important physiopathological component is unknown. Indeed, the results of some clinical studies suggest that these drugs could reduce the incidence of cancer. However, studies specifically designed to determine whether the anti-angiogenic activity of statins is important in arteriosclerosis and whether it can influence the growth and propagation of tumors are required.