La fiebre de duración intermedia (FDI) se define como la fiebre no focalizada de aparición en la comunidad, de 1 a 4 semanas de duración, que tras evaluación clínica y complementaria elemental permanece sin orientación diagnóstica. Esta evaluación debe incluir la realización de historia clínica y exploración física minuciosas, hemograma, creatinina sérica, elemental de orina y radiografía de tórax. La etiología de la FDI es poco conocida. En nuestro ámbito geográfico, el 70% de los casos están provocados por enfermedades infecciosas sistémicas (rickettsiosis, brucelosis, síndrome mononucleósico), seguidas de infecciones localizadas (7,7%), y siendo las vasculitis y neoplasias menos del 2%. En la mayor parte de los casos, la FDI podrá ser atendida de forma ambulatoria, garantizando la accesibilidad, salvo que no exista soporte social o aparezcan intolerancia digestiva o criterios de gravedad, precisándose entonces cuidados en régimen de hospitalización. Para la estrategia diagnóstica, teniendo en cuenta las etiologías más frecuentes, resulta útil establecer una serie de pautas básicas y ordenar el estudio en distintas etapas. La primera visita comprenderá historia clínica, hematimetría, bioquímica, hemocultivos, urocultivo, estudios serológicos para las etiologías más frecuentes, radiografía de tórax, así como otras exploraciones complementarias orientadas por los datos del paciente en la historia clínica. Los cuidados y pruebas diagnósticas sucesivas estarán condicionados por la evolución del paciente y los hallazgos de los estudios complementarios. Nuevos estudios realizados en diferentes ámbitos geográficos son precisos para conocer definitivamente su espectro etiológico
Fever of intermediate duration (FID) is defined as non-localized fever occurring in the community, lasting from one to four weeks, and having no diagnostic orientation after basic clinical, analytical and radiological evaluations are completed. These may include careful recording of clinical history, physical examination, hemogram, plasma creatinine determination, urinalysis, and chest radiography. The etiology of FID is still not completely defined. In our country, 70% of cases are caused by systemic infectious diseases (rickettsiosis, brucellosis, and mononucleosis syndrome) and 7.7% by localized infections; vasculitis and neoplasms account for less than 2%. In most cases FID can be attended on an outpatient basis, with the guarantee of the easy accessibility. In cases without social support or when there is digestive intolerance or criteria of severe disease, hospital care is required. For the diagnostic approach, it is useful to establish basic rules and to organize the study in several stages, taking into account the most frequent etiologies. The first visit would include elaboration of the clinical history, a hemogram, biochemistry analyses, blood cultures, urine culture, serological studies for the most frequent etiologies, a chest radiograph, and other examinations, as indicated by the clinical history data. The care provided and subsequent diagnostic studies performed will depend on the patient’s progression and findings from additional studies. Further works conducted in various geographic settings are necessary to define the complete etiological spectrum of FID