Presentamos el caso de un varón de 21 años sin antecedentes de interés ni hábitos tóxicos que consultó por epigastralgia, dolor torácico retroesternal, disfagia y fiebre de 3 días de evolución. Analíticamente presentaba una leucocitosis de 16,41×103/μl (85% de neutrófilos) y una proteína C reactiva de 116mg/l. Ante la sospecha clínica de tromboembolismo pulmonar, se completó estudio mediante angio-TAC, informando de quiste de duplicación esofágico complicado con sobreinfección y cambios inflamatorios sugerentes de mediastinitis figura 1.
Angio-TAC de tórax que informa de estructura fusiforme prevertebral, desde el nivel D5 hasta D9, con un tamaño aproximado de 27×30×100mm, provocando efecto masa sobre el esófago, comprimiéndolo y desplazándolo anterolateralmente hacia la derecha, con un aumento de densidad de la grasa mediastínica, sugerente todo ello de quiste de duplicación esofágico complicado con sobreinfección y/o microperforación y mediastinitis asociada.
Ante una evolución clínica desfavorable con incremento del dolor, taquipnea y taquicardia, se decidió realizar toracoscopia por sospecha de mediastinitis. No se hallaron alteraciones quísticas esofágicas ni signos de mediastinitis franca, por lo que se realizó intraoperatoriamente endoscopia digestiva alta, evidenciándose 2 perforaciones de aspecto isquémico en la mucosa esofágica figura 2 por los que drenaba espontáneamente líquido turbio purulento. Tras comprobar la ausencia de perforación transmural, se biopsiaron y ampliaron hidrostáticamente para favorecer el drenaje. Durante el ingreso se descartó enfermedad infectocontagiosa, autoinmune, esofagitis eosinofílica y malignidad. Recibió el alta con seguimiento en consulta tras endoscopia de control anodina.
Endoscopia digestiva alta intraoperatoria, en la que se evidencia en la mucosa esofágica sufusiones hemorrágicas de aspecto isquémico y el resultado tras la toma de biopsias y ampliación hidrostática de 2 pequeños orificios por los que drena espontáneamente líquido turbio purulento.
La disección esofágica intramural constituye la laceración de las capas mucosa y submucosa sin perforación transmural esofágica, cuya etiología es aún desconocida1, y que en ocasiones puede simular otras entidades como el quiste de duplicación esofágica complicado o la rotura esofágica2. Su manejo inicial es conservador, pero cuando este es insuficiente, en ocasiones es necesario el tratamiento endoscópico3 incluso el quirúrgico.