Objetivos: La incidencia de ictus isquémico en el adulto joven está aumentando. Además de la elevada prevalencia de factores de riesgo vascular clásicos, se han señalado otras causas como el cáncer. Dado que existen pocos estudios al respecto, el presente estudio pretende describir su impacto en dicha población.

Material y métodos: Se estudiaron 770 pacientes entre 18 y 50 años ingresados entre 2005 y 2015 en Aragón por ictus isquémico, con un seguimiento mediano posterior de 108,0 meses (rango intercuartílico 76,0-152,0). Se indagó en su historia clínica el diagnóstico de neoplasias malignas, clasificándose según CIE-10.

Resultados: 65 individuos (8,4%) presentaron neoplasia maligna en algún momento, 4 de ellos tanto pre como posictus: 24 (3,1%) desarrollaron un cáncer antes del ingreso, con una mediana de 70 meses (18,0-121,0), mientras que 45 (5,8%) lo desarrollaron posteriormente, con una mediana de 83 meses (48,3-119,0). Los individuos con historia de neoplasia maligna en algún momento presentaron una mayor edad al ingreso (45,9, IC95% 45,0-46,8) que el resto de pacientes (42,7, IC95% 42,2-43,2), de forma significativa (p < 0,001). Se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre sexos en la localización del tumor primario. En hombres, las neoplasias más frecuentes fueron del aparato respiratorio (23,1%) y hematológicas (15,4%), mientras que en mujeres fueron de mama (32,3%) y endocrinas (16,1%).

Conclusión: El cáncer supone una causa relevante emergente de ictus isquémico en el adulto joven. Se espera que futuros estudios ofrezcan recomendaciones específicas sobre su mejor abordaje diagnóstico y terapéutico.