18559 - ARTERIA TRIGEMINAL PERSISTENTE COMO DATO DE ALARMA PARA DETECCIÓN ANEURISMÁTICA EN PACIENTE CON MONONEUROPATÍA DEL III PAR CRANEAL
Servicio de Neurología. Hospital General Universitario de Ciudad Real.
Objetivos: Durante la etapa embrionaria la circulación posterior recibe aporte sanguíneo de la circulación anterior a través de las arterias comunicantes posteriores (ACoP) en desarrollo y de anastomosis entre arteria carótida interna y arteria basilar. Estas arterias anastomóticas, nombradas según el nervio craneal más cercano, generalmente se obliteran durante el desarrollo embrionario pero en ocasiones pueden persistir tras el nacimiento. Presentamos un caso de parálisis oculomotora por aneurisma de ACoP diagnosticada gracias al reconocimiento de arteria trigeminal persistente (ATP).
Material y métodos: Varón de 52 años, hipertenso, diabético, anticoagulado por fibrilación auricular. En 2012 presentó una hemorragia subaracnoidea (HSA), sin detecciones aneurismáticas. Presenta diplopía de 3 semanas de evolución objetivando limitación del recto superior derecho y midriasis arreactiva derecha. Durante ingreso, progresión con afectación de recto inferior, recto interno y elevador del párpado derecho.
Resultados: AngioTAC cerebral: se evidencia una arteria trigeminal persistente bilateral, de mayor calibre derecho. Arteriografía cerebral: aneurisma sacular en origen de ACoP derecha. Se realiza embolización selectiva aneurismática, con buena evolución clínica.
Conclusión: La ATP es la arteria anastomótica más persistente tras el nacimiento. Su prevalencia varía del 0,1-0,6% en la población general. Se ha asociado a anomalías vasculares destacando aneurismas en la totalidad del polígono de Willis. La presentación clínica es variada: eventos isquémicos, HSA, parálisis oculomotoras o neuralgia trigeminal. No obstante, en muchas ocasiones se trata de un hallazgo incidental. Destacamos la importancia de conocer esta variante de la normalidad y realizar un estudio anatómico exhaustivo sobre todo en pacientes con antecedentes neurológicos no filiados, como es nuestro caso.