Objetivos: Uno de los retos a los que se enfrentan las organizaciones sanitarias es su sostenibilidad. El objetivo de la atención sanitaria es ofrecer los mejores resultados en salud, de forma segura, utilizando los recursos de manera responsable, adecuada y equitativa. La variabilidad de la atención clínica no solo aumenta el coste sino que también empeora la calidad de la atención, obteniendo peores resultados en salud. La aplicación de protocolos, guías clínicas y de la evidencia científica son estrategias que pueden ayudar a reducirla. Este trabajo propone estudiar la variabilidad clínica desde una perspectiva diferente.

Material y métodos: Estudio observacional descriptivo de los pacientes ingresados por ictus isquémico agudo durante 2022. Análisis de su ruta asistencial, análisis del coste de proceso y coste por paciente, estudio de su variabilidad y de su relación con la ruta asistencial.

Resultados: En 2022 ingresaron en nuestro servicio 553 pacientes con ictus isquémico, con un coste total de 6.631.925 € y un coste por paciente medio de 11.993 €, con una variabilidad de coste alta (máximo 146.560 € y mínimo 285 €). El análisis de los segmentos de gasto y su comparación con la media muestra diferencias en la ruta de los pacientes y permite llegar a la razón clínica de esa variabilidad en cada paciente, ayudando a detectar áreas de mejora.

Conclusión: El estudio de costes puede utilizarse como herramienta de mejora de la gestión asistencial. Su variabilidad se relaciona directamente con la variabilidad clínica y su análisis nos puede ayudar a entender, predecir y reducir las variaciones de la práctica clínica.