La hipertensión intracraneal idiopática (HII) es una afección que consiste en una elevada presión intracraneal (PIC) de etiología desconocida, más frecuente en mujeres obesas en edad fértil. El manejo durante la gestación supone un reto multidisciplinario, siendo el tratamiento médico controvertido debido al riesgo teratogénico fetal, y la colocación de una derivación ventrículo-peritoneal técnicamente difícil debido al útero gestante. El objetivo del manejo anestésico durante el parto consiste en mantener la estabilidad hemodinámica, la presión de perfusión cerebral y la oxigenación del tejido cerebral, evitando aumentos bruscos de la PIC. La elección de la técnica anestésica es compleja y dependerá de los riesgos y beneficios que nos aporte cada técnica, optando entre la anestesia neuroaxial y la anestesia general.
Presentamos el caso de una gestante con HII de rápida evolución que se abordó de forma multidisciplinaria, cuyo manejo anestésico fue técnicamente dificultoso, evolucionando favorablemente y sin complicaciones posteriores.
Idiopathic intracranial hypertension (IIH) is a condition characterized by elevated intracranial pressure (ICP) of unknown etiology, more prevalent in obese women of childbearing age. The management of IIH during pregnancy represents a multidisciplinary challenge, as medical treatment is contentious due to the fetal teratogenic risk, and the technically challenging placement of a ventriculoperitoneal shunt is hindered by the presence of the pregnant uterus. The goal of anesthetic management during childbirth is to maintain hemodynamic stability, cerebral perfusion pressure, and cerebral tissue oxygenation, while avoiding abrupt fluctuations in intracranial pressure. The choice of anesthetic technique is complex and depends on the assessment of risks and benefits associated with each technique, involving a decision between neuraxial anesthesia and general anesthesia.
We present the case of a pregnant woman with rapidly progressing IIH, approached in a multidisciplinary manner, whose anaesthetic management was technically challenging, resulting in a favourable outcome without subsequent complications.