Las luxaciones o fracturas-luxaciones de la cadera pueden suponer severas complicaciones como la artrosis o la necrosis. El objetivo de este estudio fue identificar las variables y los factores pronósticos asociados con resultados clínicos y radiológicos a largo plazo tras una luxación traumática de cadera.
Material y métodosSe realizó un estudio retrospectivo de todas las luxaciones y fracturas-luxaciones tratadas desde enero de 1999 a diciembre de 2012. Una tomografía axial computerizada fue realizada tras la reducción en todos los casos. Para la evaluación de los resultados clínicos se utilizó el Harris Hip Score y la escala Merlé-d’Aubigné-Postel, mientras que los resultados radiológicos se evaluaron con la clasificación de Thompson-Epstein.
ResultadosSe identificaron 30 casos en 29 pacientes, con un seguimiento medio de 11 años (rango 4-17). Existió una mayor frecuencia de luxaciones simples (21; 70%) respecto a luxaciones complejas (9; 30%). Se realizó una reducción cerrada en menos de 6h en todos los casos excepto en uno (29; 96,7%). Todos los pacientes con luxaciones simples tuvieron excelente resultado sin signos radiológicos de artrosis al final del seguimiento (p<0,01). Del total de la muestra, 4 pacientes desarrollaron signos artrósicos (13,3%) y 3 pacientes presentaron necrosis avascular (10%). Cinco pacientes con fragmentos intraarticulares fueron tratados de forma conservadora, y 3 de ellos desarrollaron artrosis (p<0,05).
ConclusiónNuestro estudio muestra que las luxaciones complejas tienen peores resultados funcionales y radiológicos que las luxaciones simples. Hemos encontrado una fuerte asociación entre cuerpos libres intraarticulares y artrosis, por lo que la extracción de esos fragmentos podría ser considerada.
Traumatic hip dislocations can have devastating complications such as osteoarthritis or osteonecrosis. The aim of this study was to identify the variables and prognostic factors associated with clinical and radiological outcome after a traumatic hip dislocation at long-term follow-up.
Material and methodsA review was performed of all dislocations and fracture-dislocations of the hip from January 1999 to December 2012. A computed tomography scan was performed after reduction in all cases. The Harris Hip Score and modified Merle-d’Aubigné-Postel method were used for clinical evaluation and radiological assessment was performed according to the Thompson and Epstein classification.
ResultsThere were 30 cases in 29 patients with a mean follow-up of 11 years (range, 4-17). The great majority were simple dislocations (21; 70%) vs. complex dislocations (9; 30%). Closed reduction was performed in less than 6h in all except one case (29; 96.7%). All of the patients with simple dislocations had an excellent outcome without radiological signs of osteoarthritis at the end of the follow-up (P<.01). Overall, arthritic signs had developed in 4 patients (13.3%) and avascular necrosis was noted in 3 patients (10%). Five patients with intraarticular fragments were treated non-operatively, and 3 of them developed arthritic changes (P<.05).
ConclusionOur study suggests that complex dislocations are associated with poorer functional and radiological outcomes than simple dislocations. We also found a strong association between intraarticular fragments and osteoarthritis, so surgical fragment removal could be considered in these cases.
La articulación de la cadera tiene una alta estabilidad intrínseca debido a su anatomía ósea y las partes blandas que la conforman, por consiguiente, es necesario un traumatismo de alta energía para producir una luxación de la misma. Por ello, a los pacientes que presentan esta lesión se les debe realizar una exhaustiva evaluación para identificar problemas asociados a nivel craneofacial, tórax, abdomen, columna y miembros inferiores. Una luxación traumática de cadera puede tener complicaciones severas, entre las que se incluyen la osteonecrosis, la artrosis postraumática, las osificaciones heterotópicas, las lesiones del nervio ciático y otras lesiones musculoesqueléticas. Esta lesión supone una urgencia traumatológica, y debe lograrse un diagnóstico temprano y una reducción precoz.
Varios factores pronósticos han sido descritos, incluyendo el intervalo de tiempo entre la lesión y la reducción, la congruencia articular, el tipo de luxación, la estabilidad tras la reducción y las lesiones asociadas1-3. Aunque la reducción precoz es considerada como uno de los factores más importantes, hay una falta de consenso en el tiempo que podría causar complicaciones. Algunos autores han mostrado menos complicaciones con una reducción urgente (menos de 24h)1-4, mientras que otros trabajos no han mostrado que este tiempo tenga efecto5,6.
El objetivo del presente estudio ha sido identificar las variables y los factores pronósticos asociados con resultados clínicos y radiológicos a largo plazo tras luxaciones traumáticas de cadera.
Material y métodosSe ha realizado un estudio retrospectivo de todas las luxaciones y fracturas-luxaciones de cadera tratadas en nuestro centro desde enero de 1999 a diciembre de 2012. Los criterios de inclusión fueron tener una historia clínica y radiológica completa, pacientes con madurez esquelética y un seguimiento mínimo de 4 años. Se excluyeron pacientes con incapacidad intelectual para contestar los cuestionarios funcionales y fracturas patológicas. Se obtuvo consentimiento informado escrito en todos los casos. Se obtuvieron datos demográficos de los pacientes, mecanismo lesional, tipo de luxación y tiempo de reducción, y lesiones y comorbilidades asociadas. Se utilizó el Injury Severity Score (ISS) para evaluar la severidad de lesiones múltiples7, dado que pacientes politraumatizados han asociado peor pronóstico4,5. Nuestro protocolo radiológico incluyó una radiografía anteroposterior de pelvis y proyecciones oblicuas de Judet (alar y obturatriz) en caso de sospecha de fractura acetabular. Se realizó una tomografía axial computarizada (TAC) en todos los casos. Las luxaciones de cadera fueron clasificadas en simples (luxación pura sin fractura asociada) y complejas (con asociación de fractura acetabular o de la cabeza femoral). Dependiendo de la posición anatómica de la cabeza femoral, se dividieron en luxaciones anteriores o posteriores. Las luxaciones posteriores fueron categorizadas con la clasificación de Thompson-Epstein8 y las luxaciones anteriores, con la clasificación de Epstein9. Ambas clasificaciones fueron descritas específicamente para definir la luxación según su dirección posterior o anterior. Para evaluar las fracturas de la cabeza femoral se usó la clasificación de Pipkin10 y con el sistema propuesto por Stewart y Milford se describió la estabilidad tras la reducción11.
En la fecha del último seguimiento se realizó una evaluación clínica consistente en un examen físico y la realización de radiografías anteroposterior y axial de cadera, que fueron analizadas por dos de los autores (X.F. y A.S.). Para evaluar los resultados clínicos se utilizó la escala Harris Hip Score (HHS)12 y el método modificado Merlé-d’Aubigné-Postel13. Los resultados radiológicos se analizaron mediante la clasificación Thompson-Epstein5 (anexo 1), usándose la clasificación de Tönnis para evaluar el grado de artrosis14 y la clasificación de Brooker para las osificaciones heterotópicas periarticulares15. La clasificación de Steinberg fue usada para cuantificar el grado de necrosis avascular de la cabeza femoral16. Se trataron de identificar otras complicaciones, tales como inestabilidad o luxación recurrente, infección, hematoma, lesiones neurovasculares, trombosis venosa profunda y mortalidad.
Un total de 39 pacientes con 40 luxaciones traumáticas de cadera fueron identificados. Se excluyeron 6 pacientes debido a una historia clínica incompleta o seguimiento insuficiente, 2 pacientes que fallecieron por enfermedades no relacionadas y un paciente con una fractura-luxación de cadera asociada a una lesión patológica, por lo que se realizó una análisis final sobre 30 luxaciones en 29 pacientes (anexo 2).
Se realizó un análisis estadístico de la muestra, calculando frecuencias y porcentajes de las variables categóricas y la media y la desviación estándar (o mediana y rangos intercuartiles) para las variables continuas. El test Chi-cuadrado (o test exacto de Fisher) fueron usados para evaluar la relación entre los posibles factores asociados y los resultados clínicos y radiológicos. También fueron utilizados los test no paramétricos de Wilcoxon y Kruskal-Wallis. Todos estos análisis estadísticos fueron realizados usando el programa SAS 9.4 y se consideró un valor de p<0,05 para ser estadísticamente significativo.
ResultadosDe los 29 pacientes, había 20 hombres y 9 mujeres y la media de edad en el momento de la lesión fue de 35 años (rango, 14-77 años). El seguimiento medio fue de 11 años (rango, 4-17 años). El mecanismo lesional más frecuente fue un accidente de tráfico (20; 66,7%), seguido por accidentes deportivos (4; 13,3%), caídas de altura (3; 10%) y traumatismos de baja energía (3; 10%). Excluyendo los pacientes con traumatismos de baja energía, la media del ISS fue de 13,5 puntos (rango, 6-50 puntos). La mayoría de luxaciones fueron posteriores (27; 90%) y solo 3 fueron anteriores (10%). Respecto a las fracturas asociadas, 21 casos (70%) eran luxaciones simples y 9 (30%) luxaciones complejas, es decir, con fracturas asociadas del acetábulo o cabeza femoral. El tipo más frecuente de fractura fue una fractura de pared posterior (5 casos), seguido de fracturas de la cabeza femoral (2 casos), una fractura transversa del techo acetabular y una fractura de pared anterior. La distribución de la muestra según los diversos sistemas de clasificación utilizados se presenta en la tabla 1. En todos, excepto en un paciente, se consiguió realizar una reducción cerrada precoz en menos de 6h (29; 96,7%). Esta excepción se trató de un paciente que requirió reducción abierta por una luxación irreductible, apreciándose en el TAC varios fragmentos acetabulares e interposición de partes blandas. Este paciente se trató tras 16h del traumatismo inicial mediante un abordaje Kocher-Langenbeck, retirándose los fragmentos intraarticulares.
Clasificación de las luxaciones y las fracturas-luxaciones de la cadera
Variable | Clasificación | N.o de pacientes (% del total) |
---|---|---|
Fractura asociada | Simples (sin fractura) | 21 (70,0) |
Complejas (con fractura) | 9 (30,0) | |
Dirección | Posterior (Thompson-Epstein) Tipo I Tipo II Tipo III Tipo IV Tipo V | 27 (90,0) 19 (70,4) 4 (14,8) 1 (3,7) 1 (3,3) 2 (7,4) |
Anterior (Epstein) Tipo I IIa Tipo II IIb IIc | 3 (10,0) – 2 (66,6) – 1 (33,3) | |
Estabilidad tras reducción (Luxaciones posteriores y anteriores) | Stewart-Milford Tipo I Tipo II Tipo III Tipo IV | 18 (60,0) 7 (23,3) 3 (10,0) 2 (6,7) |
Fractura de la cabeza femoral | Pipkin Tipo I Tipo II Tipo III Tipo IV | 2 (6,7) 2 (6,7) – – – |
Todos los pacientes de esta serie fueron tratados mediante tracción tras la reducción, usándose tracción de partes blandas en luxaciones simples con una media de 1,3 semanas (rango, 1-3) y tracción esquelética en pacientes con fracturas asociadas durante 2,4 semanas (rango, 1-6). Tras la reducción se realizó tratamiento quirúrgico en 3 pacientes, 2 de los cuales debido a una fractura de la pared posterior del acetábulo (tipoII Thompson-Epstein), y uno con una fractura transversa del acetábulo (tipoIV Thompson-Epstein). Todos estos casos fueron intervenidos con una osteosíntesis mediante una placa de reconstrucción con tornillos a través de un abordaje de Kocher-Langenbeck. Durante el período postoperatorio se estableció un período de descarga de entre 4 y 12 semanas (media, 7 semanas).
El TAC realizado tras la reducción mostró fragmentos intraarticulares en 6 casos (20%). Uno de ellos fue el paciente que requirió tratamiento quirúrgico para la reducción y la resección de los fragmentos intraarticulares, mientras que los otros 5 se trataron de forma conservadora. En 4 pacientes se decidió no intervenir quirúrgicamente debido a que los fragmentos intraarticulares estaban inferiores a la fóvea, y el otro paciente no fue intervenido debido a comorbilidad médica asociada (fig. 1). Todos estos casos presentaron una luxación posterior (4 casos fueron clasificados inicialmente como luxaciones complejas y 2 como luxaciones simples).
A) Paciente N.o 22. Fractura-luxación posterior de la cadera derecha asociada a fractura de la cabeza femoral (Thompson-Epstein tipoV). B) TAC tras la reducción cerrada mostrando fragmentos intraarticulares en la zona posteromedial e inferior de la cadera. La mayoría de los fragmentos eran inferiores a la fóvea. El fragmento central no fue retirado debido a comorbilidades médicas asociadas del paciente. C) Radiografía simple mostrando signos artrósicos de la cadera, 12 años tras la lesión inicial.
Los resultados funcionales y radiológicos fueron clasificados con las escalas HHS, Merlé-d’Aubigné-Postel y Thompson-Epstein (tabla 2). Según el HHS, los resultados fueron excelentes en 25 casos (83,3%), moderados en un caso (3,3%) y malos en 4 (13,3%). Todos los pacientes con luxaciones simples tuvieron un excelente resultado, con una media de 93,7 (rango, 93-100), mientras que los pacientes con luxaciones complejas tuvieron un valor medio del HHS de 79 (rango, 33-100). Con la escala Merlé-d’Aubigné-Postel, los pacientes con luxaciones simples tuvieron un valor medio de 17,4 (rango, 17-18) y aquellos con luxaciones complejas una media de 15,2 (rango, 10-18). El análisis radiológico con la clasificación Thompson-Epstein mostró resultados excelentes (18; 85,7%) o buenos (3; 14,3%) en los pacientes sin fracturas asociadas. Por otro lado, en las luxaciones complejas los resultados fueron excelentes o buenos en 4 casos, moderados en 3 y malos en los 2 casos restantes.
Relación entre los resultados funcionales/radiológicos y el tipo de luxación
Clasificación | N.o de casos | Luxación simple | Luxación compleja |
---|---|---|---|
30 | 21 | 9 | |
Harris Hip Score Excelente (90-100) Bueno (80-89) Moderado (70-79) Pobre (<70) | 26 (86,67) 0 (0) 1 (3,33) 3 (10) | 21 (100) 0 (0) 0 (0) 0 (0) | 5 (55,56) 0 (0) 1 (11,11) 3 (33,33) |
Merlé-d’Aubigné-Postel Score Excelente (18) Bueno (15-17) Moderado (13,14) Pobre (<13) | 11 (36,67) 16 (53,33) 2 (6,67) 1 (3,33) | 9 (42,9) 12 (57,1) 0 (0) 0 (0) | 2 (22,22) 4 (44,44) 2 (22,22) 1 (11,11) |
Thompson-Epstein Score Excelente Bueno Moderado Pobre | 21 (67,7) 5 (16,1) 3 (9,7) 2 (6,5) | 18 (85,7) 3 (14,3) 0 (0) 0 (0) | 2 (22,22) 2 (22,22) 3 (33,33) 2 (22,22) |
Valores mostrados como frecuencia y porcentaje entre paréntesis.
Nuestro estudio ha identificado diversas complicaciones (tabla 3). Al final del seguimiento se observó la presencia de signos artrósicos en 4 pacientes (13,3%). Todos ellos habían sufrido luxaciones complejas (3 posteriores y una anterior), y usando la clasificación de Tönnis, 2 fueron clasificados como grado3 y otros 2 como grado1. De los 5 pacientes con fragmentos intraarticulares que se trataron de forma conservadora, 3 desarrollaron artrosis (2 casos grado3 de Tönnis y un caso grado1). Se identificó necrosis avascular en 3 pacientes (10%), y en todos los casos se consiguió reducción cerrada precoz en menos de 6h. De estos pacientes, uno fue tratado de forma satisfactoria mediante forage de la cabeza femoral, otro requirió prótesis total de cadera y el último se trató de forma conservadora. Dos pacientes presentaron lesión del nervio ciático antes de la reducción (6,7%), y ambos tenían luxaciones complejas (Thompson-Epstein tipoII). Solo uno de estos pacientes consiguió recuperación completa, 6 meses tras la lesión inicial.
Complicaciones y su tratamiento
Complicaciones | N.o de pacientes | Tiempo tras la lesión (meses) | Tratamiento |
---|---|---|---|
Artrosis Tönnis 1 Tönnis 2 Tönnis 3 Tönnis 4 | 4 (13,3%) 2 0 2 0 | Conservador Conservador | |
Osteonecrosis Steinberg 1 Steinberg 2 Steinberg 3 Steinberg 4 Steinberg 5 Steinberg 6 | 3 (10%) 1 0 0 0 1 1 | 12 meses 70 meses 11 meses | Forage y bifosfonatos Prótesis total de cadera Conservador |
Osificación heterotópica Brooker 1 | 4 (13,3%) 4 | Conservador | |
Lesión nervio ciático | 2 (6,7%) | Conservador (recuperación completa en un paciente) |
El análisis estadístico no detectó asociación estadísticamente significativa entre peores resultados clínico-radiológicos o complicaciones y los valores ISS, mecanismo lesional, tiempo de reducción y edad del paciente. La presencia de fragmentos intraarticulares se asoció de forma significativa con la aparición de artrosis, ya que 3 de los 5 pacientes tratados conservadoramente desarrollaron signos degenerativos (p<0,05). De la misma forma, se encontró asociación estadística entre la presencia de fracturas asociadas y artrosis, ya que este hallazgo estuvo presente en el 44% (4 de 9) de los pacientes con luxaciones complejas. Ninguno de los pacientes con luxaciones simples desarrolló artrosis al final del seguimiento. Este patrón también se confirmó con la clasificación de Thompson-Epstein, con buenos o excelentes resultados en todas las luxaciones simples (p<0,01). Hay una fuerte correlación entre estos hallazgos y los resultados clínicos. Se reflejó un resultado bueno o excelente (HHS>80 o Merlé-d’Aubigné-Postel >14) en todos los pacientes con luxaciones simples y moderado o pobre en el 44% de los pacientes con luxaciones complejas.
DiscusiónLas luxaciones traumáticas de cadera son una urgencia traumatológica y el diagnóstico es relativamente sencillo mediante examen físico y radiología simple. Sin embargo, esta patología se asocia con frecuencia a pacientes politraumatizados y, en este escenario, un diagnóstico precoz y un tratamiento temprano pueden ser complejos. Algunos autores han mostrado peor pronóstico en pacientes con lesiones severas asociadas1,5. Pape et al. mostraron un valor medio del ISS de 31 puntos (rango, 19-66), pero incluso en este tipo de pacientes se recomienda una actitud diligente en el tratamiento a corto y medio plazo17. Estos autores solo recogieron datos a largo plazo (8 años de media) en 13 pacientes. Aunque 10 pacientes tuvieron resultados clínicos excelentes o buenos, 5 presentaron signos artrósicos y 7 tuvieron necrosis de la cabeza femoral. Comparando con este estudio, nuestra serie muestra un valor medio del ISS de 13 puntos (rango, 6-50). Hemos hipotetizado que estos valores más bajos podrían explicar nuestros mejores resultados, pero no hemos podido encontrar una asociación significativa entre el ISS y los resultados clínicos o radiológicos.
Diversas complicaciones han sido publicadas tras luxación o fractura-luxación de cadera. La necrosis de la cabeza femoral ocurre en entre el 5 y el 40% de los casos, y se ha sugerido que este riesgo aumenta con el tiempo entre la lesión y la reducción. Clásicamente, se ha propugnado que debe hacerse una reducción temprana y algunos autores han identificado que un retraso de más de 6 o 12h es un importante factor pronóstico11,18,19. Sahin et al. mostraron mejores resultados en pacientes cuya reducción se realizaba en las primeras 12h tras la lesión inicial respecto a los casos con una reducción más tardía2. Sin embargo, no encontraron diferencias respecto a la osteonecrosis. Otros estudios han mostrado que el tiempo de la reducción no es un factor pronóstico significativo. Letournel y Judet no encontraron diferencias en la tasa de osteonecrosis en pacientes cuya reducción se realizó en las primeras 6h, de 7 a 24h, o de 2 a 3 días6. En un estudio más reciente, Bhandari et al. no identificaron que el tiempo de reducción se asociase a peores resultados funcionales o radiológicos20. Estos autores han sugerido que el mecanismo lesional podría causar un daño irreversible a la vascularización de la cabeza femoral, a pesar de que se consiga una reducción temprana. En nuestro estudio, no hemos podido encontrar que el tiempo para la reducción sea un factor pronóstico ya que en casi todos los pacientes se realizó una reducción temprana. Aquellos que desarrollaron osteonecrosis de la cabeza femoral (3 casos) fueron tratados con una reducción cerrada en menos de 6h.
La artrosis postraumática es la complicación a largo plazo más frecuente y se asocia con fracturas acetabulares o de la cabeza femoral21. En nuestro estudio, 4 pacientes (13,3%) desarrollaron artrosis de cadera, y todos ellos tenían luxaciones complejas, mientras que ninguno de los pacientes con luxaciones simples ha mostrado signos artrósicos en el último seguimiento realizado. Otro factor que podría ponerse en valor es la reducción tardía, la cual se ha asociado con cambios degenerativos en algunos estudios2,22. Hemos encontrado una fuerte correlación entre signos radiológicos y resultados clínicos, ya que todos los pacientes que tuvieron luxaciones simples presentaron resultados buenos o excelentes con las escalas HHS y Merlé-d’Aubigné-Postel. Por otro lado, otros autores han encontrado signos artrósicos tras luxaciones simples, con cifras que oscilan entre el 4,5 y el 25%1,2,5,11. Respecto a las luxaciones complejas, un estudio reciente ha mostrado que la calidad de la reducción de la fractura asociada es el factor predictor más importante para la aparición de artrosis. Dicho trabajo concluyó que los pacientes sin reducción anatómica desarrollaron artrosis, mientras que esta complicación se encontró solo en el 25,5% de aquellos con una reducción apropiada. Además, este último grupo de pacientes tenían una mejor funcionalidad de la cadera durante más años20. Diversos autores han observado la relación entre fragmentos libres y peores resultados, indicando que la retirada de estos fragmentos debe ser realizada en algunos casos22,23. Los fragmentos foveales o inferiores a la fóvea suponen un tema de controversia y podrían no ser extraídos24. Sí hay consenso en extraer los fragmentos que están incarcerados entre las superficies articulares para minimizar el daño condral y la progresión a artrosis. En nuestro estudio, 4 pacientes con cuerpos libres intraarticulares inferiores a la fóvea fueron tratados de forma conservadora, ya que estos pacientes no presentaban bloqueo articular. Sin embargo, 2 de ellos (50%) desarrollaron artrosis. La extracción de estos cuerpos libres podría haber disminuido la posibilidad de artrosis posterior, pero pueden estar implicados otros factores. El otro paciente con cuerpos libres intraarticulares que no fue intervenido, en este caso por comorbilidades médicas, acabó desarrollando signos degenerativos.
Las osificaciones heterotópicas son una complicación relativamente común tras una luxación y su frecuencia oscila entre el 7,5 y el 64%17,23. Varios factores de riesgo se han asociado con esta complicación, como fracturas asociadas, daño muscular severo, intervención quirúrgica, ISS con valores altos y lesión neurológica cerebral o espinal concomitante17,25. Hemos encontrado esta complicación en 4 pacientes (12,9%), todos ellos tipoI de Brooker, sin ninguna repercusión funcional. Las lesiones del nervio ciático ocurren en un 10-15% de los casos11. El mecanismo suele ser la compresión o estiramiento del nervio por la luxación posterior y se ha asociado con el tiempo de reducción26. La recuperación funcional depende del tipo de lesión, pero algunos autores han publicado que podría producirse en un 70% de los casos27. En el presente trabajo, la lesión del nervio ciático se identificó en 3 pacientes (9,6%), todos con fracturas acetabulares asociadas, y el pronóstico fue pobre, ya que solo un paciente obtuvo una adecuada recuperación.
Las limitaciones de este estudio son la muestra de un tamaño relativamente pequeño y la variabilidad en el seguimiento. Sin embargo, nuestros resultados demuestran una fuerte asociación entre fragmentos intraarticulares y la aparición de artrosis, por tanto, la extracción de estos cuerpos libres (abierta o artroscópica) podría ser considerada. Aunque algunos autores han considerado que los fragmentos pequeños infrafoveales y que permiten la congruencia articular pueden no ser retirados, nuestro estudio muestra el desarrollo de artrosis en el 60% de los pacientes con estos fragmentos. Hemos identificado que las luxaciones complejas se han asociado con peores resultados funcionales y radiológicos y, aunque en nuestro estudio las luxaciones simples tienen buenos resultados, es preciso realizar más trabajos a largo plazo para conocer el pronóstico final de estos pacientes.
Nivel de evidenciaNivel de evidencia iv.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Excelente | 1. Relación normal entre la cabeza femoral y el acetábulo 2. Espacio articular normal 3. Densidad normal de la cabeza femoral 4. Ausencia de osteófitos 5. Ausencia de osificaciones heterotópicas capsulares |
Bueno | 1. Relación normal entre la cabeza femoral y el acetábulo 2. Mínimo estrechamiento espacio articular 3. Mínima pérdida de densidad ósea 4. Mínima presencia de osteófitos 5. Mínima presencia de osificaciones heterotópicas capsulares |
Moderado | 1. Relación normal entre la cabeza femoral y el acetábulo. − Uno o más de los siguientes: 2. Moderado estrechamiento espacio articular 3. Moteado de la cabeza, áreas de esclerosis y áreas de disminución de densidad 4. Moderada presencia de osteófitos 5. Moderada-severa presencia de osificaciones heterotópicas capsulares 6. Depresión subcondral de la cabeza femoral |
Malo | 1. Obliteración casi complete de la interlínea articular 2. Aumento relativo en densidad de la cabeza femoral 3. Formación de quistes subcondrales 4. Formación de secuestros 5. Deformidad grosera de la cabeza femoral 6. Formación severa de osteófitos 7. Esclerosis en el acetábulo |
Paciente | Edad | Thompson-Epstein | Epstein | Stewart-Milford | ISS | Tratamiento | Seguimiento (años) | Harris Hip Score | Merlé-d’Aubigné-Postel | Complicaciones |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
1 | 30 | 2A | 1 | 18 | RC | 7 | 93 | 17 | ||
30 | 1 | 1 | 18 | RC | 7 | 93 | 17 | |||
2 | 25 | 4 | 2 | 6 | RC | 15 | 100 | 18 | ||
3 | 77 | 1 | 1 | 6 | RC | 4 | 100 | 18 | OH | |
4 | 29 | 2A | 1 | 13 | RC | 13 | 100 | 18 | ||
5 | 62 | 1 | 1 | 10 | RC | 5 | 93 | 17 | Osteonecrosis | |
6 | 20 | 1 | 1 | 13 | RC | 16 | 96 | 17 | ||
7 | 23 | 1 | 1 | 9 | RC | 16 | 96 | 17 | ||
8 | 17 | 1 | 1 | 9 | RC | 10 | 91 | 17 | ||
9 | 36 | 2 | 3 | 10 | RC | 4 | 97 | 17 | Lesión nervio ciático | |
10 | 40 | 3 | 2 | 8 | RC | 14 | 66 | 14 | Artrosis | |
11 | 42 | 1 | 1 | 50 | RA | 15 | 97 | 18 | OH | |
12 | 15 | 1 | 1 | 9 | RC | 11 | 100 | 18 | ||
13 | 70 | 1 | 1 | 9 | RC | 4 | 100 | 18 | ||
14 | 16 | 1 | 1 | 18 | RC | 13 | 100 | 18 | ||
15 | 31 | 2 | 3 | 13 | RC | 14 | 96 | 17 | ||
16 | 41 | 1 | 1 | 27 | RC | 5 | 96 | 17 | ||
17 | 23 | 1 | 1 | 9 | RC+RAFI | 17 | 100 | 18 | ||
18 | 59 | 2 | 3 | 34 | RC | 12 | 33 | 10 | Osteonecrosis Lesión nervio ciático | |
19 | 53 | 2C | 2 | 13 | RC | 9 | 100 | 18 | Artrosis, OH | |
20 | 14 | 1 | 1 | 10 | RC+RAFI | 14 | 97 | 18 | ||
21 | 24 | 1 | 1 | 14 | RC | 6 | 96 | 17 | ||
22 | 33 | 5 | 4 | 17 | RC | 14 | 50 | 13 | Artrosis | |
23 | 49 | 1 | 1 | 6 | RC | 17 | 96 | 17 | OH | |
24 | 18 | 1 | 1 | 8 | RC | 10 | 95 | 17 | ||
25 | 27 | 1 | 1 | 6 | RC+RAFI | 13 | 97 | 17 | ||
26 | 52 | 1 | 1 | 10 | RC | 17 | 100 | 18 | ||
27 | 16 | 1 | 1 | 8 | RC | 6 | 96 | 17 | ||
28 | 22 | 2 | 2 | 6 | RC | 17 | 92 | 15 | Osteonecrosis (PTC) | |
29 | 62 | 5 | 4 | 13 | RC | 5 | 77 | 15 | Artrosis |
ISS: Injury Severity Score; OH: osificación heterotópica; PTC: prótesis total de cadera; RA: reducción abierta; RAFI: reducción abierta y fijación interna; RC: reducción cerrada.