INTRODUCCION
Las enfermedades alérgicas tienen una base inmunológica común. La mayoría de pacientes con asma bronquial y/o rinitis tienen atopia cutánea y sensibilización a aeroalergenos. Todos estos síntomas son manifestaciones de la misma patología en distintos órganos diana, coexistiendo con frecuencia distintas afecciones. La hiperreactividad bronquial es una característica fisiopatológica del asma, pero no exclusiva de esta enfermedad. Las pruebas de hiperreactividad bronquial pueden ser positivas en enfermedades como: bronquiectasias, fibrosis quística y rinitis alérgica, entre otras1,2. El desarrollo del documento "Allergic Rhinitis and its Impact on Asthma workshop report" (ARIA)3 se incide en el hecho de que la mucosa respiratoria es toda ella una unidad. La presencia de una predisposición genética junto a la exposición a determinados estímulos ambientales dará lugar a mecanismos inflamatorios que serán la causa de la hiperreactividad bronquial. El objetivo de nuestro estudio es determinar si los pacientes diagnosticados de rinitis alérgica, en nuestra consulta, sin clínica de asma presentan hiperreactividad bronquial (HRB), así como observar que alergenos son los causantes de esta clínica en nuestros pacientes.
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio retrospectivo y observacional. La población en estudio son los pacientes diagnosticados de rinitis alérgica sin síntomas de asma, en la Unidad de Alergología entre agosto del 2000 y diciembre del 2001. La recogida de datos se ha realizado mediante la revisión de historia clínica. Se recogieron los siguientes datos: edad, sexo, historia familiar de patología alérgica, clínica de rinitis, estudio de sensibilización mediante IgE total sérica, IgE específica a aeroalergenos, pruebas cutáneas a aeroalergenos, pruebas de provocación nasal (a pólenes y ácaros) y pruebas de HRB.
Definimos como rinitis alérgica la presencia de clínica de rinitis: prurito nasal, rinorrea, obstrucción nasal con etiología alérgica demostrada mediante pruebas cutáneas y/o IgE específica y/o pruebas de provocación nasal. Se realiza prueba de función respiratoria, sistemáticamente, en todos los pacientes con clínica de patología respiratoria. En los mayores de 5 años se realizó espirometría basal y prueba de hiperreactividad bronquial mediante prueba de esfuerzo con carrera libre siguiendo las normas de la American Thoracic Society (ATS)4, así sería preciso obtener una frecuencia cardiaca 80-90 % del valor máximo esperado (220-edad en años) y una frecuencia respiratoria 40-60 % del valor máximo esperado (FEV1 x 35). Se consideró positivo un descenso del FEV1 en más de un 15 % con el esfuerzo respecto a la basal. Se usó un espirómetro Datospir 120C. En los pacientes de 5 años o menores se realizó medida de resistencias intrabronquiales por técnica de interrupción basal, seguida de prueba de esfuerzo y broncodilatación. Se consideró positivo un descenso o ascenso, respectivamente, superior al 35 % de la basal.
RESULTADOS
Se revisaron las historias clínicas de 68 pacientes, afectos de rinitis alérgica sin síntomas de asma, diagnosticados entre agosto del 2000 y diciembre del 2001. La distribución por sexos fue homogénea (49 % de varones y 51 % de mujeres). La muestra incluía pacientes entre 4-18 años (4 pacientes de 5 años y 1 de 4 años). Se cursó IgE total en todos los pacientes estudiados, así como estudio de sensibilización a aeroalergenos: 9/68 pacientes tenían realizada IgE específica sérica, 18/68 tenían prueba de provocación nasal y 65/68 tenían pruebas cutáneas. Se realizaron espirometrías basales seguidas de prueba de esfuerzo durante el estudio inicial de su rinitis en 52 pacientes mayores de 5 años y medición de resistencias intrabronquiales por técnica de interrupción seguido de prueba de esfuerzo en 2 pacientes de 5 años. Se observó HRB en el 24 % (13/54) de los pacientes diagnosticados de rinitis alérgica (fig. 1). La mayoría de nuestros pacientes (68 %) están sensibilizados a los ácaros del polvo (Dermatophagoydes Pteronysinus y Dermatophagoydes Farinae). En todos los pacientes del grupo que presentaban HRB se demostró sensibilización a ácaros y 4 de ellos estaban polisensibilizados, mostrando sensibilización a ácaros (13), a gramíneas (2), fraxinus (1) y a gato (2) (fig. 2). La determinación de IgE total del grupo de pacientes con rinitis alérgica e HRB fue de 348 UI/ml, no hallándose diferencias significativas respecto al grupo de pacientes con rinitis alérgica sin HRB (IgE total 335 UI/ml). Los niños que presentaban antecedentes familiares de enfermedad alérgica presentaron más incidencia de HRB (9/13 [69 %] respecto a 7/41 [17 %]) (fig. 3).
Figura 1.--Resultado de la prueba de esfuerzo en los pacientes diagnosticados de riniis alérgica sin clínica de asma. Prueba de esfuerzo (n = 54).
Figura 2.--Sensibilización alérgica de los pacientes con hiperrespuesta bronquial. Sensibilización (IgE específica, prueba cutánea y/o provocación nasal).
Figura 3.--Incidencia de hiperrespuesta bronquial, relación con el antecedene familiar de atopia.
DISCUSION
La hiperreactividad bronquial no es exclusiva de la patología alérgica manifestada en la vías aéreas, sino que puede observarse en distintas enfermedades de la vía respiratoria e incluso en la población sana, entre 5,9-8 % según distintos autores5,6. Los familiares sanos de pacientes afectos de rinitis alérgica presentan también un aumento de HRB en relación a la población general sugiriendo la influencia de factores genéticos en la rinitis alérgica con HRB7.
En la literatura hay evidencias a cerca del hecho que la hiperreactividad bronquial en pacientes con rinitis alérgica puede estar inducida por la reacción inflamatoria persistente o de repetición, del mismo modo que la inflamación persistente produce la HRB en el asma8.
Aunque la muestra no es muy elevada hemos constatado que presentan HRB un 24 % de pacientes con clínica de rinitis alérgica sin síntomas de asma.
En nuestro trabajo todos los pacientes que presentaron HRB estaban sensibilizados a ácaros confiriendo una inflamación persistente de la vía aérea. Los pacientes con rinitis alérgica perenne tienen mayor riesgo de padecer HRB que los que presentan rinitis estacional9,10. Existen numerosos estudios en relación a las regiones cromosómicas implicadas en el desarrollo el asma y rinitis alérgica11. En nuestros pacientes hemos observado que los niños que presentan rinitis alérgica e HRB tienen mayor frecuencia de antecedentes alérgicos en familiares de primer grado (asma, rinitis, atopia cutánea).
La rinitis alérgica y el asma son patologías muy prevalentes que con frecuencia se hallan asociadas sugiriendo el concepto de una única vía aérea una única enfermedad (Allergic Rhintis and its Impact in Asthma worshop report-ARIA)3. La clínica de rinitis está presente en la mayoría de pacientes con asma (alérgico ó no) y algunos autores considera si constituye un factor de riesgo de desarrollar asma10. En el recientemente publicado documento ARIA incluye entre sus recomendaciones investigar la presencia de asma en pacientes con rinitis alérgica persistente, así como evaluar la presencia de rinitis en los pacientes diagnosticados de asma. Esta estrategia combinada tiene cómo objetivo tratar de modo efectivo la patología de vías altas y bajas que coexiste en estos pacientes. Serán precisos estudios prospectivos para evaluar si los pacientes con HRB sin clínica de asma acaban desarrollando asma o no.