El presente número, igual que el anterior, refleja el interés de la comunidad antropológica actual hacia el tema de la percepción de la realidad y de la validez de las propuestas emitidas en torno a ella en distintas culturas: cinco de los seis artículos de investigación (y la primera de las notas) lo abordan teórica y metodológicamente desde la historia, la antropología social, la arqueología y la antropología física, con casos que incluyen culturas modernas y pasadas de México y Sudamérica.
Martínez, desde su formación como historiador, presenta un estudio basado en una lectura crítica de modelos antropológicos y en fuentes históricas y etnográficas para mostrar cómo dentro de un mismo momento puede haber un significativo rango de variabilidad entre lo que realmente creen (o creen real) los miembros de una misma sociedad, y una conciencia clara hasta uso intencional, en las metáforas rituales, de estas distancias perceptuales. Este trabajo se enmarca en la controversia antropológica sobre la manera debida en acercarse a la visión del otro.
Vigliani aborda un tema parecido, en el sentido de que trata de abordar, como arqueóloga, el sentido de la realidad representada en el arte rupestre de la tradición Costa Central de Sonora, a partir de nociones de agencia y persona “dividual” (no individual) de culturas no-occidentales, y más particularmente de los grupos indígenas Seri que ocupan la región en la actualidad.
Con base en su investigación doctoral en antropología física, Escorcia presenta una posible solución a la discrepancia entre la edad osteológica y la edad epigráfica de 9 gobernantes o familiares reales del periodo Clásico Maya, entre ellos el famoso Pakal de Palenque, a partir de nociones del tiempo cíclico y de las etapas ideales del ciclo de vida. Aparte de tener un interés metodológico al comparar críticamente los alcances y limitaciones de las distintas técnicas forenses para establecer la edad de individuos a partir de restos óseos, el artículo se acerca a la noción cultural de edad y de tiempo.
Dentro del mismo tema general de la percepción de la persona se sitúa el trabajo de Cruz en torno a “la camarada”, un ente vivo en la concepción de los grupos indígenas del noreste de Brasil que está en el cuerpo de la mujer y controla su ciclo reproductivo. Basado en entrevistas con 39 parteras cubriendo 5 generaciones, evalúa la repuesta ante los tres programas nacionales de salud pública que tuvieron vigencia entre 1943 y 2008, observando un cambio de la concepción del cuerpo colectivo al de un cuerpo individual.
Todavía en la misma venia, Serrano et al. analizan desde la arqueología y la antropología física un reporte sobre una epidemia en un área de México, confrontando el problema de identificar una enfermedad y su propagación desde informes basados en criterios vigentes en zonas indígenas de la Nueva España del siglo XVIII.
El último trabajo se aleja más del eje temático del presente volumen: Correa presenta la identificación de moluscos y crustáceos hallados en el sector de almacenamiento de uno de los palacios Chimú del sitio de Chan Chan en Perú, que permite plantear una prioridad de acopio de especies para uso industrial, para la construcción (producción de adobes, morteros y cal) y para la cerámica (como desgrasante), así como para fines ornamentales y rituales, reflejando una estrategia política de estatus antes que de subsistencia de los que ocuparon el recinto.
Complementan el volumen otra nota, traducción y resumen de un trabajo reciente sobre el uso de los hongos alucinógenos en distintas culturas, así como cuatro reseñas de libros recientes de antropología social analizando los retos frente a la globalización.
Los editores
La revisión por pares es responsabilidad de la Universidad Nacional Autónoma de México.