Mujer de 34 años, con antecedentes de colitis ulcerosa y un embarazo con parto eutócico, que acude por sospecha de sÃndrome de congestión pélvica. ClÃnicamente presentaba dispareunia, dismenorrea y dolor hipogástrico crónico. En la exploración fÃsica presentaba venas de aspecto varicoso a nivel vulvar y, además, una malformación vascular en la cara interna de la raÃz del miembro inferior derecho.
Se realizó una angio-TC en la que se comprobó la falta de aporte arterial a dicha malformación, la cual se describÃa como formaciones venosas superficiales, serpinginosas y gruesas que drenaban en la vena ilÃaca derecha. Asà mismo, se constató la presencia de venas de gran calibre en útero y anejos (fig. 1).
En la flebografÃa preoperatoria desde venas femorales se comprobó la permeabilidad del sistema venoso profundo y la retención de contraste en las venas ováricas, sospechando una insuficiencia venosa pélvica.
Tras valorar la clÃnica y las pruebas de imagen, se diagnosticó de sÃndrome de congestión pélvica y de malformación venosa en extremidad inferior derecha. Se optó por la embolización venosa, para contrarrestar la insuficiencia venosa pélvica y la esclerosis de dicha malformación.
Mediante acceso percutáneo en la vena yugular interna derecha se canalizaron las venas ováricas, ilÃacas e hipogástricas. En las flebografÃas selectivas intraoperatorias se comprobó la competencia de las venas ováricas de forma bilateral, con diámetros normales, sin embargo, las venas hipogástricas resultaron ser insuficientes, con reflujo de contraste y lavado tardÃo del mismo. Se procedió a la embolización con coils de las venas insuficientes, precisándose la liberación de 4 coils en la vena hipogástrica derecha y 3 en la izquierda. En las flebografÃas de control se comprobó la correcta colocación de los coils con obliteración de las venas incompetentes, no rellenándose de contraste con la maniobra de Valsalva. Tras finalizar el procedimiento endovascular se procedió a la esclerosis de la malformación venosa con etoxisclerol 2% en espuma (fig. 2). La paciente fue dada de alta al dÃa siguiente completamente asintomática.
A los 3 meses refiere gran disminución de los sÃntomas, con desaparición de la dispareunia y de la sensación de peso pélvico; la malformación se encuentra trombosada y en el eco-Doppler se comprueba la permeabilidad del sistema venoso profundo asà como la presencia de numerosos vasos trombosados en la cara interna de la raÃz del miembro inferior derecho.
El dolor pélvico crónico se ha definido como la presencia de dolor pélvico y abdominal con una duración de al menos 6 meses no exclusivamente relacionado con las relaciones sexuales o el ciclo menstrual. Esta enfermedad supone hasta el 10% de las consultas ginecológicas y hasta un tercio de las laparoscopias diagnósticas. Una de las posibles causas es el sÃndrome de congestión pélvica debido a la incompetencia de las venas ováricas y/o hipogástricas. Debe sospecharse en mujeres con dolor pélvico crónico tras excluir otras causas del mismo, como endometriosis, adherencias pélvicas, dolor menstrual atÃpico, enfermedad urológica o gastrointestinal1,2.
Para hacer el diagnóstico de sÃndrome de congestión pélvica es preciso constatar la incompetencia venosa con distintas técnicas como ecografÃa Doppler transvaginal, angio-TC o angio-RM, donde se evidencia la presencia de venas dilatadas y tortuosas a nivel de ovario y anejos y, sobre todo, la flebografÃa. El hallazgo flebográfico fundamental es el reflujo de contraste hacia las venas ováricas y/o pélvicas. También se ha descrito el hallazgo de una vena ovárica mayor de 5mm de diámetro, el lavado tardÃo de contraste, la opacificación de las venas que cruzan la lÃnea media y de las comunicantes con varices en la región obturadora3,4.
La insuficiencia venosa crónica pélvica depende de factores mecánicos (multiparidad, compresión extrÃnseca como en el sÃndrome del cascanueces o defectos anatómicos venosos) y hormonales4–6. En ocasiones provoca el sÃndrome de congestión pélvica, más frecuentemente en premenopáusicas y multÃparas. El sÃntoma más importante es el dolor pélvico. Otros sÃntomas son la dispareunia, dismenorrea, peso pélvico, irritabilidad vesical, dolor a la palpación de los puntos ováricos y venas varicosas en la zona vulvar y en la raÃz de los miembros inferiores7.
Hasta la década de los años 1980, en los casos resistentes al tratamiento sintomático, se propugnaba la histerectomÃa y doble anexectomÃa. Posteriormente se utilizaron progestágenos y análogos de la GnRH asà como resección laparoscópica de las venas ováricas. Desde los años 1990, el tratamiento endovascular percutáneo se ha convertido en el tratamiento de elección4.
El procedimiento puede realizarse bajo anestesia local o regional. Los accesos más utilizados son la vÃa transyugular y transfemoral, siendo menos frecuente la transbraquial. Se utilizan introductores de 6-7 Fr, guÃas hidrofÃlicas teflonadas y catéteres tipo multipropósito. Tras canalizar las venas ováricas e hipogástricas se realiza flebografÃa selectiva para constatar la presencia de reflujo. Para la embolización pueden utilizarse materiales sólidos como coils o lÃquidos como tetradecil sulfato. Tras la embolización se realiza un control flebográfico para constatar el éxito técnico8.
Las distintas series reportan alto éxito técnico, con corta estancia hospitalaria y mejorÃa clÃnica en un elevado número de pacientes. Se describen complicaciones como perforación venosa, tromboflebitis, hematomas o migración de material, todas con baja incidencia. Por todo ello esta técnica es actualmente el tratamiento de elección.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes y que todos los pacientes incluidos en el estudio han recibido información suficiente y han dado su consentimiento informado por escrito para participar en dicho estudio.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artÃculo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.