El poloxámero 407 (LeGoo-XL®, Pluromed Inc) es un gel soluble en agua que solidifica a temperatura corporal y puede emplearse como oclusor temporal intravascular. Su ventaja radica en no precisar retirarlo tras completar la anastomosis, puesto que se disuelve mediante la aplicación de hielo o suero frío directamente sobre el vaso. Una vez disuelto, no puede regresar al estado de gel por ser imposible conseguir de nuevo la concentración necesaria. El material diluido pasa a la microcirculación y se excreta por orina1. Este nuevo instrumento permite la oclusión vascular sin requerir presión radial, evitando lesión intimal, y sin depender del grado de aterosclerosis o calcificación de la pared arterial. No presenta indicación en vasos venosos al no mostrar patología parietal, salvo casos excepcionales.
Presentamos el caso de un varón de 73 años con insuficiencia renal crónica. Presentaba trombosis de dos accesos vasculares autógenos para hemodiálisis previos: fístula radiocefálica y transposición humerobasílica. El estudio preoperatorio mediante ultrasonografía dúplex mostraba trombosis de vena cefálica y basílica, además de áreas de importante calcificación arterial a nivel de las arterias axilar y humeral. Se decidió la realización de un acceso vascular protésico axiloaxilar.
Bajo anestesia regional, se expusieron la arteria y vena axilar. Se colocaron bandas de silicona para conseguir el control proximal y distal de sendos vasos. Una prótesis de 6mm de PTFE (Venaflo®, Bard) fue tunelizada subcutáneamente en forma de lazo. Tras heparinización intravenosa con 5.000 U.I. de heparina sódica, se realizó una arteriotomía mínima sin clampaje, que permitió la inyección del poloxámero 407 de manera retrógrada y anterógrada, obteniendo la oclusión del flujo sanguíneo (fig. 1), ampliándola de forma longitudinal posteriormente. Se realizó una anastomosis lateroterminal mediante sutura continua monofilamento no reabsorbible de 6-0 (fig. 2). Tras su terminación, se aplicó hielo externamente a la arteria, causando la disolución del poloxámero 407 y la reestabilización del flujo sanguíneo. Posteriormente, se realizó la anastomosis venosa mediante monofilamento no reabsorbible de 6-0 en configuración terminolateral, mediante clampaje con bandas de silicona. No se produjeron sangrados anormales, coagulopatía, evidencia de fallo orgánico o deterioro de la función renal.
Las técnicas de oclusión vascular se pueden dividir en dos grupos: dispositivos de clamplaje externo y métodos de oclusión intravascular. Incluso los denominados clamps atraumáticos provocan un considerable daño endotelial, proporcional a la fuerza de oclusión2,3. Las bandas de silicona o el torniquete de Rumel constituyen métodos no seguros de control del flujo sanguíneo en arterias gravemente calcificadas y también pueden ser causa de lesión vascular. Dispositivos de control de la presión ejercida por el clamp han presentado bajos niveles de lesión endotelial3,4. El empleo de balones de Forgarty intraluminales conectados a una llave de tres vías, o el Florester Internal Vessel Occluder5, basado en el mismo fundamento, constituyen un método de oclusión no lesivo, pero dificultan de forma importante la realización de la línea de sutura6.
Varios artículos han evaluado el empleo del poloxámero 407 en la oclusión temporal de arterias coronarias en cirugía cardiaca7,8, o de arterias renales durante nefrectomías robóticas9. El poloxámero 407 supone un método alternativo a la interrupción del flujo sanguíneo que evita el problema de la lesión por clampaje. Es independiente de la calcificación parietal o de las lesiones ateroscleróticas de la pared del vaso.