La presente carta es para referirme al artículo publicado en la revista Atención Primaria «Falsas creencias sobre vacunas»1, en concreto al inciso titulado «¿El tiomersal causa autismo?».
En dicho artículo se recopilan y aclaran algunas creencias erróneas sobre las vacunas. Con respecto al inciso sobre la relación entre el tiomersal y el autismo, considero que por ser este un caso especial, y que además causó mucha polémica en el ámbito médico y científico, deberían haberse añadido algunos argumentos para esclarecer el particular inicio de esta creencia, ya que se vio involucrada la reputación de un médico, dado que su investigación, cuyos resultados confirmaban la influencia del tiomersal sobre la salud por su leve contenido de metilmercurio, más tarde se demostraría que fue fraudulenta y manipulada para intereses propios, tal como lo indica Artigas-Pallarés2: «…pronto se desvanecieron las sospechas, por lo menos en la mayor parte del mundo científico. De hecho, los trabajos de Wakefield han sido considerados fraudulentos, con pruebas abrumadoras al respecto, salidas a la luz a partir de un trabajo de investigación llevado a cabo por Brian Deer, periodista del Sunday Times. Toda la información sobre este tortuoso asunto, plagado de sobornos, transgresiones éticas, falsificación de datos e intereses ocultos, está minuciosamente recogida en la página de dicho autor…». Como consecuencia de toda esta situación, «la revista The Lancet en 2004 se retractó por completo del artículo que había publicado en 1998, señalando que los datos del trabajo habían sido falsificados. Wakefield fue excluido del registro médico en mayo de 2010, con una observación que indicaba la falsificación fraudulenta en la que incurrió, y se le revocó la licencia para ejercer la medicina en el Reino Unido»3. La adición de estos u otros argumentos a esta parte del artículo hubiera completado la idea del origen de toda esta creencia.
Finalizo esta carta enfatizando lo importante que es esclarecer esta situación, pues fue uno de los determinantes que fortaleció los movimientos antivacunas alrededor del mundo.