Objetivo. Identificar si las actividades laborales del personal de enfermería representaban un factor de amenaza, a través de la correlación de ansiedad habitual y ansiedad en una jornada de trabajo, y determinar factores de influencia de esta última.
Material y métodos. Se eligieron al azar 285 enfermeras, personal de base de una institución de seguridad social a quienes fue aplicado el inventario de ansiedad rasgo-estado.
Resultados. El coeficiente de correlación fue de 0,53 (IC del 95%, 0,43-0,60, p=0,001), después de controlar por edad, estado civil, número de hijos, carga de trabajo, servicio, categoría, nivel, antigüedad en el servicio y relaciones interpersonales con el equipo y jefe inmediato; únicamente antigüedad de 12 meses y relaciones interpersonales negativas con el equipo de trabajo estuvieron asociadas con ansiedad en la jornada de trabajo (beta=0,21, beta=0,24, p=0,001, respectivamente).
Conclusiones. La actividad laboral constituyó una situación de amenaza y predisponente a originar ansiedad. Se recomienda reconocer factores desencadenantes de ansiedad laboral para desarrollar estrategias que permitan al personal afrontar su tarea diaria sin que se vea afectada su salud.
Objective.
Introducción
En la actualidad los sistemas de salud se ven afectados por cargas excesivas de trabajo, lo cual, aunado a la escasez de recursos físicos, materiales y humanos, favorece el desarrollo del estrés durante la actividad laboral en sus trabajadores. La profesión de enfermería se caracteriza por una amplia diversidad de patrones conductuales dentro y fuera de su jornada de trabajo, por lo que requiere una constante adaptación a cada uno de ellos. Por otra parte, la jornada laboral para el personal de enfermería de 8 horas diarias, sumado al tiempo invertido en traslados, significa que la mayor parte del día se ocupa en actividades relacionadas con el trabajo, pudiendo convertirse éste en un factor de riesgo para el desarrollo del estrés. Entre otros factores desencadenantes de estrés en enfermeras se han señalado los motivos familiares y económicos, así como el tipo de responsabilidad en el trabajo y la falta de descanso durante el desempeño del mismo1-4.
El estrés induce ansiedad, y este síntoma ha sido utilizado como indicador de estrés5,6. Desde la década de los setenta, se reconocen dos dimensiones de la ansiedad, la de ansiedad-rasgo, que se refiere a cómo se siente el individuo habitualmente, y la de ansiedad-estado, en la cual la ansiedad es vista como una condición o estado emocional transitorio. La ansiedad habitual predice por lo general ansiedad futura7-9 y la correlación entre ambas dimensiones depende fundamentalmente del tipo e intensidad de tensión que caracterizan las circunstancias bajo las cuales la dimensión de ansiedad-estado es aplicada7.
Es de gran importancia estudiar la jornada laboral como factor predisponente de síntomas de estrés por su efecto potencial de respuestas psicofisiológicas negativas con la consecuente repercusión en la salud del personal de enfermería y en el rendimiento laboral10-12. Así, se plantearon como objetivos de esta investigación identificar si las actividades laborales del personal de enfermería representaban un factor amenazante o peligroso. Asimismo, determinar los posibles factores de influencia en la ansiedad presente en una jornada laboral.
Material y método
Se realizó un estudio descriptivo correlacional. Se eligieron 285 enfermeras al azar utilizando como marco muestral la plantilla nominal de personal adscrito a una unidad médica de tercer nivel (n=133), 2 unidades médicas de segundo nivel (n=110) y 6 unidades médicas de primer nivel (n=42) de una institución de seguridad social, ubicadas en la zona metropolitana de Monterrey, N.L. México (N=1.636). La distribución fue proporcional a la plantilla del personal de enfermería, categoría y turno de cada unidad médica (tabla 1). Se incluyó personal de base, excluyéndose el que se encontraba de vacaciones, incapacitado o no había asistido el día escogido para la aplicación de la encuesta. Menos de un 10% de las elegidas no cumplieron los criterios de selección y fueron reemplazadas.
Para evaluar la ansiedad se utilizó el inventario STAI (State Trait Anxiety Inventory) en su versión al español, que ha mostrado validez convergente con otras medidas psicológicas de ansiedad7,9,13 y validez de contenido, respecto a los criterios estipulados para ansiedad por el Manual de Diagnósticos y Estadísticas de los Trastornos Mentales en su 4.ª edición14. El STAI está conformado por 2 pruebas autoadministrables, una para ansiedad-rasgo y otra para ansiedad-estado, con 20 ítems cada una. Las instrucciones para la primera fueron «Trate de dar la respuesta que mejor describa cómo se siente generalmente», la cual fue aplicada 30 minutos antes de iniciar la jornada laboral, durante el tiempo destinado a educación continua. Las instrucciones para la segunda fueron «Indique cómo se siente ahora mismo, o sea, en este momento, trate de dar la respuesta que mejor describa sus sentimientos ahora», y se aplicó en algún momento de la jornada laboral, variando la hora de aplicación. La escala de medición de cada ítem fue ordinal; para la ansiedad-rasgo: casi nunca, algunas veces, frecuentemente y casi siempre; para la ansiedad-estado: no en lo absoluto, un poco, bastante y mucho. Las jefas de piso solicitaron la colaboración de su personal y permitieron que se respondiera a las pruebas de forma individual y privada, manteniendo en el anonimato cada cuestionario. Se obtuvo un alfa de Cronbach para la prueba de ansiedad-rasgo de 0,81 y para la ansiedad-estado de 0,87.
También se recolectó información sobre variables sociodemográficas y laborales. La percepción de tipo de relaciones interpersonales se definió en función de las preguntas: ¿cómo se lleva con el equipo de trabajo?; ¿cómo se lleva con el jefe? (muy mal, mal, regular, bien, muy bien, respectivamente), y la carga de trabajo: ¿cómo considera su carga de trabajo? (muy poca, poca, regular, mucha, muchísima). Además, esta última se evaluó a través del indicador número de pacientes por enfermera (sobrecarga=indicador superior al establecido para la asignación de recursos humanos según nivel de atención, categoría, especialidad y turno del personal de enfermería)*.
El plan de análisis incluyó integración de 3 grupos en función de los puntos de corte de los percentiles 25 y 75 de las puntuaciones de la prueba ansiedad-rasgo. Así, se conformó el grupo 1 de personal de enfermería con los niveles más bajos (¾25); el grupo 2 con niveles intermedios (26-75), y el grupo 3 con los valores más elevados (>75). Se determinó por grupo el coeficiente de correlación (CC) de Pearson entre ambas pruebas y se efectuó regresión lineal múltiple, utilizando como variable dependiente la puntuación de ansiedad-estado.
Resultados
La edad promedio de la población estudiada fue de 35,8±6,2 años. Un 75,8% refirió tener algún hijo. El 68,1% del personal era casado y un 96,8% profesaba alguna religión. El 37% del personal contratado en la categoría de auxiliar de enfermería poseía estudios de enfermera general o licenciatura en enfermería. La antigüedad institucional promedio correspondió a 13,1±6,1 años y la del servicio a 3,2±4,1; el tiempo promedio desde las últimas vacaciones fue de 3,4±2,5 meses. Un 63,5% prestaba sus servicios en algún servicio de hospitalización; el 19,3% en urgencias, cuidados intensivos y quirófano, y el 16,5% en consultas externas y servicios administrativos. Un 23,9% del personal presentó sobrecarga de trabajo medida a través del indicador enfermera/paciente. El 41,8% percibió su carga de trabajo como poca o regular; un 45,6%, mucha, y el 12,6%, muchísima. En lo concerniente a la percepción de relaciones interpersonales con el equipo de trabajo, el 7% expresó llevarse regular con los integrantes de su equipo; un 54,7% llevarse bien, y el 38,2%, muy bien. En lo que respecta a la percepción de las relaciones interpersonales con el jefe inmediato, un 7% manifestó que era regular; el 53,5%, que se llevaba bien, y un 39,4%, muy bien.
El CC entre las puntuaciones de ambas pruebas fue de 0,57 (IC del 95%=0,49, 0,65, p=0,001) antes y después de controlar por edad, estado civil, número de hijos, carga de trabajo, servicio, categoría y nivel de atención. El ajuste por antigüedad en el servicio y tipo de relaciones interpersonales con el equipo y con el jefe inmediato resultó en un CC de 0,53 (IC del 95%=0,43, 0,60, p=0,001). Los CC por variables sociodemográficas y laborales se observan en las tablas 2 y 3.
El modelo de regresión lineal múltiple que presentó la mayor explicación de la ansiedad-estado (R2=0,16, p=0,0003) mostró a la antigüedad en el servicio actual y las relaciones interpersonales con el equipo de trabajo como los únicos factores de influencia (beta=0,21 y beta= 0,24, respectivamente, p=0,01) estando presentes tiempo transcurrido desde las últimas vacaciones, percepción de relaciones interpersonales con el jefe inmediato, nivel de atención, número de hijos, percepción de carga de trabajo, servicio, estado civil y edad.
El CC entre las pruebas ansiedad-rasgo y ansiedad-estado para el grupo 1 fue de 0,20 (IC del 95%=0,03, 0,41, p>0,05) (n=74); para el grupo 2, de 0,36 (IC del 95%=0,21, 0,48, p=0,001) (n=143), y para el grupo 3, 0,36 (IC del 95%=0,13, 0,55, p=0,001) (n=68). El personal que se ubicó en el grupo 1 en la prueba de ansiedad-rasgo fue el que presentó mayor porcentaje de permanencia de grupo (tabla 4). Ningún modelo de regresión lineal múltiple mostró algún factor de influencia sobre la ansiedad-estado del grupo 1. El modelo que mostró la mayor explicación de la ansiedad-estado del grupo 2 (R2=0,16, p=0,03) presentó la percepción de las relaciones interpersonales con el equipo como el único factor de influencia (beta=0,25, p=0,03) y el del grupo 3 (R2=0,12, p=0,01) manifestó la antigüedad en el servicio como único factor de influencia (beta=0,35, p=0,02), estando presentes en el modelo edad, estado civil, número de hijos, categoría, nivel de atención, servicio, tiempo transcurrido desde las últimas vacaciones, percepción de relaciones interpersonales con el equipo y con el jefe inmediato, percepción de carga de trabajo y percepción de ingreso económico.
Discusión
La correlación obtenida fue alta y significativa entre la ansiedad habitual y la ansiedad-estado, sugiriendo que la situación específica en la que fue aplicada la prueba de ansiedad-estado, en este caso, la actividad laboral, representó una condición de amenaza.
La mayoría del personal de enfermería que registró los niveles más bajos de ansiedad habitual se mantuvo en los niveles más bajos de ansiedad durante la jornada laboral; para ellas el trabajo no representó una situación de amenaza pues el CC correspondiente fue bajo y no significativo. En cambio, es interesante hacer notar que un mayor porcentaje de personal ubicado en los percentiles medio y superior de ansiedad habitual descendió a niveles inferiores durante la jornada laboral en comparación a aquél que se mantuvo. El trabajo es un elemento satisfactorio que influye enormemente en cómo se valora la persona a sí misma y cómo se relaciona con otros y refleja el nivel social, el nivel de desarrollo en la vida y el poder de compra15.
La ansiedad-estado mostró a las relaciones negativas interpersonales con el equipo de trabajo como variable asociada con la ansiedad habitual en el análisis multivariado a nivel general y en el grupo 2. El ser humano es eminentemente emotivo, y una mejor comprensión en la forma de relacionarse entre sí puede desarrollar mejores relaciones humanas16. La antigüedad en el servicio también registró efecto significativo en la población total y en el grupo 3; a menor antigüedad mayor nivel de ansiedad-estado. Fornes et al2 señalaron escasez de personal, deficiente organización administrativa y poco tiempo libre como los factores con las calificaciones más altas causantes de estrés en personal de enfermería y auxiliares de enfermería que trabajan en unidades de cuidados intensivos de diferentes hospitales de Palma de Mallorca; el análisis factorial correspondiente agrupó 7 factores que explicó un 65% de la variancia y fueron particularmente relacionados con problemas organizacionales, relaciones personales y capacitación, demanda de trabajo y sobrecarga física y emocional.
Los resultados aquí obtenidos pudieron verse afectados por el turno laboral. El personal de enfermería de base en la institución de seguridad social estudiada no trabaja en turnos rotatorios; la mayoría de las enfermeras tiene el turno de mayor conveniencia, pero no necesariamente el de mayor confort. La época del año en que se consiguió la información fue durante el último bimestre del año, tiempo de bonanza y buenos deseos, especialmente el mes de diciembre, por lo que lo observado pudiera estar subestimado. También cabe mencionar que es notorio que sigue habiendo otros factores no identificados en este estudio que están interviniendo en la predisposición a ansiedad; la correlación entre la ansiedad habitual y la ansiedad-estado se mantuvo en forma moderadamente alta y significativa aun después del ajuste por las variables analizadas.
Las instituciones de seguridad social responsables de promover y proveer el bienestar de la población requieren del reconocimiento de aquellos factores productores de ansiedad y de estrés laboral, así como del desarrollo de estrategias operativas y programas de autocontrol que permitan al personal afrontar las situaciones a que se someten durante su desempeño diario y así fomentar, mantener y mejorar la salud de sus trabajadores.