Sres. Directores: He leído con interés y atención la carta de Obando et al sobre la miositis aguda posgripal de los niños1, y suscribo su opinión respecto a que se trata de un cuadro que en la mayoría de los casos puede ser diagnosticado y tratado en el ámbito de la atención primaria. No obstante, me gustaría realizar algunas puntualizaciones que podrían mejorar la calidad de la asistencia a esta no tan infrecuente patología.
En primer lugar, pienso que para esta entidad nosológica debe mantenerse la denominación enunciada por Ruff de «miositis aguda benigna de la infancia»2 en lugar de «miositis aguda postinfluenza», ya que, como los propios autores indican, aunque suele presentarse en relación con las epidemias de gripe, puede estar provocada por muchos otros gérmenes1.
En segundo lugar, hay que tener presente que, aunque el pronóstico de la miositis aguda benigna de la infancia suele ser bueno, se han descrito algunos casos en los que se ha producido una rabdomiólisis3. Por ello, en todos los niños afectados debería comprobarse la normalidad de la función renal y realizar una analítica elemental de orina; si se detectase pigmenturia (en las tiras reactivas la reacción de la ortotolidina es positiva tanto con la hemoglobina como con la mioglobina), el paciente debería remitirse a un hospital para confirmar la presencia de mioglobinuria y observar el posible desarrollo de un fracaso renal agudo.
Finalmente, se debe recordar que los virus de la influenza A y B no sólo pueden provocar el cuadro reseñado, sino que en otras ocasiones originan una miositis aguda difusa. En estos casos, y sobre todo en niños, la rabdomiólisis y la mioglobinuria son mucho más frecuentes, lo que empeora el pronóstico4. Cuando el cuadro clínico no sea tan estereotipado como el de la miositis aguda benigna de la infancia (mialgias y sensibilidad a la presión en las pantorrillas), sino que los niños aquejan mialgias generalizadas, debería sospecharse una miositis aguda difusa, cuyo diagnóstico puede confirmarse con una elevación significativa de la CK. Estos pacientes deben ser remitidos siempre a un centro hospitalario.