Introducción. La importancia del cribado ocular en los pacientes diabéticos (agudeza visual, tonometría y retinoscopia) está ampliamente documentada, sobre todo si tenemos en cuenta que, a pesar de los cambios en los criterios diagnósticos de la diabetes mellitus (DM) tipo 2, el 4-20% de los pacientes (según los estudios) ya presentan lesiones de retina en el momento del diagnóstico y el 60-70%, a los 20 años de evolución de la enfermedad1-4.
La DM es la primera causa de ceguera en los países industrializados, con una prevalencia del 2-3%. El 60-90% de las cegueras por DM se podrían prevenir con un diagnóstico temprano y un tratamiento con láser adecuado. Además, la laserterapia detiene la progresión de la retinopatía en el 60-70% de los casos4.
La evaluación periódica a partir de la Red de Equipos de Atención Primaria del Programa GedapS-Catalunya (82 equipos de atención primaria y 4.567 pacientes con DM2) nos indica que el porcentaje de pacientes con DM que disponían de cribado ocular era del 50% en el año 1995 y del 54% en 1998 y 20005. Las evaluaciones reiteradas apuntan que no es fácil superar dicho porcentaje, y en numerosas ocasiones nos hemos preguntado si habría muchos pacientes con DM en los que podría no estar indicada la realización del cribado anual.
Material y método. En la evaluación del año 2002 del programa de DM efectuado en nuestro centro, añadimos la pregunta de si la Unidad Básica de Asistencia, constituida por el médico de familia y la enfermera de adultos (y en muchos casos por el médico residente), consideraba que no correspondía la realización del cribado anual oftalmológico a algún paciente con DM. En dicho caso debían indicar la edad, el sexo y el motivo (edad y/o el tipo de enfermedad).
Resultados. En el Área Básica de Salud de Santa Eugènia de Berga (Barcelona) se controlan 485 diabéticos, de los cuales 23 presentan DM1 y 462, DM2. Se disponía de informe del cribado ocular anual en 364 pacientes (75%) --en 199 (41%) solicitado por profesionales de nuestra Área Básica de Salud y en 165 (34%), por otros profesionales--. Las 8 Unidades Básicas de Asistencia de adultos de nuestro centro consideraron que había un total de 19 diabéticos a los que no correspondería realizar el cribado; en 6 de ellos la edad avanzada era el criterio principal y en 13, el hecho de presentar una enfermedad grave. La edad media de estos pacientes era de 77 ± 10,8 años, 7 (37%) eran mujeres y 12 (63%), varones. Las enfermedades que se citaron fueron: 6 casos de demencia avanzada, 3 de artropatía degenerativa grave, 2 de cardiopatía grave, 2 de neoplasia, 2 de accidente vascular cerebral grave y 2 de trastorno psiquiátrico grave.
Discusión y conclusiones. Analizando estos datos obtenemos que, según la opinión de los profesionales sanitarios de nuestro centro, prácticamente en el 4% de los pacientes con DM podría estar recomendado no realizar ningún cribado ocular.
Consideramos que futuros estudios en este sentido deberían estandarizar más los criterios a utilizar; por ejemplo, cuantificar la gravedad de la enfermedad en meses de esperanza de vida o en calidad de vida.
También es probable que en un futuro veamos cambios en la periodicidad del cribado ocular de los pacientes con DM, actualmente anual. Por ejemplo, hay estudios que apuntan que disponiendo de un examen normal de la retina y ante pacientes con buen control glucémico (hemoglobina glucosilada < 8%) no serían necesarias evaluaciones anuales5.