El soplo, probablemente fisiológico, constituye un hallazgo muy frecuente en la revisión del niño sano. Se estima que la exploración física detenida descarta correctamente cardiopatía en nueve de cada 10 casos. No obstante, la preocupación familiar y la disponibilidad creciente de la ecocardiografía hace atractivo su uso sistemático, ya que el 1-2% de los soplos catalogados como funcionales sin practicar ecocardiografía se debe a una malformación.
En nuestro medio, atención primaria deriva a pediatría a los niños cuyo soplo podría ser patológico, desde donde se solicita un ecocardiograma o se envía a cardiología, si existe clínica cardíaca.
Objetivo. Conocer la eficiencia de la solicitud de ecocardiograma directamente desde atención primaria para el estudio inicial del soplo asintomático.
Diseño. Estudio transversal, retrospectivo, observacional.
Ámbito de estudio. Un total de 65.000 pacientes pertenecientes al área de salud.
Período de estudio. Abril de 2000 a abril de 2001.
Sujetos. Un total de 138 pacientes de edades comprendidas entre los 6 meses y los 13 años (5,5 ± 3,3).
Mediciones. Cálculo del coste por cada detección de cardiopatía siguiendo el modelo implantado en nuestro medio (atención primaria deriva a pediatría a los niños cuyo soplo podría ser patológico, desde donde se solicita un ecocardiograma o se envía a cardiología si existe clínica cardíaca).
En la tabla 1 se resumen los costes (en euros) adjudicados por el INSALUD a estos servicios.
Resultados. Resultaron patológicos 12 (8,7%). El coste total fue de 18.959,18 euros (4.976 atribuibles al ecocardiograma), lo que representa un coste por detección de cardiopatía de 1.579,93 (414,70 en ecocardiografía).
Una sola revisión pediátrica o una consulta cardiológica causan más gasto que la realización de un ecocardiograma.
Conclusión. El 74% del coste del estudio del soplo asintomático es atribuible a la consulta inicial y revisión en pediatría y pudiera ser razonable, en nuestro medio, ofertar la ecocardiografía a atención primaria y reservar la consulta hospitalaria para los niños con clínica de cardiopatía o asintomáticos con alteraciones en el ecocardiograma.