La tripanosomiasis (enfermedad de Chagas) es una zoonosis endémica del continente americano producida por Tripanosoma cruzi y transmitida por un vector, el triatoma (vinchuca). La infección se localiza desde el sur de Estados Unidos hasta Argentina y Chile y ocupa el cuarto lugar como carga de enfermedad en América. La vía de trasmisión más importante es la vectorial, aunque también puede trasmitirse a través de trasfusiones sanguíneas, trasplante de órganos y por la placenta1–5. Debido al aumento del flujo migratorio desde dichas áreas, la tripanosomiasis se ha vuelto una afección emergente en nuestra área básica. Se describen 3 casos clínicos de pacientes diagnosticados de enfermedad de Chagas que se visitaron en nuestro centro de atención primaria.
Caso 1: mujer de 37 años procedente de Cochabamba. Acude a la consulta refiriendo síntomas disgestivos de larga evolución, con escasa respuesta a los inhibidores de la bomba de protones. Cuando la interrogamos por sus antecedentes, nos explica picadura de triatoma en la adolescencia, por lo que en Bolivia le realizaron serologías de T. cruzi, que fueron positivas. Se solicita un ECG, que muestra ondas T negativas en precordiales, y una fibrogastroscopia, que muestra un cardias incontinente con reflujo; queda pendiente la realización de un ecocardiograma y una nueva serología.
Caso 2: mujer de 25 años procedente de Bolivia (Cochabamba) actualmente en tratamiento con tuberculostáticos por una tuberculosis pulmonar activa, controloda en la unidad de enfermedades tropicales en un hospital de tercer nivel de Barcelona. Se le realiza criba de las diferentes enfermedades infecciosas; resulta positivo T. cruzi; actualmente están pendientes exploraciones complementarias hasta la resolución del cuadro pulmonar.
Caso 3: mujer de 38 años procedente de Bolivia. Acude a la conculta refierendo que en la criba de donantes se detectó la serología de T. cruzi positiva, y se la derivó a nuestra consulta de atención primaria. La paciente no recuerda antecedente de picadura del triatoma. Haciendo un genograma se detecta que tiene 5 hijos. Se realiza la serología a cada uno de ellos, y la del segundo hijo dio positivo, por lo que se lo deriva a la unidad de enfermedades infecciosas de pediatría de nuestro hospital de tercer nivel de referencia. La pruebas realizadas a nuestra paciente (ECG y radiografía de tórax) son normales, y actualmente están pendientes tránsito gastroduodenal y valoración en unidad de enfermedades tropicales.
Los 3 casos comentados proceden de la misma área (Bolivia), la mayoría de Cochabamba. Es muy importante conocer el país y el departamento de procedencia.
La enfermedad de Chagas se contrae a edades tempranas (primoinfección) y se mantiene inactiva durante mucho tiempo (fase latente o asintomática), llegando a fase sintomática (fase crónica) a los 20 años de la primoinfección. El tripanosoma se fija en los plexos nerviosos de la musculatura lisa, por lo que las manifestaciones clínicas más frecuentes son alteraciones cardíacas (miocardiopatía dilatada, alteraciones en la conducción) y alteraciones digestivas (megaesófago, megacolon). Por ello destaca en el caso 1 la incontinencia de cardias que, aun no siendo patognomónico, puede ser el inicio de un megaesófago. Además, la tripanosominasis puede causar inmunodeficiencia y activar otras enfermedades latentes como la tuberculosis (caso 2), que hacen más difícil la resolución del caso.
En el caso 3 encontramos dos vías de transmisión que no implican al triatoma: la sanguínea mediante transfusión de sangre (que se diagnosticó gracias a la criba en el banco de sangre) y la trasplacentaria o vertical (uno de sus hijos está afecto de la enfermedad y no tiene antecedente de picadura de triatoma).
En resumen, es crucial conocer dónde vivían; si se trata de una mujer, hay que realizar genograma para poder cribar a sus hijos, y solicitar exploraciones complementarias que ayudarán a diagnosticar las alteraciones cardíacas y digestivas propias de la enfermedad. Como ya hemos comentado, la mayoría permanece asintomática, lo que hace que el seguimiento de esta enfermedad sea más difícil y por lo que es importante que, aunque se derive a la unidad de medicina tropical, nosotros —como facultativos con mayor acceso a esta población— mantengamos una actitud expectante ante la aparición de cualquier síntoma.